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viernes, 6 de marzo de 2015

Cuéntame tu historia XI: La otra vida de Ena

¡Bienvenidos una vez más a nuestra iniciativa! Como ya dijimos en la entrada de avisos, a partir de ahora publicaremos el primer viernes de cada mes. Así que retomamos los personajes y sus aventuras una vez más, dispuestas a dejarnos sorprender por vuestras mentes despiertas :)



Personaje: poseedor de magia
Impulsiv@, divertid@



Es un personaje muy simple y muy recurrente. ¿Qué podéis hacer con él?



La varita refulgía. Los rayos de colores golpeaban contra las paredes de ladrillo, provocando sonidos sordos que se perdían en el eco del largo pasillo. Su cabello rojo como el fuego ondeaba por encima de su capa que la acreditaba como maga de tercer ciclo. Emitió un gruñido sobresaltado cuando una armadura hueca rodó por la escalinata de marfil que tenía enfrente. Soltó una maldición y se giró. Su compañera de habitación llegó a su lado, resollando.


-¿Cuánto crees que aguantaremos? -preguntó cuando se hubo repuesto de la carrera, mirando fijamente el otro extremo del pasillo.

-Hasta que mueran. - sus pensamientos iban a toda velocidad, buscando una escapatoria. Imposible si tenían en cuenta que estaban en un sexto piso y que dudaba de que su magia fuera suficiente para hacer que las dos levitaran.


Una figura incorpórea apareció gimiendo, seguida de otros tres que actuaban a modo de guardia personal. Aulló con una expresión terrorífica. Sus ojos estaban plagados de ira.


-Ena, no puedes matar a un fantasma.- su voz tembló.

Movió la cabeza y la corona de fuego se desplazó por sus hombros.

-Lo sé. -respondió con una enigmática sonrisa.


-¡No es momento de bromas! -pataleó el suelo a la par que ejecutaba un hechizo al grupo enemigo, que avanzaban flotando sobre el suelo.

-¿Qué mejor que divertirse si sabes que estás a punto de morir? -se encogió de hombros y alzó su varita por encima de su cabeza. Murmuró las palabras y un pequeño tifón se formó, envolviéndolas por instante para luego dispararse hacia los fantasmas. -No tienes sentido del humor, Nia.


El pelo moreno de su compañera se erizó por la electricidad del ambiente. Con cara de fastidio, comenzó a lanzar objetos a los fantasmas. Lo único que conseguía era que su frustración aumentara porque los atravesaba limpiamente.


-¿Sabes lo que me gusta de los fantasmas? -de la varita de Ena salían chispas azules que lograron derribar a uno de los incorpóreos, aunque en seguida se puso de nuevo en marcha. -Que no te pueden engañar. Sus emociones son transparentes -se giró rápidamente hacia su compañera, con una sonrisa pintada en la cara. -¿Lo pillas?


Un tapiz voló en su dirección y lo esquivó por poco, fintando en el último segundo. Nia respiraba agitada y tenía las mejillas arreboladas, el pelo salido de su habitual pulcra coleta alta.


-Me sigue pareciendo increíble que la alumna más prometedora de nuestro curso tenga el cerebro vacío en situaciones como esta. -masculló y volvió a concentrarse en el combate. Los fantasmas les ganaban terreno y pronto dejarían de tener espacio para retroceder.


Ena la miró divertida. Cuando una ráfaga helada le atenazó el pecho y la hizo tambalear, supo que era hora de ponerse seria. Su mente elaboraba estrategias a gran velocidad mientras su varita chisporroteaba con los conjuros de ataque y defensa. Un fantasma lanzó en su dirección varios trozos afilados de hielo y Ena escupió una maldición. Sin pensárselo dos veces, corrió hacia el nutrido grupo de espíritus, con su pelo rojo ardiendo tras ella.

-¡Ena!

