Sin duda, Yuri on Ice es el anime del que todo el mundo habla. Y no es para menos, puesto que la que historia que une a los protagonistas ha revolucionado el fandom y se ha ganado el mismo número de fans acérrimos que de detractores.
Título: Yuri!!! On Ice
Género: patinaje, romance, cosas de la vida, deporte
Estudio: MAPPA
Año: octubre de 2016
Trama: La historia se centra en Yuri Katsuki, un joven patinador artístico sobre hielo japonés que sufre una dura derrota durante las competiciones finales del Grand Prix, quedando último en la competición. Abrumado y deprimido por este hecho, Yuri comienza a dudar de su carrera como patinador, a la vez que lidia con los otros problemas en su vida personal. Al regresar a su ciudad natal de Hasetsu luego de cinco años, Yuri se dirige a una pista de patinaje donde imita a la perfección una coreografía del famoso patinador ruso Victor Nikiforov, a quien admira desde pequeño. Cuando el video de Yuri patinando es subido al internet sin su conocimiento, atrae la atención de Victor, quien decide convertirse en el entrenador de Yuri. Junto con Victor, Yuri aspira a ganar la final del Grand Prix mientras lucha contra su mayor rival, el ruso Yuri Plisetsky, un patinador prodigio de 15 años de edad.
Seiyuus:
-Viktor Nikiforov: Junichi Suwabe
-Yuuri Katsuki: Toshiyuki Toyonaga
-Yuri Plisetsky: Sido Kokido
-Phichit: Kensho Ono
-JJ: Miyano Mamoru
-Yuuko: Mariya Ise
Es evidente que en los últimos años ha habido un auge de los spokons, deleitándonos con series tan maravillosas como Kuroko no Basket o, la más reciente y bien recibida por la crítica, Haikyuu!!. Los deportes que suelen abordar son bastante típicos: baloncesto, voléibol, fútbol... Sin embargo, YOI sorprendió con una trama dedicada al patinaje artístico, categoría que, al menos en España, no está muy valorada a pesar de tener unos grandes deportistas. Este anime llamó la atención desde el principio y meses antes de su lanzamiento, ya leía comentarios acerca de él o tenía amigos que estaban emocionados y querían verlo. Ante tanta expectación, que debo admitir que no estoy segura de qué la provocaba, la emisión del capítulo fue un éxito y a partir de ahí, la serie subió como la espuma. Apareció con una animación hermosa, bien hecha, un diseño de personajes atractivos, un protagonista carismático y hecho de defectos que se enseguida se ganó el respeto del público, y un opening precioso con una letra motivacional y una melodía que no se despegada de tu cabeza aunque quisieras. Estos componentes aunados han conseguido crear una serie que está en boca de todos y que nos ha dejado momentos para el recuerdo.
Tras la última derrota que ha obtenido, la más humillante para él, Yuuri duda de su capacidad como patinador y se hunde en una ligera depresión. Nunca ha tenido confianza en sí mismo ni en sus performance, por lo que regresa a su ciudad natal derrumbado y sin saber cómo continuar hacia adelante. Cuando su vídeo imitando a Viktor Nikiforov, a quien admira desde su tierna infancia, llega hasta este y el ruso se presenta ante él dispuesto a convertirse en su entrenador y ayudarle a reflotar su carrera, Yuuri será presa del entusiasmo y de la motivación, puesto que su gran ídolo cree en él y ha decidido renunciar temporalmente a la pista de patinaje por él. Por primera vez, Yuuri se dará cuenta de que tiene opciones y de que no todo está perdido.
