Título: El aliento de los dioses (#1)
Título original: Warbreaker
Autor: Brandon Sanderson
Idioma original: Inglés
Título original: Warbreaker
Autor: Brandon Sanderson
Idioma original: Inglés
Saga: Warbreaker
Editorial: Nova
Año de publicación: 2016
Páginas: 720
Sinopsis: Hace años, el monarca de Idris firmó un tratado con el reino de Hallandren según el cual el rey Dedelin enviaría a su hija mayor, Vivenna, para casarse con Susebron, el rey-dios de Hallabdren. Vivenna ha sido adiestrada durante toda su vida para ser una novia adecuada para Susebron y así cumplir con su deber y ayudar a forjar una paz estable entre los dos reinos. Ese era el plan, pero el monarca de Idris envía a su hija Siri, desobediente e independiente, en lugar de Vivenna. Mientras intenta encontrar su lugar en la corte de Susebron, Siri descubre la verdad oculta sobre el rey-dios. En Idris, Vivenna se siente intranquila y teme que su hermana no esté preparada para esa nueva vida, por lo que decide viajar a Hallandren. Allí se reúne con la gente de Idris que trabaja en la capital, T’Telir, y comienza una nueva vida de espionaje y sabotaje. El plan de Vivenna es rescatar a Siri, aunque tal vez esta no necesite ni desee ser salvada.
Los reinos de Idris y Hallandren antaño eran uno solo, pero a causa de la Multiguerra y ciertas desavenencias, se escindieron. Desde entonces, Halladren y su gobierno no ha cesado de acechar al reino de Idris, queriendo recuperar lo que consideran legítimamente suyo (y sobre todo debido a las jugosas rutas comerciales que recorren sus tierras), por lo que el rey Dedelin firmó un tratado con el rey-dios halladrense mediante el cuál su hija mayor Vivenna sería entregada al monarca Susebron para evitar una nueva guerra gracias a la relación familiar entre ambas monarquías.
Es por esto que Vivenna ha sido instruida desde niña en las ramas políticas, sociales y culturales de Hallandren para ser la perfecta esposa y mantener la frágil paz que salvaguarda Idris. Sin embargo, cuando llegue el momento de cumplir el tratado, el rey Dedelin cambia de opinión. Vivenna es demasiado valiosa para enviarla a un país que parece buscar el conflicto sin importar sus esfuerzos por evitarlo, por lo que en el último instante decide mandar en su lugar a su segunda hija, Siri. Siri se verá empujada a un reino que no conoce y obligada a casarse con un rey-dios al que todo el mundo considera distante, frío y muy poderoso, una misión para la que no ha sido entrenada y muy peligrosa, ya que cualquier paso en falso podría abocar a su pueblo al desastre.
Sigo poniéndome al día con Brandon Sanderson y esta vez me decanté por El aliento de los dioses, una primera parte de una ¿trilogía? ¿saga? que todavía no tiene continuación, pero que el autor confirmó que habría segunda parte después de terminar el quinto libro del Archivo. El orden más apropiado para leerse El aliento de los dioses si quieres leerte todas las novelas que conforman en universo del Cosmere, es justo antes de meterte de lleno en el Archivo, ya que ambas historias tienen bastante relación, pero en mi caso decidí darle una oportunidad entre la primera y la segunda era de Nacidos de la Bruma, principalmente porque no me apetecía meterme en la segunda era cuando todavía estoy asimilando el final de la primera.
Nos encontramos al borde de la guerra, con dos reinos vecinos que se odian en parte por la historia común que comparten, en parte porque su forma de pensar, de ver el mundo y, sobre todo, de vivir la religión son completamente diferentes. Vivenna ha crecido sabiendo que a la tierna edad de veinte años iba a ser entregada a Susebron, el rey-dios de Halladren, un monarca muy poderoso y peligroso al cuál necesita darle un heredero para que ambas familias reales queden unidas y así evitar que las hostilidades sigan escalando. Su único propósito en la vida es ser la esposa de Susebron, por lo que ha sido instruida en historia, política, costumbres, religión y cualquier tema importante para saber desenvolverse en Halladren y tener contento a su rey. Hasta que su padre de un plumazo le arrebata su cometido y le encarga la delicada misión a su hermana pequeña, Siri. Vivenna se siente de repente vacía, perdida e inútil, pues la finalidad con la que ha sido criada y el objetivo para el cuál ha luchado y ha estudiado durante toda su vida, le ha sido arrebatado sin que ella haya podido opinar al respecto. Por su parte, Siri es todo lo contrario a su hermana mayor. Mientras Vivenna es seria, recta, responsable, inteligente y cuidadosa, Siri ha hecho siempre lo que ha querido, sin ningún tipo de presiones, siendo libre, impetuosa, carente de responsabilidades, sin filtros a la hora de hablar o expresarse y sin ningún objetivo más allá de disfrutar cada día lo máximo posible. Cuando su padre le comunique que sustituirá a su hermana, se le cae el mundo encima. Siri apenas ha atendido a lecciones sobre Hallandren, no sabe cómo funciona la corte, ni sus creencias, ni sus costumbres, no sabe nada del rey-dios y tampoco ha sido educada para saber comportarse en un país extranjero. Se va a meter en la boca del lobo sin saber qué tiene que hacer ni como actuar, rodeada de extraños que solo exigen de ella un heredero y que están dispuestos a iniciar una guerra y solo buscan una excusa para ello. Además, las normas de la corte hallandrense son mucho más estrictas, por lo que le cortan cualquier atisbo de libertad rápidamente. Como añadido, cuanto más tiempo pase allí más se percatar de que algo extraño ocurre con el rey-dios, de que parece haber muchos secretos en palacio y ella se ha convertido en el centro de una conspiración que ni siquiera llega a atisbar.
