"Madre del vacío", Manu Franco y Mauro Civera

Título: Madre del vacío (#1)

Autores: Manu Franco, Mauro Civera

Saga: Invade Me

Editorial: Autopublicado

Año de publicación: 2018

Páginas: 542

Sinopsis: ¿Y si existiera el sistema perfecto?. Un sistema que no solo uniera a toda la humanidad, sino que hiciera que por primera vez no hubiera ninguna guerra en el mundo, la delincuencia fuera mínima, la hambruna y la alfabetización, erradicadas, la población más feliz que nunca y que los progresos humanos se catapultaran al infinito dándonos el mayor salto tecnológico de la historia… ¿Y si el precio de ese sistema perfecto es que no lo hemos elegido? ¿y si el coste de vivir esta utopía a escala mundial es que nos ha sido impuesto a la fuerza?. ¿Lucharía la humanidad por liberarse o preferiría una feliz y próspera sumisión?…

La maldad y el egoísmo del ser humano ha desembocado en una Tercera Guerra Mundial. Por doquier mueren civiles inocentes a consecuencia del conflicto y soldados que luchan por su país, algunos con una verdadera convicción patriótica, otros porque se han visto obligados a ello. Ioannis no ha tenido una vida fácil. En su corta infancia  ha experimentado toda clase de penurias debido a la pobreza de su familia, que día tras día luchan por subsistir en una Grecia empobrecida y miserable. Ioannis está cansado de sufrir y de la injusticia que mueve el mundo, por lo que rezará poniendo en ello toda su alma para que la guerra termine y con ella su miserable existencia. Sus súplicas serán escuchadas por un ente alienígena de formas femeninas que se hace llamar a sí misma IvI. Arribará en la Tierra dispuesta a utilizar sus poderes e inteligencia superior para aniquilar el conflicto de raíz e impartir una férrea pero eficaz justicia, matando o encarcelando a todas aquellas personas de corazón oscuro que vivan por y para el mal ajeno. Han pasado quince años en los cuales IvI ha construido una utopía. Quince años de paz, caracterizados por los avances tecnológicos, la erradicación de enfermedades antiguamente sin cura como el cáncer e incluso la repoblación de los ecosistemas. Quince años en los que el ser humano parecer haber evolucionado hacia una especie pacífica, nada combativa, inteligente y empática. No obstante, no todo es tan bonito detrás de la utopía. Por ello, surge un grupo de personas que, aunque reconocen el gran trabajo que ha hecho IvI desde su llegada, no están dispuestos a ser controlados por un ser de otro planeta ni a dejar que ella tome todas las decisiones relativas a los humanos. Ha nacido la Resistencia y harán todo lo posible por acabar con el gobierno alienígena.

Cuando los autores me propusieron leer esta novela, no me lo pensé dos veces. Uno de mis deseos más profundos es ser como IvI y tener la capacidad de borrar todas las guerras e injusticias de un plumazo, convirtiendo el planeta en un lugar mejor donde todos tengamos los mismos recursos y privilegios. Además de eso, por desgracia este libro se puede considerar bastante actualizado, pues si bien ahora mismo no estamos en una Tercera Guerra Mundial, uno no puede evitar pensar en el conflicto entre Ucrania y Rusia mientras lee el inicio de Madre del vacío (conflicto, por cierto, que ya premonizan sus autores). Por todo ello, me parecía una opción estupenda como siguiente lectura y lo cierto es que no me ha defraudado.

