"El señor del Sabbath", Mariana Palova

Título: El señor del Sabbath (#1)

Autora: Mariana Palova

Saga: La nación de las bestias

Editorial: Océano Gran Travesía

Año de publicación: 2019

Páginas: 476

Sinopsis: «¿No estás harto de tener miedo? ¿No quisieras tener la certeza, por primera vez en tu vida, de que no estás loco? ¿De que todo lo que ves y lo que te pasa… es real?»

Durante casi toda su vida, Elisse ha sido acosado por criaturas horripilantes que al parecer nadie más puede ver ni escuchar. Desesperado por huir tanto de ellas como de su pasado decide marcharse de la mística India, el país donde estuvo refugiado, para sumergirse dentro de la Gran Hechicera Nueva Orleans. ¿Su única esperanza? Rencontrarse con su padre, quien por motivos desconocidos tuvo que abandonarlo siendo apenas un bebé. Pero lo que él no sabe es que en esa ciudad sepultada por una misteriosa niebla y devorada por furiosos huracanes, se encontrará con mucho más que las respuestas a los enigmas de su inquietante vida: un secreto, tan ancestral como extraordinario, que se oculta entre los pantanos de Luisiana, en los muros helados del cementerio de Saint Louis y hasta en su propia sangre. Mitos, cultos y leyendas. La humanidad tiene miles, pero Elisse está a punto de descubrir que sólo existe una verdad. Los abismos lo observan. Sus pesadillas lo persiguen. Y ahora, su instinto lo guiará a la batalla. ¿Tienes el valor de entrar en su mundo?

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Elisse es un muchacho occidental que, por circunstancias de la vida, acabó viviendo en la India desde muy pequeño. Allí fue cuidado por monjes budistas hasta que tuvo la edad suficiente para marcharse a Nueva Orleans en busca de su padre, el único familiar vivo que parecía tener. No sabe nada de él ni de dónde se encuentra, pero la última carta que recibió de él tenía un sello de Nueva Orleans, así que decidió arriesgarlo todo para ir a buscarle. Una vez allí, se instala en el centro budista de la ciudad, cuyos regentes eran amigos de los monjes que le habían cuidado en la India. A pesar de las diferencias culturales y de la distancia, enseguida se siente como en casa ya que por fin puede permitirse el lujo de tener un cuarto propio, comida, ducha, ropa que no esté hecha jirones y, además, Louisa, una de las encargadas del centro, le recibirá con los brazos abiertos y le tratará como si fuera su hijo.

Pero la felicidad que siente Elisse al haber escapado de una vida de pobreza no puede opacar la maldición que lleva a cuestas. Es capaz de ver monstruos y criaturas horripilantes con total nitidez. Estas visiones siempre aparecen de repente, sin seguir ningún patrón, y le acosan en cualquier momento del día. Para los demás, siempre se ha justificado con que son terrores nocturnos, pero Elisse sabe que su presencia es demasiado real como para que pueda reducirse a esa simple explicación. El acoso de esos monstruos no cesa ni siquiera en Nueva Orleans y tiene que lidiar con ellos mientras se adapta a su nueva vida y trata de encontrar a su padre. Lo que no sabe es que su llegada a Nueva Orleans le dará las respuestas de por qué es capaz de ver esos monstruos.

De manera casi fortuita, Elisse se topará con una manada de nativos americanos, Comou Bayou, que es mucho más de lo que aparenta. Ellos le explicarán a Elisse que su visión de horribles criaturas puede ser un don más que una maldición, que no está loco y que ellos pueden ayudarle a controlarlo. Así pues, sin quererlo, Elisse encontrará en esta peculiar tribu a una familia y desarrollará vínculos muy especiales con ellos, sobre todo con Tared, quien será su gran apoyo y confidente.

Se acerca el Mardi Gras, fecha en la que los espíritus y los rituales del vudú están más presentes que nunca en Nueva Orleans. ¿Será Elisse capaz de superar el destino que, sin saberlo, lleva sobre sus hombros?

