Un feminismo de ayer y de hoy: "El diario violeta de Carlota", Gemma Lienas.

¡Hola, soñadores!

Seguramente muchos os habréis preguntado dónde me encontraba todo este tiempo, y otros nuevos soñadores que os habéis unido en mi ausencia no me conoceréis. Para todos, soy Devi (La Devoradora de libros), y regreso con calma. Este año y el próximo voy a estar muy ocupada, apenas tengo tiempo para mí misma, así que el blog es algo que se me antoja imposible llevar durante el curso académico. De hecho, puedo deciros que hasta hace una semana no he cogido un libro que no fuera de texto, así que no tenía material para reseñas.

De vez en cuando publicaré entradas, pero no con la asiduidad con la que lo hacía previamente.

Por el momento, os dejo la reseña de una novela de ficción-no ficción juvenil que me he leído en un día (de hecho, posiblemente me la haya leído en 5 horas).

Título: El diario violeta de Carlota.

Autor: Gemma Lienas.

Género: novela juvenil, ficción, no ficción, feminismo

Año de publicación: 2007

Editorial: El Aleph Editores

Páginas: 175

ISBN: 9788476699287

Sinopsis: Carlota acaba de cumplir 14 años, y la abuela Isabel le ha regalado un diario rosa con una mancha violeta. Ella ya no es una niña, así que no le interesan estas cosas, pero su abuela Ana le propone, aprovechando el color del diario, que se ponga unas gafas violetas para descubrir el machismo en el mundo que le rodea.

Para Carlota esto es algo que ya se ha superado totalmente, pero, siendo así, “¿por qué es más importante el aspecto físico en las chicas que en los chicos? ¿Por qué está mal visto que lloren los chicos? ¿Por qué el 70% de los pobres y el 65% de los analfabetos de la Tierra son mujeres?”.

Sobre la autora

Gemma Lienas es una escritora barcelonesa nacida en 1951. Estudió en el Liceo francés y posteriormente hizo la carrera de Filosofía y Letras. Acabó trabajando como psicóloga y participó en la creación del primer colegio para niños "borderlines", siendo profesora en el mismo. Posteriormente trabjará en editoriales, hasta que acabe publicando sus propias novelas, tanto infantiles (¡Busco una mamá!), juveniles y para adultos (Atrapada en el espejo).

Ha ganado diversos premios y menciones con sus obras. Sin ir más lejos, El diario violeta de Carlota fue galardonado con el Premio Internacional Unesco 2003 a la tolerancia.

Sobre la saga

Quizás hayáis oído hablar de otros diarios como éste: El diario rojo de Carlota, etc. En ellos la autora, desde la perspectiva de la protagonista, habla de diversos temas relacionados con la adolescencia y de los que aún queda mucho por conocer, como las drogas, la sexualidad, la violencia en la pareja o el feminismo.

Aunque la protagonista sea Carlota y vaya creciendo a lo largo de los libros, sucediéndole diversos acontecimientos a través de ellos, cada libro se puede leer por separado, comprendiendo igualmente la enseñanza del mismo así como disfrutando de una historia cercana y divertida, pues estos temas tan serios que he enumerado se tratan con una gran normalidad y fluidez por muchas dificultades que jóvenes y mayores tengan a la hora de hablar de ellos.

Sobre la novela

Concretamente, El diario violeta de Carlota habla de las diferencias de género, el machismo, el feminismo..., con un punto divulgativo y educativo muy presente a lo largo de todo el libro.

"El violeta es el símbolo del feminismo, de las personas que luchan por conseguir que las mujeres tengan los mismo derechos que los hombres. Se tomó este color en memoria de unas obreras de Estados Unidos que, por defender sus derechos, murieron quemadas en una fábrica mientras cosían telas de color violeta".

Esta obra fue publicada originalmente en Alba Editorial, en el año 2001. La edición del libro que aquí os presento ha sido revisada por la autora, como ella misma cuenta, para añadir elementos que previamente no se había atrevido a meter por miedo a que los lectores no aceptasen la novela. En ella aparecen también algunas situaciones que la propia escritora ha vivido. Y al final de toda la historia nos encontramos con un pequeño diccionario en el que encontramos definiciones de algunas palabras del texto marcadas con asterisco, como “feminismo”, “androcentrismo” y otros nombres cuyo verdadero significado podemos desconocer.

Este libro se lee en un santiamén, debido a la ligereza de las conversaciones, los abundantes diálogos y párrafos cortos que definen claramente las ideas que la autora quiere poner en juego.

