Título: Una educación mortal (#1)
Título original: A Deadly Education
Autoras: Naomi Novik
Idioma original: inglés
Saga: Escolomancia
Editorial: Umbriel
Año de publicación: 2021
Páginas: 352
Sinopsis: Decidí que Orion Lake debía morir cuando me salvó la vida por segunda vez. Todo el mundo adora a Orion Lake. Todos los demás, quiero decir. Por mí puede meterse su rimbombante magia combativa por donde le quepa. No pienso unirme a su grupo de fervientes seguidores.
A diferencia del resto, yo no necesito la ayuda de nadie para sobrevivir a la Escolomancia. Olvídate de las hordas de monstruos y de los artefactos malditos: lo más probable es que no haya nada más peligroso en este colegio que yo. En cuanto te descuides destruiré montañas, aniquilaré a millones de personas y me convertiré en la siniestra reina del mundo. Al menos, eso es lo que todos esperan que haga. A la mayoría de los estudiantes les encantaría que Orion acabara conmigo igual que si fuera otra de las diabólicas criaturas que salen de los desagües. A veces pienso que quieren que me convierta en la bruja maléfica que creen que soy. El colegio, desde luego, lo está deseando. Pero no voy a darle a la Escolomancia lo que quiere. Ni tampoco a Orion Lake. Tal vez nadie me considere la heroína perfecta, pero pienso salir de aquí con vida. Y sin provocar una masacre. Aunque sí estoy planteándome seriamente cargarme a cierta persona.
Aprender magia nunca fue tan difícil. Sobre todo cuando la escuela en la que estás inscrito intenta matarte por todos los medios. Galadriel (o El, como prefiere ser llamada) está estudiando la Escolomancia en una escuela repleta de monstruos de todo tipo que se esfuerzan cada día por masacrar a sus alumnos. Aquí, graduarse significa básicamente llegar vivo a fin de curso habiendo adquirido los conocimientos suficientes como para sobrevivir en un terreno tan hostil y mortal; es decir, solo acaban el colegio los mejores. Todas aquellas personas capaces de utilizar la Escolomancia tienen maná, una suerte de energía mágica que les permite lanzar hechizos. Esta energía es la que atrae a los monstruos y convierte a los magos en un suculento festín. Así pues, para proteger a los que tienen el don de la magia y que aprendan a defenderse de estas terroríficas criaturas, los envían a esta escuela cuando son adolescentes y su maná ha despertado, dado que el colegio es menos peligroso que el mundo exterior, aunque eso no evita que estos monstruos se cuelen en el edificio por cualquier recoveco. Así pues, El se esfuerza cada día en ser la mejor, la más inteligente, astuta y cualificada mágicamente para poder sobrevivir. Hasta que Orion Lake, el héroe por excelencia, le salva la vida dos veces, algo que cabrea soberanamente a El, quien no soporta sus ínfulas de caballero de brillante armadura y menos aún haberse convertido en una más en la lista de heroicidades de Orion.
