"La luz de nuestro mundo", Fraax Fair

Título: La luz de nuestro mundo

Autor: Fraax Fair

Editorial: Autopublicado

Año de publicación: 2020

Páginas: 149

Sinopsis: Mike es un adolescente que sueña con ser un gran escritor. Su día a día en el instituto es complicado y el acoso que recibe por parte de otros alumnos le hacen dudar de su propio talento. Cree que las primeras páginas de su manuscrito son horribles. Todo cambiará al encontrarse con un misterioso anciano. De pronto, se verá inmerso en una nueva realidad. Descubrirá el mundo que él mismo había inventado. Su destino le llevará a unir fuerzas con los protagonistas de su libro para combatir contra la oscuridad. Sin embargo, los acontecimientos de los capítulos trascurrirán de forma distinta a lo que el aprendiz de escritor había imaginado.Infinidad de aventuras y misterios le aguardarán en la tierra de Aegir. ¿Será capaz Mike de descubrir el final de la historia o acabará sucumbiendo a sus inseguridades?

¡Gracias al autor por el ejemplar!

En primer lugar quiero dar gracias al autor por contar conmigo para leer su nueva novela y para reseñarla en el blog. Podéis ver aquí todas sus otras obras reseñadas en este blog por si os interesa.

Lo cierto es que tenía muchas expectativas respecto a este libro porque he leído sus anteriores publicaciones y he podido notar la mejoría del autor según iba escribiendo. Su anterior novela Trece deseos me gustó mucho, por lo que tenía ganas de ver cómo me iba a sorprender su nueva historia. Y aunque me sabe un poco mal, su nueva obra se me ha quedado corta en comparación a lo que yo esperaba.

En La luz de nuestro mundo nos encontramos como protagonista a Mike, un muchacho de trece años con sobrepeso que recibe acoso por parte de sus compañeros de instituto debido a esto. Por este motivo, Mike ha encontrado en los libros y en la literatura una forma de escapar a la realidad, un refugio que siempre le acoge con los brazos abiertos y donde puede ser feliz sin sufrir el desprecio de los demás por su físico. Como casi todo lector, su pasión por la literatura va ligada a su pasión por la escritura, por lo que Mike ha decidido que él también quiere escribir su propia historia, inspirándose para ello en la mitología, en obras que le han marcado y en sus escritores favoritos como Laura Gallego.

Un día, en el instituto, el cuaderno en el que estaba escribiendo su historia será descubierto por los mismos compañeros que le hacen bullying y estos se reirán de él afirmando que no tiene talento, que no sabe escribir y que nunca llegará a nada. Esto hace que la motivación de Mike desaparezca ya que considera que su libro no es lo suficientemente bueno como para que le interese a nadie. Sin embargo, se encontrará de casualidad con un hombre muy extraño, al que denominará señor Misterioso, que, al leer su manuscrito, le asegura que tiene talento y que sirve para la escritura. Este hombre, sin saber muy bien cómo, hará que Mike se transporte a Aegir, el mundo fantástico que ha creado para su novela. Allí, conocerá a sus propios personajes, Luz y Rodo, y se verá inmerso en la historia que él mismo ha plasmado en sus páginas y, según avance, que él mismo ha planeado para su novela. A pesar del shock inicial de Mike, poco a poco se va acostumbrando a esta situación y ayudará a Luz y Rodo a completar las misiones y salvar el mundo. Para pasar desapercibido, Mike fingirá ser un mago y, junto a sus protagonistas, irá avanzando en su propia historia.

La premisa, como veis, es de lo más interesante. Creo que todos los que escribimos hemos fantaseado con poder participar de nuestro propio mundo y conocer a fondo a nuestros propios personajes (sobre todo porque eso facilitaría enormemente el proceso de escritura hehe). Es por esto que empecé esta novela con muchas ganas, ya que el punto del que partía el autor me resultaba muy atrayente. Sin embargo, hubo muchas cosas que no me gustaron y que hicieron que, a pesar de su corta longitud, la novela se me hiciera muy larga.

Mi problema principal fue la prosa del autor. Ya la conocía por sus otros relatos y escritos, pero siento que, con respecto a su anterior novela, esta no ha mejorado ni madurado lo suficiente. Su prosa es muy repetitiva, repite mucho las mismas palabras y los mismos conceptos, provocando que, para el lector, sea cargante de leer en algunas ocasiones ya que sientes que estas leyendo lo mismo que en el capítulo anterior. Esto se nota, sobre todo, cuando aparecen los personajes en escena. Cada personaje está definido con unas determinadas cualidades, las cuales son nombradas cada vez que estos aparecen. Por ejemplo, cada vez que aparece Luz se hace referencia a su alegría natural y a su habilidad con las katanas. En la escena siguiente, se menciona de nuevo su alegría, pero se cambia su habilidad con las espadas por su gran corazón etc. Y así durante toda la novela. Esto era realmente cansino porque el lector ya conoce a los personajes, ya sabemos cómo son y cuáles son sus virtudes, así que no es necesario que se insista tanto en ello. Además, si, por ejemplo, Luz es tan alegre, prefiero que esa alegría se demuestre en cada aparición con su forma de actuar antes de que se ponga simplemente que es alegre y ya está. En el caso de Rodo, es un tritón que cambia la cola por piernas humanas para poder huir por tierra; pues cada dos por tres se menciona que se tropieza o que se cae porque no las controla bien. Y así con todos los personajes y prácticamente cada vez que aparecen en escena. Así pues, esto hace que una historia que no llega ni a las 200 páginas se haga pesada de seguir.