Lo que más me llamó la atención de este libro, supongo que como a la mayoría que lo leyó, es la ambientación en Nueva Orleans. Es la primera vez que leo una novela situada aquí y a penas conocía nada de este lugar (a excepción de Tiana y el sapo, si acaso). No solo me atraía la idea de la ambientación en Lousiana, sino también cómo se relacionaba la magia vudú con Elisse, un muchacho que había mamado la India budista. No sé si la autora ha estado alguna vez en Nueva Orleans o simplemente se ha documentado muchísimo acerca de la ciudad, pero lo cierto es que ha logrado transmitir bastante bien la sensación de que nosotros mismos estábamos pisando sus calles. Quizá me ha faltado un poco más de descripción de este escenario, pero, por lo general, la ambientación está bien construida.

Elisse, el protagonista, me ha gustado mucho. Lo que más destaca de él es su androginia, que hace que muchas veces le confundan con una mujer, y este es un rasgo sorprendente porque no suele leerse acerca de hombres con rasgos afeminados dentro de la literatura, al menos no en mi caso, y si los hay, siguen manteniendo una apariencia lo suficientemente masculina como para no ser confundidos sistemáticamente con mujeres, que es lo que le sucede a Elisse. Al margen de eso, me parece un muchacho muy valiente. Ha sufrido una gran cantidad de penurias y pobreza en la India, lo que ha fortalecido su carácter. Me sorprende su forma de pensar, ya que tiene una moralidad muy clara y rechaza, entre otras cosas, el robo y el asesinato, aun habiendo vivido en un país donde eran dos elementos importantes si se quería sobrevivir. Elisse es un chico muy maduro, razonable y, como he dicho, muy valiente, aspectos que me han gustado y que me han permitido congeniar con él desde el principio. Al mismo tiempo es muy sensible y empático y le gusta pensar en los demás antes que en sí mismo. Este es uno de los motivos por los que nunca le cuenta a nadie acerca de sus visiones, no ya porque lo tomarían por loco, sino porque no quiere tampoco preocupar a los demás. Nunca pide ayuda y se limita a sobrellevar el terror que le dan esos monstruos lo mejor que puede. Por eso, encontrarse con Tared y su tribu de nativos americanos para Elisse será una salvación ya que, aunque no pueden hacer nada para que deje de ver esos seres, por lo menos pueden darle una explicación racional de por qué le sucede y cómo puede combatirlo de la mejor forma. Si tengo que mencionar algo negativo de este personaje es que cada vez que tiene una visión se pregunta si es real o no y eso para mí fue bastante cargante, dado que si ha sufrido ese fenómeno durante toda su vida, debería saber perfectamente que lo que está viendo no es real, puesto que hay ciertos signos que delatan que se trata de una "alucinación". Entonces, todas las veces que se dedicaba a cuestionar si el monstruo era real o producto de su mente me resultaba bastante cargante y le hacía parecer un poco estúpido.

Con el vudú también se mezclan las leyendas de ancestros y espíritus nativos y, aunque puedan parecer religiones o creencias muy diferentes, lo cierto es que Palova ha sabido combinarlas a la perfección de tal forma que ha creado una vinculación creíble entre ambas. Reconozco que yo al principio pensaba que, en cuestión religiosa, serían el vudú y el budismo los dos elementos que estarían interrelacionados, por eso me chocó bastante cuando en la trama aparecieron las leyendas nativas y al principio me descolocó bastante y lo vi muy inverosímil. Sin embargo, según vamos avanzando, nos damos cuenta de que la autora ha conseguido mezclarlo todo a la perfección y de que es una combinación que funciona. Lo único que he echado en falta es un poco más de presencia del budismo, ya que al principio es un elemento en el que se recae bastante y, al final, termina siendo tan solo un rasgo distintivo de la educación de Elisse.

