Título: Noches de Navidad
Autoras: Patricia García-Rojo, Ester León, Laura S. Maquilón, Virginia Orive de la Rosa, Sofía Rhei, Marina Tena Tena, Susana Vallejo, Rocío Vega
Idioma original: español
Editorial: Duermevela
Año de publicación: 2023
Páginas: 260
Sinopsis: Cuentos de Navidad repletos de encanto y brujería, narrados por la poderosa pluma de nuestras autoras.
Nieve que cae, chimeneas encendidas, grimorios entreabiertos… Historias entrelazadas que se murmuran junto a un gran tejo, bajo el poder ancestral de la encrucijada.
Ocho autoras del fantástico reinventan los tradicionales cuentos de Navidad con nuevas historias plagadas de magia y sabiduría antigua, de brujas, aldeas perdidas y reinos recónditos, que atraparán al lector con sus Navidades únicas e inolvidables.
En esta antología podrás disfrutar de la pluma de grandes escritoras del género así como de nuevas y prometedoras voces que te trasladarán al solsticio de invierno como nunca antes.
Noches de Navidad es una recopilación de relatos de autoras españolas cuyo punto en común es que están ambientados en esta festividad, sus protagonistas son brujas o mujeres mágicas y, además, en todos es muy relevante el tejo, un árbol con una gran carga sagrada que representa la eternidad, de la vida eterna y de la trascendencia de la muerte y que, además, es conocido sobre todo por ser venenoso. También el acebo tiene bastante relevancia como símbolo de la Navidad.
Los Tejos, Susana Vallejo 5/5
Ana vive en un pueblecito junto con su abuela. Ambas se ganan la vida vendiendo remedios y hierbas medicinales que la joven vende una vez por semana en el mercado de la plaza, de ahí que se hayan ganado la fama injusta de brujas y no sean bien vistas por los vecinos, pese a que estos acuden a ellas cuando necesitan ayuda. La única persona que las aprecia de verdad es Vero, la mejor y única amiga de Ana, hija de la familia Tejo, los mandamases del pueblo. Se conocieron cuando Ana todavía iba a la escuela, la cual tuvo que abandonar porque su abuela estaba enferma y era incapaz de bajar al mercado a vender la mercancía. Aun así, no han dejado de verse desde entonces, aunque a la familia de Vero no le haga gracia que su hija se relacione con las brujas. Además, el hermano mayor de esta, Manu, se dedicaba a hacerle bullying en el colegio a Ana por ese motivo, por lo que la relación entre ambas familias es un tanto tensa. En este relato vamos viendo cómo sobreviven Ana y su abuela con la venta de remedios tradicionales, mientras tienen que soportar con estoicismo el desprecio de las mismas personas que buscan su ayuda. La ambientación navideña y cómo esta festividad se vive en un pueblo pequeño de España me ha parecido una delicia. Como persona que ha pasado muchas navidades en su propio pueblo con los abuelos, me ha hecho rememorar aquellos momentos tan idílicos y especiales. Es la primera vez que leo algo de Susana Vallejo, de hecho, ni siquiera conocía a esta autora, y me ha encantado su forma de escribir y su forma de trasmitir. Lo único que quizá me ha desconcertado un poco de este relato ha sido el toque ligeramente distópico que se intuye al final del mismo, cuando se mencionan los teléfonos móviles como algo del pasado y no del presente, como si el relato estuviera ambientado en la actualidad, pero con las tecnologías de hace treinta años y la verdad es que me habría gustado que se indagara un poco más al respecto, más que anda para no quedarme con las dudas. Pero por lo demás, este relato me parece perfecto como aperitivo para esta antología navideña.
