"Todas las hadas del reino", Laura Gallego

Últimamente estoy publicando muy seguido, lo sé, lo sé. No sé si me encanta o me aterra. El caso es que tengo muchísimas reseñas en el tintero desde hace, literalmente, meses y ahora las estoy sacando todas de golpe, parece ser. No tenía intención de publicar esta tan pronto, pero había olvidado por completo que a partir de mañana y durante el fin de semana (que es cuando pensaba hacerlo) no tendré un ordenador hasta el domingo por la noche. Por lo que prefiero postearla ya y quitármelo de encima.

Hasta ahora no he reseñado nada sobre Laura Gallego y mira que la sigo fielmente y me he leído su obra. Por eso me da lástima que la primera reseña dedicada a ella sea de un libro que me ha dejado un regusto amargo, pero qué se le va a hacer. Con todos vosotros, Todas las hadas del reino.

Título: Todas las hadas del reino

Autora: Laura Gallego

Idioma original: español

Editorial: Montena

Año de publicación: 2015

Páginas: 477

Sinopsis: Camelia es un hada madrina que lleva trescientos años ayudando con gran eficacia a jóvenes doncellas y aspirantes a héroe para que alcancen sus propios finales felices. Su magia y su ingenio nunca le han fallado, pero todo empieza a complicarse cuando le encomiendan a Simón, un mozo de cuadra que necesita su ayuda desesperadamente. Camelia ha solucionado casos más difíciles; pero, por algún motivo, con Simón las cosas comienzan a torcerse de forma inexplicable…

¡Cómo ansiaba la nueva novela de Laura Gallego! Es una de mis escritoras favoritas (si no la que más) y en cuanto salió publicada, estuve detrás de ella hasta que la tuve en mis manos y lo leí hará unos meses. He de confesar que tenía mis reticencias. Dónde los árboles cantan me enamoró hasta límites insospechados. El libro de los portales me encantó pero sí es cierto que no estuvo a la altura de su precedesor. Por eso tenía un poco de miedo con respecto a Todas las hadas del reino. Y he de confesar, para mi disgusto, que ese miedo se ha confirmado.

Tanto la portada como la sinopsis me parecieron un tanto infantiles desde el principio, sentimiento que se acrecentó según iba leyendo el libro. El estilo de Laura siempre me ha parecido sencillo, limpio, agradable de leer. Pero en esta ocasión me ha dado la sensación de que ha sido demasiado plano. Algunos giros de trama me han resultado predecibles, así como el comportamiento de determinados personajes. Muchos de los sucesos me los esperaba. A decir verdad, no me he sentido sorprendida  y eso es algo que he echado en falta.

Camelia es una hada madrina a cuyo cargo están varios niños y jóvenes. Siempre los ha atendido con eficacia y ha sabido resolver sus problemas. Un día amadrina a Simón, un chico que le corresponde a otra hada, amiga de Camelia, pero que termina bajo su custodia pues es la más indicada para ayudarle. Simón es el encargado de la cuadra de la familia real y está enamorado de la princesa. Camelia conecta enseguida con él y, sin quererlo ni darse cuenta, pronto la mayor parte de sus esfuerzos estarán volcados en lograr que el caballerizo conquiste a la princesa, desatendiendo sus obligaciones con el resto de ahijados. Esto, unido a su gran carga de trabajo, provocará que la perfecta y reglada vida de Camelia se desestabilice.

Todos los ahijados creen que son los únicos para su hada madrina, ninguno conoce la existencia de los otros, por lo que pronto empiezan a sentirse abandonados al no recibir respuesta a sus consuelos. Algunos de ellos terminan un tanto descarriados pues no tienen el consejo de Camelia, por lo que poco a poco sus decisiones desembocan en desastres que ella ya no puede arreglar. El acercamiento que siente por Simón se convierte en algo más. Una de las reglas de las hadas es no encariñarse con sus niños hasta ese punto, pues el amor las convierte en mortales y hace que sus poderes desaparezcan. Pero cuanto más tiempo pasa con Simón, más se acrecientan sus sentimientos por mucho que quiera evitarlo y negárselo a sí misma. El apoyo de Ren, su mejor amigo, al principio es suficiente para ella, pero llega un momento en el que ni el Ancestral (animales mágicos que habitan en los bosques) ni el resto de sus amigas hadas madrinas pueden consolarla ni advertirla ante los peligros en los que se está metiendo sin ser consciente.

El giro de trama hacia la mitad del libro me ha parecido cuanto menos predecible y cliché. A raíz de ahí, pocos acontecimientos me han resultado inesperados u originales. Sí es cierto que ha habido un par de momentos que no me esperaba, pero nada destacable. Por eso, la lectura hasta el desenlace se me ha hecho pesada, con páginas que me sobraban por todas partes. Incluso en algún punto me ha dado la sensación de una narración casi forzada.

Acostumbrada a la acción constante en los libros de Laura Gallego, aquí me ha faltado. El ritmo se ha hecho lento y pesado en ocasiones y la forma de escribir de la autora en este libro ha contribuido a esa sensación. Sin duda, lo más destacable y lo único que me ha gustado de verdad, ha sido el conocimiento sobre los cuentos clásicos y cómo los ha ido entrelazando con la historia, haciendo guiños a lecturas con la que la mayoría hemos crecido. Esto es lo poco que puedo salvar de Todas las hadas del reino.

¿Debería leerlo?

En definitiva, tenía unas muy altas expectativas con respecto a la última novela de Laura Gallego porque ella nunca me ha decepcionado y he amado cada uno de sus libros. Sin embargo, Todas las hadas del reino me ha parecido infantil, con una narración y unos personajes poco trabajados, lento, sin la acción esperada y casi tedioso. Sin duda, su peor obra hasta el momento. ¡Esperemos que su siguiente título recupere la calidad original!