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viernes, 6 de febrero de 2015

Cuéntame tu historia X - El diario de Marianne


¡Hola, soñadores!

Una nueva entrada de nuestra iniciativa, y, con ella, una nueva historia. Para esta décima edición de Cuéntame tu historia os voy a cambiar un poco la perspectiva. Pronto se acerca San Valentín, así que he hecho un relato relacionado con esta temática, pero eso no es lo que realmente busco. Lo importante de este relato, así como del vuestro, es que escribáis en forma de diario secreto. Seguramente todos hayáis leído/escrito alguna vez un diario, así que os dejo las normas a vuestro criterio, así como el personaje y la temática (podéis repetir, incluso, como estoy haciendo yo con ciertos personajes que aquí vuelven a hacer acto de presencia).

¡Mucho ánimo!

El diario de Marianne

¡Hola, Diario!

Como cada día desde hace ya unos meses, aquí me tienes otra vez, escribiéndote sobre mi vida. Aunque antes te la hubiera presentado como bastante monótona, la verdad es que, como bien sabes, últimamente han sucedido cosas bastante emocionantes. La más de todas, mi primera cita con Alexis…

¡Me da tanta vergüenza hablar de esto, aunque sea en un papel! No sé por qué, si simplemente es una experiencia más en mi vida, pero hay algo en Alexis que hace que todo lo que esté relacionado con él se vuelva increíblemente… ¿excitante? ¿Apasionante? No sé… (suspiro).

Ya sabes que salí con él para conocerle después de que hablásemos durante un tiempo por Internet. Era algo completamente informal, ya sabes, un café y esas cosas que la gente suele hacer para conocerse un poco mejor y tal. Y, bueno… A partir de ahí, quedamos un par de veces más, pero, a pesar de lo que digan Laila y Sheryl, no creo que fuesen citas. Simplemente paseamos por la ciudad y tomamos algo en una cafetería. Nada fuera de lo común, según mi criterio. Es posible que hayan sido pre-citas, una forma de tomar contacto y saber si realmente encajamos más allá de lo que vemos cada día a través de Internet, aunque ya desde la primera vez quedó claro que nos entendíamos bastante bien sin las pantallas y el teclado.

Bueno, para no aburrirte con detalles innecesarios, voy a tratar de resumir lo máximo posible mi cita de anoche con Alexis. La verdad es que estaba tan nerviosa, que dudo que pueda recordar algo con claridad y objetividad pero, ¡allá va!

Alexis me había dicho que quedásemos más tarde de los habitual, sobre las ocho y media de la noche, lo cual me sorprendió. Y estaba también muy intrigada porque no me quería decir adónde íbamos. Insistía en que era una sorpresa. Nunca me han gustado las sorpresas porque son algo que no entiendo muy bien. La gente genera unas expectativas con respecto al regalo que van a hacer, pensando que le va a gustar a la otra persona y cosas así, cuando no hay datos que puedan confirmarte eso antes de que entregues el regalo, con lo que la mejor manera de no fallar es pedirle a la persona que te acompañe y elija algo. Pero parece que eso le resta el factor sorpresa…

Siguiendo con la cita. Alexis me recogió en casa de la señorita Llamas, pues en cuanto se enteró de que había una “sorpresa”, decidió acicalarme especialmente para la ocasión. Me prestó uno de sus vestidos antiguos. Uno bastante provocativo, la verdad: Escotado por detrás hasta la parte baja de la espalda, con un lazo entre los hombros, mangas translúcidas y corte charlestón, color cielo nocturno (brillaba y todo como si tuviera estrellitas en vez de brillantina). Es una combinación muy curiosa así descrito, pero puesto queda fantástico, te lo aseguro. Nunca en mi vida me vi tan guapa y, secretamente, me preguntaba cómo me vería Alexis y deseaba que me encontrase hermosa. No se podía hacer mucho con mi pelo, pero la señorita Llamas consiguió, a base de horquillas, hacerme un recogido que describió como “encantador”. Yo no sabría describirlo de ninguna forma en especial, era un recogido, no podía ver cómo me quedaba directamente, sino a través de los reflejos de dos espejos. Y el maquillaje… Prefiero no hablar de eso. Aún no estoy segura de si me gusta o no llevar maquillaje encima. La verdad es que me siento un tanto vulnerable y cómica con esa capa de polvos sobre mi piel.


Pues bien, me llevó en su BMW hasta un restaurante de estos elegantes en otra ciudad. Por fortuna, conozco las normas de etiqueta gracias a que investigué hace tiempo sobre las mismas para saber cómo comportarme en diversas situaciones de interacción social. Así que para mí no fue un problema saber qué copas y cubiertos usar, cómo comer adecuadamente, qué alimentos pedir… Lo cual pareció sorprender gratamente a Alexis: sonrió ante mi explicación. Y yo estaba encantada con esa reacción por su parte.

El único problema que encontré en la cena formal, que, por ser de tal calibre, considero una primera cita, fue que en todo momento me encontraba como si hubiera estado corriendo recientemente. Todo mi sistema nervioso se encontraba activado, y creo que sentí eso que llaman popularmente “mariposas en el estómago”, por lo que antes del postre tuve que disculparme e ir al baño. Es algo socialmente aceptado que la mujer vaya al aseo en un descanso en la comida para poder arreglarse el maquillaje y demás. Yo me sentía en ese momento totalmente sofocada: había conseguido mantener una conversación coherente e interesante con Alexis, a la par que agradable, pero cada vez me encontraba más nerviosa, y tenía que huir para recobrar el aliento de alguna manera.

