"Cordeluna", Elia Barceló

Título: Cordeluna

Autora: Elia Barceló

Editorial: Edebé

Año de publicación: 2007

Páginas: 346

Sinopsis: Mil años atrás una historia de amor quedó truncada por la desgracia y una maldición. Un poder tan maligno que había conseguido retener a sus espíritus generación tras generación. Y mientras tanto, los amantes esperan..., condenados a reencontrarse y a perderse por culpa de los celos y el odio. El caballero y la dama. El guerrero y la doncella. Hasta que tal vez un día, tal vez en nuestra época, siglos después, un poder superior y benigno consiga romper el maleficio Apasionante novela que combina historia y fantasía, amor y maldad, brujería y religión, de la mano maestra de la escritora Elia Barceló, conocida como la "Dama Negra" de la literatura española y ganadora en dos ocasiones del Premio EDEBÉ de Novela Juvenil.

Esta novela es una de esas que no conoces, pero acaba en tus manos a causa del azar. No tenía ninguna expectativa ni ningún tipo de referencia, tan solo sabía lo que la sinopsis me ofrecía y, al verdad, la trama me pareció bastante interesante por lo que decidí darle una oportunidad.

Cordeluna se divide en dos tiempos, en el pasado (hace unos mil años) y el presente. En el pasado, se nos narra la expulsión por parte del rey castellano Alfonso VI de Rodrigo Díaz de Vivar (el Cid) por ser acusado de robar. Debido a este agravio, es exiliado del reino. Un grupo de hombres fieles le sigue, alrededor de seiscientos, y se van con él al destierro. Entre esos hombres se encuentra Sancho, el protagonista en esta línea temporal. Sancho es un joven muy fiel a sus ideales y que pone la honra, la gloria y el honor por encima de todo. Por eso, cuando su señor es exiliado, él no duda jamás de la nobleza de Rodrigo ni de la falsedad de semejantes acusaciones y se va con él sin pensarlo, dejando atrás una vida prometedora y una posible relación favorable con doña Brianda, una viuda rica gracias a las posesiones de su marido y que se ha encaprichado con él. Mientras está con el Cid, se dedican a recuperar las tierras castellanas invadidas por los moros y a ganar fama y gloria en la región, para que su nombre no se olvide y para que el rey se arrepienta de haber expulsado a su mejor caballero. En un descanso de esas incursiones, Sancho regresará a Castilla, a una reunión de la nobleza donde se reencontrará con doña Brianda. Allí, conocerá a su hijastra, Guiomar, de la que se enamorará de inmediato, tan solo con verla. Ese flechazo será mutuo y en ese mismo instante planearan su boda. Ambos saben que obtener el visto bueno del rey y la bendición de los demás para el enlace es complicado. Sancho tan solo es un hidalgo a las órdenes de un caballero que está en el exilio y no tiene nada que ofrecer, más allá de su valentía y su honor. Por su parte, Guiomar pertenece a una buena familia y Brianda ya tiene planes para ella, por lo que no aceptará que se case con alguien como él, y menos teniendo en cuenta que Brianda desea a Sancho para ella. Por lo tanto, ambos amantes saben que su unión es imposible y tendrán que llevarlo en secreto, pero seguirán adelante porque su amor era más grande que los impedimentos exteriores. Además, Sancho se está abriendo una buena reputación y alcanzando renombre gracias a su espada, Cordeluna, un arma magnífica que ha pertenecido durante años a su familia, que le fue arrebatada a un moro en combate y que, además, parece ser mágica y brillar con luz de luna, dotando a Sancho de una fuerza en el campo de batalla nada envidiable. Cordeluna arrastra también una leyenda trágica en la que su dueño primigenio perdió a su amada y se vengó masacrando a todos aquellos que impidieron su felicidad. ¿La historia se repetirá con Sancho y Guiomar? ¿Podrán cumplir su sueño o los celos de Brianda desbaratarán todos sus planes?

