"Las siete muertes de Evelyn Hardcastle", Stuart Turton

Título: Las siete muertes de Evelyn Hardcastle

Título original: The 7½ Deaths of Evelyn Hardcastle

Autor: Stuart Turton

Editorial: Ático de los libros

Año de publicación: 2018

Páginas: 496

Sinopsis: Lo que comienza como una celebración termina en tragedia. 

Los Hardcastle han organizado una fiesta en Blackheath, su casa de campo, para anunciar el compromiso de su hija pequeña, Evelyn. Al final de la noche, cuando los fuegos artificiales estallan en el cielo, la joven es asesinada.

Pero Evelyn no morirá una sola vez. Hasta que Aiden Bishop, uno de los invitados, no resuelva su asesinato, el día se repetirá constantemente, siempre con el mismo triste final.

La única forma de romper este bucle es identificar al asesino. Pero cada vez que el día comienza de nuevo, Aiden se despierta en el cuerpo de un invitado distinto. Y alguien está decidido a evitar que Aiden escape de Blackheath.

Este libro fue mi obsesión durante días. Me lo leí en mitad del verano, en esos días en los que estás de vacaciones y de alguna forma te salen obligaciones por todos lados pero tú sólo quieres leer. En definitiva: momento en el que no estaba fuera de casa o comiendo, momento en el que tenía este libro en la mano. Vamos, que engancha.

Para empezar, el argumento en sí ya llama la atención: ha habido un asesinato y una persona tiene que resolverlo... con el truco de que sólo dispone de un día antes de despertar en el cuerpo de un huésped distinto y tener que volver a ver otra vez el mismo orden de eventos. Pero eso no es todo. 

Lo único que puedo decir sin dejar escapar algún detalle de la historia es que todo el libro es un puzzle. O un tapiz. Más bien una mezcla de los dos. Todos los detalles encajan, pero están tan enmarañados los unos con los otros que si no sigues el hilo, te pierdes. Y como sólo estés atenta a uno de los hilos, no ves la situación en su totalidad. Como dice una frase del libro, Too little information and you're blind, too much and you're blinded. (Demasiada poca información y estás ciego, demasiada y te ciega). Al igual que con una novela de Agatha Christie, si te fijas y teorizas a lo mejor sacas algunos de lo giros... aunque muchos de ellos requieren de bastante imaginación (o suposiciones), así que lo más seguro es que os pase como a mí y os quedéis con la boca abierta mientras se van desvelando.

El resto de la reseña va a estar colmada de Spoilers, pero es que es muy difícil poder comentar cómo está hecha sin dejar escapar algún detalle de la trama. Trataré de no entrar en mucha profundidad, de todas formas. De todas formas, si no habéis leído el libro y no queréis saber ningún detalle sobre la trama, dejad de leer ahora. Repito que A PARTIR DE AQUÍ HAY SPOILERS.

El protagonista se despierta con una amnesia total. No sabe quién es ni dónde está ni qué es lo que sucede... pero oye el grito de una mujer pidiendo ayuda y decide ir a ayudar, perdiéndose y terminando en una casa llena de gente que le conoce pero que él no recuerda en absoluto. Pasan varias cosas, descubre que hay un asesino suelto por la casa, termina el día... y se despierta en el cuerpo de otro huésped, a la hora a la que se despertó dicho huésped y en el sitio donde estaba durmiendo. Poco después del inicio de la novela empezamos a conocer las reglas del juego: el protagonista dispone de siete días y siete huéspedes para resolver el misterio de la muerte de Evelyn. Si no consigue hacerlo, le borrarán la mente y tendrá que volver a empezar desde 0 con el primer huésped, exactamente igual que al principio. Al mismo tiempo estará compitiendo contra otras dos personas: Una de ellas una mujer que sólo dispone de un día para resolver el asesinato (en vez de los siete del protagonista) y que se convierte en su aliada y la otra... la otra no la voy a mencionar porque es un spoiler demasiado grande, pero baste con decir que no tiene buenas intenciones. La persona que logre resolver el crimen primero podrá salir del loop.

Aunque sólo vivamos siete huéspedes a través de los ojos del protagonista, hay un gran número de personajes con los que entras en contacto a lo largo de la novela, cada uno de ellos con sus relaciones, personalidades y secretos. Porque esa casa es un cementerio y todos los esqueletos están en los armarios. De hecho, el protagonista no tarda mucho en darse cuenta de que si quiere resolver el misterio de la muerte de Evelyn primero tendrá que enterarse de todo lo que pasa en la casa... todo eso desde la situación del huésped en el que se encuentre en ese momento. ¿A qué me refiero con eso? Ahora paso a explicarlo.