Aprender a controlar y usar la magia no es una tarea fácil de por sí, pero la cosa se complica todavía más si tener la capacidad mágica y, por ende, maná, atrae a una serie de criaturas que se alimentan de tu energía. Cuanto más maná posees, más apetitoso resultas. Por eso un grupo de magos poderosos decidió que lo más seguro para aquellos con el don sería crear un colegio aparentemente infranqueable en el que cualquier alumno pudiera desarrollar sus habilidades fuera de peligro. Solo que ni la escuela es tan infranqueable ni el peligro se queda alejado de sus muros, ya que los monstruos han conseguido colarse en el mismo con diferentes métodos. Aunque a decir verdad, esto es un buen incentivo para los alumnos porque si no se esfuerzan lo suficiente, la alternativa es morir entre terribles sufrimientos. Galadriel Higgins es muy consciente de ello y desde el principio hará lo imposible por seguir de una pieza. En la Escolomancia, las alianzas entre compañeros son fundamentales, pero El sabe que en cualquier momento te pueden traicionar si eso beneficia tu propia supervivencia, así que prefiere ser un alma solitaria y apañársela con sus propios recursos. Esta decisión tampoco será un camino de rosas, porque el sistema educativo del colegio tampoco es, lo que se dice, asequible. No hay profesores ni ningún adulto que enseñe, guie o proteja a los estudiantes. Es el propio colegio el que proporciona los materiales y los alumnos los que deben utilizarlos para aprender por su cuenta. A veces el colegio es un tipo majo y te da justo el manual en el que está el hechizo que necesitas; pero lo más probable es que te envíe un manuscrito en turco clásico cuando tú solo hablas inglés y mandarín. Por eso, una parte importante de la educación son los trueques. Los alumnos deberán intercambiar los recursos concedidos por la escuela entre ellos para que así cada quien obtenga lo que necesita.
El es solitaria, ingeniosa, irónica y un poco bestia; ella no acude a la escuela a hacer amigos, así que no tiene reparos en decir lo que piensa por mucho que escueza. Su habilidad es ir enfadada por la vida y el blanco de sus desprecios será Orion Lake, el chico perfecto. Es guapo, atlético, un cacho de pan, una fuente casi inagotable de maná y muy diestro en cuanto a magia se refiere. Vaya, un niñato insoportable para El. La insufribilidad de Orion aumentará exponencialmente cuando le salve la vida a El, lo que hará que esta le deteste aun más. Ambos formarán un extraño dúo y pese a la mordacidad de El y su constante mal humor, Orion no tiene problemas en alejar un poco de la soledad que le rodea (para fastidio de esta). Hacen un tándem bastante peculiar pero que funciona perfectamente como pareja protagonista. El y Orion son completamente opuestos, pero al mismo tiempo se complementan y El no tardará en percatarse de que el héroe de la escuela por el que las chicas suspiran y que todos los chicos quieren en su grupo, puede ser el perfecto aliado si quiere graduarse con todas las extremidades en su sitio. Galadriel es gruñona y le gusta ir a su rollo. Es una protagonista muy poco habitual y por eso precisamente me ha encantado. Me gusta que sea independiente, ingeniosa, sarcástica, que diga lo que piensa y que se centre en el estudio y nada más. Eso hace que sea borde y antipática y, en consecuencia, no tenga amigos (tampoco los quiere). No ha tenido una vida fácil y conforme nos va explicando cómo funciona el mundo en el que vive, va alternando la actualidad con su pasado y la historia de su madre, que desde luego no tiene desperdicio. Esto desemboca en muchas diatribas internas y monólogos un tanto densos y, como casi no se relaciona con la gente de su entorno, es una narrativa escasa en diálogos. Esto puede parecer un defecto, sobre todo si buscáis narraciones más ágiles, pero en mi caso no me lo pareció del todo, porque es lo que tiene más sentido con este tipo de protagonista y el estilo de narración que mejor refleja el fuero interno de Galadriel y su forma de ser y ver la vida. Por su parte, Orion a priori parece un chico repelente y al que le encanta ser don perfecto, pues es esta la descripción que obtenemos de El, sesgada por la tirria que le tiene. Al contrario, conforme más lo conocemos, más nos damos cuenta de que en realidad es un chico normal y corriente que tiene el don de la oportunidad y que simplemente es bastante diestro con la magia. A eso se le une que le gusta ayudar a los demás y rescatar a la gente cuando tiene problemas, pero no es algo de lo que le guste alardear ni de lo que esté especialmente orgulloso. De hecho, aunque no lo muestre, le agobia un poco la excesiva atención que recibe de los demás y que el resto de alumnos se peleen por formar alianzas con él, de ahí que disfrute tanto de la presencia de Galadriel; ella es la única que no le hace la pelota, que no se esfuerza en ser su amiga y que no quiere aprovecharse de sus habilidades. La pareja que forman es maravillosa y me encanta la dinámica que la autora ha creado entre ellos. La inocencia de Orion y el eterno mal humor de El es una mezcla perfecta. Del resto de personajes, apenas hay nada que destacar. Son personajes creados ex-profeso para tener un papel concreto dentro de la trama y si bien es cierto que te caen bien, no me parecen para nada destacables (también es cierto que, en mi caso, Galadriel se roba todas las escenas y solo tenía ojos para ella).
