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martes, 10 de julio de 2018

"Soñar bajo el agua", Libby Page

Título: Soñar bajo el agua

Título original: The Lido

Autora: Libby Page

Idioma original: inglés

Editorial: Suma de Letras

Año de publicación: 2018

Páginas: 398

Sinopsis: Rosemary es una viuda de 86 años que ha vivido en el barrio de Brixton, en Londres, toda su vida. Allí ha visto cómo cerraba la biblioteca en la que trabajaba y cómo la frutería se convertía en un bar de moda. Cuando la piscina local a la que acude desde que era una niña, y en la que se enamoró de su marido, se ve amenazada también, Rosemary sabe que este puede ser el principio del fin.

Kate es una joven reportera del periódico local y desde que se mudó a Londres se encuentra perdida en una ciudad que siente demasiado grande... y demasiado hostil. Pero cuando, con la ayuda de un encantador fotógrafo, Kate investiga un poco en la historia de la piscina de Brixton se da cuenta de que esta es la oportunidad que ha estado esperando.

Porque, juntas, Rosemary y Kate están dispuestas a resistir y a demostrar que la piscina no es solo un lugar para nadar. Es el corazón de una comunidad y harán lo que sea para protegerla.

Porque, para cambiar las cosas, algunas veces tienes que nadar contracorriente.

¡Gracias a la editorial por el ejemplar!

Cuando elegí este libro, era consciente de que no tenía nada que ver con los géneros que suelo leer. Las novelas de la vida cotidiana no son lo mío al no ser que haya algo de "chicha" detrás. Y definitivamente, esta historia no es de esas que llamen la atención por su sinopsis. Sin embargo, quise probar cosas distintas y Soñar bajo el agua era una oportunidad para leer historias realistas que nada tenían que ver con el género romántico, así que decidí darle una oportunidad. La verdad es que fue un gran acierto.

Kate es una joven periodista que se ha mudado recientemente a Londres, una ciudad que le viene grande y que, en ocasiones, siente que la arrastra y la asfixia, que no encaja allí. Trabaja en un periódico local y su día a día consiste en sobrevivir, escribir artículos carentes de importancia, alimentarse a base de comida precocinada y relacionarse lo mínimo posible con sus compañeros de piso. Esa situación cambia cuando en el periódico le ofrecen escribir un artículo sobre el cierre de la piscina municipal. El ayuntamiento ha recibido una jugosa oferta por parte de la empresa Paradise Living que quiere construir en ella un complejo deportivo de lujo para los nuevos pisos que va a levantar en Brixton. Rosemary, de 86 años, ha sido la que ha repartido folletos informativos acerca del cierre pues no quiere que ese lugar tan importante para la comunidad y para ella desaparezca. Así que Kate se pone manos a la obra, deseosa de escribir sobre algo que no sean perros y gatos desaparecidos. De esta forma, y sin saberlo, la vida de estas dos mujeres quedará entrelazada y Kate conseguirá encontrar por primera vez gente a la que poder llamar amigos en Londres.

La trama gira por entero alrededor de la piscina de Brockwell. Es más, la piscina en realidad se podría considerar la verdadera protagonista. La novela está dividida en dos voces, por un lado tenemos el punto de vista de Kate y por otro el de Rosemary, aunque a veces se mezclan. La piscina lleva toda la vida acompañando a Rosemary. Allí conoció a su esposo George y debido a su inminente cierre, recorremos junto a ella y sus recuerdos el bonito amor del que disfrutaron. La anciana tiene miedo de que, si desaparece la piscina, desaparezca gran parte de su historia. Por eso, en un intento desesperado, decide realizar unos folletos y repartirlos para avisar del peligro que corre el lugar. No obstante, no será hasta que conozca a Kate que empezará a darse cuenta de que, quizá, existe alguna posibilidad de salvarla. Por su parte, al conocer a Rosemary, Kate encontrará en ella a una verdadera amiga y a un verdadero apoyo y terminará implicándose personalmente en el cierre de la piscina.

