Título: Una corte de rosas y espinas (Una corte de rosas y espinas #1)
Título original: A court of thorns and roses
Título original: A court of thorns and roses
Autora: Sarah J. Maas
Saga: Una corte de rosas y espinas
Editorial: Planeta
Año de publicación: 2016
Páginas: 521
Sinopsis: Feyre, una cazadora de diecinueve años, mata a un lobo en el bosque. Como consecuencia, una criatura monstruosa llega buscando venganza y la arrastra a una tierra encantada que solo conoce a través de las leyendas. Allí descubre que su captor no es un animal, sino Tamlin, uno de los letales fae.
En su cautiverio, se dará cuenta de que lo que siente por él pasa de la fría hostilidad a una pasión que arderá a pesar de las advertencias que ha recibido. Pero una antigua y siniestra sombra crece en esta extraña tierra, y Feyre deberá encontrar la forma de detenerla o Tamlin y su mundo estarán condenados para siempre.
Los retellings de los cuentos tradicionales siempre son interesantes de leer, pues me resulta curiosa la forma en que los autores consiguen adaptar una historia ya creada a la actualidad, a lo nuevo que quieren contar, la manera en que hacen esta leyenda suya y la convierten en algo distinto pero igual de fascinante. Sumado a esto, solo escuchaba críticas buenas de esta saga y recomendaciones por todos lados.
Aquí nos encontramos con una versión diferente y apasionante de La Bella y la Bestia, que tan en auge ha estado hace unos meses gracias a la adaptación a imagen real con la aclamada Emma Watson como Bella. Existen numerosas diferencias respecto al original, así como variadas reminiscencias que nos harán disfrutar como si estuviéramos ante el clásico de Disney modernizado.
Tiempo atrás, Feyre pertenecía a una vida llena de riquezas, joyas y dinero. Cuando su madre fallece y su padre pierde su fortuna, la pobreza les golpea de lleno y se ven sumidos en la miseria. Con un padre que no puede hacerse cargo de sus hijas y dos hermanas que siguen creyendo que aun gozan de esos días de grandeza y son incapaces de aceptar la realidad, volcando su frustración y desprecio en Feyre, esta se ve obligada a tomar las riendas de la situación. Se convierte en una cazadora valiente, decidida, consciente de que debe cuidar y proteger a su familia pues es la única que puede hacerlo y la única capaz de alimentarles. Por eso, cuando un día un lobo enorme amenaza su vida, no vacila en matarle a sangre fría. Debido a esto, otro lobo golpea su puerta clamando venganza por su compañero muerto. Si Feyre quiere mantenerlos a salvo, debe pagar el precio correspondiente e irse con este animal. Sin embargo, el lobo resulta ser un Alto Fae, un ser mágico, letal y poderoso, dispuesto a encerrarla en su lujosa mansión en el mismo Reino de los Inmortales. Feyre, que se niega a perder su libertad y cumplir su condena, busca el medio de huir de allí y reunirse con sus seres queridos, pues es consciente de que sin ella no sobrevivirán.
Durante su estancia allí, descubrirá que Tamlin, el inmortal que la retiene a su lado, no es tan terrible como pueda parecer, y que aquel territorio donde gobierna la primavera, el cual supuestamente estaba devastado y donde esclavizaban humanos, no es tal y como lo cuentan las leyendas. Tamlin resulta ser alguien amable, atento e incluso cariñoso, que se muestra cercano y respetuoso con ella a pesar de que haya matado a uno de sus amigos. La actitud arisca, reservada y defensiva de Feyre irá suavizándose conforme se de cuenta de que allí no se está tan mal y de que su familia no corre ningún peligro. A pesar de que las supuestas hostilidades del Alto Fae hacia la raza humana no existen, no todos los faes serán igual de comprensivos ni de buenos y aquel lugar seguirá sin ser seguro para una humana como ella.
Asimismo, una enfermedad se extiende por aquellos dominios, amenazando a los propios inmortales, por lo que debe tener cuidado aún con la protección de Tamlin. Pronto, Feyre aprenderá a apreciar esta nueva vida, así como la compañía del fae y a sentirse a gusto en un sitio al que puede comenzar a considerar hogar, donde puede disfrutar del día a día sin demasiadas preocupaciones y en el que tiene alguien que la quiere y la cuida. Tras la máscara que oculta el rostro de Tamlin y la maldición que pesa sobre él y su corte, Feyre hallará un bello corazón por el que no podrá evitar albergar sentimientos.
