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lunes, 9 de diciembre de 2019

"Cincuenta sombras liberadas", E. L. James

Al ver esta entrada habréis pensado, y con razón, pero Kurenai, ¿tú no estabas harta de esta trilogía? Y en efecto, lo estaba y lo estoy. Pero por ciertos avatares del destino he elegido hacer un trabajo de género sobre Cincuenta sombras y el impacto que tuvo, por lo que me he visto obligada a hacer una reelectura. Así que la he aprovechado para traer esta entrada al blog y (¡por fin!) terminar las reseñas de la trilogía.

Título: Cincuenta sombras liberadas (Cincuenta sombras #3)

Título original: Fifty Shades Freed

Autora: E. L. James

Idioma original: inglés

Saga: Cincuenta sombras

Editorial: Grijalbo

Año de publicación: 2012

Páginas: 656

Sinopsis: Cuando la inexperta estudiante Anastasia Steele conoció al joven, seductor y exitoso empresario Christian Grey, nació entre ellos una sensual relación que cambió sus vidas para siempre. Sin embargo, desconcertada y llevada al límite por las peculiares prácticas eróticas de Christian, Ana lucha por conseguir un mayor compromiso por parte de él. Y Christian accede con tal de no perderla.

Ahora, Ana y Christian lo tienen todo: amor, pasión y un mundo de infinitas posibilidades por delante. Pero Ana sabe que amar a su Cincuenta Sombras, como ella le llama, no es tarea fácil, y que estar juntos plantea un desafío que ninguno de los dos podía prever. Y Christian tiene que sobreponerse a su obsesión compulsiva por el control mientras lucha contra los demonios de su atormentado pasado.

Pero cuando parece que la fuerza de su relación puede superar cualquier obstáculo, la fatalidad, el rencor y el destino se conjuran para hacer realidad los peores temores de Ana.

CONTIENE SPOILERS DE CINCUENTA SOMBRAS MÁS OSCURAS

Christian y Anastasia están felizmente casados. Después de todas las vicisitudes que tuvieron que afrontar en los anteriores libros, por fin han podido consumar su amor mediante una boda. Ahora disfrutan de una espectacular luna de miel por Europa, viaje que desde siempre fue el sueño de Anastasia. Sin embargo, su fantasía de lujo y sexo se verá interrumpida cuando se inicie un incendio en el servidor informático de la empresa de Christian; sobre todo cuando descubran que dicho incendio ha sido provocado. Detrás de todas las desgracias se encuentra Jack Hyde, el antiguo jefe de la editorial donde trabaja Anastasia y que fue despedido cuando Grey compró la empresa por acosarla sexualmente. Desde ese momento, Hyde no duda en hacerle a la pareja la vida imposible para, de esa forma, obtener su venganza.

De nuevo, vemos como esta tercera parte sigue el mismo patrón que el segundo libro. En Cincuenta sombras más oscuras teníamos a Leila, la exsumisa que tenía celos de Anastasia y quería hacerla daño para apartarla del lado de Christian. En esta ocasión, es Hyde (un personaje directamente relacionado con Anastasia) que quiere hacerle daño a Grey por razones similares. La trama no ha variado un ápice, supongo que la autora se quedaría falta de creatividad. El libro es muy largo (casi 700 páginas) y lo cierto es que más de la mitad es relleno. Al no tener subtramas y ser una trama tan simple, se hace tremendamente aburrido. Las escenas que no son de sexo, que son las mayoría, son de la vida cotidiana de Grey y Steele como casados y cómo lidian con el problema que supone Hyde. Los momentos sexuales, al igual que en el resto de la saga, son iguales entre ellos y son constantes. La única diferencia apreciable es que al no aceptar Anastasia las prácticas de sumisa y sadomasoquistas, solo le gustan algunas específicas, los polvo son vainilla, como diría el propio Grey.