En cuanto al presente, Gloria es una joven a la que le apasiona el teatro y que quiere ser actriz. Ha sido seleccionada entre los mejores para realizar un documental sobre la vida del Cid Campeador. Para ello, se ha organizado un campamento en un monasterio medieval donde recibirán no solo clases de actuación, baile y demás destrezas para llevar a cabo el documental, sino que, también, todos los alumnos deberán vivir como vivía la gente española en la Edad Media. Debían vestirse como en la época medieval, sin teléfonos ni acceso a internet, durmiendo en habitaciones sobrias y con las comodidades justas... De esta forma, se podrían meter mejor en el papel. En el campamento, Gloria conocerá a Sergio. Nunca antes se habían visto ni habían hablado, pero, al verse por primera vez, sienten una conexión inmediata, como si se conocieran desde hace muchísimo tiempo. Ninguno saber por qué, pero parecen sentirse tremendamente atraídos el uno por el otro. Además del presentimiento de que ya se conocen, Gloria comienza a tener unas pesadillas muy vívidas y levantarse con dolores en la frente y en el cuerpo. Sin embargo, parece que ella no es la única y que otras personas del campamento, incluido Sergio, están teniendo también esas pesadillas recurrentes. Parece ser que los espíritus tienen cuentas pendientes y que han regresado para saldarlas.

Como podéis apreciar, la trama es muy interesante. Dos historias de amor divididas por mil años de antigüedad terminan convergiendo en el presente. Por un lado, tenemos la relación de Sancho y Guiomar en la época del Cid, en la que no quiero profundizar para no caer en spoilers. Por otro, nos encontramos con Sergio y Gloria que, de alguna manera, parecen estar replicando esa leyenda mientras se preparan, precisamente, para grabar un documental acerca de las hazañas del Campeador. A pesar de esto, Cordeluna no me ha gustado como yo esperaba.

En mi opinión, lo mejor de este libro es la ambientación. Aunque me leí la leyenda del Cid Campeador hace muchos años y no recuerdo todos los detalles, sí que puedo decir que la ambientación medieval de esta novela está muy lograda. La autora consigue que nos metamos en la piel de las gentes de la Edad Media española y que nos acerquemos a sus costumbres y sus creencias. Es por esto y por esta fidelidad, que en ocasiones la narración es racista y machista, algo que al principio me chirriaba, pero que es normal si tenemos en cuenta la época en la que está basada. Aun así, me han sorprendido para bien alegatos como el siguiente de doña Brianda:

Se preguntó, como tantas veces, por qué Dios había impuesto ese castigo a las mujeres, por qué, siendo como eran más listas y más fuertes que ellos, tenían que estar siempre supeditadas a los varones, pasando por el horrible dolor de los partos; por el más horrible todavía de perderlos aún niños, o ya adultos, en combate; por la espantosa humillación de no poder decidir nunca sobre su propia vida: primero atadas al padre, luego al marido, luego a un hijo, o a un hermano.

Brianda no creía que aquello hubiera sido una decisión divina. Aquel injusto reparto de tareas no podía ser voluntad de Dios. Y lo que resultaba evidente era que, aunque nunca pudieran librarse del dolor que les imponía la naturaleza de sus cuerpos, todas las otras humillaciones eran una decisión masculina. Los guerreros eran hombres, los clérigos eran hombres, los reyes casi siempre eran hombres. Y todos ellos temían a las mujeres; por eso trataban de mantenerlas en la ignorancia y les robaban la voz y la voluntad.

Esta reflexión por parte de este personaje que, recordemos, se considera privilegiada, me ha parecido magnífica porque, a pesar de estar enmarcado en la Edad Media, una época eminentemente machista, la autora nos ha introducido a una mujer fuerte que es consciente de la inferioridad de su género.

Por tanto, como digo, la ambientación está muy lograda. No solo eso, sino que la autora introduce también explicaciones breves y concisas, pero muy clarificadoras, necesarias para comprender determinados elementos o conceptos y que, así, el lector esté informado en todo momento de cuestiones medievales necesarias para entender qué se está leyendo. Este tipo de aclaraciones no lo hace solo cuando estamos desde el punto de vista de Sancho, sino también en el presente, mediante las clases que reciben los actores y las actrices.

