Desarrollador: Nintendo
Año de publicación: 2013
Género: Acción, Aventuras
Plataformas: Nintendo 3DS
Precio a la fecha de reseña: 40€
¿Disponible en español?: Sí
En la reseña que nos acontece vamos a hablar de The Legend of Zelda: A Link Between Worlds (al que voy a llamar a partir de ahora A Link Between Worlds porque me da palo escribirlo entero). Ocurriendo 200 años después de los eventos de The Legend of Zelda: A Link To The Past, el reino de Hyrule vuelve a hallarse en peligro. Yuga, un malvado pintor está convirtiendo a todas las descendientes de los siete sabios en cuadros. Como siempre, la tarea de pararle y salvar el reino de Hyrule recae en el bueno de Link. ¿Merecerá la pena acompañarle en esta aventura? Veámoslo en la reseña.
DISEÑO Y GRÁFICOS
Hablando de gráficos propiamente dichos sin meternos en el diseño, los de este juego son… podría decirse artísticos, llamativos, bonitos. No son unos gráficos espectaculares en plan de “se va a fundir la consola como la pongas más al límite” con unas resoluciones que harían llorar a cualquier ordenador decente, pero cumplen con creces su objetivo.
Respecto al diseño, se nota que está basado en A Link To The Past. La mayoría de enemigos y algunos jefes están basados en los de ese juego pero con diseños actualizados (sobre todo lo que han hecho es estilizarlos).
Y hablando de los escenarios, que se han inspirado es quedarse corto. Hyrule es, salvo algún pequeño cambio, EXACTAMENTE IGUAL al de A Link To The Past, pero sigue siendo variado. Tiene zonas boscosas, zonas desérticas, un gran lago, un monte… en cambio el diseño de Lorule (ya explicaré luego qué es Lorule) toma inspiración del mundo oscuro del A Link To The Past, pero tiene sus variaciones, y todos sus escenarios están basados en los de Hyrule con un toque más oscuro: donde antes había un bosque ahora hay un bosque bastante más macabro, la montaña ahora está completamente helada, el lago es una zona pantanosa y el desierto es aún más inhóspito (no es que los desiertos sean muy habitables de por sí, pero este es aún menos).
A la izquierda la casa de Link en Hyrule. A la derecha el equivalente en Lorule. Como podéis ver la arquitectura Loruliana es más vanguardista que la de Gaudí. |
La gracia de este juego es convertirse en pintura, así que también lo comentaré por aquí. Todo el follón relacionado con pinturas viene de la mano del malvado Yuga, que convierte a la gente en cuadros con un pincel encantado que tiene, y también es capaz de pintar enemigos en las paredes. Su estilo es bastante distinto del del resto del juego, mucho más simple y estilizado, con un aire incluso de pintura con acuarelas.
Pero evidentemente también hay canciones que son completamente nuevas, como la que es sin duda mi canción favorita de todo el juego. Esta es la canción que suena cuando tienes que infiltrarte a través de un laberinto en Lorule. Podría escribiros aquí un tocho de 500 palabras sobre por qué me casaría con esta canción pero aún me quedaría corto, así que lo dejaremos en que me gusta muy mucho.
Honestamente (y corregidme por favor si me equivoco), me parece un error que no hayan sacado la banda sonora entera en un disco o en iTunes. Sería capaz de montar la tienda de campaña delante de la tienda de turno solo para poder comprarla y disfrutarla de la misma manera que una chica prepubescente disfruta de un concierto de Justin Bieber: chillando mucho.
Tocando el tema de los sonidos, al igual que la música la mayoría de ellos están basados en el A Link To The Past y han sufrido una remasterización, y todos ellos cumplen con su labor perfectamente. Las “voces” (aunque ninguno habla realmente) de los personajes son adecuadas, los ruidos de los objetos son apropiados y ese sonidito de coger rupias sigue siendo igual de satisfactorio que siempre. Y cuando guardas en una veleta, hace un trino de pájaro (o de bicho posiblemente malévolo si estas en Lorule) que personalmente me gusta bastante.
JUGABILIDAD
Hora de meterle mano al tema de la jugabilidad. La saga de The Legend of Zelda es famosa, así que os hacéis una idea de cómo funciona más o menos la jugabilidad. Controlamos a Link, y nuestro objetivo es explorar mazmorras y acabar con los jefes que hay dentro de ellas. Esta fórmula se mantiene más o menos intacta en A Link Between Worlds, pero hay varios cambios que marcan la diferencia respecto a otras entregas de la saga.
En este juego Link cuenta con su espada y puede equipar además hasta dos objetos a la vez. Y es en los objetos en donde reside uno de los grandes cambios. Aunque para poder entender un poco donde está la diferencia tengo que presentaros antes a un personaje del juego: Ravio.