Centrándonos más en la relación, os voy a decir lo que me he cansado de repetir en los otros libros: es tóxica hasta unos extremos que asustan. Es posible que a partir de aquí haya spoilers, así que leedlo bajo vuestra consideración. Lo primero que me llama la atención es la manera en que tienen sexo. Por un lado, Christian usa el sexo para controlar a Anastasia, para callarla y para tenerla dominada. Cuando ella se enfada o quiere hablar con Christian sobre algún tema que a él no le gusta, utiliza la enorme atracción que ejerce sobre ella para llevarla a la cama y que Anastasia se olvide de la conversación. Y eso lo hace de manera constante a lo largo de todo el libro. La propia Anastasia dice en diversas ocasiones que el sexo es la forma de escape y de alivio que Christian utiliza, que es su manera de evadirse y de sentir que tiene la situación bajo control. Es decir, la propia Ana admite que Christian la utiliza sexualmente cuando le conviene. Y, por supuesto, a ella le da igual porque le perdona todo a su marido y porque tienen unos polvos espectaculares. Otro punto que no deja de resultarme curioso es que ella sigue sin tocarle ni hacer "nada" por él. Christian se limita a hacerla disfrutar y todo el placer que él recibe se concentra en la penetración y en que ella se divierta. Si recordáis, debido al maltrato que sufría Grey de pequeño no soportaba que nadie le tocara. Pero aun así, si son marido y mujer lo lógico sería que, al menos, ella pensara en el placer de su esposo y no se limitara a recibir.

Obviando la parte del sexo, Christian sigue siendo asquerosamente controlador. Anastasia no puede hacer nada por su cuenta sin pedirle permiso. Además, el hecho de que Jack Hyde vaya detrás de ellos es un agravante para tener a Ana aún más vigilada. Esto es así hasta el punto en que Ana decide quedar con su amiga Kate a tomar unas copas. Justo esos días Christian está fuera de viaje de negocios y él insiste en que no deben salir de casa porque es peligroso. Cuando Ana queda con Kate, esta le dice que ha reservado una mesa en un local y que quiere salir por ahí con su amiga. al enterarse Christian, no solo se pone furioso (no por el hecho de que haya salido, sino por no haberle pedido permiso, como él mismo admite), sino que adelanta su llegada a casa solo por ese motivo. Incluso la madre de Ana le dice a su hija que el día de su boda prometió amar a su esposo, no ser su esclava. La propia Kate también menciona en alguna ocasión que no le gusta Christian porque es demasiado obsesivo. Pero, por supuesto, Ana siempre le excusa. La justificación de Christian es, de nuevo, que se preocupa por su bienestar, por su seguridad, y que si le pasar algo a su mujer se moriría. De esta forma, es libre de controlarla siempre que quiera y como quiera mientras que ella se deja hacer. Es cierto que muchas veces Ana se queja o protesta, pero siempre acaba cediendo, ya sea porque Grey la convence en la cama o solo por no tener una discusión con él y no darle disgustos a su marido. Sí, literalmente, en varias ocasiones accede a las peticiones irracionales de Grey porque le quiere y no quiere hacerle daño.

Por lo tanto, una vez más E. L. James utiliza casi 700 páginas para normalizar, romantizar y justificar el maltrato psicológico al que Anastasia es sometido. Y no solo psicológico, porque también usa el castigo físico para meterla en redil. Por ejemplo, después de que Ana se vaya de copas con su amiga (sin avisar a su marido), Christian se venga de ella llevándola el borde del orgasmo pero sin dejarla terminar, así repetidas veces, hasta hacerla llorar. Por supuesto, después se disculpa y pone cara de perro apaleado y Ana, una vez más, le perdona. Podría añadir muchísimas escenas más como cuando Ana se compra un vestido espectacular pero para los estándares de Grey es demasiado corto, pero solo vendría a insistir en lo que ya mucha gente ha dicho: esta trilogía es asquerosa. Es tóxica, machista, muestra idealizado a un maltratador y a una sumisa que no tiene ni voz ni voto y difunde entre los lectores, especialmente entre la gente joven, una imagen completamente errónea y repugnante de lo que es el amor y de lo que una mujer debe tolerar por parte de su pareja. En mi más incendiaria opinión, es una trilogía que nunca debería haber existido y mucho menos publicada.


2 comentarios:

  1. Cielo, creo que ahora mismo necesitas un pedestal, no solo por haber sido capaz de leer "50 Sombras" sino porque lo has hecho dos veces.

    <3 <3 <3

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