"Ángeles caídos", de Susan Ee

Hola, hola. He decidido darle un toque de color a la ficha técnica y distinguirla del resto de la reseña, ¿a que me ha quedado cuqui? A partir de ahora, las reseñas tendrán esta cajita para la ficha técnica. Si tengo ganas y me apetece, haré lo mismo con reseñas más antiguas, pero de momento solo serán las nuevas. Y sin más, ¡comentemos el libro!

Título: Ángeles caídos (El fin de los tiempos #1)

Título original: Angelfall

Autora: Susan Ee

Idioma original: inglés

Saga: El fin de los tiempos

Editorial: Gran Travesía (Océano)

Año de publicación: 2014

Páginas: 358

Sinopsis: Han pasado seis semanas desde que los ángeles del Apocalipsis descendieron para demoler el mundo moderno. Las pandillas callejeras gobiernan los días mientras el miedo y la superstición controlan la noche. Unos ángeles guerreros se llevan consigo a una indefensa niña pequeña, pero Penryn, su hermana de diecisiete años, hará lo que sea para recuperarla. Cualquier cosa, incluso llegar a un pacto con un ángel enemigo. Raffe es un ángel que se encuentra a punto de sucumbir a manos de otros ángeles rivales y sin alas con las que defenderse.

Después de librar sus propias batallas durante eones, se encuentra a sí mismo siendo rescatado de una situación desesperada por una adolescente medio hambrienta. Viajando a través del ahora oscuro y retorcido Estado de California del Norte, solo se tendrán el uno al otro para sobrevivir. Juntos, viajarán al bastión de Los Ángeles en San Francisco, donde ella lo arriesgará todo para rescatar a su hermana y él se pondrá a merced de sus más grandes enemigos para recuperar su grandeza perdida.

Tengo una cierta obsesión por temas angélicos. Sí, tengo obsesión por bastantes cosas, qué le voy a hacer. Vi este libro en varios blogs como recomendado y en otros tantos, como próxima lectura, así que me picó la curiosidad. Por un lado, que salieran ángeles me atraía demasiado como para ignorarlo. Además, ya me he leído sagas de este estilo como Halo, que me gustó bastante, o Hush Hush, de la que prefiero no hablar :D Ángeles caídos fue regalo de Reyes y tenía que elegir yo el libro, así que tuve a mi pobre novio media hora dando vueltas detrás de mi mientras mis manos estaban llenas de títulos y yo trataba de decidirme. Algo que me echó un poco para atrás al principio, fue descubrir que se trataba de una trilogía. En mi experiencia, siempre he encontrado que a partir del segundo libro (especialmente si es una saga), estos bajan considerablemente la calidad. Eso o que a cada paso que da el autor/a yo tengo más expectativas que luego se desmoronan. Por eso, en esta ocasión quería comprarme un libro autoconclusivo.

Mi idea era adquirir de una vez Silber de Kerstin Gier, ya que su trilogía Rubí me enamoró y tenía ganas de pillar su última novela. Pero tras no encontrarlo y que el resto de libros de los estantes no me llamaran tan poderosamente la atención como la obra de Susan Ee, sucumbí a la tentación rezando porque el libro mereciera la pena al final. Y, sobre todo, rezando porque la trilogía completa me gustara y no terminara siendo una decepción. Semanas después de estar en la estantería cogiendo polvo hasta que encontrara un hueco, puedo decir que me lo he terminado en cuatro horas y OH DIOS MIO. Pero empecemos por el principio.

Comenzamos la historia en un entorno postapocalíptico donde Penryn, la protagonista adolescente, tiene que cuidar de su madre esquizofrénica y de su hermana paralítica y postrada en una silla de ruedas. Este inicio y desastre familiar ya me indicó que esta novela no iba a ser la típica relación ñoña y romanticona donde el único objetivo de la chica es ligarse al ángel buenorro. Puede que suene un tanto desalmada, pero me gustó mucho cómo se planteó la situación familiar de Penryn, porque eso ya nos da una pista de que esta muchacha tiene mucho que aportar. Y vaya si ha aportado.

