Desarrollador: The Behemoth
Año de publicación: 2013
Género: Plataformas
Plataformas: PC (Steam), Xbox 360 (Bazaar)
Precio a la fecha de reseña: 15$ (15€)
¿Disponible en español?: Sí (solo subtítulos)
Nota: la reseña está basada en la versión de PC disponible en Steam
En esta reseña vamos a hablar
de Battleblock Theater, el tercer
juego del estudio The Behemoth y una
de las mejores experiencias “cooperativas” disponibles actualmente. La trama es
simple y queda explicada perfectamente en la propia introducción del juego
(nota: vídeo en inglés).
Entonces, ¿qué sorprendentes
y misteriosos secretos nos aguardan en este juego? ¿Quizás una espeluznante y
emocionante aventura? ¿O quizás una pandilla de pícaros… con los que nos
aliaremos para ir en una espeluznante y emocionante aventura? Comprobémoslo con
una reseña.
DISEÑO
Y GRÁFICOS
Al igual que el Castle
Crashers (que ya ha sido reseñado por un servidor) todos los gráficos de este
juego han sido dibujados y animados a mano, y esto se nota, principalmente en
los personajes e (increíblemente) en los menús.
Porque los menús de
Battleblock no son como los menús normales, con cuatro botoncitos y gracias.
Los menús de Battleblock son incluso agradables. A medida que vas eligiendo las
opciones, en vez de cambiar la pantalla, Hatty Hattington (mencionado en la
intro, al que corresponden los brazos del menú) va sacando tablas y hojas para
que elijas el resto de las opciones. Por ejemplo, si yo elijo el modo Historia,
Hatty me sacará partituras para que pueda escoger la dificultad; pero en cambio
si cojo el modo Arena, lo que me sacará es una tabla para elegir el modo al que
quiero jugar.
El bueno de Hatty nos guía
en nuestras decisiones. Si es que es todo un caballero. |
Pero no todo el juego es el
menú, y la calidad del diseño se extiende al resto del juego. El diseño de los
escenarios es brillante, con el toque humorístico que caracteriza a The
Behemoth. El único lugar donde no destaca tanto es en el diseño de los niveles.
Al estar pensado con un editor de niveles en mente, todos los niveles del juego
están formados por bloques que son iguales en todos los niveles,
diferenciándose únicamente por el color. El propio juego lo camufla diciendo
que son partes de un decorado, y que las cambian antes de cada nivel, pero
puede llegar a resultar repetitivo.
Además, hablando de los
personajes, las animaciones son magníficas, simples y graciosas, perfectas para
sacarnos una sonrisa (jamás pensé que me resultaría gracioso ver a alguien
acabar empalado). En total habrá unos… ¿100?, ¿150? personajes distintos,
repartidos según cuatro tipos de cabeza, y aunque la diferencia sea solo
cosmética, te permite personalizar al gusto a tu personaje y se puede cambiar
fácilmente durante la partida. Además, la mayoría de las cabezas son ridículas
(puedes elegir entre cara de gorila, un morro de pato, un payaso, un pescado,
media cabeza, unos pantalones…).
MÚSICA
Y SONIDO
Viendo la calidad del resto
del juego, nos esperamos una buena banda sonora para acompañarlo. Y, por
suerte, Battleblock Theater no defrauda. No ganará el premio a la banda sonora
del año, pero tiene canciones pegadizas que acompañan bien el ambiente durante
los niveles. Personalmente, hay dos canciones que destacan por el simple hecho
de que me resulta imposible no cantar al ritmo (para desgracia de mis vecinos):
¿Os
habéis percatado de la dulce voz del narrador? Pues tendréis que esperar antes
de que le tratemos, pues tengo que hablar un poco de los sonidos, que van como anillo
al dedo en este juego. Los gatos (enemigos, hablaremos de ellos en Jugabilidad,
¿habéis visto cómo voy desplazando las explicaciones?) hacen ruiditos monos, los
pinchos hacen un satisfactorio ruido de perforación cuando acabas estampado
contra ellos, los personajes gruñen y hacen ruidos agudos, y cuando se suicidan
para reiniciar lo hacen… con un sonoro pedo. Bien jugado The Behemoth, bien
jugado.
Ahora que nos hemos quitado
todo esto de en medio, es la hora de hablar del narrador. El glorioso narrador.
El estúpido y sensual narrador. Su dulce y sedosa voz es el equivalente a que
te susurren bellas y melodiosas palabras a la par que recibes un suave y
delicado masaje en los pies; todo mientras sufres continuas, brutales y
ridículas muertes. Porque el narrador está aquí para narrar (valga la
redundancia), lo va a narrar todo, absolutamente todo. Te recomendará que
equipes a tu personaje con cosas chulas, te recordará que no deberías chocarte
contra las sierras, gritará de disgusto cuando acabes descuartizado por
vigésimocuarta vez, te sugerirá que no te acerques a los pinchos, te comentará
que deberías poner a buen recaudo esa gema que acabas de coger o te instará a
correr como si tuvieses diarrea para acabar rápido el nivel. Este narrador, con
voz de Will Stamper, es posiblemente la mejor parte del juego y la que mejor
contribuye a la atmósfera y el humor. Es así de bueno simplemente.
En
este tráiler se comprueba lo glorioso que es el narrador.
JUGABILIDAD
Después de hacérseme la boca
agua con el narrador ya iba siendo hora de hablar un poco de la jugabilidad en
sí, ¿no? Pues entremos en el asunto en cuestión.
El juego consta de tres modos
principales: Historia, Arena y Furbottom’s Features (traducido “Características
de Furbottom”, aunque la misma administradora de antes me sugiera que lo
traduzca como “Ni zorra de Furbottom” (Kurenai: yey :3)), de los cuales voy a explicar solo los
dos primeros, ya que Furbottom’s Features solo consta de niveles equivalentes a
los de Historia y Arena.
El modo Historia es el modo
principal del juego, y puede ser jugado de forma individual o cooperativa, y en
dificultad normal o loca (si te mueres se reinicia todo el nivel, no os lo
recomiendo si apreciáis estar contentos). Ambas formas tienen la misma estructura:
8 mundos con 14 niveles cada uno (9 niveles normales, 2 de jefe y 3 encores).
Los niveles son exactamente los mismos tanto en modo individual como
cooperativo, y esa es una pega que le veo al juego, pues si te has jugado el
juego entero por ejemplo en cooperativo, el modo individual no tiene ningún
misterio.
Estos niveles tienen una
premisa simple: sales de tu jaula y tu objetivo es llegar al final del nivel,
recogiendo gemas y ovillos por el camino. Cada nivel tiene entre 5 y 7 gemas y
1 ovillo de lana, y para poder completar el nivel necesitas como mínimo coger 3
gemas. Esto lo haces usando tres botones: uno para empujar, uno para golpear y
uno contextual (por ejemplo, al lado del agua la remueves para acercar un barco
o cosas similares). La única diferencia entre los niveles normales, los del
jefe y los encores es que el jefe y los encores tienen un límite de tiempo para
completarlos, y si no lo acabas en ese tiempo se reinicia el nivel, lo que hace
que sean bastante frenéticos y entretenidos.
Y con esto y un bizcocho concluye nuestra reseña de hoy.
Espero que os haya agradado lo más mínimo. Cualquier duda y comentario ya
sabéis donde dejarla (y si no os doy una pista: pone comentarios).
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