La piscina se vacía de gente cuando llueve. Rosemary lo ve desde el balcón, protegida del chaparrón primaveral por el balcón del piso de arriba. En el agua solo hay dos nadadores. Y no entiende por qué; nadar bajo la lluvia es uno de sus placeres favoritos. Es una emoción secreta, como la cucharada adicional de azúcar moreno que añade a sus gachas matutinas o la sensación de introducir los pies en calcetines previamente calentados sobre el radiador. Cuando llueve, la línea que separa el cielo del agua se vuelve difusa. "Arriba" y "abajo" se difuminan y pasan del blanco y el negro a un gris turbio donde todo es agua.

Me parece que este libro nos da una lección muy valiosa, y es que no sabemos lo importante que es un lugar hasta que lo perdemos. Esto siempre se había aplicado a las personas, pero esta novela te hace reflexionar acerca de qué pasaría si un día ese sitio que para ti es tan cotidiano, casi como una segunda casa, desapareciera. Es una lectura muy tierna, bastante entretenida y de superación personal. En realidad, la trama en sí no es gran cosa, son los sentimientos que encierra detrás lo que hace que Soñar bajo el agua destaque. Kate conseguirá combatir sus miedos y encontrará en el agua fría de la piscina, en Rosemary y la comunidad de Brixton su gran apoyo. Gracias a ello podrá avanzar y salir de la vida insulsa y asustada que ha estado llevando hasta ahora. Por su parte, Rosemary se dará cuenta de que nunca se es demasiado viejo para luchar por lo que uno quiere y cree. Sin duda, lo que más me ha gustado ha sido cómo Rosemary relataba su bonita historia de amor con su fallecido esposo a través de los recuerdos que le evocaba ver el agua azul de la piscina a través de su balcón. Es una relación muy tierna, llena de baches, y me parece una manera muy original de contarla. Sobre todo, me ha gustado mucho que, a través de algo tan simple como una piscina, la autora haya conseguido desarrollar un argumento como este.

Nadó hacia él, apartando la noche con los dedos. Se giró en el agua hasta quedarse también flotando boca arriba. Era como si un niño hubiese dibujado la luna en el firmamento y las estrellas estuvieran colgadas con pinzas. Miró el cielo y se imaginó que también la miraba. De repente, se sintió triste y la tristeza le golpeó el pecho.

Si tengo que comentar algo negativo respecto a este libro es cómo se ha tratado la ansiedad (o Pánico, como lo llama ella) de Kate. La impresión que da Page a la hora de describir su estado mental y cómo este se desarrolla, es que solo hace falta conseguir amigos y sentirte aceptado para que desaparezca o se mitigue. Que, en realidad, escribir los artículos sobre la piscina y conocer a todo la gente implicada en el tema es suficiente para que su Pánico se disipe o mejore. Aunque no se mucho acerca de la ansiedad, me parece que es una manera un tanto inocente y simplona de tratar un asunto que, a mi modo de ver, es bastante grave.

Por último, el desenlace, aunque es lo que el lector espera, es bastante bonito y emotivo. La pluma de la autora no es nada del otro mundo pero sí que es acorde con lo que quiere transmitir. Quizá me han sobrado algunos capítulos (como los que están descritos desde el punto de vista del zorro, que no le he visto mucho sentido) pero en general, está bastante bien. Un detalle que me ha gustado es el hecho de que Rosemary, señora de 86 años, tenga por amigos a una pareja gay. Puede parecer una tontería, pero que una mujer tan mayor acepte con tanta naturalidad a la pareja me ha parecido tierno y agradable.

¿Debería leerlo?

Es un libro ideal para el verano. Se hace ameno, no es muy grueso y habla de una piscina, lo cual es bastante refrescante. Además, la historia no es para nada densa y te hace reflexionar acerca de algunas cosas, como la soledad, la ansiedad o el perder lo que más te importa.

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