Cuando están huyendo de su casa en busca de un nuevo escondite, amparadas en la oscuridad para evitar que las pandillas callejeras las detecten, son sorprendidas por una pelea entre varios ángeles fornidos que tratan de matar a otro de su especie. Esta situación termina con las alas de este último cortadas, lo que le deja moribundo y tirado en el suelo. En un momento de descuido, uno de esos ángeles las verá y secuestrará a la hermana pequeña, Paige, sin que Penryn pueda hacer nada por evitarlo. Así pues, decide rescatar y ayudar/secuestrar al ángel para que este la lleve hasta donde tienen retenida a su hermana, separándose así de su madre. Penryn curará sus heridas de la espalda y esperará impaciente hasta que se recupere y despierte para poder obtener de él lo que necesita. Raffe, que así se llama, aceptará a regañadientes ayudarla a encontrar el nido donde está Paige, ya que él necesita llegar allí para puedan coser sus alas de nuevo. Así, formarán equipo y tratarán de sobrevivir mientras el mundo se desmorona a su alrededor y el resto de ángeles ejercen su violento influjo sobre los humanos.

A pesar de no soportarse y de ser una relación forzada por las circunstancias, se guardan las espaldas y protegen mutuamente, logrando así sobrellevar los continuos peligros que les acechan según se van acercando a San Francisco, ciudad donde los ángeles han construido su nido. En su camino, Penryn tratará de averiguar lo máximo posible acerca de estos seres alados y sorprendemente crueles, así como descubrirá que la humanidad no se ha rendido ante esta particular invasión y planea seguir luchando para reclamar lo que les pertenece.

Nunca antes lo había pensado, pero estoy orgullosa de ser humana. Somos tan imperfectos. Somos tan frágiles, confusos y violentos y luchamos contra tantos problemas. Pero después de todo, estoy orgullosa de ser Hija del Hombre.

Sin duda, me han fascinado tanto los protagonistas como la historia y la manera en que Susan Ee la ha planteado y escrito. Como dato curioso, este libro lo autopublicó la autora en Amazon y tuvo tanto éxito, que en seguida pasó a ser vendido en su formato físico. Penryn es una chica muy fuerte, pero fuerte de las de verdad, no de las que fingen serlo en el resto de novelas juveniles. Su madre la apuntó a diversas clases de defensa personal cuando era pequeña, por lo que sabe cuidarse sola. Lo que más me ha gustado es que la autora ha sabido destruir los clichés que pueblan esta clase de novelas románticas y construir una historia fascinante. No todos los tópicos han sido desechados, algunos se mantienen porque son necesarios para el desarrollo de la trama, pero son mínimos y coherentes. El rol invertido de chico-protege-a-chica me ha enamorado. Es Penryn la que carga todo el peso sobre sus hombros, en parte porque es lo que ha hecho desde que su padre los abandonó y tuvo que encargarse ella de su familia.

Ella será la que luche y sea valiente cuando es necesario, derribando a los contrincantes que salen a su paso. Será ayudada por Raffe, por supuesto, pero no será este el que siempre tenga que rescatarla y ponerse delante de ella para recibir los golpes en su lugar. Es más, en varias ocasiones será ella quien tenga que sacar al ángel de los apuros. Casi lloro de emoción al ver lo fuerte que es y el carácter de Penryn, os lo juro. Es la primera chica no inútil que protagoniza un libro de estas características y eso ha hecho que devorara Ángeles caídos y tan solo deseara saber más y más hasta llegar al desenlace. Por su parte, Raffe sí que está más estereotipado y cumple el papel de tío bueno de la novela. Cosa lógica si tenemos en cuenta que es un ángel y, como tal, no puede tener cualquier aspecto y tiene que cumplir determinadas características. Es un chico apuesto y con músculos marcados, frío y distante pero que cuida de Penryn. El peligro de los conflictos recaen en ambos con equilibrio y se podría decir que los dos son igual de fuertes y de capaces; aún así, es lógico que existan enemigos a los que Penryn no puede enfrentarse y de los que Raffe tiene que encargarse.

