"Alma y los siete monstruos", Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Título: Alma y los siete monstruos

Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Editorial: Nube de Tinta

Año de publicación: 2020

Páginas: 224

Sinopsis: Uno apenas mide un palmo y no parece peligroso.

Dos es enorme y pesa una tonelada.

Tres tiene los ojos amarillos.

Cuatro una larga cola con anillos de colores.

Cinco es especialista en susurrar al oído.

Seis no deja de llorar.

Siete parece pequeñito, pero puede hacerse grande como una bombilla. Grande como una pelota de fútbol. Grande como el televisor del salón.

Estas siete criaturas (algunas terribles, otras aparentemente inofensivas) viven debajo de la cama de Alma y salen por la noche para robarle su luz, sus sueños y sus esperanzas.

Alma no se atreve a hablar de ellas ni con su familia ni con sus amigos por miedo a que nadie crea que son reales.

Pero lo que Alma no sabe es que hay monstruos que solo se pueden combatir en compañía.

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Qué necesario es este libro y qué poco consciente era de ello. Para mí, leer a Iria y Selene es un verdadero placer, pero creo que esta última obra suya está a otro nivel. Si os esperáis una novela de aventuras y de personajes como las que las han dado a conocer, no es lo que os vais a encontrar.

La protagonista es una niña llamada Alma. Tiene una vida normal: va al colegio, tiene amigos, se lleva bien con sus padres, su infancia es feliz... Hasta que un día, sin previo aviso, se va la luz de su cuarto y empiezan a aparecer los monstruos. Al principio Alma se muestra reticente y temerosa a estos seres de aspecto extraño, pero, conforme más habla con ellos, más se acostumbra a su presencia y más amiga se hace de ellos, alejándose, sin darse cuenta, de su familia y su entorno.

Uno insiste en que el mundo es peligroso y su cometido es protegerla. Los demás no entienden a Alma y solo si le hace caso a él, podrá hacer de su vida algo mucho mejor. Además, Uno insiste en que Alma no puede hablarle de los monstruos a nadie porque eso solo hará que la tomen por loca y no la crean, y nadie quiere que los demás piensen que estamos locos. Dos es un monstruo cuyo comportamiento se asemeja un poco al de los gatos, puesto que lo único que hace en todo el día es dormir y estar acostado sobre el regazo de Alma. Dos pesa mucho y a Alma le cuesta arrastrarlo de un lado a otro, ya que no se despega de ella, por eso muchas veces decide sucumbir al cansancio y al sueño y quedarse un ratito más en la cama. Sobre todo desde que apareció Tres, un monstruo con aspecto de búho cuyos ojos brillan por la noche como si fueran linternas y no le dejan a Alma conciliar el sueño. Por su parte, Cuatro sufre de una especie de hiperactividad y termina desconcentrando a Alma en todas sus tareas, obligándole a prestar atención a cosas insignificantes; Cinco, un poco al igual que Uno, se encarga de decirle a Alma lo que es mejor para ella y susurrarle cosas al oído sobre qué debe o no debe hacer; Seis se pasa todo el día llorando, contagiándole sus ganas a Alma y Siete... bueno, mejor que lo averigüéis vosotros.

Desde que Alma está acompañada por los monstruos, su vida ha cambiado. Cada vez tiene menos ganas de ir a clase, apenas se relaciona con sus amigos, se ha distanciado de sus padres... Y es que no puede librarse de los monstruos, aunque quiera, y algunos de ellos tienen razón y solo quieren protegerla del mundo. ¿Verdad?

Alma y los siete monstruos es una catarsis que nos habla de depresión en un tono infantil (ya que está contado desde el punto de vista de la protagonista) y nos presenta los síntomas de esta enfermedad a través de los diferentes monstruos que viven pegados a Alma. Por más que yo no haya sufrido de depresión, no me ha resultado nada difícil sentirme identificada con la pequeña protagonista, ya que muchos síntomas que se mencionan los he visto reflejados en mi día a día; no es necesario tener depresión para que te acechen otro tipo de problemas relacionados con la mente como, por ejemplo, el autoestima. Por eso considero que, a pesar de no ser su público objetivo, he aprendido mucho con este libro y me he visto a mí misma en muchas de las situaciones que vive Alma. La depresión sigue siendo hoy en día un tema controvertido y del que mucha gente huye por no entender muy bien cómo funciona y cómo pueden ayudar a las personas que lo padecen. Esta novela, que se lee en un par de horas, te muestra de una manera "graciosa" y original los diferentes síntomas de la depresión y cómo la persona que la sufre va transformándose poco a poco. Es un libro que recomiendo para entender mejor cómo funciona esta enfermedad (aunque sea de una forma poco científica y en formato de historia infantil) y para desarrollar empatía al respecto de este problema.

La historia está acompañada por unas ilustraciones que son una maravilla y que no solo nos ayudan a saber cómo son físicamente los monstruos que Alma ve, sino que muchas veces transmiten de manera visual las emociones que invaden a la protagonista, siendo capaces de contener y mostrar a la perfección lo que se nos está narrando. También me gusta el detalle de haber utilizado colores fríos, como grises y azules, para dar esa sensación de tristeza, soledad y aislamiento. La edición, en general, está muy cuidada y es una verdadera preciosidad.

No todo es negatividad en esta historia; también se nos da un punto de vista más positivo y es que de la depresión se puede salir. La depresión es una lucha constante contra ti mismo, pero si pides ayuda a los demás, a los que te rodean y te quieren, y cuentas con la ayuda de especialistas, siempre puedes luchar contra los monstruos. Aunque sea difícil, aunque tengas recaídas, aunque unos días estés mejor que otros, siempre se puede seguir avanzando.

Alma y los siete monstruos es un libro muy necesario. Desde una perspectiva amable e infantil se habla de la depresión, de los síntomas y de cómo, poco a poco y sin darte cuenta, se convierte en una condición más de tu día a día que te hace cambiar y ver el mundo desde otro punto de vista. Es un libro más que necesario porque no es habitual que se trate este tema en la literatura y menos que se trate tan bien como en esta novela. Debería ser leído por todo el mundo, tanto niños como adultos, para que así podamos aprender cómo funciona esta enfermedad y podamos ser más empáticos y conscientes de todo lo que supone.