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domingo, 21 de mayo de 2023

"Winter", Marissa Meyer

Título: Winter (#4)

Título original: Winter

Autora: Marissa Meyer

Saga: Crónicas Lunares

Editorial: Hidra

Año de publicación: 2022

Páginas: 768

Sinopsis: Por su amabilidad y elegancia, Winter siempre ha sido admirada por la gente de la Luna; incluso se dice que su belleza es aún mayor que la de su madrastra, la reina Levana.

Winter no soporta a su madrastra, y sabe que esta jamás aceptará lo que siente por su amigo de la infancia, el guardia real Jacin. Pero Winter no es tan débil como Levana cree, y lleva años tratando de desbaratar en secreto los malvados planes de su madrastra. Junto con la cíborg Cinder y sus aliados, Winter deberá iniciar una revolución y poner fin a una guerra que ya ha durado demasiado tiempo. ¿Podrán Cinder, Scarlet, Cress y Winter vencer a Levana y tener cada una su propio final feliz?


CONTIENE SPOILERS DE CRESS

A pesar de las cicatrices que desfiguran su cara, Winter es hermosa. En la Luna no es conocida solo por su belleza sin parangón, sino también por su amabilidad, dulzura, inocencia y generosidad. Cualquiera diría que es la hijastra de la cruel reina Levana. Y por todos esos motivos, precisamente esta odia en secreto a la princesa, pues teme que su popularidad y, sobre todo, su belleza sea superior a la de la reina y se convierta en la favorita de su pueblo, con las consecuencias nefastas para ella que eso pueda traer. Sin embargo, hay algo que ensombrece la prístina figura de Winter: está loca. A causa de un evento traumático de su infancia, Winter tomó la decisión voluntaria de no usar nunca más su encanto lunar, un don innato en los lunares que les permite cambiar su apariencia y, en general, manipular la percepción y la mente de los demás. Pero reprimir un don tan potente afecta a quien lo hace, llevándolo a padecer terribles y realistas alucinaciones que no puede controlar. De ahí que Winter vea horribles monstruos invisibles o estancias bañadas de sangre, aunque esté solo en su cabeza. Esa locura la hace parecer débil ante Levana. Mas esa aparente debilidad será tan solo una fachada que oculte su verdadero ser y el odio que en el fondo le profesa a su madrastra. Es por ello que, en la sombra, intenta mitigar el reinado dictatorial de la reina mientras Jacin, su mejor amigo de la infancia, hace lo posible por protegerla de sí misma y de las consecuencias que pudiera tener su pequeña rebeldía. El detonante será cuando Levana, consciente del peligro que supone la fama y fortaleza de Winter, ordene a Jacin asesinarla. El guardia no está dispuesto a sacrificar a la joven para cumplir los deseos de Levana, por lo que asumirá que la única solución es contactar con Cinder y unirse a su revolución.


El cuarto libro de Crónicas Lunares es un retelling de Blancanieves protagonizado por Winter, la hijastra de Levana, y Jacin, un guardia de la reina cuya lealtad le pertenece por completo a su princesa y mejor amiga. Aunque quizá decir que son los protagonistas no es del todo correcto porque su historia se entrelaza con las aventuras de Cinder y ambas tramas tienen el mismo peso durante esta novela, puesto que aquí se tienen que resolver todos los hilos que se han ido desarrollando con anterioridad y, además, la verdadera protagonista y eje principal de esta saga es Cinder. No obstante, con este libro podemos meternos por fin en la cabeza de Winter y descubrir mejor cómo es, cuáles es su pasado y todo por lo que ha tenido que pasar. Ya la conocimos cuando Levana secuestró a Scarlet y la encerró en una jaula en el zoológico privado de la princesa, pero en aquel entonces solo teníamos la visión de la propia Scarlet, quien la describía como una chica que no estaba muy bien de la cabeza a causa de su don lunar (aunque en esos momentos no sabíamos a que se debía su locura). Conocer mejor su historia y sus motivaciones ha sido muy interesante porque nos permite descubrir que es mucho más que una cara bonita y que su personalidad afable disimula el fuego que bulle en su interior y sus ganas de conseguir que las cosas cambien en la Luna. Es carismática, divertida, inocente y dulce, rasgos similares a los de Blancanieves. De hecho, ella y Cress son los personajes que más se asemejan a las protagonistas del retelling en el que se basan. He de añadir que, junto con Scarlet, Winter ha sido mi menos favorita de todas las protagonistas porque a veces me parecía demasiado ingenua, un poco pava e incluso hasta tonta.

