"Príncipe mecánico", Cassandra Clare

Título: Príncipe mecánico (Cazadores de sombras. Los orígenes #2)

Título original: Clockwork Prince

Autora: Cassandra Clare

Idioma original: inglés

Saga: Cazadores de sombras (Los orígenes)

Editorial: Destino

Año de publicación: 2012

Páginas: 456

Sinopsis: La situación en el Instituto de Londres nunca había sido tan precaria. Con Mortmain su preciso ejército entrañando aún una amenaza, el Consejo quiere despojar a Charlotte de su poder y entregar la dirección del Enclave al ávido de poder y carente de escrúpulos Benedict Lightwood.

Con la esperanza de salvar a Charlotte y el Instituto, Will, Jem y Tessa se proponen desentrañar los secretos del pasado de Mortmain… y descubren inquietantes conexiones con los cazadores de sombras que son la clave no solo de las motivaciones del enemigo, sino también del secreto de la identidad de Tessa.

Tessa, atrapada en los afectos de Will y Jem, se encuentra con otra decisión que tomar cuando se entera de que los cazadores de sombras ayudaron a crear a un monstruo. ¿Apartará de los a su hermano, Nate, que lleva tiempo suplicándole que se una a él del lado de Mortmain? ¿De qué lado están sus lealtades y su amor? Solo Tessa puede decidir si salva a los cazadores de sombras de Londres o acaba con ellos para siempre.

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CONTIENE SPOILERS DE ÁNGEL MECÁNICO

Tras los acontecimientos narrados en Ángel mecánico, el Instituto de Londres, y por ende, su directora Charlotte, se encuentra en una encrucijada. El verdadero enemigo y el que está causando estragos en el mundo de los subterráneos y de los nefilims ha resultado ser Mortmain, el supuesto jefe de Nate, hermano de Tessa, el cual a su vez estaba implicado desde el principio no solo en sus planes, sino también en el secuestro y reclusión de su propia hermana. Tessa queda muy afectada por los descubrimientos que hace acerca de Nate, pero no le queda más remedio que admitir que su amor fraternal no puede salvarle y que se ha convertido en un peligro para la sociedad de los cazadores de sombras. La dirección del Instituto de Londres es cuestionada por el resto de nefilims, pues Charlotte y los suyos mantuvieron bajo su protección a Nate, que les engañó por completo, y esto hizo que se desencadenaran una serie de sucesos catastróficos para el Instituto en particular y para los cazadores de sombras en general. Además, tanto Nate como Mortmain desparecieron sin dejar rastro, por lo que nadie sabe cuál será su siguiente paso. Así pues, Benedict Lightwood, férreo enemigo de Charlotte, la acusa de incompetente y pretende relegarla de su puesto, convirtiéndose él en el director del Instituto. El Inquisidor decide darle una última oportunidad a Charlotte y ponerle un plazo límite: si en ese tiempo no logran dar con el paradero de ambos hombres y detenerlos, tendrá que dejar la dirección del Instituto.

Charlotte, Henry, Will, Jem y la propia Tessa se afanan por hallar cualquier pista o indicio que les indique cuál es la motivación de Mortmain para atacar indiscriminadamente a los cazadores de sombras, dónde se esconde y cuál puede ser su siguiente paso. Sin embargo, esto no va a resultar tarea fácil y tendrán que recurrir a todo su ingenio y fuerza si no quieren perder el lugar que se ha convertido en su hogar.