Ahora me pregunto si acaso era que la situación se escapaba a mi control o si acaso inconscientemente esperaba que sucediese algo trascendental, o que me estoy volviendo una persona normal. No sé exactamente qué era, pero tuve que lavarme la cara y quitarme hasta la última mota de maquillaje, y deshacerme de aquellas hirientes horquillas que se clavaban en mi cabeza. Al final, al mirarme en el espejo, tenía un aspecto mucho más demacrado, mucho más yo, y me sentí en parte aliviada y en parte decepcionada. Recuerdo que pensé que esa imagen decepcionaría a Alexis.

Al salir del baño y encaminarme hacia el salón con una incómoda sensación desoladora, pude observar momentáneamente a Alexis recostado relajadamente en su asiento, con la mirada en el techo y tamborileando los dedos en la mesa mientras con la otra mano tomaba unos sorbos de algún tipo de licor, whisky seguramente, por el tipo de copa. Me embelesó ese ritmo de que marcaban sus dedos, casi podía oír la música que se deslizaba entre ellos y sentía ganas de bailar.

Cuando me vio lo primero que dijo no fue que había tardado mucho sino que estaba así mucho más guapa, porque era realmente yo. Eso me alegró mucho. Lo sé porque pude respirar de nuevo con tranquilidad, y sentía cómo todo mi cuerpo se inflaba y surgía una sonrisa en mi rostro. Ahora que lo pienso, me da un poco de vergüenza. No controlar mi cuerpo a veces resulta un tanto agobiante.

A partir de ahí recuerdo que me llevó a una heladería que le gustaba mucho, y me compró un helado de frambuesa que estaba delicioso. Y, bueno… Fue especial la noche. Sí. Me llevo a casa y ya. Y me encantó que fuese todo tan normal.

Cuando se lo conté a Leila y Sheryl me preguntaron cosas como si nos besamos y tal, y se decepcionaron un poco al ver que no había sucedido. Pero yo me siento realmente genial y espero con ansias la próxima vez que nos veamos. En esta ocasión he decidido que seré yo quien le dé una sorpresa, pero aún no he decidido cuál. Ya o iré viendo, ahora mismo, una plancha del pelo de Sheryl está esperando de mis cuidados para volver a funcionar correctamente.

¡Hasta otra ocasión, Diario!
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Y hasta aquí el relato de hoy, ¡espero que os haya gustado y que os animéis a escribir!


PRÓXIMO PERSONAJE: 20 de febrero


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Trocitos de nuestra historia

M.A. Álvarez: La hija del granjero


6 comentarios:

  1. Me encanta la naturalidad con lo que los has escrito, parece totalmente real ;D
    No se si os lo habré dicho alguna vez, pero me encanta las canciones que teneis puestas, son una preciosidad, un besooo
    Lena

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    1. ¡Hola, Lena!

      Gracias, pretendía que se notase como algo mucho más personal y característico de este personaje, ahora que voy conociendo mejor a Marianne (sí, a los personajes también hay que conocerlos y entenderlos para saber qué escribir y cómo xD).

      Y las canciones son algunas de nuestras preferidas. Las más suaves, para que no distraigan de la lectura de las entradas.

      ¡Gracias por leernos!

      Bss!

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  2. Aish, me ha encantado porque, como dice Lena, parece totalmente verídico, una cita natural y quién no se pondría nerviosa. Me ha faltado un baile, habría sido gracioso verlos bailar.
    La verdad es que me gusta que recuperes a Marianne porque yo le tengo mucho cariño también, y se la echaba de menos. Esperemos que su historia acabe bien.
    Te dejo por aquí mi relato de la iniciativa. Es más triste que este jajaja http://beyondawritersmind.blogspot.com/2015/02/relato-diario-verdades-escritas-duelen-mas.html
    ¡Un besín!

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    1. ¡Hola, Gema!

      ¡Gracias! Me alegro que te gusten la historia y Marianne^^ Y lo de bailar... La verdad es que no se me había pasado por la cabeza, me parece complicado escenificar un baile al detalle para darle vivacidad pero que no resulte tedioso de leer. Puede que algún día me atreva a describir alguna escena de baile.

      Y ya veremos si acaba la historia de Marianne~

      Bss!

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  3. ¡Hola! Tengo que decir que este relato me ha gustado mucho y también que me alegra leer más sobre la historia de Marianne. Me ha encantado la naturalidad con la que está escrito. He empezado a leerlo y cuando me he dado cuenta ya estaba en el final. Esa naturalidad lo hace envolvente. Me han encantado los pequeños detalles que humaniza mucho al personaje, como su reflexión sobre las sorpresas, el maquillaje o cuando describe que está nerviosa. Con lo del maquillaje incluso me sentí identificada, porque no soy de usar mucho y cuando tengo que llevarlo para algo me resulta raro (y tengo que acostumbrarme porque es verdad que a veces es necesario...). Muy bonito cuando ella sale del baño y Alexis le dice que le gusta más verla como a ella misma. Y en esa parte la descripción de lo que está haciendo él mientras la espera ayuda muchísimo a recrear la escena y enseguida se dibuja en la mente del lector.

    En conclusión, que me ha encantado y creo que todos esos detalles hacen que el personaje sea muy real, natural, y el relato despierta mucho la curiosidad para leerlo hasta el final.

    Y esta ha sido mi (larga) opinión jejeje :P. Os dejo el enlace a mi relato: http://auxilili.blogspot.com.es/2015/03/la-hija-del-granjero.html

    Un saludo!! :)

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    1. ¡Muchas gracias!

      Siempre procuro que mis relatos tengan visos de autenticidad, por muy inventados que puedan ser, y me alegra haberlo conseguido en esta ocasión.

      Ya he añadido (y leído) tu relato.

      Y a lo mejor consigo retomar a Marianne de nuevo en alguna otra ocasión...

      Bss!

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