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domingo, 18 de febrero de 2018

"Una corte de alas y y ruina", Sarah J. Maas

Título: Una corte de alas y ruina (Una corte de rosas y espinas #3)

Título original: A court of wings and ruin

Autora: Sarah J. Maas

Saga: Una corte de rosas y espinas

Editorial: Planeta

Año de publicación: 2017

Páginas: 666

Sinopsis: Feyre regresa a la Corte Primavera, decidida a reunir información sobre los planes de Tamlin y del rey invasor que amenaza con destruir Prythian. Para esto deberá someterse a un letal y peligroso juego de engaño, en el que un simple error podría condenar no solo a Feyre sino también a todo el mundo a su alrededor. A medida que la guerra avanza sin tregua, Feyre deberá determinar en cuáles de los deslumbrantes Altos Lores puede confiar y salir a buscar aliados en los lugares más inesperados.

CONTIENE SPOILERS DE UNA CORTE DE NIEBLA Y FURIA

Después de que Tamlin vendiera a su corte y a las hermanas de Feyre a Hybern para recuperar a esta última, Feyre se ve obligada a cumplir con el acuerdo del rey y regresar a Primavera para evitar que este lastime todavía más a su familia y a la Corte Noche. Fingiendo que el lazo con Rhys está roto y que fue manipulada por él en contra de su voluntad, planea romper la Corte Primavera desde dentro. Ahora ya no es una chica desvalida que busca la protección de Tamlin para protegerse. Ahora es la alta lady de la Corte Noche y posee poderes que su antiguo amor desconoce y no imagina. Fingiendo sus sentimientos por Tamlin, seguirá su juego y el de la sacerdotisa Ianthe para pasar desapercibida y así asestar su golpe cuando menos se lo esperen. Gracias a la alianza del lord con Hybern, el soldado resucitado Jurian y dos generales acudirán a la Corte Primavera para poder examinar el muro que separa el mundo inmortal del humano y, así, averiguar la manera de hacer que las grietas que han surgido en él se expandan. De esta forma, el rey de Hybern podrá derruirlo y conquistar el mundo de los humanos, esclavizándolos de nuevo como muchos altos lores reclaman. La presencia de fuerzas enemigas en Primavera le darán a Feyre una oportunidad excelente para obtener información acerca de sus planes y poder transmitírsela a Rhys a través del vínculo que aun comparten y que permanece oculto. Finalmente conseguirá huir de allí con la inesperada ayuda de Lucien que, tras ciertos actos de Tamlin, se dará cuenta de que su alto lord tiene nublado el juicio y no actúa con sensatez. De vuelta a la Corte Noche, donde permanecen ocultas y a salvo Nesta y Elain tras ser convertidas en altas fae por culpa del rey de Hybern y el Caldero, se pondrán en marcha los planes, alianzas y estrategias necesarios para derrotar las fuerzas del rey y evitar que derribe el muro.


Después del espectacular desenlace de Una corte de niebla y furia, de lo que más ganas tenía (a parte de saber cómo se desenvolvía Feyre con este nuevo contratiempo), era ver cómo se desarrollaba la historia de Nesta y Elain. Ambas fueron convertidas en altas fae en contra de su voluntad por el Caldero y, además del cambio físico y de su inmortalidad, también desarrollaron ciertos poderes. Me intrigaba cómo se iban a desenvolver en este nuevo mundo, uno que odiaron desde siempre, y de qué manera la autora las iba a encajar. El hecho de que Lucien y Elain tuvieran de repente un lazo de apareamiento al final del libro anterior me pareció precipitado. En realidad, está bien que fuera tan repentino puesto que se supone que ese tipo de conexiones surgen sin motivo aparente. El problema está en que no lo ha desarrollado. Existe, sí, pero está ahí, no es relevante para la trama y ni siquiera se ahonda en él, es algo casi terciario; por lo cual, veo un poco absurdo este lazo si luego en realidad no sirve para nada. Ya que el lazo entre Feyre y Rhys tardó su tiempo en cocinarse, este vínculo me pilló por sorpresa y no me dejó con buen sabor de boca. De hecho, la especie de triángulo que surge entre Azriel-Elain-Lucien está tan forzado y es tan absurdo (sobre todo teniendo en cuenta los sentimientos del primero hacía Mor) que no le veo ningún sentido.

