Título: Sadie
Título original: Sadie
Autora: Courtney Summers
Idioma original: inglés
Editorial: La Galera
Año de publicación: 2019
Páginas: 360
Sinopsis: Una chica desaparecida en busca de venganza. Un periodista de radio que sigue las pistas que ella ha dejado. Y un final del que no podrás dejar de hablar.
Sadie no ha tenido una vida fácil. Ha crecido sola y ha criado a su hermana Mattie en un pueblo pequeño y remoto, haciendo todo lo posible por ofrecerle una vida normal y mantenerse a flote.
Pero un día encuentran a Mattie muerta y el mundo de Sadie se derrumba por completo. Tras ver que la policía no logra sacar nada en claro, Sadie está determinada a llevar ante la justicia al asesino de su hermana y abandona su hogar para seguir las pocas pistas y encontrarlo.
La historia de Sadie llega a oídos de West McCray, un conocido presentador de radio, quien se obsesionará con encontrar a la joven desaparecida. Pone en marcha su propio podcast conforme sigue los pasos de Sadie e intenta averiguar qué sucedió, con la esperanza de encontrarla antes de que sea demasiado tarde.
Cuando comencé a leer este libro imaginaba que iba a ser bastante duro. Solo había que fijarse en la sinopsis para darse cuenta. Pero no sabía que iba a ser TAN duro, pues muestra una realidad que, aunque todos sabemos que existe, a veces queremos creer que nos es ajena y miramos para otro lado. Esta novela ha sido una especie de bofetada de realidad que, a mi por lo menos, crea una conciencia y nos hace darnos cuenta de las cosas tan crueles que es capaz de hacer una persona.
Sadie es una adolescente de diecinueve años cuya vida ha estado marcada por la desgracia. Su madre, Claire, era una drogadicta alcohólica que no podía cuidar de sí misma, cuanto menos podía cuidar de su hija. Por su casa pasaba hombre tras hombre, creando un hogar completamente inestable y un ambiente familiar insano para una niña. Sin embargo, Mary Beth, una amiga de Irene, la madre de Claire, se comprometió a cuidar de ellas cuando la madre murió, por lo que se convierte en una especie de segunda madre para Sadie. Un rayo de luz aparece en la vida de Sadie cuando nace Mattie, su hermana pequeña. Ella decide protegerla y cuidarla, darle todo lo que su madre no podía y alejarla en la medida de lo posible del mundo de vicio y descontrol de esta. Mattie es lo que hace que Sadie siga hacia adelante, que trabaje y que deje los estudios, todo por ella. Por eso, cuando Mattie aparece muerta en un incendio, la vida de Sadie se detiene. Necesita saber qué ha sucedido. Alguien ha asesinado a su hermana, se la ha arrebatado de su lado, y Sadie cree saber quién es.
Ante el fracaso de la policía a la hora de averiguar qué sucedió con Mattie, Sadie tiene claro que va a cobrarse su venganza. Que va a ir hasta donde haga falta para plantarle cara al asesino de su hermana y hacerle correr el mismo destino. Con unas pocas pertenencias, un coche de segunda mano y una tartamudez a cuestas, Sadie abandona su casa sin avisar a nadie, en busca de su venganza. Y no parará hasta conseguirla.
La narración de esta novela se divide en dos. Por un lado tenemos el punto de vista de la protagonista, Sadie, que en primera persona nos va contando sus averiguaciones y las ciudades por las que va pasando en busca de respuestas. Cree saber quién pudo haber asesinado a su hermana y los motivos, pero solo tiene una foto y un nombre, por lo que necesita encontrar a esa persona y entender qué fue lo que pasó, que le movió a matar a Mattie. Por otro lado tenemos la narración desde un programa de radio, un podcast titulado "Las chicas" donde el reportero West McCray intenta descubrir dónde está Sadie, por qué se fue de casa, si sigue viva y, en el caso de ser así, cuál es su objetivo. Mary Beth, desesperada, contactó con él para intentar encontrar a la chica ya que la policía no podía hacer nada por ser mayor de edad y haberse ido de casa voluntariamente. Los capítulos entre los distintos puntos de vista se van alternando y aunque pueda parecer que cuentan la misma historia desde diferentes perspectivas, con Sadie solo vemos el presente, lo que está haciendo en esos momentos y sus propios pensamientos; con McCray podemos conocer cosas de la familia de Sadie y de su entorno. Es cierto que muchos de los acontecimientos se solapan (la mayoría), pero la forma en que están contados hacen que la información no sea exactamente la misma y que descubramos cosas distintas de los mismos hechos. Por lo tanto, no se hace aburrido ni prescindible, puesto que se complementan a la perfección.
