"Mujer fantasma", Victória Villarino

Título: Mujer fantasma

Autora: Victória Villarino

Editorial: Autopublicado

Año de publicación: 2020

Páginas: 246

Sinopsis: Julia acaba de comprarse una casa preciosa pero antigua. Lo malo, o lo bueno, porque a ella desde que empezó su carrera como periodista le encantan los misterios y los casos sin resolver, es que antes de ella vivió alguien.

A través de unas cartas que encuentra escondidas, donde nadie podría haberlas encontrado, va descubriendo la historia de Elisabeth Boîte.

¿Un suicidio o un asesinato? Eso es lo que intentará resolver Julia con la ayuda de algún vecino.

Un misterio, un posible asesinato, alguna sospecha y muchas preguntas pero pocas respuestas.

¿Podrás descubrir qué le pasó a Elisabeth antes que Julia?

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Julia es una periodista que acaba de comprarse una casa de esas enormes de estilo victoriano que tanto me gustan. Cuando la está reformando para adaptarla a sus gustos, en una de las paredes los obreros se encuentran un puñado de cartas que han sido allí ocultas. Estas cartas, al parecer, fueron escritas por la anterior propietaria, una tal Elisabeth Boîte, donde relata cómo si fuera un diario cómo fue su vida en aquel lugar y los horrores que encerraban aquellas habitaciones. Conforme Julia va leyendo, descubre que Elisabeth estaba convencida de que había fantasmas en la casa, fantasmas que la acechaban y que solo ella podía percibir, pues su marido insistía en que no había nada extraño y que era producto de su imaginación. Mientras una parte de Elisabeth había asumido que se estaba volviendo loca y que, en efecto, sus impresiones eran fruto de una exaltada imaginación, otra parte de ella estaba completamente convencida de lo que había visto y se negaba a admitir que no era real. Julia, como buena periodista amante de los misterios, decide comenzar a indagar en la historia de Elisabeth para averiguar si, como ella creía, la casa que acaba de adquirir está efectivamente encantada y qué había detrás de sus visiones y de su muerte un tanto sospechosa.

Me encantan las novelas de misterio, sobre todo si están aderezadas con un buen toque sobrenatural y, encima, ocurren en una mansión tipo victoriano. Son elementos con los que a mí se me conquista nada más empezar, por eso empecé esta historia tan hallowenesca con tantas ganas. Pero fue una tremenda decepción. Mis principales problemas fueron la prosa de la autora, la construcción de los personajes y una trama predecible.

Tenemos como protagonista, por un lado, a Julia y por otro a Elisabeth. El punto de vista de ambas se va alternando conforme Julia va leyendo sus cartas y metiéndose de lleno en la extraña historia de la propietaria anterior. Estas diferentes perspectivas fueron muy confusas porque la autora no hace ninguna distinción bien clara y marcada de en qué momento cambia la visión de Julia a Elisabeth y viceversa. Por tanto, cuando se producían estos cambios de narración era muy confusa porque te costaba un par de párrafos entender lo que estaba sucediendo y si estábamos en el presente o en el pasado. Esto ya de por sí hizo que la lectura se me hiciera un poco cuesta arriba porque los datos se mezclaban de forma incoherente en mi cabeza y muchas veces no sabía a cuál de las dos protagonistas pertenecían. En general, la prosa no es solo caótica, sino también demasiado superficial y coloquial. Siento que el tono fresco y desenfadado que ha intentado darle la autora no concuerda en absoluto con la ambientación de misterio y miedo que merece la novela y eso ha hecho que, a mi modo de ver, este libro perdiera puntos.

En cuanto a los personajes, no he soportado a Julia. Me parece superficial, estúpida, demasiado insensata y que no se toma con seriedad las cosas. Además de que, en general, su forma de actuar me parece bastante absurda e infantil. Cuando se compra la casa y finalmente termina la reforma, decide celebrar una fiesta para invitar a todos sus vecinos y así conocerlos. Esta decisión me pareció tan... americanada de manual... (a parte de que no le sirvió para conocer bien a sus vecinos, en realidad). A la fiesta acude un chico super guapo, super buenorro, cuerpazo, simpatiquísimo, con una sonrisa de anuncio, en fin, un cliché masculino con patas del que ¡oh, sorpresa! se queda prendada enseguida. En ese momento el lector puede saber perfectamente por donde va a ir la trama amorosa, pero me hace gracia que Julia (y la propia autora) se esfuercen tanto en intentar disimular que es un instalove. A partir de aquí, la narración alterna entre el pasado de Elisabeth y el romance de Julia porque básicamente su vida se convierte en pensar en este chico y apenas sabemos nada más de este personaje. Del romance no voy a hablar porque es un topicazo tras otro, así que despertó en mí cero interés. Pero cuando Julia no está con su chulazo (que ya veis, no me acuerdo ni del nombre), se dedica a investigar el pasado de Elisabeth y esto fue lo más interesante, pero se me quedó corto, demasiado simple. Además, durante la investigación ocurren ciertas cosas como que el chulazo, que es policía, puede acceder con libertad a los informes acerca de esa casa y de esa familia y sacarlos de comisaría para dárselos a Julia y que ella los lea. No sé mucho acerca de leyes, pero ¿eso no es ilegal? ¿De verdad un policía puede ir enseñándole a quien quiera informes policiales?

Hasta prácticamente el final la novela fue aburrida, predecible, con personajes planos, superficiales e incongruentes y el supuesto misterio que envuelve la figura de Elisabeth y los fantasmas de la casa estaba muy mal trabajado y no despierta ningún interés en el lector. Fue ya de cara al final, cuando comienza a desentrañarse todo, que empieza a ponerse interesante. Cuando se descubre lo que pasó en aquella casa, me di cuenta de que la historia de los Boîte era muy interesante y de que, en realidad, el misterio que envuelve a esta familia era muy bueno. El problema es que la autora no ha sabido explotarlo bien y ha hecho que una trama que podía ser atrapante de principio a fin se haya convertido en una novela sosa y aburridísima. Es decir, es ya en el final donde la novela se pone interesante y donde consigue enganchar. Y, aunque he comentado que hay elementos que son muy predecibles y que se veían venir desde el principio, el giro que toma la historia en las últimas páginas consiguió sorprenderme para bien.

Si os gustan las historias de fantasmas en casas siniestras, hay mejores novelas que esta para disfrutarlas. Aunque Mujer fantasma tiene un misterio que, cuando se resuelve, te das cuenta de lo complejo e inesperado que es, la prosa deja mucho que desear, los personajes no están bien construidos, la mayor parte de la novela es muy aburrida y, en general, es una historia que pasa sin pena ni gloria. Es una lástima porque la verdadera historia de Elisabeth Boîte y de cómo terminó viendo fantasmas al final merece mucho la pena, pero el libro falla en todo lo demás.