Las similitudes entre Una corte de rosas y espinas y La Bella y la Bestia son evidentes. Bella/Feyre lucha implacable para ayudar a una familia incompetente que es incapaz de hacer nada por sí misma, y ello le llevará a ser retenida por una Bestia que oculta mucho más de lo que su apariencia y su actitud demuestran. Algunas de las diferencias son, por ejemplo, que mientras que Bella ama leer, Feyre es analfabeta, o que Tamlin en vez de ser un monstruo que se transforma en humano, es justo al contrario. Son pequeños detalles que me llamaron poderosamente la atención y que me parecen un acierto por parte de la autora.
Feyre es una protagonista de esas que consiguen que leer una novela sea un placer. Con unos principios claros, con una fuerza e independencia dignas de admiración, no se deja amedrentar, siempre lucha de frente y no deja que nadie la pisotee ni la ordene. Es una chica decidida, astuta, y que, aunque se deja llevar por su corazón, no se vuelve estúpida de amor, algo que es de agradecer. La novela está narrada en primera persona desde su perspectiva, por lo que podemos saber cómo se siente y cómo van evolucionando esos sentimientos hacia lo que sucede a su alrededor y, más importante, hacia las personas que va conociendo. Aprenderá mucho durante su estancia en la mansión de Tamlin, averiguará qué es verdad y qué no acerca de las leyendas que corren por su pueblo y se librará de muchos prejuicios respecto a los inmortales. Es un personaje cercano, al que es fácil comprender y entender, con el que podemos conectar.
Así que me quedaban momentos como éste, admirando el brillo de la pálida luz de invierno en la nieve. No podía recordar la última vez que lo había hecho, que me había tomado la molestia en notar algo encantador o interesante.
Por su parte, Tamlin, ay Tamlin. Debajo de esa apariencia de frialdad y distancia, es un cacho de pan. Oculta su físico, debido a una maldición, así como su corazón. De la mano de Feyre, iremos adentrándonos poco a poco en su forma de ser, conociéndole mejor y, como no, enamorándonos de él. Hay varios personajes secundarios que son maravillosos, pues todos y cada uno están bien construidos, con una personalidad definida. Destacar a Lucien, el mejor amigo de Tamlin, su sarcasmo, acidez y su humor, que es más de lo que parece. Rhys, que aparece bastante avanzada la historia, también me ha gustado mucho, su prepotencia y su forma de ser me han atraído poderosamente la atención. Por último, decir que Amarantha, antagonista principal, me ha parecido una villana maravillosa, ya descubriréis por qué.
Aunque Maas parte de una historia de sobra conocida en la cultura general, logra crear un mundo completamente nuevo desde cero. Es un cuento ya narrado, sí, pero al leerlo nos sentimos parte de algo distinto, jamás contado, innovador, atractivo y atrapante. Su pluma es increíble, con unas descripciones que nos ayudan a introducirnos más aún en la trama y a disfrutar plenamente de este paisaje fresco y original que nos presenta. Es el primer libro de una trilogía, sin embargo la autora consigue dejarnos con ganas de más, con la miel en los labios más de una vez. No parece en absoluto introductorio (a pesar de que lo es), puesto que está repleto de acción, giros de trama y momentos que nos harán suspirar en más de una ocasión. El romance es mágico, muy bien llevado y tratado y no se antepone al argumento principal. El final te deja con el corazón en un puño, asimilando todo lo que ocurre de repente y que no te esperabas y deseando más, mucho más de lo que te están ofreciendo.
Aunque Maas parte de una historia de sobra conocida en la cultura general, logra crear un mundo completamente nuevo desde cero. Es un cuento ya narrado, sí, pero al leerlo nos sentimos parte de algo distinto, jamás contado, innovador, atractivo y atrapante. Su pluma es increíble, con unas descripciones que nos ayudan a introducirnos más aún en la trama y a disfrutar plenamente de este paisaje fresco y original que nos presenta. Es el primer libro de una trilogía, sin embargo la autora consigue dejarnos con ganas de más, con la miel en los labios más de una vez. No parece en absoluto introductorio (a pesar de que lo es), puesto que está repleto de acción, giros de trama y momentos que nos harán suspirar en más de una ocasión. El romance es mágico, muy bien llevado y tratado y no se antepone al argumento principal. El final te deja con el corazón en un puño, asimilando todo lo que ocurre de repente y que no te esperabas y deseando más, mucho más de lo que te están ofreciendo.
—Porque tu alegría humana me fascina; la manera en que experimentas las cosas en tu tiempo de vida, tan salvaje y profundamente y todo a la vez, es… fascinante. Me atraes, incluso cuando sé que no debería estarlo, incluso cuando trato de no estarlo.
¿Debería leerlo?
Con una narración exquisita, una historia diferente y que engancha, Una corte de rosas y espinas es un inicio perfecto. La belleza de La Bella y la Bestia se mezcla con un universo original, bien llevado que hará las delicias de los lectores ávidos de fantasía, romance y magia.
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