Título original: Cupid's Match
Autora: Lauren Palphreyman
Saga: El match de Cupido
Editorial: Destino
Año de publicación: 2020
Páginas: 384
Sinopsis: Con 17 años, Lila descubre que Cupido, lejos de ser un mito, existe realmente. De hecho, los cupidos están organizados como una agencia secreta y se dedican a enlazar personas sin que nadie lo sepa. Pero la mayor sorpresa no es esta: el auténtico descubrimiento para Lila será que ella, una adolescente mortal, ha sido enlazada con el auténtico dios del amor: el verdadero Cupido. ¿Se trata de una broma? Muy al contrario, ¡es una maldición!
Para empezar, ella no buscaba novio. Por otra parte, resulta que Cupido es del todo insoportable. Y para colmo, las relaciones entre cupidos y humanos están prohibidas, por lo que si llegan a enamorarse se arriesgan a la pena capital.
Desconocía por completo este libro porque no lo he visto anunciado ni en la blogosfera ni, en general, en internet (al menos que yo sepa no le han dado mucha publicidad), pero lo descubrí por una booktuber a la que sigo y me gusta mucho, ya que lo mencionó como novedad que salía este año y que tenía ganas de leer. La premisa me resultó muy curiosa y bastante original y, además, había mitología romana. ¿Qué podía salir mal? Pues muchas cosas. Los astros se han alineado contra mí en este 2020 y resulta que estoy teniendo lecturas bastante malas y esta es una de ellas.
La sinopsis pintaba bien. Muy bien, de hecho. Todos conocemos a Cupido, el dios romano del amor, y su simbología y su leyenda. Pues resulta que Cupido y, en general, los dioses del panteón romano existen de verdad y no son un mito. De hecho, a raíz de Cupido se ha creado una organización romántica donde un montón de cupidos se dedican a emparejar a los humanos y a buscarles su alma gemela. Una de las reglas más estrictas de esta organización es que ningún cupido puede emparejarse. Jamás. Y mucho menos el propio dios Cupido. Pero un error del sistema hace que el dios sea emparejado con Lila, una adolescente de diecisiete años. Cuando Lila lo descubre, se piensa que es una broma de mal gusto hasta que Cal, un cupido guapísimo que se encargará de Lila, le enseña que es todo verdad y que ella está en peligro. Aunque Lila sea el alma gemela del dios, debe evitarle, ignorarle y esconderse de él. No pueden emparejarse y Cupido no puede descubrir que ella es su alma gemela. A Lila esto le parece pan comido; después de todo, ella tiene novio, James, al cual quiere con locura y, cuando Cupido se muda a su pueblo y empieza como alumno nuevo del instituto, a Lila le parece un chaval insoportable, creído y arrogante. Pero también es muy guapo, claro, con ese pelo rubio sol y esos ojazos azules. Y no puede evitar que las chispas salten entre ellos cuando están cerca.
Desde las primeras páginas fui consciente de que esta novela iba a ser puro niñateo de instituto, algo que de por sí no me disgusta porque no tiene por qué ser algo malo, pero me interesaba mucho más cómo la autora iba a desarrollar la historia y cómo iba a encajar la mitología romana en la realidad. Pero mi interés inicial se iba disipando conforme avanzaba la trama. El match de Cupido está plagado los típicos estereotipos de novela juvenil que establecieron sagas como Crepúsculo, la saga Lux, Hush Hush... Era como estar leyendo una novela que, quizá, me habría gustado en mi adolescencia, pero que ahora solo me hacía poner los ojos en blanco. Y ni siquiera, porque yo esas sagas las recuerdo con cariño y que, a pesar de los tópicos, las disfruté mucho, pero este no ha sido el caso porque no ha habido ni una sola cosa que haya salvado esta novela.