El protagonista, Yuuri, es un personaje de apariencia frágil y en cierto modo bobalicona pero que encierra una gran fortaleza interior. Representa a la perfección a una persona con ansiedad y repleta de inseguridades, por lo que es fácil sentirse identificados con él cuando lo que nos rodea nos supera y necesitamos un descanso mental y físico que, en muchas ocasiones, no llega. Es un muchacho complejo que decide luchar por sus sueños con el empujoncito de Viktor. Aun con Nikiforov a su lado, sigue fallando, cayendo y levantándose, lo que le convierte en humano y cercano, pues no se le idealiza en ningún momento. Algo que me ha gustado muchísimo de él y que no he visto en otros spokons, es que no se convierte en el mejor solo por ser el protagonista. Estamos acostumbrados a que los protagonistas de deportes tengan una cualidad o una habilidad que desarrollan a lo largo del anime hasta perfeccionarla y convertirla en el arma con la que vencer a los equipos enemigos. Comienzan siendo personajes perdidos, inútiles y mediocres que evolucionan y van escalando según avanzan los capítulos. Por eso, normalmente sabemos que van a ganar, aunque entre victoria y victoria cuelen alguna derrota para demostrarnos su fortaleza mental y sus ganas de seguir luchando. Sin embargo, este no es el caso de Yuuri. Las puntuaciones que obtiene durante sus performance siempre son las justas para que pase a la siguiente fase, estando plagadas de fallos en los saltos, de poca rotación etc. Nunca hace una presentación perfecta o que destaque sobre el resto de competidores, suele mantener un equilibrio precario y continuar por poco. A mi modo de ver, eso añade un extra de realismo. Eso no implica que Yuuri sea un mal patinador, ni mucho menos. En realidad, es un gran deportista y cuenta con muchos fans y gente que le admira. Sin embargo, es esa ansiedad constante la que impide que dé el 100% en el hielo o que esté satisfecho con sus actuaciones, a pesar de tener motivos para estar orgulloso de ellas. El hecho de que Viktor le entrene no significa que de la noche a la mañana se convierta en un virtuoso del patinaje. Sí, mejora, pero le queda muchísimo camino por andar y muchas técnicas que perfeccionar. Lo que logra Viktor, en cambio, es un cambio en su actitud. El chico pesimista y desconfiado aprende a creer más en sí mismo y en lo que es capaz de hacer y demostrar y eso es lo que le hace especial.
Viktor es un joven risueño, extrovertido y en apariencia desenfadado que da la impresión de no tomarse nada en serio. Es un patinador que ha tocado la cima demasiadas veces y ha descubierto que el patinaje no tiene nada nuevo que ofrecerle, que es cíclico, se repite y él tampoco es capaz de innovar ni de encontrar la motivación en aquello que le define. Por eso, al ver la calidez de Yuuri en el vídeo y los sentimientos que transmite sobre el hielo, se da cuenta de que, precisamente, ese chico es lo que necesita para reencontrarse y redefinirse, que ese muchacho japonés tiene lo que a él hace tiempo que le falta. Ambos hacen una combinación explosiva. Se complementan, rellenan los huecos que tiene el otro, se apoyan mutuamente. Eso les convierte en una pareja increíble e invencible. Viktor consuela a Yuuri y este, a cambio, le enseña una nueva visión del patinaje por explorar.
En este punto, es necesario mencionar su relación. Esto puede ser SPOILER así que leer bajo vuestra consideración. Por primera vez, en un anime de deportes los protagonistas se resuelven como pareja sentimental. Esto provocó mucha polémica debido a que muchos fans consideraban que sus muestras de cariño eran una forma más de fanservice que no iba a pasar de ahí. Cuando Viktor y Yuuri se besan en público tras una coreografía de este último, la escena es lo suficientemente explícita como para indicar que están juntos y, al mismo tiempo, lo suficientemente implícita como para que los detractores de su amor siguieran insistiendo en que era un burdo queerbait (fingir una relación homosexual donde no la hay para atraer a la gente). Aunque los gestos de amor que se prodigaban eran obvios y claros, no se confirmó hasta que la propia autora afirmó su relación en su cuenta oficial de Twitter. Somos muchos los que agradecemos cómo se ha desarrollado el romance entre ellos. Es una relación basada en la confianza y apoyo mutuo, como ya he comentado antes, alejada de los roles tóxicos propios del yaoi (aunque realmente en este caso se consideraría más shonen ai. Hay que tener en cuenta que esta serie es por encima de todo un spokon puesto que se centra en el deporte y no en las relaciones entre sus personajes. Por eso, aunque utilice términos como "shonen ai", quiero dejar claro que YOI no se clasifica dentro de este género) y que puede compararse con otras relaciones que también aparecen en el anime como la de Georgi y su ex novia, donde se