"Ladrones de la libertad", Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Título: Ladrones de la libertad (#3)

Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Idioma original: español

Saga: Marabilia

Editorial: Nocturna

Año de publicación: 2017

Páginas: 638

Sinopsis: La tripulación del Angelique está orgullosa de ser lo que es: una tripulación de piratas. Su día a día consiste en navegar por los mares de Marabilia entre aventuras, asaltos a barcos y búsqueda de riquezas: en definitiva, los piratas del Angelique viven sin acatar leyes ni obedecer órdenes de nadie.

Hasta que el rey Geraint de Dahes los captura y todo apunta a que eso se ha terminado. La pena por piratería es la muerte. A no ser, claro, que alguien les proponga un trato que les permita salvarse... Uno que a su vez ofrezca la posibilidad de una venganza muy ansiada.

Ante un tesoro tan valioso como la libertad cualquier precio parece escaso.

Esta es una de esas sagas que, sin darme cuenta, dejé de lado. Me leí los dos primeros libros prácticamente de seguido, pero ahí me quedé y no la he vuelto a retomar en años. Se debe, en parte, a que aunque es una saga que me gusta, al mismo tiempo se me hace pesada y lenta, debido principalmente a que no termino de congeniar con las autoras porque muchas veces me resultan repetitivas y machaconas con ciertos temas, y esta tercera parte no ha sido una excepción. Aprovecho para recordar que, si bien todos estos libros forman parte de la saga Marabilia, se pueden leer de forma independiente. Quizá el primero y el segundo es conveniente leerlos en ese orden, pero a partir de ahí lo único que tienen en común el resto de novelas es que se desarrollan en el mismo universo y que aparecen personajes de novelas anteriores de forma anecdótica.

Ladrones de la libertad comienza con la tripulación del Angelique bajo rejas. Son piratas y están muy orgullosos de ello, pero finalmente han caído en las garras de la justicia, en concreto en las garras del rey de Dahes. Su destino final es la muerte para servir como ejemplo de lo que le sucede a aquellos que van en contra de la ley. Sin embargo, en el último momento, el rey decide hacer un trato con ellos. Hay otro barco pirata que está causando estragos en los comercios del rey, por lo que este les propone que, si lo derrotan, serán libres y recuperarán su barco, el cuál ha sido confiscado. Al principio todos están de acuerdo en que prefieren morir antes que estar bajo las órdenes de un rey al que no reconocen, pero cuando se entera de quién capitanea el barco, Jared, el líder de los piratas, no duda en aceptar la tarea, pues así no solo conseguiría la libertad para los suyos, sino también una venganza con la que ha soñado durante años.

Así pues, ponen rumbo en un barco prestado para concluir con su misión cuanto antes y volver a navegar con libertad. No obstante, cuando ya han zarpado descubren que hay un polizón en la bodega. Se trata nada más y nada menos que de Kay de Dahes, el príncipe heredero que se ha colado en el barco a escondidas de su padre, lo que puede suponer un auténtico peligro cuando este se entere de que su hijo ha desaparecido. Kay les asegura a los piratas que su padre no tiene intención ninguna de dejarlos escapar una vez hayan cumplido su parte del trato ni tampoco de devolverles su preciado barco. Por eso, les propone un nuevo trato: ellos le ayudan a encontrar un nigromante, pues necesita de su magia para ayudar a alguien, y él a cambio les ayuda a ellos a recuperar su barco y librarse de las garras de su padre. A ninguno le hace especial gracia, pero ya no hay vuelta atrás así que juntos ponen rumbo a la misión.

Con este libro me ha ocurrido lo mismo que con otros de las autoras, que ha habido cosas que me han gustado mucho y otras que me han sacado de quicio. Por suerte, y como también me pasa siempre con ellas, al final han pesado más las buenas.

La historia está narrada desde diferentes puntos de vista, tal y como nos tienen acostumbrados, por lo que de esta forma conocemos mejor a los personajes. Y es que, como viene siendo habitual, esta novela es una novela de personajes, no de trama. Jared es el líder de los piratas. Todo el mundo le respeta y le es fiel no porque infunda terror ni nada así entre su tripulación, sino porque se ha ganado esa admiración a pulso. Es el más hermético de todos los personajes y vive con una amargura constante debido a ciertos hechos del pasado. De todos los piratas, es al que menos conocemos y será de cara al final cuando se abra un poco más y se nos cuente su historia. Además, que yo recuerde, es el que menos capítulos tiene narrados desde su perspectiva, por lo que esta distancia que se marca entre él y el lector es más evidente. Aun así, es un personaje que me ha gustado bastante. Nadim es su mejor amigo y su mano derecha. Al igual que Jared, arrastra un pasado turbulento relacionado con alguien a quien quería con locura y a quien traicionó casi sin darse cuenta porque creía que era lo mejor para ella. Ese error le atormenta desde que ella desapareció y lo arrastra como una losa pues lo único que desea es reencontrarse y disculparse por todo el daño que la hizo. Nadim es un personaje con el que he tenido mis más y mis menos. Según las autoras, sufre depresión, lo cuál me parece maravilloso porque así le dan voz a esta enfermedad. Sin embargo, a mí no me lo pareció. De hecho, he descubierto que tiene depresión a raíz de hacer esta reseña. Nadim se pasa todo el libro lamiéndose las heridas, recordando una y otra vez el pasado, revolcándose en su dolor y es incapaz de ver más allá. Me ha parecido cansino, cargante y repetitivo porque todos sus capítulos y sus monólogos interiores eran exactamente iguales. Más que un personaje depresivo, me ha parecido victimista y alguien que disfruta torturándose a sí mismo porque piensa que no se merece ser feliz después de lo que hizo. Es más, centrándome en la depresión en sí, creo que las autoras la representan mucho mejor en su novela Alma y los siete monstruos. Nadim me ha gustado en las pocas escenas donde deja su pasado de lado y se centra en el presente. Es un chico que muestra una lealtad inquebrantable, se preocupa por los suyos y, en el fondo, es un cacho de pan.