A su lado siempre está el inmutable Jacin. Ambos se conocieron de pequeños porque el padre de Winter también trabajaba como guardia y Jacin era el hijo de su mejor amigo, por lo que él y la princesa crecieron juntos. Este vínculo tan fuerte se mantuvo cuando crecieron, pese a que Levana no veía con buenos ojos esa amistad debido al estatus real de Winter. Jacin es increíblemente protector con ella y el único que comprende el sacrificio que ha hecho la princesa al reprimir voluntariamente su don. Por eso, cada vez que Winter sufre de alguna alucinación, el guardia acude de inmediato a su lado para intentar paliarlas o, por lo menos, ser su apoyo mientras dura su crisis. Jacin es un personaje muy gris. Su única motivación es hacer lo mejor para Winter y protegerla de todo mal, incluyendo a Levana. Eso hace que llegue a tomar decisiones moralmente cuestionables si ello favorece a Winter y la salva de situaciones peliagudas. Su personalidad a veces puede parecer fría o distante, pero en realidad es un escudo que se ha impuesto para que nadie sepa lo mucho que Winter le importa, especialmente la reina, porque eso podría suponer un problema y, por otro lado, podría provocar que usaran a Winter contra él o viceversa.

Es evidente desde el principio que ambos están enamorados pero debido a sus circunstancias, no pueden permitirse sentimientos más fuertes que la amistad. Los dos se encuentran en la cuerda floja y que Levana supiera de su amor podría ponerlos en peligro, especialmente a Winter. Con respecto a su relación, junto con la de Scarlet y Lobo es la que menos me ha gustado principalmente porque es una relación muy dependiente. Me gusta que la autora haya desarrollado su amor desde que eran críos y ver cómo ese vínculo ha ido forjándose en el tiempo, así como el hecho de que su amor esté "prohibido" dada su peliaguda situación. Sin embargo, a causa de la locura de Winter y de sus episodios alucinatorios ambos personajes dependen mucho uno del otro. Parece que Winter no puede vivir sin Jacin y viceversa. Y aunque lo entiendo porque, al fin y al cabo, la princesa es muy vulnerable por culpa de su don lunar y Jacin es el único capaz de ayudarla en esas situaciones, es como si Winter no pudiera tomar decisiones sin la aprobación de Jacin ni hacer prácticamente nada sin su ayuda. Por no hablar de que están continuamente pensando el uno en el otro y en las consecuencias que sus actos o palabras pueden acarrear para la otra persona. Así pues, aunque su relación de amistad/amor es muy bonita porque ha surgido desde la amistad y porque Jacin la ama a pesar de sus peculiaridades, no he podido evitar sentirme un poco incómoda ante esa dependencia, por más que la misma sea comprensible en muchos aspectos.

Regresando a la trama de Cinder, Kai ha conseguido convencer a Levana para que la celebración de su inminente boda sea en la Luna. De esta forma, el plan de Cinder y sus compañeros (Cress, la mejor hacker y la chica que observa en silencio cómo Thorne ha recuperado la vista, pero no para mirarla a ella; Thorne, el carismático piloto de la Rampion que no cree merecerse el corazón de alguien tan bueno como Cress; Lobo, el mercenario de Levana que está dispuesto a destriparla con sus propias garras con tal de que le devuelva a Scarlet; e Iko, la androide mejor amiga de Cinder que la seguirá allá donde vaya) consiste en colarse en la Luna e iniciar allí una revolución. Saben que la única forma de derrotar a Levana es conseguir refuerzos y nadie mejor que los trabajadores lunares explotados y despreciados por su soberana. Sobre todo cuando sepan que la propia Cinder es la perdida princesa Selene, la verdadera heredera del trono lunar, aquella a la que su tía Levana intentó matar sin éxito. Cinder espera que conocer la verdad haga que el pueblo se levante en armas y luche a su lado. Pero eso no será nada fácil. Los efectivos de la reina harán lo posible por detener cualquier atisbo de revolución y muchos lunares tienen miedo de las mortales consecuencias de posicionarse públicamente a favor de Cinder. El peso que esta carga sobre sus hombros es inmenso. De ella dependen no solo sus amigos, sino también el futuro de la Luna. Cinder ha sido desde el inicio de la saga mi personaje favorito y he sufrido mucho por ella. Este libro es el más duro para ella y ver cómo se esfuerza y cómo se sacrifica por conseguir un mundo mejor pese a tenerlo todo en contra es inspirador, a la vez que agotador. Su evolución como personaje es redonda y nos regala muchas escenas de tensión que te dejan con el corazón en la boca.