No puedo desvelaros mucho sobre su papel en la trama porque si no os la jodería de tal forma que tendría una masa de lectores furiosos buscando mi cabeza en la punta de una estaca en la puerta de casa. Lo que sí os puedo decir es que este grandísimo gorrón hijo de la gran simpático caballero monta una tienda de objetos en Hyrule. Concretamente en nuestra casa. Sin nuestro permiso.
No solo se adueña de nuestra casa sino que nos sabla que da gusto con los objetos. 800 rupias por un cetro, que daño hace la inflación al reino de Hyrule. |
Los que hayáis jugado a otros juegos de la saga pensareis “Pero si los objetos normalmente están en las mazmorras, ¿qué hacen en una tienda?”. Pues el hecho de que estén en una tienda es una de las principales diferencias. En otros juegos de la saga lo que hacías era avanzar en una mazmorra, encontrar un objeto dentro de ella y acabarla usando ese objeto. Y luego, con ese mismo objeto podrías entrar a la próxima mazmorra y así. Vamos, una progresión lineal.
En este juego no es así. Tras acabar la primera mazmorra en Hyrule (el Palacio del Este, tienes que completarlo el primero por obligaciones de trama) puedes completar las dos mazmorras que quedan en Hyrule en el orden que quieras. Y una vez acabes todas las mazmorras de Hyrule, las seis mazmorras restantes de Lorule son iguales. Tú eliges el orden en el que quieres hacerlas. ¿En qué se relaciona esto con la tienda? Pues en que para entrar en cada mazmorra necesitas un objeto en concreto. Por ejemplo, para entrar a la Mansión de los Vientos necesito un Báculo del Tornado. ¿Qué hago? Voy a la tienda y lo compro. Pero, ¿y si quiero ir primero a la Torre de Hera? Pues en vez de comprar el Báculo compro el Martillo. Y así con todas las mazmorras.
En Lorule más que veletas son cuervos, que gusto más siniestro tienen.
Aparte de explorar y hacer mazmorras (que eso está bien), Link tiene otras opciones. Puede buscar piezas de corazón para aumentar su vida máxima, puede buscar trozos de mineral maestro para mejorar su espada, puede buscar Maimais perdidos (una especie de molusquitos pequeños) para mejorar sus objetos o puede jugar a diversos minijuegos en Lorule: principalmente beisbol o una especie de arena en la que se enfrenta a muchos enemigos, ambos minijuegos usados para conseguir rupias. Rupias que vas a necesitar, por cierto. Lo he comentado un poco antes, pero los objetos en la tienda son carísimos, así que para comprarlos todos vas a tener que dejarte una buena pasta.
Link debutando en la Liga Profesional de Beisbol contra los Cefalópodos de Lorule.
Y con esto queda más o menos cubierta toda la jugabilidad. La trama no la he tocado porque personalmente opino que es bastante buena y que pierde mucho si os cuento sobre ella, así que si queréis saber sobre ella tendréis que jugar el juego vosotros (o ver videos en Youtube si queréis ser mas cutres).
¿DEBERÍA COMPRARMELO?
Hora del veredicto final. ¿Está A Link Between Worlds a la altura de nuestras expectativas y, lo más importante, a la altura de nuestros bolsillos?
Yo personalmente opino que es un señor juego y que deberíais jugarlo. Es posiblemente el mejor juego de Zelda para portátiles hasta la fecha, y uno de los mejores incluyendo a los de sobremesa, incluso a la altura de su predecesor (A Link To The Past) o del Majora’s Mask (pero siempre por detrás del intocable Ocarina of Time)
Sin embargo, como todo juego, tiene unas pocas pegas que quizás os echen para atrás. Es un juego que se aprovecha mucho de la nostalgia, con muchos guiños a juegos anteriores. Así que si por cualquier razón tenéis un odio irracional hacia juegos anteriores de la saga alejaos.
Además, el juego es bastante fácil. No es fácil de decir “podría pasarle la consola a mi perro y se lo pasaría en media hora”, pero sí que es fácil de que no vais a tener ninguna complicación excesiva en pasároslo. Así que si os esperáis un desafío que os deje llorando sangre, este no es vuestro juego.
Si lo que queréis es llorar sangre os recomiendo el Templo del Agua del Ocarina of Time. Eso sí que era dificultad y no lo que nos venden ahora.
Aun teniendo en cuenta estos aspectos negativos mi opinión sobre el juego sigue siendo muy positiva. Es un juego con el que me he divertido mucho, su trama me ha enganchado y su música me ha dejado pidiendo más, así que os sugiero, os recomiendo, os propongo e incluso os incito a comprarlo y jugarlo, o al menos a probarlo.
Así concluye nuestra reseña de hoy, chicos. Cualquier opinión positiva, negativa o neutral pero a ser posible no irrelevante que tengáis sobre esta reseña, este juego o mi persona la podéis realizar en la sección de comentarios.
lo probaré
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