Sakurasou no pet na kanojo

Título: Sakurasou no pet na kanojo

Género: romance, comedia, colegial, ecchi (muy poco)

Estudio: J.C.Staff

Año: 2013

Episodios: 24

Trama: gira en torno a un estudiante de secundaria llamado Sorata Kanda que vive en el Sakurasou, el dormitorio para chicos problemáticos del instituto, debido a que en la residencia principal no se permite tener mascotas y él ha adoptado a varios gatos. Un día, Mashiro Shiina, una bella chica que además es una brillante artista, se muda a vivir a dicho dormitorio. Sorata decide que debe proteger a la aparentemente frágil Mashiro de la gentuza del Sakurasou, y resulta que no se equivoca: Mashiro no tiene ni idea de cómo cuidar de sí misma. Se pierde cuando sale a la calle, no sabe doblarse la ropa y tiene la habitación hecha un desastre. Al final los muchachos del Sakurasou consideran a Sorata como el "dueño" de Mashiro, y tendrá que vivir en el dormitorio bajo la idea de que todos les vean como "dueño y mascota".

Sigo reseñando animes que he visto anteriormente a la espera de tener tiempo para ver nuevos. Esta vez os traigo una serie muy divertida basada en la vida colegial. Sorata es un chico normal, adicto a recoger gatitos desamparados de la calle y acogerlos en su cuarto. Debido a las estrictas reglas de la residencia del instituto, le dan la opción de mudarse a los dormitorios Sakurasou para poder quedarse con los animales. Al principio se muestra reacio debido a la mala fama que tiene la gente que vive allí, pero decide hacerlo para poder seguir cuidando de los gatos. Al llegar descubrirá que a pesar de estar rodeado de personas un tanto peculiares (y de fijarse como objetivo vital huir de allí), el ambiente es agradable y animado, nada que ver con la impresión general. Poco después de asentarse y habituarse, la profesora encargada del edificio le pide que recoja a su sobrina Mashiro, que también se va a quedar en el mismo lugar. La poca calma existente se rompe con su llegada. La joven es un genio dibujando y su sueño es ser mangaka. No obstante, es una inútil para las tareas cotidianas y para cuidar de sí misma, por lo que Sorata es el encargado de vigilarla y ayudarla, dando esto situaciones graciosas y ridículas.

Cada uno de los personajes de este anime tiene una meta que alcanzar. Sorata quiere ser desarrollador de videojuegos. Trabaja muy duro en ello, pero es rechazado en varias empresas, por lo que decide crear él mismo (con ayuda de sus compañeros de residencia) su propio juego. Mashiro es una dibujante muy conocida y, como hemos dicho párrafos atrás, quiere ser mangaka. Al margen de sus cualidades innatas, carece de sentido común y sin Sorata no sería capaz de hacer las tareas más básicas como elegir su ropa interior. Nanami es compañera de clase de Sorata. Se escapó de casa para poder trabajar como seiyuu y practica arduamente presentándose a audiciones. Misaki es la chica terremoto. Hiperactiva, optimista, enérgica y también muy buena en cuanto a dibujo y animación se refiere. Está enamorada de Jin, su mejor amigo de la infancia y otro de los residentes, pero este considera que Misaki es superior a él por lo que no quiere confesarle sus sentimientos. Para finalizar con este elenco, tenemos a Ryuunosuke, un chaval que nunca sale de su cuarto (hikikomori) y es programador.

Como veis, no hay nadie medio normal. Cada uno tiene sus particularidades y eso es lo que hace este anime tan especial y logra que el espectador se ría con ellos. Es una comedia muy tierna que te invita a unirte a las experiencias de estos chicos, y, en mi caso, a recordar esos años de instituto donde debías decidir qué hacer en un futuro y cómo seguir adelante. Las situaciones te harán reír o incluso llorar, pero no te dejaran indiferentes y empatizarás con unos u otros.

"¡Las oportunidades no esperan a nadie! Si dejas una oportunidad deslizarse a través de tus dedos con una excusa como, "yo no estaba preparado". ¡Nunca vas a conseguir otra oportunidad así de nuevo! Pero es su vida. Vive de la manera que quieres". Sorata

De izquierda a derecha, Jin, Misaki, Sorata, Mashiro, Nanami, Ryuunosuke.

Como he indicado en la ficha técnica, este anime está calificado como "ecchi", sin embargo, yo lo incluiría en esta categoría muy por los pelos. Sí, es cierto que hay escenas de fanservice, pero son en momentos puntuales y debido en mayor medida a la inocencia y torpeza de Mashiro (como el no saber elegir su ropa interior que ya se ha comentado). Juega un papel secundario en Sakurasou, por lo que a los que, como a mi, no os gusten este tipo de series, no os preocupéis. Es meramente humorístico, como exigencias el guion.

Sakurasou nos habla de vitalidad, amistad, comprensión, madurez y, no podía ser de otra forma, del primer amor, cómo este se descubre y cómo se sufre si no es correspondido. Todo ello dotado de una gran ternura y comicidad. Es la historia de seis adolescentes dispares y opuestos que se juntan y tienen que convivir y compartir.

Experimentaremos con ellos el festival escolar, el esfuerzo para lograr sus objetivos y su graduación. Es el último año para algunos y una despedida triste para todos. A pesar de ser un argumento simple (chico conoce a chica y se gradúan), habitual en las comedias amorosas, lo que para mi hace que este anime esté por encima de los demás es la complejidad de los personajes. Aunque Sorata y Mashiro son los principales, los secundarios tienen sus propios problemas que, en muchas ocasiones, no tienen que ver con la pareja protagonista, lo que hace que Sakurasou sea más profundo de lo que aparenta.

Esta clave de humor que venimos comentando, torna a drama cuando se tocan temas como el futuro y el qué vendrá al terminar los estudios. Estos giros también aportan dinamismo y dosis de realidad, algo característico de este anime.

Por último, comentar que el dibujo es precioso. Me ha gustado mucho el diseño y los colores suaves y variados. La animación también es muy buena, redondeando a la perfección esta magnífica serie.

¿Debería verlo?

Sí. Hay pocas comedias románticas que me convenzan ya que suelen caer en los mismos clichés y no aportar nada nuevo. No obstante, he saboreado cada minuto de Sakuraou y me he emocionado según se iba acercando el final. Tiene la capacidad de despertar muchos sentimientos y solo por eso, merece la pena que lo veáis o, al menos, os lo planteéis.