-->

lunes, 29 de noviembre de 2021

"El ciclo del eterno emperador", Laura Gallego

Título: El ciclo del eterno emperador

Autora: Laura Gallego

Editorial: Montena

Año de publicación: 2021

Páginas: 524

Sinopsis: El Eterno Emperador gobierna Akidavia durante mil años antes de morir para renacer de nuevo. Tras la muerte de su última encarnación, varios miembros del Consejo Imperial se presentan en una pequeña aldea en busca del recién nacido que alberga el alma de Su Divinidad y que, por tanto, debe ocupar el trono.

Esta es la historia de Vintanelalandali, decimoséptima encarnación del Eterno Emperador, educada desde niña para tomar las riendas del imperio en cuanto sus poderes despierten. Pero también es la historia de Kelan, un muchacho criado en un remoto rincón de Akidavia, cuya vida cambia de golpe el día en que decide desafiar a la autoridad local. Cuando los destinos de ambos se crucen, el futuro del imperio tomará un giro inesperado.

✨ Cómpralo con descuento aquí 


En el reino de Akidavia gobierna el Eterno Emperador y cuando este fallece, tras miles de años cuidando de su pueblo, se reencarna para reiniciar el ciclo. El Consejo Imperial es quien se encarga de averiguar qué bebé alberga en su interior la nueva reencarnación para encontrarlo y llevarlo al palacio, donde le cuidarán y le educarán para ser el próximo gobernante de Akidavia. La decimoséptima encarnación es Vintanelalandali, una joven que aguarda ansiosa a que su pelo encanezca, pues esta es la prueba de que sus poderes como emperatriz han despertado y que por fin puede comenzar a gobernar oficialmente su reino, puesto que, mientras tanto, son sus Consejeros los que se encargan de guiar al pueblo.

Por otro lado tenemos a Kelan, un muchacho normal que vive tranquilo en una de las regiones de Akidavia junto a su padre. Kelan es conocido por ser un niño de la Larga Noche. La Larga Noche es el periodo que transcurre entre la muerte del Emperador y su reencarnación y se consideran días de incertidumbre y pesar. Sin embargo, el caso de Kelan es especial porque nació justo el mismo día en el que nació la Emperatriz, por lo que algunas personas le rehúyen por haber tenido la "mala suerte" de no ser él el Emperador encarnado. Pese a ello, la vida de Kelan transcurre con relativa normalidad hasta que un día decide aprender por su cuenta a plantar cereal. Las reglas de Akidavia son muy estrictas para poder guardar el equilibrio, por lo que cada región se encarga de fabricar o proporcionar un determinado material para el resto del reino y esto no se puede quebrantar. No obstante, Kelan, furioso porque la ración de grano que les corresponde a él y a su padre no es suficiente para mantenerlos alimentados durante el invierno, decide saltarse las normas e intentar cultivar cereal a escondidas. Lo que no sabe es que una acción tan inocente le condenará para siempre.


Como habréis deducido, esta historia está narrada desde dos perspectivas, por un lado la de Kelan y por otro la de Vinta. Vinta es una muchacha seria, estudiosa, inteligente, que es muy consciente de la responsabilidad que pesa sobre sus hombros y que invierte todo su tiempo y sus energías en comprender mejor cómo funciona el mundo y sus responsabilidades para convertirse en una buena Emperatriz para su reino. Por ello, se esforzará constantemente para dar lo mejor de sí misma y convertirse en alguien digno de gobernar y de estar a la altura de sus predecesores. Pero pronto se dará cuenta de que, mientras que su pelo no encanezca y no muestre los poderes propios de los Emperadores, sus Consejeros, quienes gobiernan Akidavia mientras Vinta se prepara, no la toman en serio. Esto hará que la propia Vinta tenga que buscarse sus artimañas para conocer el estado de su imperio e intentar averiguar por sus propios medios qué es lo que se cuece en palacio. Contará con la inestimable ayuda de Zaralane, su doncella particular, una joven dulce y encantadora que confía plenamente en las capacidades de su Emperatriz y que está dispuesta a hacer cualquier cosa por ella.

