Sexualización cosplayer.

¿Cómo estáis, soñadores?

En esta ocasión traemos a colación un tema que nos hierve la sangre a ambas administradoras. Vamos a ser totalmente sinceras en esta entrada, pero no pretendemos ofender ni ser irrespetuosas, solamente vamos a contar o que creemos que es un hecho (y problema) en nuestra sociedad actual (refiriéndonos al mundo del "manganime", por supuesto)

Kurenai: Éste es un tema que me viene mosqueando desde hace años pero que esta semana me ha tocado las narices de lleno. En FB sigo varias páginas de cosplays y cada vez me doy más cuenta de que las imágenes que suben son básicamente de chicas enseñando bastante carne. Entre ellas, la cosplayer más habitual es Jessica Nigri, chica que seguramente muchos conocéis porque es famosa en este mundillo. Puse un comentario en el que dije que Nigri se curra mucho sus cosplays (cosa que es cierta y que opino sinceramente de ella) pero que no me gusta ya que considero que su éxito se basa en la escasa tela que usa para taparse (por decirlo finamente). A lo que, muy amablemente, me respondieron que mi problema era que tenía envidia de ella porque está buenísima y tiene unas tetas descomunales, además de que sus cosplays son geniales y no siempre va enseñando escote. Para demostrar esto, publicaron una foto donde iba con un mono ceñidísimo que no dejaba casi nada a la imaginación pero que sí, tenía las tetas cubiertas. La propia Nigri hizo un collage con varias fotos donde no enseñaba nada en respuesta a sus numerosos haters que le criticaban precisamente este hecho. Que sí, eso es cierto, pero si después de ese collage (presente en su página de FB) aparecen numerosas fotos suyas con escotazo y enseñando bragas, pues no quedas muy bien.

Bien, vayamos por partes. Cada cosplayer cose sus disfraces como le da la gana. Si quieren ir con las tetas al aire, que lo hagan, pero ello no les hace mejores que el resto de mortales ni se merecen ser más idolatrados. Esto va tanto por las tías pechugonas como por los musculitos que presumen de abdominales. Os juro que odio a este tipo de gente que explota su físico modificando los trajes de los personajes a los que representan para mostrarlo. Es decir, si un tío va de Haruka Nanase en bañador y con el torso al aire lo acepto porque básicamente está cumpliendo con el criterio por el que se rige dicho personaje de Free! (anime de sobra conocido por ser fanservice en estado puro, algo innegable). Pero si el mismo tío se viste de Mario y en vez de llevar su gracioso mono de fontanero va de la misma guisa y diciéndole al mundo "puedes rallar queso en mi tableta de chocolate", me jode y mucho.

Sí, sois sexys y estáis muy buenos, pero Eren y Levi nunca irían así.

Con el sexo opuesto ocurre lo mismo. ¿Desde cuando el adorable Pikachu lleva un escote hasta el ombligo, taconazos y micro falda? Eso NO es representar a un personaje, eso es enseñar carne y punto. Que no lo critico, tanto el chico como la chica están en su total derecho a exhibir cuerpo, pero sinceramente me parece que este acto degrada al resto de cosplayers que sí son fieles a la serie, videojuego o lo que sea. Más que nada, porque parece ser que la gente valora más cuánto más desnudo vayas. Y esto es un hecho que yo personalmente he comprobado en algunos eventos de anime y manga, por lo que hablo sabiendo lo que digo. He escogido estos ejemplos de Pikachu, Free! y Mario porque son disfraces que he visto con mis propios ojos en directo.

La chica es super sexy y me gusta su versión de Ezio. Pero desde luego, el credo de los
asesinos de pasar desapercibida se lo pasa un poco por ahí.

En una final de cosplay de un evento que no mencionaré, todos los premios (a excepción de uno) se lo llevaron chicas que llevaban o bien bikini, o bien monos ajustados. Es más, la ganadora fue una Charizard cuya actuación consistió en desnudarse. Literalmente. Se quitó la mayor parte del cosplay y pasó de ser un pokemon adorable a una chica sexy con alas y garras. Ya está, no hizo nada más sobre el escenario. Al contrario, unas chicas que iban de Kill la Kill ni fueron mencionadas cuando su puesta en escena fue mucho más elaborada e incluso llevaron escenario. No niego que el cosplay de la Charizard estuviera bien hecho, pero, a mi modo de ver, hubo otros más trabajados que el suyo.