Vivenna y Siri son nuestras protagonistas principales, pero hay otros personajes muy interesantes que luego comentaré. Casi al principio de la novela, Vivenna decide que no puede quedarse de brazos cruzados sabiendo que su hermana pequeña ha sido prácticamente enviada a la muerte, por lo que partirá hacia Halladren a escondidas de su padre para intentar rescatarla de las manos de su carcelero. Para ello contactará con Lemex, un espía infiltrado de Dedelin que trabaja con él para informar de cuál es la situación del reino vecino y para otras misiones secretas. Pero para su desgracia, cuando contacte por fin con él, Lemex está muy enfermo y no tarda en morir, por lo que Vivenna se ve completamente sola, sin muchas opciones y sin saber cómo va a rescatar a Siri si ni ella misma sabe cómo sobrevivir en Halladren, pese a haber sido educada para ello. Por suerte, los mercenarios que tenía contratados Lemex se ofrecen a estar ahora a su servicio. Lo más interesante de este personaje es el choque cultural tan fuerte que experimenta al enfrentarse a cómo es vivir realmente en Halladren, y eso que Vivenna ya conocía con antelación cómo eran los halladrenses. Tal y como nos tiene acostumbrados Sanderson en sus libros de fantasía, la religión y la magia son dos pilares muy importantes en sus novelas y aquí ambos elementos se entrecruzan siendo casi uno solo. En Halladren creen en los Retornados y en la magia de los Alientos. Los Alientos son el aliento vital que tiene una persona. Todos tenemos uno, pero se pueden adquirir más arrebatándoselos a otras personas o comprándolos. Tener Alientos te permite, entre otras cosas, ver los colores mucho más brillantes y ser capaz de distinguir los sutiles tonos entre ellos y también darle vida a objetos inanimados o incluso a cadáveres. Cualquier cosa en la que se utilice un Aliento se convierte en una marioneta del Despertador (aquel que ha obrado la magia) hasta que este recupere el Aliento invertido en el objeto y/o cadáver. Este tipo de habilidad es muy habitual e incluso apreciada en Halladren, pues cuantos más alientos posea una persona, más poderoso y privilegiado es. Sin embargo, para los de Idris es una aberración. Por otro lado están los Retornados, que son personas que han muerto de una forma loable y resucitan convertidos en dioses. Estos dioses tienen muchísimos Alientos, no envejecen, no enferman y son inmortales. Solo pueden morir entregando su Aliento a otra persona para salvarla, por lo que cada día reciben a muchísima gente con necesidades que les exponen su caso y los Retornados son quienes deciden si merece la pena o no morir por su causa. Por supuesto, para Vivenna y su gente los Retornados suponen una herejía, ya que ellos consideran que existe un solo dios, Austre, y que los Retornados no deberían existir y mucho menos elevarse a la categoría de dioses. Vivenna pronto se dará cuenta de que no es lo mismo haberse instruido en la teoría religiosa de Halladren que vivirla en sus propia carne, por lo que tendrá muchísimos prejuicios de los que deberá ir despojándose a marchas forzadas si quiere llevar a cabo su misión de rescatar a su hermana y evitar una guerra. Vivenna es un personaje que muchas veces me ponía de los nervios precisamente por sus prejuicios, por dejarse llevar por el odio y comportarse de forma irracional por negarse a aceptar las costumbres del país extranjero. Aun así, me ha gustado porque precisamente lo que Sanderson plasma con ella es algo que ocurre muchísimo, ya que mucha gente incluso hoy en día sigue considerando que su religión y su cultura es superior a otras y el único punto de vista válido, por lo que, aun así, me ha gustado mucho su construcción como personaje. Sobre todo el ver su evolución a lo largo del libro y cómo acepta que cada cultura se enfrenta al mundo de una forma diferente y eso no significa que sea mejor ni peor.