Kelan
, por su lado, es un joven enérgico y apasionado que encuentra las reglas de Akidavia en cuanto al reparto de bienes del todo injustas. Es por eso que, buscando lo mejor para su familia, decide usar un poco del grano del que les corresponde para cultivar por su cuenta. Si consigue que el cereal crezca, su pueblo no tendrá que depender del comercio con otras regiones y podrán mantenerse por sí mismos. Pese a lo bondadoso de su acto, esto es algo prohibido por ley, por lo que será ajusticiado en cuanto un muchacho de su edad a quien este no le cae nada bien, descubra sus intenciones y le denuncie. Un acto inocente se convertirá en una pesadilla para Kelan, que vivirá experiencias inimaginables y cuyo destino terminará unido de manera inevitable con el de Vinta. Si bien los capítulos de Kelan tienen mucha más acción y son más intensos, sobre todo a partir del momento en el que se descubre que está plantando cereal, me resultó mucho más interesante el punto de vista de Vinta, quien recoge en su diario su día a día. Aunque su narración puede parecer un poco más surrealista en el sentido de que, pese a ser un diario, transcribe los diálogos tal cual y cosas así, lo cierto es que los tejemanejes palaciegos y todas las creencias referentes al Eterno Emperador me tenían cautivada, sobre todo porque desde el principio se puede intuir que no es oro todo lo que reluce y que hay algo oculto en lo que respecta a la propia Vinta, algo que ni ella misma sabe. Además, Kelan como protagonista no terminaba de caerme muy bien porque es un personaje bastante impulsivo y que actúa muchas veces sin pensar, un rasgo que no me atrae demasiado. Otro de mis puntos favoritos relativos a la vida en palacio son los drim, unos guardianes que utilizan máscaras especiales que les confieren poderes. Su misión es proteger a la Emperatriz y sus poderes son impresionantes y lo mejor de la novela. Eso sí, me habría gustado mucho que se hubiera profundizado más en sus habilidades, en su origen o en las pruebas selectivas que tienen que pasar los soldados para poder aspirar a convertirse en un drim.

El libro es muy ligero, se lee rapidísimo y te lo bebes casi sin darte cuenta. Alternar entre los puntos de vista de ambos protagonistas es un acierto porque ves desde diferentes perspectivas cómo se construye la trama y cómo se desarrollan los diversos conflictos que la componen. Además, el estilo de la autora está muy pulido y es una auténtica delicia leerla. La historia es muy original (como el por qué de los nombres de los personajes, por ejemplo) y eso hace que enganche y no puedas parar de leer. También me ha sorprendido gratamente que hay una pareja LGTB absolutamente preciosa y adorable, que, aunque ya me la veía venir de lejos, he disfrutado cada minuto de sus interacciones y se han ganado un trocito de mi corazón 💖

Ahora bien, tengo que decir que este no ha sido de mis libros favoritos de Laura Gallego y que ha habido muchos puntos en los que ha flojeado. Lo más evidente, y lo que mucha gente ha criticado con razón, es que es una historia muy predecible. Llega un punto en la novela, más o menos antes de la mitad, donde empiezas a intuir por dónde van los tiros, qué es lo que relaciona a Kelan y Vinta y cuál es el misterio detrás de muchos sucesos que están ocurriendo. Esto le quitó bastante encanto a la lectura porque una vez te das cuenta de ello, sabes perfectamente cómo va a terminar el libro. Aun así, eso no significa que no siguiera siendo disfrutable, pero obviamente se desvanece parte de la magia y hace que la obra pierda fuelle. Por otro lado, hay cierta relación de amor que no me gustó en absoluto porque se nota que su único fin es darle un giro de tuerca a una de las dos tramas de las que se compone la novela; y aunque eso en sí no es un problema, porque no es nada que no hayamos visto una y mil veces en otros libros, este romance apenas tiene desarrollo y transcurre en menos de cien páginas, por lo que la consecuencia del mismo y la actitud de uno de los personajes implicados me resultó forzada y poco o nada creíble. Por último, la construcción de mundo se me ha quedado muy corta. Para mí, Laura Gallego es maravillosa en cuando al worldbuilding porque a pesar de que son universos sencillos en apariencia, terminan adquiriendo una complejidad increíble conforme te vas adentrando en la historia. Sin embargo, esto no es lo que ha ocurrido aquí. Siento que hay un montón de ideas maravillosas que se han quedado un poco por el camino y que merecían más hincapié como toda la mitología que rodea la figura del Emperador de Akidavia o, como he comentado antes, la existencia de los drim. Es un libro al que, para mi gusto, le han faltado páginas y ha ido demasiado al grano cuando la autora podría haberse extendido mucho más y haber profundizado en la gran cantidad de elementos interesantes que lo componen.

En cuanto al final, el hecho de que los plot twist se vieran venir con bastante antelación hizo que supiera más o menos cómo se iba a solucionar el conflicto principal y, por lo tanto, no me sorprendiera en absoluto. A su favor diré que, de todas formas, el final es redondo y perfecto, por lo que aunque intuyera lo que iba a ocurrir, no me ha disgustado ya que no considero que haya otro desenlace posible para esta historia y sus personajes.