La trama se retoma exactamente en el mismo punto en que terminó el primer libro. Tras el ataque al Instituto de Mortmain por medio de autómatas y el robo de la caja Pyxis, donde estaba encarcelado un poderoso demonio, tanto él como su acólito Nate han desaparecido. Debido a la presión que ejerce Benedict Lightwood sobre el Instituto de Londres, se les encarga a todos sus miembros que enmenden su error y los atrapen o, si no, Charlotte perderá su puesto como directora. Todos se vuelcan en analizar cualquier dato o cabo suelto para dar con el paradero de Mortmain y averiguar cuál es su objetivo y Tessa se unirá a la búsqueda, pues su habilidad para Cambiar y convertirse en cualquier persona que desee le resultará muy útil a los nefilims para infiltrarse en sitios donde no han sido invitados. El argumento de este segundo libro me ha enganchado mucho más, pues descubrimos cosas muy interesantes que le dan un giro sustancial a la trama. Por un lado, se indaga más en la familia Lightwood, especialmente en Benedict y sus hijos, Gideon y Gabriel. Gideon y Gabriel son enviados al Instituto de Londres para entrenar como cazadoras de sombras a Tessa y Sophie, el ama de llaves, y a raíz de esa interacción sabremos mucho más de los hermanos, que hasta el momento eran meros espectadores dentro de la historia. También se descubrirán trapos sucios de Benedict y que su figura está más relacionada con el caso que se traen entre manos de lo que uno pudiera esperar al principio. Asimismo, se profundiza más en la psicología de Jessamine y en por qué odia tanto a los cazadores de sombras. Por más que sea un personaje bastante odioso, lo cierto es que tiene razones de peso para hacer lo que hace y me alegra que aquí se hable de ello.

El punto flojo, al menos para mí, ha sido la importancia que se le da en Príncipe mecánico a la relación amorosa entre Will, Jem y Tessa. Will y Tessa tienen un tira y afloja constante, pues ambos se atraen, pero Will no deja de herirla y mostrarse distante con ella (excepto cuando baja la guardia y deja entrever sus verdaderos sentimientos). Esta actitud tan fría tiene una razón de ser que, de hecho, descubriremos también en este libro y que justifica por qué Will se envuelve en una capa de sarcasmo que usa contra todo el mundo. Por otro lado, Jem comienza a sentirse también atraído por Tessa y es a partir de aquí cuando se forma el triángulo. Digo que estas dos relaciones son flojas porque cuando me lo leí por primera vez me encantó y me pareció super romántico, sobre todo los discursos pasionales de Jem. Sin embargo, en mi relectura años después me he dado cuenta de que ambas relaciones son de puro instalove por parte de ellos, mientras que si Tessa les corresponde es porque son atractivos (algo que repite en incontables veces) y porque le gusta sentirse querida de esa forma. Siento que el desarrollo de la relación es prácticamente nulo y no me gusta nada cómo lleva Cassandra Clare el amor que surge entre ellos porque da la sensación de que no hay una base de la que parten, sino que simplemente se sienten atraídos el uno por el otro nada más verse. Además, recalcar también que se conocen desde hace apenas unos meses y, en el caso de Jem, hasta este segundo libro ni siquiera había tenido interacciones de peso con Tessa como para enamorarse de ella. Eso es algo que me pasa con esta autora y es que siento que crea mejor las relaciones secundarias que las principales porque estas siempre me resultan muy precipitadas e incluso obsesivas, mientras que las secundarias suelen ser más pausadas y a fuego lento.

Al margen de esto, el ritmo como siempre ha sido trepidante; Clare sabe mantener en vilo a sus lectores y ganarse nuestra atención. Quizá las partes más lentas han sido las que estaban más focalizadas a los lazos que surgen entre los tres protagonistas, pero han sido compensadas por las investigaciones que se llevan a cabo sobre Mortmain y sus planes. Además, como he comentado, el libro se centra en personajes o temas que hasta ahora habían pasado en segundo plano (como el pasado de Will, la relación entre Charlotte y Henry; también atisbamos más sobre el pasado de Magnus...) lo que genera una buena intriga y te hace querer saber más.

Príncipe mecánico está a la altura de su predecesor, incluso diría que es un poco más interesante y ameno que la primera parte. Nos deja con la miel en los labios de cara al final y plantea unos nuevos conflictos relacionados con los ya existentes que, sin duda, dejaran al lector con la boca abierta.