Si una bruja te invita, Sofía Rhei 3/5
Ilse, Begoña y Graña son tres brujas que forman un convento, que es como se denomina en este relato a los aquelarres. Graña es una bruja con poco control sobre su ira, por lo que cuando invite a los aldeanos a celebrar Halloween con ellas y ninguno acuda, se vengará con un poderoso hechizo que les obliga a ir disfrazados de diversos monstruos, calabazas, y el típico imaginario de esas fechas. Esto causará el caos en el pueblo e Ilse y Begoña tendrán que convencer a Graña de que confiese cómo ejecutó el hechizo para poder revertirlo. Sin embargo, la invocación de la bruja fue tan poderosa que entre ellas tres serán incapaces de elaborar un contrahechizo, por lo que tendrán que acudir a Jijona, la bruja navideña, para que las ayude. Este relato me ha gustado bastante menos que el anterior. Para empezar, siento que la autora quiere introducir demasiados elementos y folclore en muy poco espacio, por lo que las primeras páginas pecan de infodumping, pues intenta explicarle al lector por medio de diálogos cómo son estas brujas y cómo funciona su magia. Las protagonistas tampoco me han terminado de convencer; si bien es cierto que se dan un aire a las brujas de Terry Pratchett (personajes que particularmente me encantan), al ser un relato no da tiempo a que se desarrollen correctamente y como tanto su relación como ellas mismas son bastante complejas, una vez más se siente como si la autora te las estuviera presentando a trompicones y correprisas. Esto también se percibe en las explicaciones mágicas. Ha metido tantos elementos asociados tradicionalmente a la figura de las brujas, que para mi gusto ha quedado muy recargado y como si fuera un listado de estereotipos. Por otro lado, la trama me ha parecido muy infantil y aunque ha estado graciosa, me esperaba algo un poco más serio y reflexivo.
La Partida, Ester León 4/5
Cada víspera de Navidad, dos misteriosas mujeres se encuentran en un lago helado y le piden al dueño de la posada que hay en su orilla, que les prepare una mesa con sillas sobre el hielo. A cambio de este extraño ritual y de que nadie salga de la posada hasta el amanecer del día siguiente, el posadero recibe un jugoso pago, con el que mantiene su negocio a flote. Su hijo pequeño, muerto de la curiosidad por tener que preparar año tras año la enigmática velada, en esta ocasión ha decidido colarse con astucia en el carrito de las bebidas, contraviniendo la norma explícita de que nadie puede contemplar el encuentro, y averiguar por fin quiénes son aquellas mujeres y qué se traen entre manos. Aguantando estoicamente el frío invernal y el sueño, se hallará ante una reunión fascinante en la que las dos mujeres jugarán una partida de cartas un tanto mágica mientras mantienen una charla sobre su pasado y su futuro. Lo peculiar del juego es que la que pierda deberá ingerir hojas de tejo, las cuáles son venenosas.
En esta historia se nos presenta una conversación profunda y reflexiva entre dos enigmáticos personajes que, si sois avispados, gracias a sus descripciones físicas y a sus comentarios, podréis saber a quiénes hacen referencia. Es cierto que al comenzar el relato sin tener el contexto al completo, es fácil perderte entre las palabras que intercambian y no entender bien a qué se están refiriendo y cuál es el problema sin solución que están planteando. Por lo que es recomendable volver a leerlo desde el principio o, al menos, la parte de los diálogos, después de haberlo terminado porque, de esta forma, tiene mucho más sentido. Es por esto que no le he puesto más nota, porque a pesar de estar magistralmente escrito (es increíble la capacidad de la autora para transmitir ese frío gélido que reina en una noche de invierno, así como la melancolía, la soledad y el amor que destilan sus personajes), el no captar el significado completo de lo que estaba leyendo hasta los últimos párrafos, para mí fue un impedimento para disfrutar de esta historia al cien por cien desde el principio.
Magia para todos, Laura S. Maquilón 4,5/5
Este relato se ambienta en un futuro distópico en el que toda la energía (electricidad, gasolina, gas...) ha sido sustituida por la magia, ayudando así a combatir o por lo menos mitigar el cambio climático. Sin embargo, esta magia es finita y se va desgastando con el uso, por lo que cada persona debe controlar cuánto gasta y en qué. Así pues, debe ser renovada anualmente por la Bruja Roja, la única que tiene el poder de extraerla del Gran Tejo. No obstante, este cambio en el sistema no ha alterado las clases sociales, por lo que ahora los privilegiados son los que poseen más magia, mientras que las clases bajas apenas pueden sobrevivir con las migajas que reciben. Procne es una de las personas que vive en los pisos inferiores y a quien apenas le queda magia para llegar a fin de año; y eso que es la nieta de la mismísima Bruja Roja. Además, su abuela está enferma y apenas puede moverse, lo que empeora su situación. El único apoyo que es capaz de sostenerla es su mejor amiga Filo, aunque su situación tampoco es mucho mejor. Procne está cansada de ver día tras día cómo los poderosos viven en los niveles más altos de la ciudad con todos los lujos que proporciona la magia, pero ni siquiera las manifestaciones del pueblo surten efecto, dado que la mayor parte de la gente está demasiado ocupada tratando de sobrevivir. Navidad es el día en el que la Bruja Roja renueva la magia, pero Procne no quiere que su abuela salga de casa debido a su estado, y mucho menos cuando descubra la verdad que se esconde tras el aparente regalo del Gran Tejo.
