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sábado, 3 de agosto de 2024

"Darkhearts. Una segunda oportunidad", James L. Sutter

Título: Darkhearts. Una segunda oportunidad

Título original: Darkhearts

Autor: James L. Sutter

Idioma original: inglés

Editorial: Puck

Año de publicación: 2024

Páginas: 416

Sinopsis: Cuando David dejó su grupo de música, perdió la oportunidad de alcanzar la fama y se quedó atrapado en una vida ordinaria de estudiante. Mientras, Chance, su antiguo mejor amigo, se convertía en la estrella adolescente más adorada de Estados Unidos. Pero entonces una tragedia hace que Chance regrese a la vida de David... A medida que las heridas del pasado se reabren, la enemistad entre los chicos se va transformando en un romance secreto; y, para David, eso podría convertirse en un billete de vuelta al grupo y a la fama. Pero mezclar los negocios con el placer puede hacer que todo salte por los aires, y David tendrá que elegir entre una segunda oportunidad para alcanzar la gloria... o una segunda oportunidad con Chance.



Chance y Eli son los famosos del momento, dos adolescentes que hace dos años formaron el grupo de música rock-gótico de Darkhearts por pura diversión y que, sin esperarlo, tuvieron un éxito abrumador. Conciertos, giras y viajes pronto los alejaron de su ciudad natal, dejando atrás con ello a David, el tercer integrante del grupo que decidió irse antes siquiera de empezar. David sentía que no encajaba con el talento de sus amigos, por lo que se marchó de Darkhearts antes de que las cosas empezaran a ir en serio y ahora tiene que conformarse con estar atrapado en una vida anodina de instituto, mientras ve con envidia cómo sus antiguos amigos disfrutan de su gloria sin él. Ahora, dos años después, Chance regresa a casa para enterrar a Eli, quien ha fallecido en trágicas circunstancias a causa de una ingesta excesiva de alcohol. Ver a Chance significará para David enfrentarse a su pasado, a lo que pudo ser su vida si hubiera seguido en el grupo y, peor aún, enfrentarse a sus más profundos miedos. Pero también significa una segunda oportunidad para intentar arreglar las cosas y aliviar el resentimiento con el que lleva viviendo desde que tomó la decisión de abandonar el grupo que él mismo creó.


Cuando David, Chance y Eli decidieron crear Darkhearts, su intención no era triunfar en la música, sino pasar un buen rato. Pronto comenzaron a hacer pequeños conciertos en su ciudad y a hacerse conocidos, lo que llevó a David a sentir una presión enorme ante el futuro, a compararse con sus dos compañeros y a decidir marcharse del grupo por considerar que no estaba a la altura. Aun siendo una decisión unilateral y personal, siempre sintió como si en realidad Eli y Chance le hubieran expulsado con sus exigencias, por lo que en el fondo les guarda rencor por no haberle pedido que regresara y continuar su camino sin él. Este resentimiento aumentó al ver cómo la fama de Darkhearts crecía y sus antiguos amigos se convertían de repente en la boyband del momento, siendo alabados tanto por los fans como por la crítica. 

Mientras Eli y Chance disfrutaban de su momento de gloria, David pasaba sus días yendo y viniendo del instituto, aprendiendo el oficio de carpintero de la mano de su padre y lamentándose por no haber sido lo suficientemente valiente como para quedarse y ser él quien estuviera subido al escenario. Todo cambiará cuando se entere de la repentina muerte de Eli por culpa de una sobredosis de alcohol y que, como consecuencia, Chance regresa a casa por el funeral. David y Chance se reencontraran a causa de esta circunstancia tan trágica, lo que hará que David vuelva a experimentar esa mezcla de envidia y animadversión y, como consecuencia, un odio irracional hacia Chance. Por su parte, Chance intentará aprovechar el momento para retomar el contacto con David y, aunque este al principio se niega porque está cegado por su propio dolor, poco a poco volverán a acercarse, lo que reabrirá viejas heridas y sacará a la luz todo aquello que se quedó guardado en un cajón bajo llave y que no han podido decirse durante estos años.