Su grito se perdió en los gemidos contrincantes y los lamentos que lamían las paredes y las deshacían poco a poco. Ena esquivó los escombros según se precipitaban sobre ella. Concentró todas sus energías mientras las figuras temblaban de euforia al ver a su presa tan cerca. Las palabras del conjuro se acumulaban en su lengua, preparadas para salir en cuanto su dueña les diera permiso. Si hubiera sido Nia, se habría planteado el peligro detrás de aquel hechizo y todos los efectos negativos que podían surgir si lo materializaba. Pero no era Nia. La tranquilidad y la templanza no eran su punto fuerte ni nunca lo serían. Alzó la varita una vez más, derrapando sobre el suelo antes de chocar contra el que parecía el líder. Abrió la boca. Sus ojos brillaban. Había llegado la hora.

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-¡Ena! ¡Ena! ¡A cenar!


Las voces la sacaron de su trance. Volvió al mundo real con fastidio. El libro seguía abierto sobre su regazo, justo por la página en la que su alter ego había decidido al fin mostrarle al mundo sus habilidades mágicas a máxima potencia. Tan solo una frase. Una frase la separaba de desencadenar uno de los conjuros más poderosos y liberar al colegio de la amenaza de esos feos espectros. Pero su madre había roto la magia y la conexión se había roto. Colocó el marcapáginas y lo depositó con cuidado en la cama. A pesar de compartir el mismo nombre con su heroína favorita, no se parecía en nada a ella. Lo que más le entusiasmaba era su pelo rojo que parecía brillar como el cielo al atardecer. No como el suyo, que había intentado teñir mil veces para que se asemejara pero ni siquiera se acercaba al tono exacto.

-¡Ena!

-¡Ya voy! -gritó a su vez. Bufó con impaciencia. No había alternativa. Cenaría rápido y volvería a sumergirse en la novela. Deseaba más que nada vivir en ese mundo y escapar de su aburrida normalidad mortal. Deseaba más que nada ser la otra Ena.


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Confesad, ¿quién no ha querido ser Ena alguna vez e intercambiarse por personajes de libros? Yo mataría por vivir al menos durante un día una historia de cuento, con magia, elfos, unicornios, dragones (eh, Gema, guiño guiño) y esas cosas guays que en nuestro día a día no existe. Vendería mi alma al diablo. Sorprendedme una vez más pequeños padawans. Nos vemos en abril con la siguiente historia :)


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Trocitos de  nuestra historia

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PRÓXIMO PERSONAJE: 3 de abril

5 comentarios:

  1. ME HAS GUIÑADO!!! JAJAJA
    No en serio, me has matado, una historia sencilla pero con la que me vinculo mucho, yo muchas veces he querido ser así. En parte me ha recordado al "navegando entre palabras" (una de mis muchas iniciativas, no sé si la viste) y eso me ha dado una idea porque ya dije que la historia se me había ido de las manos e iba a ser algo grande. Puede que lo haga sobre eso.
    Por cierto, a ver cuando roleamos again.
    ¡Un besín!

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    1. Tú y tus múltiples iniciativas. Al final te van a comer, ya verás. TE HE GUIÑADO PORQUE NO SALES DE MI CABEZA *momento cursi con angelitos y arpas y esas cosas* Lo guay que estaría poder ser Ena. Pero la del libro.

      Buscaré algún ratito para mi Hipo <3 Un besito, vikinga!

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  2. ¿Qué te voy a decir que no sepas?
    Yo también tengo a mi alter ego escondido por ahi, pero en un mundo postapocalíptico jjejeej
    La verdad es que el principio del relato me ha absorbido por completo, es demasiado buenooooo
    Un besote
    Lena

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    1. ¡Ay, muchas gracias! Creo que es una historia con la que mucha gente puede identificarse. ¡Qué sería de nuestra vida sin libros! Un beso <3

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  3. ¡Hola! Me ha gustado mucho el enfoque de la historia, mezclando la realidad del personaje con la ficción de la historia que estamos leyendo. Y la parte mágica tiene todos los ingredientes de una aventura de fantasía. Lo que comentas al final sobre lo de vivir una historia de cuento y demás, yo creo que una experiencia muy cercana se puede conseguir con un buen videojuego jejeje (por poder interactuar directamente con la trama y todo eso).

    Aquí dejo el enlace de mi relato: http://auxilili.blogspot.com.es/2015/06/el-aprendiz-y-la-rana.html

    A ver si voy poniéndome al día, estas últimas semanas han sido muy intentas y no he tenido mucho tiempo, con lo que me gusta a mí esta iniciativa!!!!

    Un saludo :)

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