Mi principal problema con esta novela ha sido la narración y el estilo de la autora. En mi opinión, aunque las descripciones de históricas están muy logradas y hacen que seas capaz de meterte en ambiente, no lo siento así con la descripción del resto de escenas. Me ha parecido que la forma de narrar de la autora es muy superficial y que eso no me ha permitido ser capaz de meterme en la piel de los personajes, sentir lo que ellos sienten y comprenderlos como me hubieran gustado. Por eso, todos los personajes me han resultado bastante indiferentes y he sido incapaz de conectar con ellos y con sus sentimientos. Esto se nota mucho, por ejemplo, en las escenas románticas. Como he dicho al principio, Sancho se queda prendado de Guiomar nada más verla y lo mismo sucede con Gloria y Sergio. Aunque el instalove de Gloria y Sergio tiene sentido, la autora ha intentado que el de Sancho y Guiomar fuera al más puro estilo Romeo y Julieta (es que os viene esa escena de inmediato a la cabeza), pero se ha quedado en eso, en un mero intento porque esa escena no transmite nada. No transmite pasión, amor, adoración, locura, nada. Nada de lo que se supone que deberíamos sentir en un instante que es crucial para el resto de la novela. Ese es el problema que he encontrado en todo el libro, que no me ha transmitido nada, simplemente porque la autora no ha sabido hacerlo mediante su narración. Y por mucho que la trama esté bien y sea ciertamente original, eso no sirve de nada si no eres capaz de reforzarlo con tu forma de escribir.

Al igual que el amor entre los personajes no es creíble, hay otras cosas que tampoco lo son o que están tan escasamente justificadas que parece que están escritas pues un poco porque sí. Por ejemplo, lo que hace Brianda está muy cogido por los pelos porque la autora intenta justificarlo, pero como que se queda a medias, precisamente por eso que he comentado, porque la narración es muy superficial. Nunca conseguimos llegar al fondo de los personajes ni tampoco entenderlos. Otro problema derivado de esta superficialidad es que los personajes son bastante planos y arquetipados. Son clichés con patas, vaya. Y no se libra ni uno. Sancho es el típico Romeo que muere de amor y que, una vez conoce a Guiomar, solo abre la boca para hablar de ella. Por su parte, Guiomar es tan perfecta que se la representa como ángel inalcanzable (Julieta). Brianda es la mala malísima porque es una mujer caprichosa que con su posición cree que tiene derecho a enamorar a quien quiera y, si no sucede así, se enfada y hace lo que sea por conseguirlo. Aunque, todo sea dicho, lo cierto es que muchas cosas de las que les ocurren a los personajes terminan siendo justificadas mediante la magia de la espada, justificación que, al menos para mí, me parece bastante pobre y más teniendo en cuenta cómo está construida esta novela en general. Realmente son los únicos personajes que se pueden rescatar porque el resto pasan sin pena ni gloria y están ahí más bien para completar. En cuanto a sus iguales en la actualidad, pues básicamente son una copia, pero ya no en el medievo, así que no hay mucho que comentar.

Otra cosa que tampoco me ha gustado es qué pinta la espada Cordeluna en todo esto. Es la que da título a la obra, con lo cual yo me imaginaba que sería la protagonista principal y que tendría una gran relevancia. Pues no ha sido así o, al menos, yo no lo he sentido así. Digamos que la justificación de la importancia de la espada estaba metida con calzador. Es más, este elemento es tan irrelevante que, si se eliminara del libro, la trama no cambiaría o no cambiaría mucho. Realmente, Cordeluna adquiere una relativa importancia hacia el final de la novela, lo cual resulta, a mi modo de ver, bastante decepcionante.

En cuanto al desenlace... no sé, es que este libro ha sido tan precedible de principio a fin que tampoco puedes esperarte grandes revelaciones. Siento que la autora ha "abusado" de la magia de Cordeluna para explicar ciertos fenómenos y para justificar ciertos incidentes. Como cuando lees una historia donde el/la protagonista tiene superpoderes y puede hacer con ellos absolutamente cualquier cosa, algo así. Todo esto hace que, a pesar de que es un libro corto, se me haya hecho bastante lento.

¿Debería leerlo?

Iba sin expectativas y menos mal. El punto de partida y la idea inicial de esta novela están bien, pero siento que la autora debería haberle dado más trasfondo no solo a la historia, sino también a los personajes. La ambientación está muy lograda (es más, si sois de Latinoamérica y no estáis familiarizados con la historia de España podéis leer este libro sin problema), pero no compensa el resto de fallos. Ha intentado hacer una mezcla de Romeo y Julieta con obras medievales españolas y un toque de magia y fantasía que no le ha salido bien. Se ha quedado en un libro muy predecible con una trama que parecía ser mucho más compleja e interesante, pero que ha terminado siendo bastante superficial y sencilla.