En el caso de Siri, esta acepta sin mucho problema las directrices religiosas que guían a la gente de Halladren. Al no haber recibido una educación tan estricta, es verdad que algunas cosas le chocan al principio y le cuesta asimilarlas, pero no tiene tantos prejuicios y pronto se quedará maravillada de su cultura colorida, de ropajes brillantes y vaporosos. Sus complicaciones vendrán de parte de su papel dentro de la corte y la necesidad de conseguir darle un heredero a Susebron. Sus interacciones con el rey-dios serán vigiladas y evaluadas por los sacerdotes que le sirven, por lo que debe tener cuidado con lo que dice o hace. No obstante, la personalidad explosiva de Siri no tardará en salir a la luz, cansada de su situación y de que Susebron parezca ignorarla todas las noches, pero en vez de acarrearle terribles problemas con el dios como ella esperaba, su resultado es totalmente diferente y le permitirá no solo descubrir una faceta de Susebron que sus sacerdotes se han esforzado por ocultar, sino una conspiración que palpita dentro de palacio y de la cual ella es el centro. He disfrutado mucho de la valentía de Siri, de su forma de no rendirse ante las adversidades y no ser capaz de estar quieta ante las injusticias. Aun así, no es un personaje precisamente impulsivo y sabe estar y mantenerse con un perfil bajo cuando la situación lo requiere. Es la mezcla justa entre atrevimiento y cautela, creando a un personaje muy interesante y cuyos capítulos eran muy disfrutables de leer. De hecho, en muchas ocasiones me encontraba leyendo rápido para poder llegar de nuevo a su historia y a su desarrollo dentro de la corte.
Otro personaje muy interesante es Sondeluz, un Retornado que vive en los aledaños del palacio como el resto de dioses de su clase. Sondeluz se niega a creer que es un dios porque considera que tal título no es digno de él, de su pereza, de su desligamiento con lo que requiere su papel y de su pasotismo en general. Pese a no querer involucrarse en política ni en nada que conlleve un mínimo esfuerzo por su parte, ocurrirán ciertos hechos inexplicables en los palacios que avivarán su curiosidad y le pondrán en marcha. Además, será asaeteado constantemente por Encendedora, una Retornada muy voluptuosa que aboga por una guerra contra Idris convencida de que es un mal necesario y que necesita a Sondeluz de su lado, pues este es el comandante de 10.000 sin vidas, un ejército de cadáveres-marioneta que se han sido despertados mediante Alientos. Sondeluz ha sido mi personaje favorito junto con Siri y Susebron por su personalidad tan carismática y divertida, sus conversaciones tan ácidas y punzantes y sus constantes reflexiones acerca de la divinidad y del sentido de la misma.
El punto fuerte de esta novela son los personajes, las tramas políticas, religiosas y la magia de los Alientos. Si bien en el caso de esto último, me ha parecido un sistema bastante complejo y con muchas capas, lo que ha hecho que muchos matices y conceptos no me quedaran del todo claros y las explicaciones de Sanderson en ocasiones me resultaban muy confusas. Esto me da un poco de rabia porque siento que solo me he quedado con la función principal de los Alientos sin haber asimilado sus múltiples aristas, pero creo que cuando lea la segunda parte (que supuestamente empezará a trabajar en ella cuando termine el quinto libro del Archivo) las bases de esta magia se asentarán mejor en mi cabeza. Otro elemento con el que he fangirleado más de lo que esperaba, sobre todo viniendo de Sanderson, es con la relación amorosa que aparece en este libro. Este autor no se caracteriza precisamente por escribir buenas tramas románticas, más bien al contrario, por lo que no esperaba emocionarme tanto por el romance de esta novela. Es un amor que surge lentamente y que puedes ir viendo cómo nace poco a poco a través de las interacciones de los personajes implicados. Es un amor de esos que te calientan el corazoncito y que te hacen suspirar y de verdad que me ha parecido precioso y ha sido toda una sorpresa.
En cuanto a la pluma, es una delicia como siempre ocurre con Sanderson. Se nota que su estilo no está tan pulido como sucede en novelas más recientes, pero es normal teniendo en cuenta que fue de sus primeras historias publicadas. El ritmo es muy lento al principio porque tarda mucho en presentarnos a los personajes y las diferentes subtramas, igual que ya pasaba en Elantris, pero una vez se supera ese primer escollo, es una novela muy ágil de leer, con esos giros de trama tan apasionantes a los que ya nos tiene acostumbrados y que es difícil no bebértela hasta el final. El desenlace es abierto por ser una primera parte, pero todo el conflicto principal queda más o menos solventado, por lo que no es frustrante leerse el libro sin saber cuándo el autor planea continuar con la historia.
El aliento de los dioses es una historia de magia, pero también de superación, de interesantes reflexiones sobre las religiones y la divinidad, de personajes fuertes con carisma y de los que no te olvidas fácilmente. Es una novela al más puro Sanderson que disfrutarás como nunca si te gusta el autor.
Tengo muchas ganas de leer a este autor. Un beso.
ResponderEliminar¡Hola! ^^
ResponderEliminarEste es el único libro de Brandon Sanderson que he conseguido terminar. La historia está bien, me pareció muy original, pero aun así el libro no me pareció para tanto. Dudo que vuelva a leer otro de sus libros, pero nunca se sabe. Quizá algún día encuentre uno que me fascine.
Besos!