muestran claramente unos celos y una dependencia enfermiza hacia esta, o la de Michaele que parece sentir más que amor fraternal por su hermana Sala. No es necesario comparar el Viktuuri (como se conoce en el fandom) con el resto de romances de YOI para darnos cuenta de que lo que ha surgido entre ellos es un ejemplo maravilloso de una relación sana, libre de prejuicios y comportamientos nocivos, algo que se agradece muchísimo teniendo en cuenta el pensamiento tóxico generalizado que se tiene hoy en día acerca del amor. Además de la visión refrescante que se le da a esta relación homosexual, mencionar una vez más la novedad de que aparezca en un spokon, que podría considerarse como dirigido a un público principalmente masculino, y de que, al final, no se haya convertido en un mero atractivo para los fans, sino que se haya hecho real y se les muestre como una pareja completamente normal, alejada de clichés y de afán por atraer al público mediante sugerencias jugosas. FIN DEL SPOILER
Yurio (Yuri) es el tercero en discordia dentro del elenco protagonista. Es un adolescente de quince años también ruso que aspira a ganar el Gran Prix y ser de los mejores patinadores. Por ello, le insistirá a Viktor para que le entrene y le lleve a la cima. Su decepción será mayúscula cuando este desaparezca de Rusia en pos de Yuuri y le deje solo sin darle ninguna explicación. Debido a esto, Yurio viajará a Japón a buscarle y los dos Yuris se enfrentaran en una pequeña competición, ambos con coreografías preparadas por Viktor, el cual se convertirá en el entrenador del que salga victorioso. Al principio, la impresión que da este rubio malhumorado es de crío consentido, ambicioso, que pisoteará a todo aquel que se ponga por delante con tal de lograr sus objetivos y ser el mejor. Parece frío, descorazonado; sin embargo en el fondo guarda una enorme vulnerabilidad que se irá descubriendo según avance la trama. Es uno de los personajes, junto con Yuurio, que más evoluciona y que experimenta un gran cambio. Vemos cómo poco a poco es capaz de expresar sus sentimientos y de relacionarse con el resto de patinadores, incluso desarrollando amistad con ellos.
Podría mencionar a todos los personajes y hablar un poco de cada uno, pero entonces la entrada no tendría fin. Solo decir que, aunque Viktor, Yuuri y Yurio son los protagonistas indiscutibles, el resto de patinadores y entrenadores que aparecen en el anime tienen su importancia y forman parte de la historia y el desarrollo de los principales. Como Pichit con respecto a Yuuri o el abuelo de Yurio.
La banda sonora de esta serie es espectacular puesto que, además, posee una gran importancia. Cada deportista aparece en el hielo con dos canciones, una para su programa corto y otra para el libre. Todas se adaptan a sus personalidades y están representadas con coreografías impresionantes y cuidadas. Sin duda, destacar, por supuesto, el opening titulado History Maker de Dean Fujioka, que supone un chute de optimismo y esperanza perfecto que define a la perfección el mensaje de compañerismo y de superación personal por el que aboga YOI y su autora.
En cuanto a la animación, varía según las escenas. En algunos momentos, la animación es muy cuidada y bonita, pero en otros es horrenda. Ha sido decepcionante especialmente en las secuencias de patinaje, puesto que es el plato fuerte de esta serie. Se supone que deben ser las mejor animadas y detalladas, sin embargo nos encontramos con caras inexpresivas, manos deformes y otras maravillas de ese estilo. En este sentido, me siento un poco defraudada puesto que era donde esperaba ver más calidad y ha sido justo lo contrario. Aun así, cuando la animación estaba bien hecha y en condiciones, de verdad merecía la pena.
¿Debería verlo?
En resumen, YOI nos presenta una trama que no desentona con el resto de spokons, que no supone una innovación respecto a este género ni sorprende. No obstante, lo que destaca es el hecho de que trate un deporte tan infravalorado (al menos en Occidente) como el patinaje artístico, así como la relación de sus protagonistas y la forma en que esta se trata.
Tras la última derrota que ha obtenido, la más humillante para él, Yuuri duda de su capacidad como patinador y se hunde en una ligera depresión. Nunca ha tenido confianza en sí mismo ni en sus performance, por lo que regresa a su ciudad natal derrumbado y sin saber cómo continuar hacia adelante. Cuando su vídeo imitando a Viktor Nikiforov, a quien admira desde su tierna infancia, llega hasta este y el ruso se presenta ante él dispuesto a convertirse en su entrenador y ayudarle a reflotar su carrera, Yuuri será presa del entusiasmo y de la motivación, puesto que su gran ídolo cree en él y ha decidido renunciar temporalmente a la pista de patinaje por él. Por primera vez, Yuuri se dará cuenta de que tiene opciones y de que no todo está perdido.