Esta historia es, sin duda, la más diferente de toda la antología por esa mezcla retrofuturista y de brujas. Me ha encantado cómo la autora ha juntado elementos tan distintos y ha conseguido hacer una trama original y atrapante. Los personajes son increíbles y me ha gustado la representación LGBT con la protagonista siendo aro-ace y la mención de un vecino no binarie. La relación de amistad entre Procne y Filo me ha encantado y ha sido increíblemente intensa y bonita pese a ser un relato; lo mismo sucede con la relación abuela-nieta. Aun así, se me ha quedado corto. Es una historia tan compleja y con tantos matices que siento que habría sido mejor resuelta en una novela corta, sobre todo porque se me han quedado en el tintero varias dudas como por ejemplo cómo funciona el reparto de magia y por qué no es equitativo, siendo que la misma procede de un árbol y no está controlada por el gobierno o por altos mandos. También me habría encantado conocer más y mejor a Filo y cómo ella y Procne se hicieron amigas, así como saber más de la Bruja Roja y de cómo afectó a la sociedad y al planeta el cambio repentino de combustibles fósiles a magia.
La sangre de la ondina, Rocío Vega 3,5/5
Enesti es una ondina que acaba de estrenarse como senescal del Duque Diraón, tras sustituir a Urrik. Su primer cometido de calado es organizar el Baile del Solsticio de Invierno, el evento más importante y esperado por la corte. Planificarlo al detalle no es baladí, pues no solo tiene que tener en cuenta los delicados flujos de poder entre la gente pudiente del ducado, sino que todos se encuentren a gusto en el baile, teniendo en cuenta que los miembros de la nobleza son diferentes tipos de criaturas mágicas. Pese a su empeño, el día señalado se da cuenta de que ha cometido un error imperdonable: ha invitado a Anande, la Princesa Vampiro, y a Rade, la dríada. Aunque ambas son importantes aliadas del Duque e invitar a la una, pero no a la otra, podría suponer un desplante, las dos son enemigas mortales desde hace siglos y es sabido por todos que se ha prometido asesinarse la una a la otra en cuanto se encuentren cara a cara. Enesti, siendo consciente de que ya no hay nada que pueda hacer para solventar tamaño error, decide que su única oportunidad es evitar que se maten entre ellas en el baile y, de paso, intentar que Anande y Rade se reconcilien. Aunque sabe que es misión imposible, dado que dicha hazaña ha fracasado en diversas ocasiones, no le queda más remedio si no quiere perder su reciente trabajo. Así que, junto a su mejor amiga Garai, se esforzará por averiguar entre los invitados qué fue lo que enemistó a la dríada y la vampira y cómo puede revertirlo.
Lo que más me ha gustado de este relato ha sido, sin duda, la pluma de la autora, que le imprime mucha elegancia y sofisticación a un evento tan de alto copete como un baile entre nobles, y la cantidad de criaturas mágicas que convergen en él, junto con sus maravillosas descripciones. Y precisamente esto último también ha sido un punto en contra. Y es que siento que la autora intenta abarcar demasiadas cosas para una historia tan corta. Las diferentes relaciones nobiliarias y políticas entre los distintos personajes son muy complejas y aunque le intentan aportar profundidad a los mismos, son tantas y tan diversas que al final se te olvida quién es gobernador de tal sitio y qué relación tiene tiene el gnomo A con el hada B. Lo más relevante es la relación de animadversión entre Anande y Rade y cómo Enesti tiene que trabajar incansable para que estas no estropeen el Solsticio, por lo que el resto de elementos quedan en un segundo plano. Esto me parece una lástima porque me ha resultado fascinante y me he quedado con ganas de que hubiera un mayor desarrollo. Además, que hubiera tantos elementos en un espacio tan corto, acentúa la sensación de que todo se soluciona demasiado rápido y de que falta desarrollo, desarrollo que, evidentemente, es imposible en un relato tan corto. Por otro lado, muchas de las criaturas mágicas que menciona la autora no son las típicas que suelen aparecer dentro de la fantasía (como una lamia, que la autora la denomina lamiña y me volví loca intentando averiguar qué era) y te deja con el regustillo de querer saber más de las mismas.