Me gusta que Maas haya recuperado a Lucien porque fue uno de mis personajes favoritos de Una corte de rosas y espinas y le echaba de menos. A pesar de su traición, su juicio fue guiado por el de Tamlin más que por la razón, y aun así siempre se mantuvo dubitativo y realmente nunca estuvo de acuerdo del todo con él y quería ayudar a Feyre. Por eso me ha gustado que ahora forme parte de la Corte Noche y aquello que ha aportado a la misma. No obstante, lo que me ha disgustado es que lo ha recuperado en vano. Apenas forma parte de esta novela. Es un personaje que está ahí y que debido a cierto motivo desaparece el mapa y casi no tenemos apariciones suyas. La sensación que he tenido ha sido la misma que con el lazo de apareamiento y con la propia Elain. Estos dos personajes han estado presentes simplemente porque existen dentro de la historia y ya. Sus participaciones han sido nimias, la autora no ha ahondado en ellos y solo han tenido cierta relevancia hacia el final. De hecho, considero que se podría haber explotado mucho más a Elain y los poderes que posee, pero se han dedicado a tratarla como una niña delicada, de cristal, que podría romperse al mínimo descuido. Esto me ha enfurecido porque el trauma de Elain es similar al de Feyre y no he entendido por qué habiendo pasado ella por lo mismo y sabiendo lo que se siente, no ha tratado de ayudar a su hermana. Se ha limitado a tenerla apartada de todo, ir de vez en cuando a vigilar cómo se encontraba y poco más. Podría haberla animado a luchar, a salir adelante y demostrar que ella también es fuerte y valiente. Podría haber hecho lo mismo que hicieron con la propia Feyre y ya que ella ha vivido esa situación, habría sido capaz de lograr mucho con su hermana. Sin embargo, se ha limitado a dejarla a un lado y ver cómo seguía el curso de los acontecimientos.

Las alas se abrieron y su pecho palpitó cuando las estrellas brillaron en sus ojos. Y allí estaba ese anhelo, debajo del deseo, debajo de la necesidad. Fue el anhelo en aquellos hermosos ojos lo que me hizo mirar las montañas tatuadas en sus rodillas. Las insignias de esta corte..., nuestra corte. La promesa de que él no se arrodillaba ante nadie ni nada, salvo su corona.
   Y ante mí.

Por su parte, Nesta ha estado prodigiosa. A pesar de que en los libros anteriores esa chica me repelía, ha sabido canalizar su soberbia, su orgullo y su voluntad de acero en sus poderes y con ellos ayudar y ser decisiva en muchos aspectos. Me ha dado un poco de pena por Cassian y también me ha faltado tener alguna que otra pincelada más de ellos dos; pero lo que ocurre entre ellos en el campo de batalla ha sido suficiente para mí. Sin duda,  es el personaje que más ha evolucionado en esta tercera parte y mi favorito. Feyre, también me ha gustado más aquí. Por fin se ha recuperado del todo y le está demostrando al mundo lo que es capaz de hacer y que es un enemigo formidable al que tener en cuenta. Aunque su proceso de aprendizaje fue más estricto en en anterior libro, aquí sigue creciendo y desarrollándose. Quizá me ha irritado que todas las super ideas salvadoras dependieran de ella y que fuera una pieza clave en cada aspecto de la historia. Que se supone que de eso se trata el ser el protagonista indiscutible, pero no sé, podría no haber sido perfecta (no en lo referente a su forma de ser, sino en cuanto a sus capacidades). En esta ocasión, su relación con Rhys no ha sido tan relevante pues los aspectos necesarios de la misma ya fueron expuestos en Una corte de niebla y furia. Por tanto, seguimos de cerca la evolución de esta pareja pero digamos que no ha sido el epicentro, lo cual agradezco porque si no es una novela romántica no quiero que el romance sea central. Rhys, Amren, Morriga, Cassian y Azriel siguen manteniendo el mismo papel y de nuevo la autora va dejando pinceladas de ellos según se relacionan con otros personajes que van apareciendo como por ejemplo Eris (hijo de Beron, alto lord de la Corte Otoño y hermano de Lucien).


