¡Bienvenidos una vez más al blog! Después de tanto hablar de libros, me he decidido por traer una reseña un poco diferente. Se trata de una serie a la que, no se cómo ni por qué, me enganché sin remedio. Puede parecer infantil, de argumento débil y fácil pero, aun así, una vez que empiezas no puedes parar. Hasta el punto que me negué a seguir el ritmo de emisión de Disney Channel España y la busqué en internet para verla en inglés.
Título: Star contra las fuerzas del mal
Título original: Star vs the forces of evil
Género: acción, magia, infantil, aventura, comedia
Estudio: Disney
Año: 2015
Trama: Star Butterfly es la princesa adolescente del reino mágico de Mewni en otra dimensión, sin embargo, lejos de ser el típico estereotipo de la dulce princesa mágica, Star disfruta meterse en problemas, involucrarse en peleas de puños y luchar con monstruos por diversión. El día que cumple catorce años le es heredada por su madre la varita mágica real, un artefacto de enorme poder que las mujeres de su familia han poseído por generaciones.
A pesar de las expectativas de su familia, Star deja en claro desde el primer momento que con este objeto en sus manos los problemas que causa solo aumentarán, por lo que sus padres deciden enviarla a esta dimensión para que entrene y se familiarice con los poderes de la varita. Una vez en la Tierra es matriculada en la secundaria de Echo Creek y albergada en casa de la familia Díaz en calidad de estudiante de intercambio.
Aquí conocerá a Marco Díaz, hijo de su familia de acogida y compañero de salón, quien se transforma en su confidente, compañero de aventuras e intenta ser su voz de la razón; juntos continúan luchando contra villanos a lo largo de diferentes universos y en la secundaria, para proteger la varita mágica de Star, que aún debe aprender a manejar y al mismo tiempo que experimenta que tan diferente es la vida en la Tierra al mundo magico medieval donde nació.
¿Por qué las series infantiles me gustan tanto? Y otras preguntas sin respuesta. Me encanta esta serie porque rompe con los moldes y los clichés, entre ellos los de típica princesa Disney, algo curioso teniendo en cuenta que es esta compañía la que creadora. Star es justo lo contrario a lo que se espera de una princesa: rebelde, impulsiva, soñadora, traviesa, divertida, ajena a las normas. Por eso, su madre decide enviarla a la Tierra en vez de recluirla en Santa Olga, una residencia para princesas rebeldes. De esta forma, pretende meterla en vereda y que aprenda a comportarse en un mundo extraño y, así, apagar esa viveza adolescente y reconvertirla en lo que debería ser. Al contrario de las expectativas, Star no varía un ápice su personalidad y se dedicará a cambiar por completo la apacible vida de Marco Díaz, el chico a cuya casa se va a vivir y que es lo opuesto a Star. Responsable, cuidadoso, maduro, la voz de la conciencia. Ambos se complementarán a la perfección. Star le dará un poco de chispa a Marco y este actuará como su contraparte sensata.
Quizá este toque insumiso se deba a la mano de Daron Nefcy, su creadora, que quiso darle una visión más feminista y liberadora a un personaje que, siguiendo la estela del éxito de Gravity Falls u Hora de aventuras, pretende llegar a un gran y susceptible público, que puede ver en estos dibujos patrones de comportamiento que usar en su vida diaria. Star demuestra que puedes ser princesa aun llevando una diadema con cuernos de diablo y siendo un completo desastre en cuanto a hechizos se trata. Que ser princesa no es sinónimo de dama refinada y perfecta, como queda demostrado en el capítulo donde se muestra el lavado de cerebro que se pretende en el Reformatorio de Santa Olga. Star se rebela como la típica chica mágica que, automáticamente, nos remite a todos esos animes donde los poderes especiales de sus protagonistas eran la solución. Aquí no, Star enseña (de manera inconsciente) que el abuso de la magia y su uso imprudente y alocado de esta en ocasiones trae más desgracias que cosas positivas, por lo que tiene que trabajar duro para mejorar en este campo y buscar, ya sea ella sola o con ayuda de Marco, esas soluciones a los problemas que ella misma ha causado. Al mismo tiempo, tenemos a Ludo, el archienemigo egoísta e idiota que pretende robar la varita de Star para usarla en sus propios propósitos injustos. Será este el motivo por el cuál Marco decida abandonar las diferencias que mantiene con Star, puesto que se enfada con ella por ser la representación del caos en su vida de control absoluto, y apoyarla en la defensa de su varita legítima. A pesar de sus constantes diferencias y que esto muchas veces desemboque en una tensión entre ambos personajes, esta serie también enseña que la amistad lo puede todo, que en ocasiones cada una de las partes debe ceder (Star en su hiperactividad mágica descontrolada y Marco en su inflexibilidad) y que la compresión y la empatía son importantes en una relación sana.
Aunque parezca que la progresión de capítulos es aleatoria y no tienen nada que ver unos con otros, en realidad se puede apreciar una evolución y unas correlaciones más allá de la trama central, que es el mutuo aprendizaje de Marco y Star, tanto uno del otro como del mundo que les rodea. Ella tendrá que adaptarse a la Tierra y él experimentará las maravillas de Mewni. Asimismo, los últimos capítulos de las temporadas tienen un toque más oscuro y serio que los primeros. Todos los personajes tienen virtudes y defectos. Ninguno es totalmente bueno o totalmente malo, tendrán sus momentos y eso aportará mayor realismo y humanidad.
El diseño es básico pero con mucho carácter. Por ejemplo, destacar que Star tiene varias vestimentas y suele variarlas de un capítulo a otro, algo a lo que no se está acostumbrado en otras series. La gama de colores es muy llamativa y bonita y es necesario destacar la enorme expresividad de los protagonistas, en especial de Star, que posee unas expresiones muy particulares y graciosas, añadiendo más personalidad
En la banda sonora, solo resaltar el opening divertido y pegadizo, que pega con el estilo general de la serie:
¿Debería verlo?
Disney ha dado un vuelco a su concepción de series para un público infantil. Se ha dado cuenta de que los niños son más exigentes de lo que parecen y está haciendo series de calidad, con unos mensajes muy positivos y necesarios en nuestra sociedad actual.
¡Hola! He visto algunos capítulos salteados y alguna reseña de la segunda temporada que, según leí, es la mejor. Aun no la he visto, como para opinar, aunque tiene capítulos interesantes, por lo menos, enganchan que es lo importante XD
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡Hola, Roxana! Gracias por comentar :D
EliminarTe animo a que sigas la serie si te resultó interesante, la verdad, tiene unos puntos geniales y engancha mucho ^^
¡Un saludo!