Vamos con Colleen. La "problemática" (por llamarlo de alguna forma) que hay alrededor de este personaje me la olía a kilómetros desde que apareció es escena. Y es que antes de comenzar a leer el libro yo sabía qué clase de representación LGTB me iba a encontrar en la novela y nada más aparecer Colleen le calé y acerté Y esto me ha molestado porque siento que la construcción del personaje es muy estereotípica y para mi gusto no está bien representado. No me malinterpretéis, Colleen me ha gustado mucho, pero lo que no me ha gustado es cómo han forjado su identidad. No puedo contaros gran cosa porque sería un spoiler, pero vaya, que me parece que aquí las autoras han patinado bastante. En cuanto a su personalidad, es dulce, todo el mundo aprecia sus opiniones y es como la voz de la sabiduría del grupo de piratas. Me gusta que sea un apoyo tan importante para Kay y me encanta la relación de amistad que se desarrolla entre ellos. Por último, aunque hay muchos más personajes, quiero hablar de Kay. Las razones por las que embarca de polizón y pide ayuda a los piratas no me las esperaba para nada y me sorprendieron muchísimo. A partir de ahí, la evolución del personaje es muy buena y sobre todo me gusta que se mantenga realista en cuanto a su situación y sus circunstancias, las cuales no son nada fáciles.

Como ya he comentado, las novelas de Marabilia son fundamentalmente de personajes, por eso nunca me hago grandes expectativas en cuanto a la trama ya que suele ser bastante floja. Sin embargo, en este caso me ha sorprendido para bien porque la trama principal es mucho más completa que en los libros anteriores y eso ha sido un plus a su favor. Respecto al ritmo, la primera parte me costó muchísimo, avanzaba muy lenta y no me interesaba ni un solo personaje. Fue a raíz de descubrirse el pequeño gran secreto de Kay cuando todo comenzó a acelerarse y a tener un mejor ritmo y a partir de ahí ya me enganché. En cuanto al resto de conflictos que se plantean en este libro, son calcados a los de los libros anteriores y esto es algo que me agota. Ya he dicho que estas autoras me parecen muy repetitivas y es que siempre, en todas sus novelas, están machacando con los mismos temas: feminismo y visibilización del colectivo. Y oye, me parece estupendo, pero resulta muy tedioso cuando todas las mujeres de sus novelas son ultrafeministas y te están soltando discursos prácticamente en cada aparición. Y lo mismo pasa con ser LGTB, que cada vez que se menciona el tema las autoras tienen que echarte la chapa. Pasa en absolutamente todos sus libros y, sinceramente, ya me aburre porque muchas veces cobran más peso los discursos que la novela en sí. Aprovechan cualquier mínima oportunidad para defender su forma de pensar y aunque la suscribo cien por cien, termina resultando muy cansino y aburrido si la sacas a colación en cada capítulo. Además, cuando aparecen esta clase de discursos en esta ocasión las autoras no han logrado desaparecer del todo tras sus personajes como sí ocurría con anterioridad, y eso hacía que muchas veces diera la impresión de estar leyendo hilos suyos de twitter más que las opiniones de sus personajes.

En relación un poco con lo anterior, su estilo narrativo me resulta agotador. No solo porque son extremadamente repetitivas, sino porque son muy grandilocuentes. Una idea que puede desarrollarse perfectamente en dos párrafos la alargan durante capítulos y hay escenas en las que se recrean de forma innecesaria cuando lo cierto es que no aportan nada, ni al personaje, ni a la trama. Esto hace que, aunque por lo general tiene un ritmo bueno, en ocasiones se ralentizara bastante porque se detenían a escribirte un ensayo de una idea minúscula. El resultado es que es un libro con muchísimo relleno que podría haberse reducido mínimo cien páginas. Añadido a esto, yo me esperaba mucha más acción. Quiero decir, es un libro de piratas. Pero la mayor parte del tiempo se lo pasan navegando, reflexionando en monólogos interiores o descubriendo secretos de los demás. Me esperaba que fuera mucho más trepidante, pero lo cierto es que es un libro tirando más bien a moralista. Por terminar con una nota positiva, lo mejor son las relaciones de los personajes y cómo estas se forjan, no solo las de romance, sino también las de amistad, aunque es cierto que las partes amorosas a veces me resultaban empalagosas de más.

Ladrones de la libertad es un libro que mejora en cuanto a la trama se refiere debido a su complejidad, pero que peca de las mismas cosas que ya criticaba en sus libros anteriores: repetitivo, moralista y con un estilo ampuloso en exceso. Aunque con toda probabilidad continuaré con la saga, seguramente pase mucho tiempo hasta que me anime con el cuarto porque no son novelas que me apetezcan leer de corrido.