Otro aspecto que me ha resultado maravilloso, ha sido que la novela no ha sido una descripción constante de los ojazos azules del ángel, su cuerpo tonificado o lo guapo y varonil que está cuando reparte caña. Es decir, no ha habido un exceso de babeo por parte de Penryn como viene siendo habitual en esta clase de literatura. Sí, hace referencias al aspecto físico de Raffe, pero son las justas para que los lectores nos hagamos una idea de cómo es. También es cierto que se nota que a ella le resulta atractivo, pero no de manera evidente ni recalcable, son comentarios muy puntuales. Sus diálogos están cargados de ingenio e ironía, a pesar de que no abundan. Raffe no es de lo más elocuente y Penryn gasta sus energías en ir hacia delante y avanzar en su camino hacia el rescate de su hermana, por lo que solo conversan cuando es necesario.

Respecto a los secundarios, no solo existen para realizar un papel determinado. Están muy bien definidos y desarrollados, con personalidades propias. Son muy humanos, al igual que los protagonistas, y podemos congeniar con ellos. En concreto, me ha gustado mucho la madre esquizofrénica. Está muy lograda y bien caracterizada, apareciendo en acción cuando menos te lo esperas y actuando de manera inesperada y sorpresiva, como cabría esperar de alguien de su condición.

En cuanto al final, ha sido alucinante y para nada evidente. El lector se pasa la mayor parte de la narración con un "qué pasará" en los labios, tratando de averiguar sin demasiado éxito  qué se traen realmente los ángeles entre manos, acompañando a Penryn en sus investigaciones. No obstante, os aseguro que no estaréis preparados para lo que ocurre al llegar al desenlace... Probablemente os quedéis con la boca abierta y, al igual que yo, deseando hincarle el diente a su segunda parte, la cual ya está publicada en Latinoamérica y espero que llegue pronto a España.

Antes de terminar con el análisis de este título, me gustaría señalar algo. En algunas reseñas he leído que el punto negativo de Ángeles caídos es su traducción, ya que está muy mal hecha. Este libro está editado en Latinoamérica y se ha comercializado en España con la traducción que se ha hecho en este país por lo que, a pesar de que el texto está en un español neutro, algunas expresiones o formas gramaticales son típicamente latinas. Es cierto que a mi también me sorprendió que al venderlo aquí, la sede editorial de Océano no modificara la traducción en estos aspectos para adaptarla a su público europeo. Sin embargo, esto no es un punto negativo, simplemente no estamos acostumbrados a leer novelas juveniles con los dejes mexicanos que se observan aquí. No voy a negar que según iba leyendo, algunos fragmentos me chirriaban, en especial los diálogos ya que los veía poco naturales y poco "cercanos". Pero de ahí a calificar la traducción como pésima hay un trecho.


¿Debería leérmelo?


En cuestiones de tipos alados con bonitas plumas blancas, es el mejor libro que me he leído. Así que si os gustan los chicos malos voladores, tenéis que hacerle un hueco en vuestra estantería. Es ágil, llenito de acción, ligero de leer, con personajes muy bien perfilados y cercanos, valientes y con personalidad. No hay mucho romance, tan solo se perfila, algo que agradezco infinitamente porque aborrezco los instalove (me hace mucha gracia ese término). Tan solo espero que El mundo del mañana, la segunda parte de esta trilogía, mantenga la calidad con respecto a su predecesor y no sucumba al amorío adolescente. Tengo muchas esperanzas puestas en Susan Ee y sería una decepción absoluta que la relación pasara a ser esencial y esto cambie de alguna forma a los personajes y la historia. Espero de verdad que no sea así. Además, el final deja millones de interrogantes abiertos y quiero saciar mi curiosidad cuanto antes. Océano, date prisa y distribúyela en mi país porque la necesito entre mis manos.