Empezamos nuestra historia con un resumen de Daniel Áureo, uno de nuestros protagonistas, acerca de cómo se inició la Tercera Guerra Mundial y qué consecuencias desastrosas tuvo eso para los diferentes países. Después, el punto de vista cambia al de Ioannis, un niño griego que reza desesperadamente por que un ente superior ayude a la humanidad y acabe no solo con la guerra, sino con cualquier conato de desigualdad y maldad humana. IvI, una suerte de alienígena de origen desconocido, escuchará sus ruegos y llegará a la Tierra, usando métodos drásticos y crueles pero muy eficaces para erradicar no solo la guerra, sino cualquier intento de violencia por parte de los humanos. Para ello, a los más violentos los "poseerá" y los convertirá en lo que más tarde se denominarán "oscuros", una especie de siervos que sirven los intereses de IvI y que se encargarán de controlar los diferentes conflictos repartidos por el mundo y de eliminar a cualquiera que ejerza un mínimo de violencia. Tras esos sangrientos días donde IvI se hace con el control absoluto de la población, erradicando a corruptos, señores de la guerra y demás escoria, empezarán quince años pacíficos marcados por la evolución tecnológica, científica y por nuevas generaciones de humanos que aprenden desde pequeños a controlar sus emociones, a desarrollar su empatía y a acudir a un psicólogo cuando lo necesiten, entre otros. Sin embargo, como sucede siempre en esta clase de historias, hay un grupo de personas que se hacen llamar a sí mismos la Resistencia que no están para nada de acuerdo con el dominio de IvI. Consideran que, si bien ha hecho mucho por la humanidad, un alienígena no debería gobernar la Tierra y, además, los seres humanos deberían ser quienes tomaran sus propias decisiones, ya que vivir bajo los dictados de IvI equivalía a ser sus marionetas. Así que lucharán por terminar con la alienación impuesta por IvI, por regresar al sistema democrático y por recuperar su territorio.

Este libro no se presta a ser leído sin más, sino que nos ofrece una constante reflexión desde el principio hasta el final. Por un lado, es inevitable ponerse en la piel de sus diferentes protagonistas (ya que vamos alternando entre varios personajes que nos van narrando su día a día desde puntos de vista muchas veces completamente opuestos) y plantearnos qué haríamos nosotros en su situación. ¿Seguiríamos ciegamente las directrices de IvI porque sabemos que, a largo plazo, eso es lo mejor y lo que más felices y satisfechos nos mantiene? ¿O nos revelaríamos en contra de su invasión? Según iba leyendo, yo tenía claro que me posicionaba a favor del método de aquella a la que llaman Emperatriz (ha erradicado en cáncer, la hambruna, la pobreza, el desempleo, los delitos...), pero cuando leía pasajes protagonizados por Daniel y otros rebeldes, no podía evitar darme cuenta de que, en ciertos aspectos, tenían razón. Así pues, es una novela que invita a una reflexión constante, que hace que te plantees una y mil veces cómo te posicionarías tú, si IvI es tan buena y la Resistencia tan mala, qué cambiarías tú del sistema o si estarías dispuesto a ser "dominado" por un ser de otra galaxia si ello implicaba lograr la tan ansiada utopía. Madre del vacío te hace dudar constantemente acerca del bando en el que te posicionarías y es lo que más me ha gustado del libro. Que no es una historia de blancos y negros, sino de un constante gris que lo invade todo y que te anima a preguntarte si la humanidad está realmente perdida y necesitamos que un ser superior nos guíe, o si tenemos alguna posibilidad de redención.

Los autores, además, no dejan nada al azar. Han creado un mundo muy complejo y han repasado muy bien todos los cambios que supone para la sociedad la distopía que nos proponen. Cualquier pregunta que tenga el lector acerca del sistema de gobierno, de los avances o de cómo ha cambiado el día a día de la gente a raíz de la aparición de IvI está resuelta. Han sido capaces de atender hasta el más mínimo detalle para que no haya cabos sueltos en la historia que nos proponen y no haya ningún punto flaco que pueda desmontar la trama. Esta extremada atención es algo que se agradece mucho porque significa que es una distopía férreamente construida y en la que han trabajado muchísimo para crear un libro redondo.