El corazón de una bruja, Marina Tena Tena 5/5
La magia de las brujas siempre es heredada por la hija mayor. Por eso, Romina fantasea con que su hermana mayor, Himilce, muera repentinamente, pues está convencida de que de esta forma será ella quien se convierta en bruja. En realidad, Romina adora a Himilce, pero no puede evitar que los celos la reconcoman desde que tiene uso de razón. Sin embargo, su tóxico deseo cambiará cuando su padre, que curiosamente es un cazador de brujas que dejó su oficio al enamorarse de una, fallezca, lo que sume a su madre en una depresión que la lleva a desaparecer en el bosque, abandonando a sus hijas. A Himilce no le quedará más remedio que hacer todo lo que está en su mano para que ambas sobrevivan, por lo que la rabia de Romina dejará de ser una hoguera para convertirse en ascuas. La tranquilidad de ambas hermanas pronto se verá interrumpida por Danilo, un joven que acude a ellas en busca de remedios y que se quedará prendado de Himilce. Desde que lo ve por primera vez, Romina siente cómo esa vieja envidia burbujea y la consume por dentro, pero no puede evitar preguntarse si esta vez es a causa de los celos o de la sospecha.
De Marina Tena Tena leí hace unos meses una novela mucho más juvenil que no me gustó en absoluto, por lo que me adentré en esta historia con miedo a que tampoco fuera a gustarme. No obstante, con este relato entendí por qué es una autora tan alabada y me ha dado ganas de volver a intentarlo con un libro más largo. Me ha sorprendido la crudeza y sinceridad con la que describe el deseo de Romina de que su hermana se muera o cómo fantasea con ser ella misma su verdugo con tal de ser una mujer normal y convertirse en bruja. Este tipo de pensamientos hacia alguien con quien compartes la sangre siempre impactan, sobre todo si, como en ese caso, en realidad Romina adora a Himilce y su único motivo para anhelar su muerte es robarle su magia. Pese a la brevedad de la historia, la autora consigue una transición muy creíble del rencor a la sobreprotección, de los celos al amor
Si las estrellas se apagan, Virgina Orive de la Rosa 4/5
Gusuun es una bruja cuyo don consiste en dotar a las palabras de magia y venderlas a quien lo necesite. Su poder está ligado al centenario tejo que vive en su jardín, un árbol que lleva generaciones con su familia y que ha crecido gracias al poderoso vínculo que han formado a lo largo de los años. Gusuun vive en una pequeña aldea, pero incluso a ese lugar remoto y solitario han llegado los extranjeros y, con ellos, sus costumbres. Como la Navidad, una celebración cristiana que choca frontalmente con las creencias de la bruja. A la anciana no le molesta que haya forasteros en su aldea, pero no soporta que estos mantengan con ahínco su cultura, en vez de adoptar la de sus vecinos e intentar comprender cómo funcionan las cosas en su nuevo hogar. Para más inri, durante su ausencia un matrimonio joven extranjero se ha instalado en la casa vecina. Aunque la mujer, Naisa, intenta congraciarse con la bruja, a esta no le hace gracia su insistencia en llevarse bien y prefiere ignorarla, sobre todo cuando comprueba que la joven y su esposo se empeñan en celebrar la Navidad y mantener sus tradiciones intactas, un acto que irrita profundamente a Gusuun. Su cerrazón llega hasta tal punto, que ignora sistemáticamente a Naisa cuando esta la interroga acerca de las grietas que cruzan la calle y afectan a su casa, grietas que parecen provenir de la propiedad de la bruja, lo que provocará que la anciana, por culpa de su terquedad, termine perdiendo lo que más ama.