El ciclo del eterno emperador es un libro que no defrauda, pero que, aún así, ha sido muy juvenil para mí. Es una historia predecible y eso puede estropear un poco la experiencia lectora y tiene una construcción de mundo muy interesante pero que no termina de desarrollarse. Aun así, hay muchos aspectos positivos como lo original de la misma, las intrigas de palacio y los problemas de Kelan o la propia prosa de la autora, que siempre es una delicia leer.

14 comentarios:

  1. ¡Hola! Me encanta la portada de este libro y le tenía echado el ojo desde hace un tiempo 🥰 Yo soy muy fan de Laura, pero es verdad que con sus últimos libros me he llevado una impresión similar a la que comentas. No sé si están dirigidos a un público más infantil que Memorias de Idhún, pero a veces la construcción de mundos y el desarrollo de la historia se me quedan un poquito cortas...

    ¡Gracias por la reseña y un abrazo! 🥰

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola, Kurenai Ayanami!,
    Laura Gallego es una de mis autoras de referencia y he leído muchas de sus historias ^^. Sin embargo, todavía no me he adentrado en esta, pero la premisa me parece muy interesante. Me recuerda un poco al Dalai Lama y tengo muchas ganas de conocer la historia de estos personajes. Eso sí, ya veo que se te ha quedado un poco corta en relación a algunos aspectos y seguro que a mí me pasará igual, pero igualmente la disfrutaré mucho ;)
    Espero contarte pronto.
    Un besito de tinta y hasta pronto :D

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola! ^^
    El último libro que leí de la autora se me hizo un poco pesado, así que no sé si leeré este. Sus libros me resultan muy juveniles ya.
    Besos!

    ResponderEliminar
  4. He leído que Laura Gallego no defrauda. Tendré que animarme.

    Un beso,

    ResponderEliminar
  5. ¡Hoooola Kurenai!

    Adoro a esta autora y es verdad que no he estado muy pendiente de sus últimas novelas, pero no me importaría nada leer esta última, de hecho es la que más me llamaba la atención.
    Me fascina todo lo que nos cuentas del worldbuilding, las reglas de este mundo, el Eterno Emperador, los guardianes con máscaras mágicas... guau, veo que hay mucha chicha. Y en fin, que uno de los protagonistas tenga una trama que trate sobre cultivar cereales, algo prohibido, pues me parece suuuuper original. Todo eso sumado a representación LGTB+... me tienes ganada.

    Eso sí, es una pena que haya ideas tan maravillosas que no están tan bien desarrolladas. Que el mundo se quede en un nivel tan superficial me da muchísima tristeza, desde luego es que pinta maravilloso. Y esa historia de amor tan rápidamente desarrollada... ains, pues no se yo. En fin, a pesar de sus fallos me quedo con ganas de leerlo, igual le doy una oportunidad.

    ¡besos!

    ResponderEliminar
  6. ¡Hola! =)
    No me va la autora pero me alegra que te gustara xD

    Besitos :P

    ResponderEliminar
  7. Hola Kurenai!! Tiene muy buena pinta esta novela, me llevo bien anotada tu recomendación. ¡Gran reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!

    ResponderEliminar
  8. Hola!! que lindo toparme con tu reseña pues estaba planeando adentrarme en los libros de la autora y este llamaba más mi atención y se ve que lo puedo disfrutar y con tu reseña ya me informo un poco más de lo que puedo encontrar

    ResponderEliminar
  9. ¡Hola!

    Todo lo que he leído de la autora me ha encantado, así que espero hacerme pronto con él y darle una oportunidad.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Es una autora que me gusta mucho, así que no descarto leerlo algún día.
    Un beso enorme y feliz martes.

    ResponderEliminar
  11. Hola.
    He leído varios libros de Laura y me han gustado mucho pero precisamente este libro no me llama mucho, hay otros que me interesan mas, como la bilogía que ha sacado con ediciones kiwi, que es el siguiente que quiero leer de ella.
    Nos leemos.

    ResponderEliminar
  12. Holaa, leí este libro cuando salió y tengo la misma opinión, me gustó pero no es de mis favoritos de la autora, creo que no está al nivel de su última trilogía o de Memorias de Idhún (el listón estaba alto jeje)

    ResponderEliminar
  13. Hola!
    AYo solo he leído una novelilla sencilla de Laura Gallego de vampiros, así que poco puedo opinar sobre sus obras. Al menos veo que pese a tus peros, le has dado un 4/5 que no está nada mal. Lástima que el final fuera tna predecibe, a mí me has dejado con la intriga porque la trama parece interesante. Lo que no veo es que los diágolos en un diario sean en formato diálogo... pero si está bien integrado y no canta mucho, supongo que para gustos colores y es una forma de que sean más ágiles, ¿no? Si se ve suplido por la historia y las triquiñuelas de palacio, mejor que mejor :)

    ResponderEliminar