El personaje de Sadie me ha encantado. Me parece un acierto absoluto la manera en que está construida. Es una chica fuerte, sí, pero su fortaleza ha sido construida a base de golpes, de sufrimiento, de ser empujada a lo más bajo. Además, el intenso bullying y la frustración derivados de su tartamudez han perfilado, en parte, su personalidad. El lector puede sentir su misma ira cuando intenta comunicarse pero es incapaz. Yo he sufrido con ella cuando quería mantener una conversación con otra persona y las palabras simplemente no salían de su boca. La manera en que Summers describe esos momentos hace que sientas lástima, que te den ganas de ayudarla y que percibas su misma frustración. Aun así, a pesar de esta "deficiencia", no se rinde y sigue luchando hasta el final, hasta comprender qué pasó el día en que Mattie fue asesinada, en encajar todas las piezas del rompecabezas y obtener su venganza. Sadie es muy obstinada y eso es lo que la empuja a seguir hacia delante. Su amor por su hermana pequeña era tan grande que no para hasta conseguir lo que busca. Incluso aunque tenga que derramar sangre, hará cualquier cosa y nada la detendrá. La relación de ambas hermanas también está muy lograda, pues se adoran a la par que se detestan. Mattie siempre fue la favorita de su madre, por eso la ama a pesar de que Sadie sabe que no es buena para ella. Sadie nunca le pudo perdonar esa adoración hacia su madre a pesar de los excesos de esta, igual que tampoco pudo perdonar nunca que Claire las abandonara y, con ello, destrozara el corazón de Mattie. De Mattie sabemos lo que se nos va contando a través de Sadie y del programa de radio, pero nos podemos hacer una idea bien completa de cómo era la niña, al igual que del resto de su familia.
La historia se nos va dosificando, a pesar de lo que pueda parecer, en ningún momento hay exceso de información. Al contrario, vamos recibiendo todo lo necesario para comprender la trama poco a poco, de esta forma la autora consigue mantenernos en tensión durante toda la novela. No solo eso, sino que, al igual que Sadie, vamos conociendo ciertos datos relevantes a la par que ella. En Sadie se tratan temas realmente duros, como ya he comentado al principio, como el alcoholismo, la drogadición, el bullying, el hogar desestructurado o, el peor para mí, el abuso de menores. A pesar de estar destinada a un público más bien juvenil, lo cierto es que por los puntos que toca (y de manera bastante extensa y explícita) es una novela que tira más bien hacia el adulto.
La narración no tiene nada destacable, es muy sencilla y acorde con lo que se quiere contar. Aunque se mezclan los dos puntos de vista, en ningún momento te pierdes o la lectura resulta confusa, sino que se dividen lo suficientemente bien como para que puedan complementarse sin resultar extrañas o sin sentir que no estamos entendiendo una parte de la historia.
¿Debería leerlo?
Como ya he dicho, Sadie es una novela muy dura, por lo que si sois aprensivos o si os afectan mucho los temas que os he mencionado, pensáoslo dos veces. Aun así, por mi parte está más que recomendada porque precisamente por dicha dureza, el lector puede reflexionar acerca de ciertas cuestiones que normalmente vemos de pasada en la televisión. Además, la psicología de los personajes, especialmente de la protagonista, está mu bien lograda pues la autora presenta muy bien cómo ciertos abusos y descontrolo puede desmoronar por completo la vida de unas niñas.
La historia se nos va dosificando, a pesar de lo que pueda parecer, en ningún momento hay exceso de información. Al contrario, vamos recibiendo todo lo necesario para comprender la trama poco a poco, de esta forma la autora consigue mantenernos en tensión durante toda la novela. No solo eso, sino que, al igual que Sadie, vamos conociendo ciertos datos relevantes a la par que ella. En Sadie se tratan temas realmente duros, como ya he comentado al principio, como el alcoholismo, la drogadición, el bullying, el hogar desestructurado o, el peor para mí, el abuso de menores. A pesar de estar destinada a un público más bien juvenil, lo cierto es que por los puntos que toca (y de manera bastante extensa y explícita) es una novela que tira más bien hacia el adulto.
La narración no tiene nada destacable, es muy sencilla y acorde con lo que se quiere contar. Aunque se mezclan los dos puntos de vista, en ningún momento te pierdes o la lectura resulta confusa, sino que se dividen lo suficientemente bien como para que puedan complementarse sin resultar extrañas o sin sentir que no estamos entendiendo una parte de la historia.
¿Debería leerlo?
Como ya he dicho, Sadie es una novela muy dura, por lo que si sois aprensivos o si os afectan mucho los temas que os he mencionado, pensáoslo dos veces. Aun así, por mi parte está más que recomendada porque precisamente por dicha dureza, el lector puede reflexionar acerca de ciertas cuestiones que normalmente vemos de pasada en la televisión. Además, la psicología de los personajes, especialmente de la protagonista, está mu bien lograda pues la autora presenta muy bien cómo ciertos abusos y descontrolo puede desmoronar por completo la vida de unas niñas.
Lo quiero leer! <3
ResponderEliminarTotalmente recomendado <3 Gracias por comentar :D
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