El protagonista dispone de siete huéspedes a través de los cuales tiene que vivir siete días, completando un día entero en cada cuerpo. En el momento en el que se queda dormido (o inconsciente... o se muere. No somos quisquillosos), su consciencia pasa al siguiente huésped. El truco está en que tiene que acabar el día con cada huésped, así que si está en el segundo y éste se duerme pasa al tercero... pero si el segundo se despierta en algún momento anterior al final de día, el protagonista tendrá que volver a su cuerpo cuando el huésped en el que estaba antes se duerma. Básicamente: cada vez que se duerme pasa al cuerpo del siguiente huésped o retrocede a alguno de los anteriores que se acaba de despertar. Y no, no puede elegir a quién, solo que si termina el día con uno pasa obligatoriamente al siguiente. Sé que suena muy lioso, pero os juro que mientras estás leyendo te enteras.

¿Qué implica ésto? Implica que hay saltos en el tiempo. ¿Saltos en el tiempo? ¿Pero no es un día que se repite? Sí... pero para el protagonista/lector no realmente. Tened en cuenta que empiezas el libro sin saber nada de lo que ocurre y sólo puedes ver lo que pasa a través de un punto de vista por día. Así que es posible que durante tu segundo día estés tomando té a las dos de la tarde en el salón y ves entrar a otra persona... y durante el cuarto día a a las tres estás inspeccionando otra habitación dentro de otro huésped. La única diferencia es que en el cuarto día sabes que a las dos tu segundo huésped y la persona que viste están tomando té en el salón. El salto en el tiempo sucedería si tu segundo huésped se quedase dormido un par de minutos y despertase. En ese caso, podrías pasar de estar en tu cuarto día inconsciente porque alguien te pilló en la habitación y te dio un golpe en la cabeza a de golpe despertarte de vuelta en el salón hablando con la otra persona... una hora antes. Y sabes que dentro de una hora alguien va a ir a la habitación en la que estabas revolviendo y te va a ver. Y así se crea el puzzle/tapiz que es este libro. 

Otro detalle es que el protagonista no sabe qué huéspedes va a ser, los tiene que ir descubriendo mientras pasan los días. Esto quiere decir que es perfectamente capaz de estar hablando con una versión futura de sí mismo sin enterarse. Lo mismo pasa con el lector: hay personajes que no sabes por qué hacen lo que hacen hasta que un día el protagonista se despierta siendo ellos y se acaba viendo obligado a hacer esa cosa misteriosa de la que sospechabas al comenzar el libro. Porque esa es otra: el huésped tiene más peso en la historia de lo que parece a simple vista.

En un principio puede parecer que, como todo aparece desde la perspectiva del protagonista (a lo que le tienes que añadir que el libro está escrito en primera persona), las personas que suplantas son páginas en blanco de las que no llegas a aprender gran cosa. Nada más lejos de la realidad: cada huésped no sólo tiene su propio pasado y amistades que determinan cómo les tratan las personas de su alrededor, sino que además tienen personalidades, fortalezas, debilidades e instintos que afectan al protagonista. Hay huéspedes más inteligentes que otros que tienen mayor agilidad para reunir pistas, hay otros con cuerpos más atléticos que te permiten llegar a sitios donde antes no podías... pero también hay huéspedes con mal carácter, o con alguna característica física que pone trabas a la investigación. Cada persona es un mundo y el cuerpo en el que estés va a afectarte más de lo que te imaginas.

Y eso es más o menos todo lo que puedo explicar sin ya ponerme a desvelar giros de la trama. Ah, también hay un asesino que va identificando a los huéspedes en los que estás y matándolos uno a uno, pero eso ya entra dentro de otro apartado.

Y dicho apartado es la ambientación. Qué maravilla. Hay una tensión a lo largo de la novela que no deja de crecer y crecer y gran parte de la razón es el escenario en el que ocurren los hechos: una mansión rodeada por un bosque y con un lago cercano. ¿No tiene ya suficiente aire de misterio? Pues todavía mejora más: está relativamente abandonada y hay un sinfín de cosas rotas o en desuso por los alrededores. Yo disfrutaba imaginándome los escenarios mientras leía. Oh, y repito que no sabes cuales son las verdaderas intenciones de la gente y hay un asesino que te intenta atrapar. Mezclas ambas cosas y no puedes evitar sentirte rodeada de gente pero sola, notando una sensación de desasosiego que el autor logra impregnar en cada página de la novela. 

Yo os juro que hubo ocasiones en las que tuve que levantarme y dar un paseo por el salón para calmarme.

No me queda mucho que decir, salvo que si tuviera que ponerle algunos mínimos peros al libro quizás serían que hay un personaje al final que acaba siendo bastante plano y lo que mencioné antes de que muchos de los descubrimientos son más en base de sentido común y capacidad deductiva que datos explícitos que aparecen en el libro, pero a parte de eso el único motivo que podría encontrar para quejarme es que lo leí demasiado rápido y luego estuve un par de días sintiéndome perdida. sí, así de bueno es.

Ah, y cuando lo terminéis volved a leer el título. Os vais a reír.

Mi calificación: