Wolf Children

¿Qué tal el puente? Yo entre trabajos y que me he pasado toda la semana fuera, no he podido tocar el blog. 

Hace tiempo que vi esta preciosa película pero hasta ahora no había tenido tiempo para encargarme de ella como es debido. Y puesto que hace mucho que no traigo nada de anime, he considerado que este era el momento perfecto.

Título: Wolf Children

Género: drama, romance, sobrenatural

Estudio: MadHouse

Año: julio de 2012

Trama: Hana, estudiante universitaria, se encuentra con un joven misterioso en su clase. Pronto se enamoran, y él decide revelarle su mayor secreto: es un hombre lobo, último descendiente de los lobos exterminados en Japón. Sin dejarse intimidar por este hecho, Hana lo invita a vivir con ella. Pronto queda embarazada de una niña a la que llaman Yuki (nieve) y al año siguiente un niño llamado Ame (lluvia).

Llevan una vida feliz y completa hasta que el padre de sus hijos repentinamente muere en un río. Hana tiene que criar sola a sus hijos y afrontar todos los desafíos que le darán dos pequeños niños lobo, ayudarlos a encontrarse a sí mismos y hallar su lugar en el mundo.

Seiyuus:

-Hana: Aoi Miyazaki

-Ame: Yukito Nishii

-Yuki: Haru Kuroki

-Ookami: Takao Osawa

Había escuchado maravillas de esta película y todo el mundo la recomendaba. Sin embargo, como tenía muchísimos animes pendientes y otros tantos que trataba de seguir al día, al final nunca me acordaba de verla o, simplemente, me daba pereza. Hasta que llegó una de estas tardes de domingo en las que no te apetece hacer nada y me puse a ello. En efecto, descubrí que era una película espectacular y que las cosas buenas que me habían comentado al respecto, se quedaban cortas.

Como dice la sinopsis, Hana se enamora de un hombre misterioso que resulta ser un hombre lobo. Lejos de amedrentarse ante este hecho, decide que su amor es más fuerte que tan perturbador secreto, por lo que iniciarán una bonita relación que culminará con el nacimiento de sus dos hijos, también licántropos. Tras el fallecimiento del joven, Hana se encontrará sola y desamparada, teniendo que sacar adelante a su familia, viéndose envuelta en muchos apuros y dificultades. No es fácil criar a unos hijos sin ayuda, y menos cuando estos son mitad lobo puesto que las necesidades no serán las mismas que las de unos niños normales. Durante esta etapa, sufrí muchísimo con Hana. Tenía que ocultar la verdadera naturaleza de los pequeños, los cuales eran incapaces de controlar sus instintos y sus transformaciones; cuando se ponían enfermos, debía cuidarlos en casa ya que no podía ir ni al médico ni al veterinario, ni siquiera sabía si sus dolencias eran de la parte humana o la animal. Sufre muchísimas dificultades y de todo tipo que la pondrán a prueba, en una lucha constante por sacar a su familia adelante y conseguir que los niños crezcan sanos y saludables. Hana me ha encandilado. Es una mujer fuerte, una guerrera nata que, a pesar de saber los riesgos que conlleva estar con un hombre lobo y tener hijos suyos, no le importa porque le ama de corazón y quiere pasar el resto de sus días junto a él. Aunque su vida se llena de impedimentos y dificultades debido a esta decisión, no se rinde, continúa en pie esforzándose por aquellos a los que ama, peleando con uñas y dientes para darles a Ame y Yuki la vida que se merecen y toda la felicidad del mundo.

Ame y Yuki, por su parte, son adorables. Ame es un chico callado, tranquilo y reservado, al contrario que su hermana Yuki, revoltosa, un completo trasto y muy nerviosa. Son polos opuestos y le darán a su madre más de un quebradero de cabeza. Debido a un giro de los acontecimientos, los tres deben marcharse al campo, a una casa medio derruida a las afueras de la población que Hana reconstruye con esfuerzo y paciencia. Allí, los pequeños podrán correr y jugar y ser libres de mostrar su condición lobuna sin miedo a que alguien pueda descubrirlos. Los inicios serán duros, pero cuando Hana aprenda a cultivar sus propias verduras y la hostilidad de los habitantes se disipe y se muestren amables con ella, la situación mejorará. Los niños crecerán y será el momento de ir al colegio, un nuevo obstáculo en el camino. Ya son lo suficientemente conscientes de su licantropía como para manejar los cambios, a pesar de que en alguna ocasión su temperamento y personalidad propiciarán que el lobo aflore. Asimismo, ha llegado el momento de elegir: ¿quieren vivir como humanos o como lobos?

Es una película que refleja a la perfección esa etapa en que crecemos y debemos encontrarnos a nosotros mismos, con la peculiaridad de lo sobrenatural que afecta a Ame y Yuki. Sus decisiones no serán fáciles, aprenderán, tropezarán y se levantarán de nuevo, siempre contando con el apoyo incondicional de su madre. La película intercala escenas tiernas, divertidas, curiosas, nostálgicas y tristes. Muy tristes. Se pasa mal a causa de la angustia de Hana y sus intentos por proteger a sus hijos, así como debido a los problemas a los que se enfrentan los propios pequeños. Es una historia realista en cierto modo, pues alterna entre la felicidad y el desaliento. En términos generales, podría clasificarse como melancólica, aunque sin olvidar que siempre brilla la esperanza en algún punto. Los personajes se nos presentan muy humanos y alcanzan un desarrollo y una evolución magnífica. Es imposible no sentirse parte de ellos, tienen una capacidad brutal para atraparnos de lleno y hacernos sentir su avance en nuestra propia piel. Por su parte, la animación es simplemente preciosa. Delicada, colorida, sencilla y completamente acorde con lo que nos quieren contar. Es una delicia para la vista y se disfruta tanto o más como la propia trama.

¿Debería verla?

Wolf Children es, sin duda, una joya de la animación nipona. Una película cargada de sentimientos, de belleza, de lecciones, fácil de disfrutar y que conquista al espectador desde el minuto uno. En definitiva, indispensable.