Con esto quiero decir que cada vez más vemos en los eventos o en internet que los cosplays se sexualizan, tanto los femeninos como los masculinos, aunque es evidente que esto ocurre mucho más con las chicas que con los chicos. Puede que los cosplayers que van de esta guisa se curren los trajes y esto es evidente. Pero para mi, un buen cosplayer es aquel que es fiel al personaje lo máximo posible. No digo que tengan que ser 100% iguales al original ya que es imposible pero al menos que se ciñan a sus características más esenciales o a su personalidad. No puede ser que haya Rainbow Dash y Fluttershy con faldas que parecen cinturones cuando jamás en la vida se pondrían algo así si fueran humanas.

El último ejemplo con el que me he encontrado de sexualización ha sido con los protagonistas de Five Night at Freddy's, videojuego que más adelante reseñaremos en este blog. Para los que no lo conozcáis, básicamente va de un vigilante que tiene que trabajar en una pizzería y es acosado por animatrones cuyo objetivo es meterle cariñosamente en un traje de animatrón y causarle una dolorosa muerte (así, muy resumido). Estos son algunos diseños que me he encontrado navegando por internet (arriba el animatrón y debajo, el fanart):

El fanart es genial hasta que ves su despampanante pecho y te preguntas por qué.

Esta nueva versión de Foxy no me produce precisamente ganas de correr. O sí, pero no hacia el lado contrario.

Por supuesto, también encontramos una gran variedad de buenos fanart, pero estos me han llamado mucho la atención porque no me los esperaba.

A ver, que sí, que a mi también me gusta ver músculos al igual que a los tíos una chica bonita. Pero seamos coherentes, señores. No me importa que una chica vaya con mini vestidos y escote si el personaje que está interpretando es así, igual que me ocurre con los chicos. Esto no es una queja a los personajes que están sexualizados de por sí, es más bien una queja hacia aquellos que nos empeñamos en sexualizar. Tampoco es una crítica a los cosplayers que deciden disminuir la tela que usan para sus disfraces. Como he comentado antes, cada uno va como le sale de las narices. Pero si hay gente que, como yo, no está de acuerdo con esta moda porque preferimos que se ciñan a unos patrones preestablecidos, no nos vengan diciendo que es por "envidia" de cuerpo o de "fama". Porque no es el primer comentario de este tipo que he leído en las redes sociales hacia aquellos que no ven con buenos ojos esta nueva forma de cosplay que, cada vez, está más extendida en el mundo otaku y gamer.

Devi: Primero debo decir que estoy muy de acuerdo con mi compañera Kurenai y que voy a seguir su misma línea, así que si esperábais una réplica o algo así, siento decepcionaros. También quiero advertiros de que no conozco tanto como Kurenai los concursos de cosplays ni sigo muchas páginas de cosplayers ni nada por el estilo, así que hablaré por experiencias vividas en las pocas "expos" a las que he asistido, uniéndolo a posibles hipótesis que saco a través de los estudios que estoy realizando y que tocan temas actuales como la sexualización de las personas en el mundo actual de cara al comercio.

Resulta un hecho innegable que para hacer publicidad se utiliza cada vez más el cuerpo, tanto de hombres como de mujeres, haciendo de éste un mero objeto que llama la atención del público. Estos cuerpos, además, no se muestran de forma natural, sino que se exigen ciertos cánones de belleza inventados, como mujeres delgadísimas, con atributos típicamente femeninos exagerados, ojos enormes... Y en el caso de los hombres no se puede obviar el hecho de que se busca la "tableta de chocolate" y estar más musculados que un atleta.

En la naturaleza, aquellos seres vivos que tienen unas característcas físicas más llamativas consiguen pareja antes, con lo que aseguran su reproducción y la perviviencia de sus genes. Estoy segura de que esto lo sabéis, y de ahí podemos sacar la conclusión de que a nosotros también nos sucede, por la parte animal que nos define como mamíferos. Por ello se procura resaltar los atributos sexuales en las imágenes de publicidad, así como de películas, series, etc., ya que si se capta la atención del espectador y se relaciona esa atención con el producto que se desea vender, aumentan las probabilidades de su venta.