El ser humano siempre ha temido a lo otro, a lo extraño, a aquello que no puede comprender. Y este temor, si se lleva al límite, puede ser peligroso. Mientras que en la pequeña aldea de Gusuun, sus habitantes están más que acostumbrados a las brujas y a la magia que estas realizan con el don de la palabra, cuando comienzan a llegar los nuevos vecinos de tierras lejanas con un idioma y culturas diferentes, el choque es más que evidente. Sobre todo para Gusuun, para quien sus propias creencias son lo que más ama y valora en el mundo, por lo que le cuesta abrirse a otras opciones que no casen con lo que ella ha aprendido de su familia. Aunque no le molesta per se que haya extranjeros, no soporta que su forma de vida se entremezcle con la del pueblo y lo impregne todo. Según ella, deberían adaptarse sin más al ritmo y las tradiciones de la aldea, en vez de existir un ten con ten. Este relato habla de la ignorancia de creer que lo que nosotros conocemos es lo único válido, que nuestra cultura es predominante y, por lo tanto, debemos defenderla con uñas y dientes a costa de despreciar e infravalorar lo otro. Esa estrechez de miras a la larga nos perjudica porque, queramos o no, el mundo cambia y con ello nos vemos obligados a expandir nuestros horizontes y nuestra tolerancia si queremos seguir formando parte de él. Y Gusuun aprende la lección de la peor manera posible. Me ha resultado muy interesante cómo la autora ha invertido las cosas en esta historia, es decir, cómo las brujas y la magia están integradas plenamente en la sociedad, mientras que lo que genera controversia son las personas que vienen de otra zona del país. Desde luego, es una forma bastante chocante y original de enfrentarse al racismo, pero desde una perspectiva un tanto particular.
La maldición de Emilio Navidad, Patricia García-Rojo 5/5
Desde que cumplió veinte años, Emilio Navidad adquirió la capacidad (vete tú a saber cómo) de saltar en el tiempo cada Nochebuena. Lo que a primera vista puede parecer un don, se convierte en una maldición cuando resulta que no puedes controlar los saltos ni la época a la que saltas. La única certeza que tiene Emilio es que ocurre todos los veinticuatro de diciembre a las doce de la noche y que su destino es Peñaguda, un pueblecito situado en la sierra cántabra. Para su desgracia, ha conocido el pueblo en todas sus épocas: durante la prehistoria, el asentamiento romano, posguerra, los ochenta, noventa... Por lo que, dependiendo del momento histórico al que el azar haya decidido llevarle, puede ser una noche interesante tomando copichuelas en el bar del pueblo, o un infierno en el que tratar de sobrevivir y de pasar lo más desapercibido posible. En una de sus múltiples incursiones encontró lo único que merecía la pena de su maldición, aquello por lo que estaba dispuesto a saltar al pasado una y otra vez: Olivia. Apareció en el pueblo en 1850 como maestra de la única escuela y desde que se toparon por primera vez, Emilio no consiguió sacarla de su cabeza. Con mucho esfuerzo y estrategia, se las ingenió para enamorarla y para que ella mantuviera vivo el recuerdo de su amor, sin importar que pasaran años sin verse, dado que los saltos temporales eran aleatorios y rara vez acababa en Peñaguda durante dos años seguidos. La esperada presencia de Olivia era lo que mantenía cuerdo a Emilio, quien pasaba un año entero planificado cómo sería su próximo encuentro y preparándose para cualquier eventualidad y época que le tocara esa vez. Así, con mucho esfuerzo e ingenio, encontró en la profesora y en su peculiar don lo que le daba sentido a su vida.
Que haya terminado la antología con este relato me parece un regalo porque ha sido uno de los más emotivos y bonitos que hay en esta recopilación. La imaginación de la autora y la exhaustiva planificación que ha realizado para que las diferentes épocas no secuenciales en las que aterriza Emilio tengan sentido y para que, a su vez, este consiga mantener el interés y el amor de Olivia a lo largo del tiempo, me han parecido magistrales. La complejidad de esta historia me ha dejado boquiabierta. Además, la pluma de la autora, sencilla pero bonita, me ha encantado, así como el romance que se va tejiendo a lo largo de sus páginas, un amor sin duda extraño y complicado, pero precioso. Solamente podía pensar en que ojala el don de Emilio fallara y nunca más tuviera que volver al presente, que pudiera quedarse atrapado en la Peñaguda de 1850 para siempre y dar rienda suelta a su amor sin tener que preocuparse por nada más. Este relato calienta el corazón, a la vez que deja una pátina de tristeza porque la conclusión del mismo es inevitable. De esta autora solo he oído cosas buenas, pero nunca me había animado a leerla. Sin embargo, después de haberla probado con este relato, estoy deseando hincarle el diente con algo más largo.
Noches de Navidad es una obra perfecta para ponerse al día del panorama de autoras nacionales que, pese a llevar una larga trayectoria, no son tan conocidas. Al ser una antología, es inevitable que haya relatos que resuenen más con el lector o que nos gusten más que otros, pero el cómputo general es positivo. He disfrutado mucho leyendo estos cuentos y creo que tanto la ambientación, como las historias de los mismos son perfectos para leerlos en época navideña
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