Estas creencias le serán reveladas a Elisse mediante los miembros de la tribu Comou Bayou, nativos americanos que tienen características, digamos, "especiales" que no quiero revelaros para que os llevéis la sorpresa. De entre ellos, Elisse congeniará enseguida con Tared, quien será el que le guie hasta la tribu y el que se autodefina como el protector de Elisse. Entre ellos surgirá una relación muy especial que se irá estrechando conforme el protagonista vaya siendo cada vez más parte de su pequeña comunidad. Tared es sensato, protector, amable, alguien digno de confianza. Ese tipo de persona al que te dan ganas de contarle todos tus temores para que te consuele. Me ha gustado muchísimo porque es un personaje al que le coges cariño enseguida y que se preocupa mucho por Elisse. Mamá Talluah, la anciana de la tribu, Johanna y Julien también aceptarán sin mucho reparo a Elisse, llevándose bien enseguida y formando un bonito vínculo de amistad, por parte de Johanna y Julien, y una relación más bien abuela-nieto con mamá Talluah. Sin embargo, el abuelo Muata, que será el encargado de adiestrar a Elisse para que aprenda a utilizar su maldición a su favor, no le tendrá en gran estima, lo que llevará al resto de miembros del clan, Nashua y el líder, a no verle con buenos ojos. Aun así, Elisse sentirá que por fin ha encontrado la familia que nunca tuvo en la India y la ausencia de su padre no será tan pesada para él.

Me ha gustado mucho también la insinuación de pareja LGTB, y digo insinuación porque los sentimientos que surgen entre sus implicados están bastante claros, pero, al mismo tiempo, cabe resquicio para la duda de si lo que sienten el uno por el otro tienen trazas románticas o solo se debe a las circunstancias que les ha tocado vivir. Sea como fuere, solo espero que esto no sea ningún clickbait (que no tiene pinta) y que se esclarezca, aunque sea a través de los pensamientos de los personajes, un poquito. Harían una pareja muy tierna y se nota que existe mucha química entre ellos, así que estoy desando saber cómo se desarrolla su relación en la segunda parte.

Por último, no quiero terminar esta reseña sin hablar un poco de la pluma de la autora y es que ha sido un aspecto que me ha gustado y disgustado al mismo tiempo. Me explico. El estilo de la autora encaja perfectamente con lo que nos está narrando, ya que es directo, sin tapujos, sin eufemismos. Nos describe con todo lujo de detalles y sin escatimar en nada los monstruos a los que se enfrenta Elisse, nos habla de sangre, de vísceras derramadas y, en general, de todos los horrores que vive el protagonista sin llegar a ser gore. Al mismo tiempo, su pluma es muy tierna y relajante en las escenas en las que tiene que serlo, como cuando Elisse interactúa con Louisa, la mujer con la que convive y que se ha convertido prácticamente en una madre para él, o cuando Elisse siente que está en casa en sus encuentros con Tared. A su vez, la prosa de Palova se me ha hecho muy repetitiva. Por ejemplo, en las "visiones" que tiene Elisse acerca de estas terribles criaturas, no solo las escenas son muy similares, sino que las descripciones que hace la autora también, por lo que da la sensación de que Elisse está viviendo siempre lo mismo punto por punto, como en un bucle constante. También es repetitiva en cuanto a las metáforas que utiliza, ya que suele repetir las mismas fórmulas en ciertos puntos. Esto hizo que algunos pasajes se me hicieran un tanto cargantes y aburridos.

Por otro lado, quiero destacar que los capítulos alternan entre la narración en primera persona de Elisse y de un ser invisible cuya identidad no se nos revela hasta el final de la novela, un ser que deducimos que está relacionado de algún modo con el papel de Elisse y que nos habla de todos los personajes con cariño, como si fuera un ente omnipotente que los conoce a todos al dedillo, que conoce sus vidas, sus sentimientos, sus pensamientos y motivaciones. Esto me gustó mucho ya que podemos profundizar en el resto de personajes de la obra incluso si Elisse no los conoce o no tiene demasiado trato con ellos.

¿Debería leerlo?

La nación de las bestias es una saga que tiene muchísimo potencial. Reúne elementos muy variopintos y originales cuya mezcla resulta ser adictiva y diferente. Es un libro que una vez empiezas no puedes dejar de parar y que, aunque no tiene demasiados giros de trama, sabe cómo sorprenderte. El final del primer libro te deja con ganas de mas y con la promesa de que el segundo será aún mejor.