El protagonista, Yuuri, es un personaje de apariencia frágil y en cierto modo bobalicona pero que encierra una gran fortaleza interior. Representa a la perfección a una persona con ansiedad y repleta de inseguridades, por lo que es fácil sentirse identificados con él cuando lo que nos rodea nos supera y necesitamos un descanso mental y físico que, en muchas ocasiones, no llega. Es un muchacho complejo que decide luchar por sus sueños con el empujoncito de Viktor. Aun con Nikiforov a su lado, sigue fallando, cayendo y levantándose, lo que le convierte en humano y cercano, pues no se le idealiza en ningún momento. Algo que me ha gustado muchísimo de él y que no he visto en otros spokons, es que no se convierte en el mejor solo por ser el protagonista. Estamos acostumbrados a que los protagonistas de deportes tengan una cualidad o una habilidad que desarrollan a lo largo del anime hasta perfeccionarla y convertirla en el arma con la que vencer a los equipos enemigos. Comienzan siendo personajes perdidos, inútiles y mediocres que evolucionan y van escalando según avanzan los capítulos. Por eso, normalmente sabemos que van a ganar, aunque entre victoria y victoria cuelen alguna derrota para demostrarnos su fortaleza mental y sus ganas de seguir luchando. Sin embargo, este no es el caso de Yuuri. Las puntuaciones que obtiene durante sus performance siempre son las justas para que pase a la siguiente fase, estando plagadas de fallos en los saltos, de poca rotación etc. Nunca hace una presentación perfecta o que destaque sobre el resto de competidores, suele mantener un equilibrio precario y continuar por poco. A mi modo de ver, eso añade un extra de realismo. Eso no implica que Yuuri sea un mal patinador, ni mucho menos. En realidad, es un gran deportista y cuenta con muchos fans y gente que le admira. Sin embargo, es esa ansiedad constante la que impide que dé el 100% en el hielo o que esté satisfecho con sus actuaciones, a pesar de tener motivos para estar orgulloso de ellas. El hecho de que Viktor le entrene no significa que de la noche a la mañana se convierta en un virtuoso del patinaje. Sí, mejora, pero le queda muchísimo camino por andar y muchas técnicas que perfeccionar. Lo que logra Viktor, en cambio, es un cambio en su actitud. El chico pesimista y desconfiado aprende a creer más en sí mismo y en lo que es capaz de hacer y demostrar y eso es lo que le hace especial.
Viktor es un joven risueño, extrovertido y en apariencia desenfadado que da la impresión de no tomarse nada en serio. Es un patinador que ha tocado la cima demasiadas veces y ha descubierto que el patinaje no tiene nada nuevo que ofrecerle, que es cíclico, se repite y él tampoco es capaz de innovar ni de encontrar la motivación en aquello que le define. Por eso, al ver la calidez de Yuuri en el vídeo y los sentimientos que transmite sobre el hielo, se da cuenta de que, precisamente, ese chico es lo que necesita para reencontrarse y redefinirse, que ese muchacho japonés tiene lo que a él hace tiempo que le falta. Ambos hacen una combinación explosiva. Se complementan, rellenan los huecos que tiene el otro, se apoyan mutuamente. Eso les convierte en una pareja increíble e invencible. Viktor consuela a Yuuri y este, a cambio, le enseña una nueva visión del patinaje por explorar.
En este punto, es necesario mencionar su relación. Esto puede ser SPOILER así que leer bajo vuestra consideración. Por primera vez, en un anime de deportes los protagonistas se resuelven como pareja sentimental. Esto provocó mucha polémica debido a que muchos fans consideraban que sus muestras de cariño eran una forma más de fanservice que no iba a pasar de ahí. Cuando Viktor y Yuuri se besan en público tras una coreografía de este último, la escena es lo suficientemente explícita como para indicar que están juntos y, al mismo tiempo, lo suficientemente implícita como para que los detractores de su amor siguieran insistiendo en que era un burdo queerbait (fingir una relación homosexual donde no la hay para atraer a la gente). Aunque los gestos de amor que se prodigaban eran obvios y claros, no se confirmó hasta que la propia autora afirmó su relación en su cuenta oficial de Twitter. Somos muchos los que agradecemos cómo se ha desarrollado el romance entre ellos. Es una relación basada en la confianza y apoyo mutuo, como ya he comentado antes, alejada de los roles tóxicos propios del yaoi (aunque realmente en este caso se consideraría más shonen ai. Hay que tener en cuenta que esta serie es por encima de todo un spokon puesto que se centra en el deporte y no en las relaciones entre sus personajes. Por eso, aunque utilice términos como "shonen ai", quiero dejar claro que YOI no se clasifica dentro de este género) y que puede compararse con otras relaciones que también aparecen en el anime como