Pero sin duda, la maestría de este libro, su joya de la corona, es el sistema de magia y el sistema educativo que ha creado Naomi Novik. Nos hallamos en una escuela autodidacta, que recuerda vagamente a Hogwarts pero de una forma mucho más macabra, siniestra y mortal. Fallar en los hechizos, pociones o artes de la magia más básicos puede acabar con tu vida. Literalmente. Los alumnos estudian y trabajan sin descanso alentados por la posibilidad de terminar en cualquier momento entre las fauces afiladas de un monstruo y creedme cuando os digo que no hay sistema más eficaz que este para asegurarte de que todos tus estudiantes van a ser aplicados en todas las materias. Aun así, está claro que es más fácil despertar al día siguiente si tienes un grupo de apoyo que te cubre las espaldas, por eso las alianzas son fundamentales en la Escolomancia. Tener compañeros en los que puedas confiar ciegamente, que sean poderosos y diestros en las materias que son tu debilidad es una gran baza si quieres graduarte con éxito. Aunque Galadriel opine lo contrario. Además, tener amigos también es útil para intercambiar los materiales que te otorga el colegio, ya que la escuela no siempre envía a sus pupilos lo que necesitan. Por eso, no solo es fundamental aprender por tu cuenta durante las clases a base de experimentar, sino también ser lo suficientemente inteligente como para saber qué necesitas, dónde puedes conseguirlo y cuál es el precio que deberás pagar a cambio. El sistema que ha ideado Novik me parece brillante y me mantenía absolutamente fascinada. Como digo, es lo mejor sin duda de esta novela, nunca he leído nada parecido y me está muy bien pensado, estructurado y desarrollado.
Dado que esta novela nos muestra el día a día de El y cómo lucha por aprender y sobrevivir, la trama no es nada del otro mundo. De hecho, en ocasiones se me hacía tediosa y muy lenta porque se trata de una novela muy introductoria donde la autora tiene que presentar muchos conceptos y funcionalidades desconocidas para el lector, por lo que por más interesante que fuera, al menos en mi caso no pude evitar aburrirme en algunos capítulos. Además, como ya he comentado nuestra protagonista apenas tiene interacciones con otros personajes, lo que acrecentaba esa sensación de estatismo. Por otro lado, los personajes, a excepción de los protagonistas, tampoco eran especialmente interesantes, así que todo se resumía en el colegio de magia y la relación entre El y Orion. Es por estos motivos que, aunque sí que disfruté mucho de la construcción de mundo y de cómo ha planteado la magia Novik, no me entusiasmé tanto como otros lectores con esta novela.
Una educación mortal es una primera parte que nos introduce un universo mágico fascinante, con un planteamiento y funcionamiento que ya conocemos y hemos visto en otras novelas de fantasía pero que, a su vez, nos muestra algo novedoso y absorbente. A pesar de sus bondades, la sensación de estancamiento en la trama y la falta de personajes interesantes (al margen de sus protagonistas) hace que peque de aburrida en diversas ocasiones. No obstante, creo que es un inicio de trilogía muy prometedor.
No recuerdos mis sueños nunca por lo tanto vivo de la realidad
ResponderEliminarHolaa, la verdad es que sí que me gustaría leerlo en un futuro, espero que la continuación sea más dinámica y no tan introductoria <3 gracias por tu reseña :)
ResponderEliminar