Siguiendo con la prosa, las descripciones me resultaron muy superficiales, sobre todo en lo referente a la descripción del mundo. Me faltaron datos y detalles para que pudiera hacerme una idea firme de cómo es este mundo fantástico de Aegir. Lo único que me quedó claro es que está influenciado por la cultura romana, pero, si entendí bien, no es el estilo romano tal y como lo conocemos, sino que estaba mezclado con otros elementos, aunque no me quedó del todo claro. En general, las descripciones no ahondan nada en este nuevo mundo y como lector no sabes muy bien qué pensar de Aegir. También entiendo que, al ser una novela tan corta, el autor no puede detenerse tanto en estos aspectos, pero yo personalmente me sentí muy perdida con los lugares que iban visitando porque me faltaban más datos y porque, además, la manera que tenía de dibujarlos me pareció demasiado cliché. Esta falta de profundización en los escenarios se repite en los personajes. Son planos y muy clichés. Tienen personalidades muy estereotipadas: Rodo es el príncipe bueno y bondadoso, Luz es la princesa alegre e hiperactiva, Jen la gladiadora fría y misteriosa de la que desconfían... Los personajes no me transmitieron nada, fui incapaz de conectar con ellos y, para mí, pasaron sin pena ni gloria. En cuanto a Mike, el protagonista, en ocasiones me resultó insufrible y a veces me preguntaba qué pintaba en toda la historia porque parecía un secundario más que otra cosa. Algo que también me hubiera gustado que se tratara con más profundidad es la discapacidad de Hugo, un compañero de clase de Mike, que realmente no pinta nada en la historia, pero cuya aparición al principio me gustó por aportar diversidad al libro. Pensaba que el autor aprovecharía la trama fantástica para ahondar un poco más en su discapacidad o en el peso de Mike que tantos problemas le estaban causando en el colegio, pero en ambos casos se ha quedado en nada. Soy consciente de que la historia no va de eso, pero puesto que es muy complicado encontrar hoy en día novelas que tengan personajes no normativos, me hubiera gustado que eso hubiera sido un elemento un poco más relevante, aunque no primordial. En el momento en el que Mike se "teletransporta" a Aegir, esto desaparece y la trama se centra solo en lo que Mike había imaginado para su novela. Me parece una lástima que ya que estos temas salen a colación no estén más desarrollados.

Siguiendo con la pluma del autor, las escenas de lucha me resultaron caóticas, repetitivas y aburridas. De hecho, casi al final del libro las leí en diagonal porque se parecían mucho entre ellas. Se nota claramente la influencia de los RPG en el autor, puesto que las peleas que describe parecen sacadas directamente de videojuegos, así como los hechizos y la forma de utilizar la magia.

En general, la trama sucede con demasiada rapidez. En el capítulo uno estamos en el punto A y en el capítulo dos ya vamos por el D. Todo sucede demasiad rápido: de repente están en una ciudad, de repente en otra, de repente hay una pelea, de repente aparece un personaje nuevo. Como lector, no te da tiempo a asimilar todo lo que sucede en tan poco tiempo. La palabra que, para mí, describiría esta novela es "superficial", básicamente porque durante toda mi lectura he sentido que el autor se quedaba corto, que no se explayaba lo suficiente, que no se indagaba demasiado en los sentimientos de los personajes, en sus circunstancias o en el mundo que los rodeaba, sino que iba siguiendo la trama a rajatabla sin detenerse demasiado. Como si juegas a Pokémon solo pasándote los gimnasios para llegar a la Liga sin investigar a fondo las ciudades o sin hablar con los NPC, un poco así. No sé si está hecho a propósito o si era la intención del autor narrar de esta forma para que su pluma se asemejara a la pluma inexperta del propio de Mike, pero a mí no me ha terminado de convencer. Por ejemplo, si Luz y Rodo se ponen a discutir, la discusión se resuelve en tres líneas de diálogo, si hay reflexiones, estas no duran ni un párrafo...

A grandes rasgos, a la obra le falta mucha profundidad. La premisa es muy interesante, pero siento que 150 páginas son insuficientes para explotarla en su totalidad y para expandirla todo lo que se merecía. He de decir que hay un personaje dentro de la novela que se dedica a comentarle a Mike todos los fallos que existen en sus ideas y en su forma de narrar y, casualmente, todos los errores que mencionan son cosas que yo misma estaba pensando mientras leía. Esto quiere decir que yo no sé si el autor ha escrito la novela de esta forma para asemejarse al estilo narrativo que tendría alguien como Mike, un muchacho que nunca ha escrito nada y que está muy verde en estas cuestiones. Si es así, desde luego que ha sabido captarlo a la perfección, pero, si no, siento que a esta historia le falta todavía mucha madurez.

Para terminar con algo positivo, me ha gustado mucho los mensajes que el autor ha transmitido. Por ejemplo, ser capaces de encontrar la luz en la oscuridad, la importancia de las amistades, los libros como un refugio y un bálsamo, no rendirse jamás ante las adversidades, perseguir nuestros sueños aunque la gente insista en que no podemos alcanzarlos, confiar en nosotros mismos y en nuestras habilidades... Siento que La luz de nuestro mundo habría sido una historia de, por lo menos, cuatro estrellas si la prosa hubiera sido un poquito más compleja y si la novela hubiera sido más larga.

¿Debería leerlo?

Aunque la sinopsis es muy buena y solo por eso ya llama la atención, siento que Fran no ha sabido explotar bien su propia idea. Quizá si no hubiera sido tan corta podría haber profundizado más en ciertos aspectos o haber hecho que la trama fluyera con mayor lentitud para que el lector pudiera saborearla en condiciones. A pesar de todo esto, es un autor al que espero seguir leyendo porque siento que sus ideas prometen y que, si pule un poco su narrativa, podrá hacer grandes cosas.