Darkhearts más que una historia sobre una boyband, narra las consecuencias de la fama, del miedo, las inseguridades y la incertidumbre por el futuro. Al fin y al cabo, David decidió marcharse no porque no le gustara el proyecto y no se viera a sí mismo sobre un escenario, sino por el temor a no ser suficiente y que la capacidad prodigiosa de Eli para componer y la magnífica voz de Chance eclipsaran por completo su talento con la guitarra. Cuanto más crecía su fama, más dejaba la banda de ser un hobby para convertirse en su trabajo y la exigencia de los miembros, así como su propia autoexigencia, fue demasiado para David, quien pensó que no era lo suficientemente bueno como para merecer el futuro que se abría ante ellos.

David es un protagonista con el que es fácil sentirse identificado porque ese momento de pánico y cobardía por culpa de una baja autoestima creo que lo hemos experimentado todos en algún momento de nuestra vida. De un día para otro, Darkhearts se convirtió en algo serio y ya no podían permitirse ser amateurs, lo que supuso una presión tan grande para David que prefirió dejarlo estar, aunque las consecuencias fueran arrepentirse de lo que podría haber sido si se hubiera quedado. Ver cómo sus antiguos amigos triunfaban mientras él llevaba una vida de adolescente anónimo le escocía más de lo que quería admitir, lo que le llevó a aislarse por completo y no querer saber nada de Eli ni de Chance, a pesar de haber sido uña y carne hasta su deserción. El dolor que siente por la repentina muerte de Eli le hace darse cuenta de los errores que ha cometido y a pesar de lo mucho que le cuesta tragarse su orgullo, Chance consigue poco a poco sacarle de su caparazón para intentar recuperar a su antiguo amigo. No será nada fácil porque la fama imposibilita que Chance pueda hacer una vida normal y, por otro lado, David tampoco le pondrá las cosas fáciles porque su resentimiento es mayor que sus ganas de empezar de cero. Aunque digo que es fácil empatizar con él, también es cierto que es un personaje que me sacó de quicio en más de una ocasión. Su orgullo desmedido le impide reconocer que abandonó el grupo voluntariamente y le resulta mucho más sencillo convencerse de que lo echaron porque no era lo suficientemente bueno. Además, es un personaje que disfruta siendo la víctima y lamiéndose las heridas, que se niega a reconocer que simplemente el grupo le vino grande porque no sabe trabajar bajo presión y que la fama de Chance y Eli es más que merecida. Su incapacidad para asumir la realidad le hace desarrollar una inquina injustificada hacia Chance de la que no le será sencillo desprenderse y al final, esta novela de lo que trata es de la evolución de David y de lo difícil que es enfrentarnos a nuestros miedos y racionalizar aquello que nos duele.

Por otro lado tenemos a Chance , un joven que se hizo famoso demasiado rápido y demasiado pronto y que ahora tiene que lidiar con el fruto de esa popularidad. Por supuesto, de cara al público tiene todo lo que cualquier adolescente desearía: dinero, chicas, viajes, notoriedad y una buena reputación. Pero lo que las cámaras no enseñan (y lo que David es incapaz de comprender) es la ansiedad, la autoexigencia, el no poder salir apenas a la calle, la presión, las expectativas y el que tu vida deja de ser tuya, para ser de la prensa y del público. Y Eli es un claro ejemplo de ello, dado que se dio a la bebida por culpa de la presión constante a la que estaban sometidos. Ensayos interminables, giras eternas, apenas descanso, el tener que sacar canciones nuevas cada poco tiempo, no tener casi derecho a vida privada, el miedo a que la cresta de la ola se termine y ser marginados a la irrelevancia... Chance tiene que luchar contra todo eso y encima hacerlo solo, dado que Eli ya no está a su lado. Y quizá la única persona con la que puede sincerarse y que puede entenderle mínimamente es David, la única conexión con su pasado y con su vida anterior, pero este se empeña en odiarle por no haberle suplicado quedarse en el grupo. El personaje de Chance es un buen ejemplo de que no es oro todo lo que reluce y, además, el autor aprovecha para hacer una crítica despiadada contra el sistema que empuja a los jóvenes al límite cuando tienen un mínimo talento. Hoy en día, triunfar significa llevar una vida de lujos, sí, pero también de excesos y perder una gran parte de tu persona por el camino. Ser reconocido implica renunciar a muchas cosas y a otras tantas a las que no renuncias voluntariamente, pero que te arrancan sin que puedas hacer nada para evitarlo. Sin duda, ha sido mi personaje favorito porque aunque lleva esa fachada de malote vampírico por bandera, es fácil comprender qué hay debajo de toda esa indiferencia, un trasfondo que será más que evidente cuando se va solo como miembro de Darkhearts.