¿Cuál es el problema de esto? Pues que, sin querer, estamos aprendiendo qué es lo que deberíamos llegar a ser, o qué "queremos" conseguir porque nos inspiramos en lo que nos rodea, y estamos rodeados de estas imágenes hipersexualizadas.

Y esto sucede en todo el mundo. Pero en la cultura japonesa el problema es mayor si cabe porque, a pesar de tener muchos "hoteles del amor" y una industria de ocio con una parte importante de fanservice, ecchi y demás, el sexo se ve todavía como un tabú, y me refiero a un tabú mucho más grande que el que se pueda tener todavía en un país medio conservador como España. En Japón no existe tanta libertad como nos pensamos, es por ello que encontramos cada vez más productos que siguen esta línea de sexualización para despertar los deseos de los consumidores.

Quizás por ello vemos como algo ya normalizado el que en muchos animes y mangas aparezcan chicas, adolescentes muy jóvenes incluso, con una talla de sujetador imposiblemente grande, así como chicos que parece salidos del torneo de Wrestling (combates en los que se usan diversas técnicas y llaves y cuyos participantes están muy musculados) más cercano. Y de ahí se hacen, para el disfrute de los fans, adaptaciones más "sexies" de los personajes verdaderos. ¿Qué pasa? Pues que solamente queda llevarlos a la práctica en los cosplays, y así ,las personas que desean llamar la atención de los demás (lo siento pero tengo argumentos sólidos que me permiten decir que las personas que visten de tal modo es porque necesitan captar la atención, aunque no sean conscientes de ello), tienen una oportunidad perfecta para hacerlo.

Hasta aquí, todo normal, ¿no? ¿Qué pasaría si os dijese que el ser humano no sólo se fija en unos atributos enormes? ¿No me créeis? ¿No os pasa que llega un momento en que todas esas imágenes pueden llegar a cansar o a resultar desagradables o irreales? Pues, soñadores míos, os digo que, tanto las mujeres como los hombres, aunque babeemos por el Adonis o la Venus de turno, la principal característica en la que nos fijamos para elegir a nuestra pareja, rollo o lo que sea es la simetría. Sí, la simetría o, más bien, que todo el cuerpo encaje, más allá de tener las dos orejas a la misma altura, por ejemplo. Esa armonía corporal es la que realmente nos atrae, así que el culto al cuerpo debería estar más dedicado a conseguir una figura armoniosa, ya sea ésta alta o baja, gorda o delgada, que un trozo perfecto.

Regresando ahora al tema que nos ocupa. La verdad es que cuando veo a un o una cosplayer, lo que busco es que sea fiel al personaje que represente, porque en ese momento no está simplemente disfrazándose y vendiéndose a los demás, sino que está representando una ficción, jugando un papel que no le pertenece.

Me he cruzado con bastantes "Pikachus" que solamente pude reconocer por las orejas y porque iban de amarillo, y me pregunté si realmente adoraban al personaje o adoraban ser adoradas. Y también me he cruzado con unos cosplays chulísimos de Thor y Loki versión femenina, donde la armadura era un sujetador, pero muy conseguidos. Y yo hecho en falta la esencia de revivir al personaje en tu cosplay, en la representación que estas haciendo.

Además, si queréis mostrar carne, ya existen personajes, tanto femeninos como masculinos, cuyos trajes se reducen a la mínima expresión (véanse los siguientes ejemplos).

La profesora Shura de Ao no Exorcist suele vestir bastante cómoda, como podéis comprobar en esta imagen.

Gray, de Fairy Tail, siempre ha sido uno de mis personajes preferidos por los poderes que tiene, y no por el hecho de que es incapaz de llevar puesta una camiseta durante más de diez segundos seguidos...

Así pues, los cosplayers tenemos toda la libertad del mundo para hacer nuestra interpretación de aquellos personajes que adoramos, pero no pretendamos lo que no es. Personalmente, no me voy a hacer fotos con ningún cosplayer que vaya medio desnudo si su personaje no es así porque considero que no está personificando a un ídolo suyo, sino que se está vendiendo a los demás como carne con la excusa de llevar un cosplay.

Reitero que no queremos ofender a ningún cosplayer ni a los amantes de este tipo de cosplays, pero, como siempre, damos nuestra más sincera opinión al respecto de los asuntos que tratamos en el blog.