Ahora bien, a pesar de todo lo ya comentado, hay algunos aspectos que no me han convencido. Para empezar, es un libro que se hace pesado. Por todo lo dicho en el párrafo anterior, había pasajes que se hacían muy largos precisamente porque los autores se esmeran en contarle al lector de una manera muy pormenorizada cada una de las particulares del universo que han creado. Esto juega a su favor porque, como ya he dicho, dota de un gran realismo a la obra pero, al mismo tiempo, lo convierte en una lectura pesada y que en ocasiones te impide avanzar. Hay muchos fragmentos y explicaciones que se podrían haber omitido y la historia seguiría teniendo sentido. Asimismo, se centran tanto en los detalles que la sensación final cuando cierras el libro es que los distintos conflictos planteados apenas han avanzado. Pese a sus quinientas páginas, siento que es una novela puramente introductoria donde apenas observamos una evolución en sus personajes y donde no hay avances significativos en cuanto a trama se refiere. Madre del vacío es puramente una presentación del mundo creado por los autores y de sus protagonistas, pero se queda ahí. Es por esto que me habría gustado que se detuvieran menos en las particularidades de esta distopía, se hubieran ahorrado unos cuantos detalles que, si bien le dan riqueza y solidez a Pangea (así es como se denomina el mundo sin fronteras que ha creado IvI) y sus gentes, solo ralentizan la acción y se hubieran centrado más en el progreso de los múltiples conflictos abiertos.

Y es precisamente este punto, el de la gran cantidad de tramas que discurren en paralelo, el otro motivo por el cuál se me ha hecho una obra pesada. En esta novela tenemos una miríada de personajes que nos aportan diferentes puntos de vista de la nueva situación que vive la humanidad. Tenemos a Daniel Áureo, un español que nos acompañará desde el principio y que se convierte en el líder de la Resistencia; Ioannis, el niño que contactó con IvI, y Sophie, la muchacha encargada de ser su niñera; Ammy, una mujer que lleva quince años viviendo en un refugio y del que ha logrado escapar, y Ayrton, soldado perteneciente a la Resistencia que se embarca con Ammy en una misión; Yulisan, científica y espía, y su esposa, quien está elaborando una tesis sobre IvI... Hay demasiados personajes cada uno con su propia subtrama, conflicto y objetivo y aunque al final todas están relacionadas entre sí de alguna manera, me han resultado demasiadas. Como si los autores hubieran tenido un montón de ideas geniales mientras estaban desarrollando el libro y hubieran decidido no descartar ninguna y meterlas todas de golpe. Al igual que con lo de explicar este universo al milímetro, tener tanta variedad aporta riqueza a la historia pero, al mismo tiempo, la sobresatura e inevitablemente consigue que unos capítulos te interesen muchísimo, mientras que otros solo desees que acaben.

Por último, y en relación al elenco de protagonistas, me ha sorprendido lo bien manejados, perfilados y creados que están todos los personajes. Cada uno de ellos tiene su propia personalidad, objetivo, ambición, opinión y pensamiento, lo que hace que puedas meterte en su mente y comprender el por qué de sus acciones y de sus creencias, independientemente de si estás de acuerdo o no con ellas. Y esto no es nada fácil, teniendo en cuenta que son muchos y que son muy diferentes entre ellos. También me ha sorprendido la originalidad de los autores (como la isla de basura de Nueva Kowloon muy estilo Mad Max y sus sangrientas pruebas del Happy Park) o que, a pesar de ser un libro escrito por dos voces diferentes, esto no se ha notado conforme vas leyendo.

Madre del vacío es una primera parte muy prometedora que nos introduce en un mundo absolutamente fascinante y que pondrá al lector contra las cuerdas constantemente. No es una novela pensada para ser leída sin más, ya que nos obliga a posicionarnos en cada capítulo y a meternos de lleno en diversas situaciones para saber cómo actuaríamos nosotros. Si bien puede ser demasiado densa y compleja en algunos momentos y no es precisamente una lectura ligera, eso no nos impide disfrutar de la riqueza narrativa que han creado sus autores.