No esperéis encontrar una gran historia, porque en realidad Carlota os cuenta retazos de su vida que tienen relación con la investigación que actualmente lleva a cabo, ¡y lo hace con mucho desparpajo! Carlota quiere descubrir si de verdad existe el machismo en nuestra sociedad. Quiere ver si es cierto que hay mujeres con actitudes machistas, si es verdad que en otros países las chicas sufren diversos actos de crueldad, como la ablación, por el simple hecho de haber nacido mujeres, si su propio padre puede ser una persona machista...

"Y pienso que, a menudo, las mujeres somos estúpidas: no sólo estamos dispuestas a jugar con las reglas del juego que nos imponen, sino que, además, las usamos para juzgar sin piedad a las mujeres que no quieren bailar al son que marca la sociedad".

Con la compañía de la abuela Ana, Carlota irá descubriendo que las cosas no son como parecen y que, aunque ya no se vea el machismo en forma de abuso físico (que lo hay), sigue estando presente de forma subliminal en los anuncios, en el trato que se da a las mujeres en su puesto de trabajo, en los piropos, y que incluso personas que pueden parecer muy progresistas y modernas pueden tener comportamientos machistas, porque es algo que nos han inculcado desde pequeños sin que nos demos cuenta, y por ello tampoco somos conscientes de que los llevamos con nosotros.

"La provocación se encuentra más en los ojos de la persona que mira que en el aspecto de la que es mirada".

También en el libro se tratan temas como la alimentación, la imagen corporal que han de dar chicos y chicas, la vestimenta, quién tiene que dar el primer paso cuando te gusta alguien, el modo en que el lenguaje influye en el mantenimiento de las normas sociales, entre otros muchos. Son pequeñas pinceladas a los ámbitos que impregnan la vida cotidiana de comportamientos aprendidos a lo largo de los siglos.

"Cuidar tu aspecto físico e, incluso, ser un poco presumida no tiene nada que ver con el feminismo, sino con la manera de ser de cada uno. ¿Has observado que hay muchos hombres que se afeitan, pero los hay que prefieren dejarse barba? Pues, en el caso de las mujeres también debe poder ser igual: quien quiera, que se depile; quien no quiera, que no lo haga".

De hecho, no sólo aparecen sucesos que ocurren en otras partes del mundo, sino de otras épocas y a otros colectivos, como el Apartheid. También se puede ver algún pequeño aviso a las entidades gubernamentales para que hagan algo porque si permiten que existan las desigualdades en el mundo como si fuera parte de la tradición cultural, se estarán desvirtuando los derechos humanos de la mitad de la población mundial, como sucedía antes con la esclavitud, por ejemplo.

"(...), no hay que renunciar a las características femeninas; al revés, hay que enseñarles a los hombres a incorporarlas. El hombre tierno, compasivo, solidario, que se ocupa de la casa y de los hijos es el hombre nuevo que el mundo del futuro necesita".

Además de todo ello, se explican maneras de descubrir cuándo algún comportamiento es machista, como por ejemplo, la regla de la inversión: darle la vuelta a la situación, allí donde está la mujer, poner al hombre, y viceversa. Si algo parece poco acertado haciendo este cambio, probablemente es un comportamiento discriminatorio.

Personajes

- Carlota: La protagonista de nuestra historia. Acaba de cumplir catorce años, y cuando su abuela Ana le habla de feminismo y de comportamientos machistas, piensa que todo eso pertenece a otro siglo. Curiosa como es, se pone las gafas violetas y va descubriendo diversas situaciones de discriminación, por lo que finalmente decidirá hacer algo por su cuenta con sus compañeros de clase para combatir esta locura.

- Marcos: "el microbio". Es el hermano de Carlota. Aunque se gritan y parece que se llevan mal, en realidad se quieren bastante. Él quiere descubrir qué es lo que se trae su hermana entre manos y, una vez conoce la realidad, se propone ayudarla buscando por su cuenta ejemplos para el diario de su hermana.

- La abuela Ana: ella es feminista desde siempre y le abre esta perspectiva a su nieta. Le envía correos con cartas de niñas de otros países hablando de sus experiencias: cómo viven la ablación, el ser vendidas como esposas...

¿Es recomendable?

Como habéis podido comprobar, he llenado la reseña con algunas frases del libro que no tienen desperdicio y que nos llaman a ser cautos antes de juzgar a otra persona.

Personalmente recomendaría leer esta novela desde a adolescente hasta a los adultos, ya que muchas veces no somos capaces de darnos cuenta de las vendas que tenemos en los ojos y toleramos situaciones de discriminación. Por eso, con la ayuda de este libro es mucho más fácil que cualquiera se ponga unas gafas violetas y, aplicando las reglas que nos enseñan, veamos el mundo con una perspectiva diferente.

Espero que hayáis disfrutado de esta entrada y, si conseguís el libro, apreciéis el encanto que tiene Carlota ;)