la de Georgi y su ex novia, donde se muestran claramente unos celos y una dependencia enfermiza hacia esta, o la de Michaele que parece sentir más que amor fraternal por su hermana Sala. No es necesario comparar el Viktuuri (como se conoce en el fandom) con el resto de romances de YOI para darnos cuenta de que lo que ha surgido entre ellos es un ejemplo maravilloso de una relación sana, libre de prejuicios y comportamientos nocivos, algo que se agradece muchísimo teniendo en cuenta el pensamiento tóxico generalizado que se tiene hoy en día acerca del amor. Además de la visión refrescante que se le da a esta relación homosexual, mencionar una vez más la novedad de que aparezca en un spokon, que podría considerarse como dirigido a un público principalmente masculino, y de que, al final, no se haya convertido en un mero atractivo para los fans, sino que se haya hecho real y se les muestre como una pareja completamente normal, alejada de clichés y de afán por atraer al público mediante sugerencias jugosas. FIN DEL SPOILER
Yurio (Yuri) es el tercero en discordia dentro del elenco protagonista. Es un adolescente de quince años también ruso que aspira a ganar el Gran Prix y ser de los mejores patinadores. Por ello, le insistirá a Viktor para que le entrene y le lleve a la cima. Su decepción será mayúscula cuando este desaparezca de Rusia en pos de Yuuri y le deje solo sin darle ninguna explicación. Debido a esto, Yurio viajará a Japón a buscarle y los dos Yuris se enfrentaran en una pequeña competición, ambos con coreografías preparadas por Viktor, el cual se convertirá en el entrenador del que salga victorioso. Al principio, la impresión que da este rubio malhumorado es de crío consentido, ambicioso, que pisoteará a todo aquel que se ponga por delante con tal de lograr sus objetivos y ser el mejor. Parece frío, descorazonado; sin embargo en el fondo guarda una enorme vulnerabilidad que se irá descubriendo según avance la trama. Es uno de los personajes, junto con Yuurio, que más evoluciona y que experimenta un gran cambio. Vemos cómo poco a poco es capaz de expresar sus sentimientos y de relacionarse con el resto de patinadores, incluso desarrollando amistad con ellos.
Podría mencionar a todos los personajes y hablar un poco de cada uno, pero entonces la entrada no tendría fin. Solo decir que, aunque Viktor, Yuuri y Yurio son los protagonistas indiscutibles, el resto de patinadores y entrenadores que aparecen en el anime tienen su importancia y forman parte de la historia y el desarrollo de los principales. Como Pichit con respecto a Yuuri o el abuelo de Yurio.
La banda sonora de esta serie es espectacular puesto que, además, posee una gran importancia. Cada deportista aparece en el hielo con dos canciones, una para su programa corto y otra para el libre. Todas se adaptan a sus personalidades y están representadas con coreografías impresionantes y cuidadas. Sin duda, destacar, por supuesto, el opening titulado History Maker de Dean Fujioka, que supone un chute de optimismo y esperanza perfecto que define a la perfección el mensaje de compañerismo y de superación personal por el que aboga YOI y su autora.
OP- History maker
In Regards to Love: Eros
In Regards to Love: Agape
En cuanto a la animación, varía según las escenas. En algunos momentos, la animación es muy cuidada y bonita, pero en otros es horrenda. Ha sido decepcionante especialmente en las secuencias de patinaje, puesto que es el plato fuerte de esta serie. Se supone que deben ser las mejor animadas y detalladas, sin embargo nos encontramos con caras inexpresivas, manos deformes y otras maravillas de ese estilo. En este sentido, me siento un poco defraudada puesto que era donde esperaba ver más calidad y ha sido justo lo contrario. Aun así, cuando la animación estaba bien hecha y en condiciones, de verdad merecía la pena.
¿Debería verlo?
En resumen, YOI nos presenta una trama que no desentona con el resto de spokons, que no supone una innovación respecto a este género ni sorprende. No obstante, lo que destaca es el hecho de que trate un deporte tan infravalorado (al menos en Occidente) como el patinaje artístico, así como la relación de sus protagonistas y la forma en que esta se trata.
¡Hola!
ResponderEliminarYuri on ice me llamó la atención desde que lo empezaron a emitir pero no comencé a verlo hasta que mi mejor amiga lo vio y me dijo que le había encantado. Yo terminé de verlo harán ya dos semanas y la verdad, me ha encantado y se ha convertido en uno de mis animes favoritos. A mí me apasiona el patinaje artístico, así que imagínate.
¡Besos!
¡Hola, Andrea! Gracias por pasarte y comentar ^^
EliminarMe alegra que te gustara y se convirtiera en uno de tus favoritos. Además, si te apasiona este deporte, es conmovedor saber que hay un anime dedicado a él. Un saludo enorme!