Así pues, la trama se centra sobre todo el cómo Chance y David van sanando sus vínculos rotos y cómo recuperan esa amistad que creían perdida. Además, también hay un romance adolescente del que no os quiero revelar mucho, pero que en un momento dado podrá llegar a poner el grupo en peligro y que obligará a sus implicados a adoptar ciertas medidas que, si bien no les gustan del todo, no les quedará más remedio si quieren salvar su reputación y no estropear lo único bonito y puro que tienen. Aunque David y Chance son los protagonistas, también hay otros personajes secundarios pero relevantes como el padre de David, que solo quiere lo mejor para su hijo incluso aunque eso implique dejarle tomar decisiones cuestionables aun no estando de acuerdo con ellas; la mejor amiga de David, quien se queda totalmente flipada cuando descubre que este vuelve a tener contacto con una estrella del rock como Chance; o el manager de este último, Benjamin, que vigilará cada paso que da su protegido para evitar que se meta en líos innecesarios que puedan dañar Darkhearts y todo lo que han construido.

Es un libro que me entretuvo, pero sin más. Un libro sobre dos adolescentes que se reencuentran, sobre segundas oportunidades, las consecuencias de la fama, la envidia mal gestionada, la sensación de quedarte estancado y no avanzar mientras otros lo hacen por ti y la felicidad y el pánico del primer amor. Quizá me hubiera gustado que el autor hubiera profundizado más sobre el tema del alcoholismo, pues si bien la historia comienza a causa de la muerte de Eli, este personaje queda rápidamente en segundo plano y es más bien una excusa para que el argumento avance. En ningún momento Sutter hace una reflexión sobre el problema de ahogar tus penas en el alcohol, en cómo la gente usa esta bebida como método de escape para disociar de una realidad que no le gusta, mientras que a su vez se vende como algo inocuo. Además, aunque no se dice explícitamente, se puede dar por entendido que Eli sufría depresión debido a la vida tan estresante y exigente que llevaba, sobre todo si tenemos en cuenta que, tal y como nos dice Chance, era un chico muy introvertido. Exponer a una persona introvertida al público y obligarle a una exhibición sin límites fue lo que le llevó a la muerte (no se especifica si fue un suicidio o si simplemente ese día su cuerpo colapsó debido al consumo descontrolado de alcohol). Dado que el autor hace mucho hincapié en la deshumanización que provoca la fama, podría haberse centrado más en la depresión que esta causa puede llegar a causar y en cómo eso puede llevar a la muerte, además de, como digo, dar un discurso anti-alcohol.

Por lo demás, es una de esas novelas que, al menos para mí, ha pasado sin pena ni gloria y que probablemente me termine olvidando de ella. No aporta nada novedoso ni tampoco la forma de contar la vida de David y Chance me pareció lo suficientemente profunda o sentimental como para que me llegara al corazón de alguna manera. Además, en ciertos puntos se me hizo una lectura tediosa, porque el autor dedica capítulos enteros a hablar de carpintería (porque es el nuevo hobby que está desarrollando David y a lo que al principio quiere dedicarse el resto de su vida) y también sobre rutinas de ejercicio, debido al estricto entrenamiento al que tiene que someterse Chance para mantener un físico atractivo. Y os aseguro que es cero emocionante aprender a distinguir diferentes tipos de maderas o cómo hacer un press de banca con la técnica correcta. Por otro lado, el final es predecible, más que nada porque esta clase de historias no invitan a mucha sorpresa o giro de trama. Es satisfactorio porque es lo que como lector quieres que pase desde el principio, pero poco más.

Darkhearts. Una segunda oportunidad es una historia sencilla sobre la fama y sus consecuencias, sobre el miedo al futuro, la envidia y la incertidumbre. Una novela protagonizadas por adolescentes que habla sobre segundas oportunidades y lo importante de sanar el pasado.

1 comentario:

  1. ¡Hola! El argumento no tiene mala pinta, pero por lo que cuentas no creo que me anime a leer este libro... Me alegro de que, a pesar de sus inconvenientes, al menos te haya entretenido algo esta historia :)
    Besos

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