Marissa Meyer ha sabido construir una trama que alterna momentos de acción, con momentos de tensión y escenas muy tiernas protagonizadas por las parejas que se van forjando a lo largo de los cuatro libros. La longitud del libro (el más largo de todos con casi ochocientas páginas) ha propiciado que la autora pueda desarrollar muy bien los hechos que aquí ocurren, construyendo una secuencia sólida y bien hilada y dándole a todos los personajes el papel que se merecen. Aunque, como ya hemos visto, la protagonista indiscutible es Cinder y los demás se limitan a apoyarla y ayudarla, eso no significa que sean secundarios o existan solamente para cumplir su misión. Al contrario, exploramos sus miedos, sus deseos, su incertidumbre, su fe en Cinder y en lo que pueden conseguir y el pánico de que todos sus esfuerzos y sacrificios no hayan servido para nada. Marissa Meyer es magistral a la hora de transmitir las emociones de sus personajes al lector e incluirnos de lleno en la historia. Por otro lado, aun siendo el libro más gordo de la saga, no siento que tenga relleno. Todo lo que se cuenta es relevante bien sea para comprender mejor cómo funciona la sociedad en la Luna, para desarrollar a los personajes o para desarrollar la revolución. Además, gracias a la pluma ágil de la autora sigue siendo ligero de leer y no se nota para nada su longitud. Al contrario, se agradece porque todavía quedaban muchas incógnitas por resolver y porque, además, es la primera vez que la historia transcurre en la Luna. Hasta el momento, poco o nada sabíamos de este lugar, más allá de los rumores que circulan sobre el satélite, dado que ninguno de los personajes principales había estado nunca allí (Cress y Lobo apenas cuentan porque la primera ha estado recluida durante muchos años flotando a la deriva y el segundo ha estado recluido en el campo de entrenamiento del ejército de Levana). Por lo que conocer de primera mano la Luna y a sus gentes era algo muy interesante. Sobre todo porque la reina siempre habla de su gobierno de una forma muy idílica, haciendo creer a los terrestres que todo el mundo la adora y que su gestión es impecable. Pero cuando nos adentramos entre los lunares, pronto es más que evidente que los únicos que la aman son, cómo no, las clases altas, pues a las clases bajas los trata como poco más que mano de obra barata a la que esclavizar.

Con respecto al final, es muy satisfactorio. La lucha final entre Levana y Cinder es espectacular y no decepciona después de tanto tiempo esperando por ella. Queda todo muy cerrado y redondo. Quizá lo que me faltó fue que la autora ahondara más en el qué pasa después con los personajes y cómo se resuelven las tensiones entre las respectivas parejas. Me habría gustado que escribiera cuatro capítulos más, uno para Cinder y Kai, otro para Scarlet y Lobo, otro para Cress y Thorne y otro para Winter y Jacin, como para darle su "y comieron perdices" a cada una de las parejas. Es verdad que esto nos lo ofrecen en su libro de relatos Hasta las estrellas, pero habría sido mucho más coherente incluirlo aquí, puesto que no todo el mundo querrá leerse esa novela extra. Pero por lo demás, me ha parecido un cierre redondo para Crónicas Lunares.


Winter es el desenlace que cualquier fan de Crónicas Lunares pudiera desear. El cómo Marissa Meyer cierra las tramas y el cómo resuelve los diferentes enredos y problemas que ha ido planteando a lo largo de los cuatro libros me ha parecido perfecto. Asimismo, las relaciones románticas en particular y las interpersonales en general contribuyen a darle el toque final a la novela, el final que los personajes se merecen y que, a su vez, consigue que el lector sienta cierta pena al pasar la última página del libro, sabiendo que solo podrá reencontrarse con ellos mediante una relectura. Esta saga estuvo a medio publicar durante muchísimo tiempo en España, pero los años de espera han merecido la pena.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! ^^
    Aunque no puedo decir nada malo de este libro, no es el que más me ha enganchado de la saga. Aun así, le da un buen final a la historia, y sin duda la parte que más me ha gustado es el enfrentamiento final entre Cinder y la reina Levana.
    Un beso!

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  2. Hola.
    Esta saga la tengo muy pendiente. Quiero leerla en algún momento que me llama mucho.
    Nos leemos.

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