Relacionado con esto, aquí por fin conocemos al elenco completo de Altos Lores de las diferentes cortes. La premisa de esta tercera parte es organizarse ante la guerra inminente que está dispuesto a desatar el rey de Hybern. Por tanto, Rhys deberá convencer al resto de cortes para reunir sus fuerzas y hacerle frente a esta amenaza, mucho más peligrosa y letal que Amarantha. Gracias a esto Maas introduce a nuevos personajes de los que sabíamos apenas su nombre y que ahora por fin aparecen completos. Hasta ahora, solo conocíamos más o menos en profundidad a Tamlin y su Corte Primavera y a Tarquin, de la Corte Verano. Sin embargo, se nos presentan Beron de la Corte Otoño, Kallias y su mujer Viviane de Corte Invierno, Helion de la Corte Día y a Thesan de Corte Amanecer. Una corte de alas y ruinas es una novela potente en cuanto a personajes y en cuanto a trama y sus diferentes giros. Aunque no podemos tener un mapa completo de los lores, la autora sabe contarnos la información necesaria y más importante. Sin embargo, aparecen otra serie de personajes en los que tampoco ha profundizado y, en esta ocasión, sí he sentido que faltaban datos y, en cierto modo, ha sido un poco decepcionante. SPOILERS Me refiero a cuatro concretos: Myriam, Drakon, Jurian y el padre de las chicas Archeron. Respecto a los tres primeros, se lleva creando el hype prácticamente desde el primer libro. Su historia es conocida en toda Prythian, son misteriosos y apenas se sabe nada de ellos. De repente aquí aparecen. Jurian desde el principio, y he de reconocer que tiene unos plot twist muy buenos y que me gustó muchísimo. A tono personal, me hubiera gustado conocer más de él. Es muy relevante para la trama y, una vez más, solo sabemos lo que es fundamental para la misma, pero me parece un personaje tan interesante y complejo que se me quedó corto. Lo de Myriam y Drakon ya sí que es decepcionante. Aparecen de repente casi al final del libro, cuando supuestamente está todo perdido. Y sin embargo, con la misma fugacidad con la que hacen acto de presencia, desaparecen. Es como, ¿tanta leyenda e intriga creada a su alrededor para que apenas sean un suspiro dentro del hilo argumental? No sé, es como que después de tanto hablar de ellos me hubiera gustado que aportaran algo más que una victoria. Algo similar me ha ocurrido con el padre. Realmente solo aparece como personaje al principio del primer libro. Luego se va de viaje de negocios y aparece al final. La justificación de su presencia ha sido ridícula. Se supone que es un señor que no tiene ni idea del mundo inmortal ni de los fae, y de repente comerciando en otros países, ¿se entera de la inminente guerra y decide formar un ejército para combatir en ella? No solo eso, sino que además encuentra a la reina Vassa y la anima a unirse a la causa. Demasiado forzado, muy metido con calzador para que Feyre y sus hermanas no vieran a su padre como un cobarde, sino como alguien que por fin había hecho algo por ellas. El detalle del nombre de los barcos reconozco que me hizo llorar, así como la repentina aparición de su padre. Emocionalmente es un buen detalle y que consigue remover al lector. Pero argumentalmente, no tiene ni pies ni cabeza. Encima aparece para morir FIN SPOILER.

Lo mejor del libro se concentra al final. El desenlace, igual que en las anteriores novelas, ha sido espectacular. Incluso me ha hecho llorar. A pesar de los aspectos más negativos de este (que he dejado reflejados en el spoiler), no se puede negar que la autora le haya dado el final que se merece a esta trilogía. Las últimas páginas han sido vertiginosas, llenas de reencuentros, giros de trama y, sobre todo, mucho sentimiento. Ha sido el típico libro que, cuando lo cierras, te deja mirando a la pared con un vacío en el corazón. Esta ida y venida frenética de emociones me ha saltado alguna que otra lágrima y ha convertido esta saga en una de mis favoritas. Por suerte, Maas tiene preparada otra trilogía posterior a esta y espero de verdad que merezca la pena y no se sienta como una explotación de la trama. La pluma, una vez más, impecable. La belleza con la que la autora describe las escenas ya sean de amor o de lucha, sus descripciones tan hermosas y el lirismo de sus palabras hace que leerla sea una delicia.

Allí estaba Tamlin. Me miraba fijamente. Aquellos ojos verdes estaban inmersos en alguna emoción que no pude definir.
-Sé feliz, Feyre -dijo en voz baja.
Y dejó caer ese último núcleo de luz.

¿Debería leerlo?

Pese a mis quejas en Una corte de niebla y furia y el haber cogido esta tercera entrega un poco escamada, he de decir que Sarah no decepciona. Este retelling de la Bella y la Bestia (cuyo parecido se ha limitado tan solo al primer libro) es espectacular y muy recomendado. Me da mucha pena haber terminado la saga a la par que ganas de seguir leyendo más de esta magnífica autora que sabe alcanzar el corazón de sus lectores.

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