Empezando por los tópicos, por supuesto los protagonistas son un estereotipo con patas. Lila es la típica chica que se pasa toda la novela diciendo "no me voy a enamorar de él" cuando TODOS sabemos que se va a enamorar de Cupido. Es la chica rebelde que desprecia al chico malo, que hace lo que le da la gana cuando le da la gana y que desoye constantemente los consejos de Cal respecto a la Organización del Amor por mucho que Lila no tenga ni idea de las circunstancias y Cal solo trate de protegerla. Además, no tiene madre, que falleció hace ya unos años, y, cómo no, tiene un padre ausente, demasiado perdido en su dolor por la muerte de su esposa que pasa olímpicamente de su hija y esto hace que, a su vez, Lila tenga libertad absoluta para entrar y salir a la hora que le de la gana o para dormir en casa de Cupido sin que su padre se entere o le importe. Lo de los padres ausentes dentro de la literatura juvenil para que sus hijas puedan estar tonteando con seres sobrenaturales es ya casi un género en sí mismo. Por otro lado, tenemos a Cupido que es guapísimo (en serio, guapísimo, te lo dicen casi cada vez que sale), rubísimo, con ojos azulísimos, que tiene un cuerpazo que quita el aliento y, además, es un malote. Es chulo, arrogante, distante y un capullo integral. Y claro, todo eso hace que Lila-no-voy-a-enamorarme-de-él-porque-tengo-novio pues, evidentemente, se enamore de él. Porque además no es malo porque sí, sino que tiene un pasado oscuro y un corazón enorme que le convierte en un cacho de pan. En su defensa, diré que, al menos, Cupido no es el prototipo de chico tóxico y que aunque vaya de malote su herramienta es el sarcasmo e intentar picar a Lila con insinuaciones fuera de tono en plan broma, así que, por lo menos, me he ahorrado la relación tóxica que ya me veía venir.
Por otro lado, Cal, que también es guapísimo, es la voz de la razón del trío. Intenta proteger a Lila de los cupidos, de sus normas, del peligro que corre al haber sido emparejada con Cupido (porque toda la organización se la va a echar encima para evitar que eso ocurra) y de sus propias decisiones. Se lleva fatal con Cupido porque representa todo lo contrario a lo que Cal defiende e intentará como pueda arreglar el enredo que ha causado, no solo el emparejamiento, sino el hecho de que Cupido se haya empeñado en conocer a su alma gemela y todas las repercusiones negativas que ha derivado de ello. Del resto de personajes hay poco, o nada, que decir porque son puro relleno. Charlie es la mejor amiga de Lila y está ahí para meter drama; James está ahí para causar el conflicto moral en Lila de "me pone Cupido, pero tengo novio"; Crystal, una trabajadora de las Oficinas del Amor (las oficinas de empresa desde donde trabajan los cupidos) también está un poco para meter drama y misterio. Todos los personajes son planísimos y con cero transfondo, creados solamente para cumplir un determinado propósito y ya. Si acaso se salvan Cupido, Lila y Cal por ser el trío protagonista, aunque tampoco se salvan mucho.
En cuanto a la mitología, que para mí era el plato fuerte, pues ha sido una decepción. La representación de la mitología romana ha sido muy floja, más allá de la leyenda de los cupidos y de meter alguna que otra criatura sobrenatural (por puro relleno y para enfatizar el hecho de que esta historia está basada, en parte, en la mitología, pero de verdad que la manera en que esto esta introducido es ridícula). Lo más interesante, por decir algo, es cómo funcionan las flechas de los cupido y el efecto que estas producen en humanos y en cupidos, dependiendo de la flecha que se use (Capax, Ardor, flecha negra, la Finis...). Cuando más peso ha tenido la mitología es de cara al final (y cuando digo de cara al final me refiero a los últimos... ¿diez capítulos?) donde ya aparecen más dioses romanos y otros personajes mitológicos. La sensación que me dio esta parte es como que la autora de repente se da cuenta de que quiere hacer una historia de mitología romana, pero que solo ha metido a Cupido, y entonces se ve con la necesidad de meter todas las leyendas en tres páginas.
La sensación general es que estás leyendo un fanfiction cutre de Wattpad. Esa fue mi primera impresión y, cuál fue mi sorpresa, que al llegar a la parte de los agradecimientos me encuentro con que, efectivamente, es un fanfic de Wattpad. Nunca mi intuición fue más acertada.
La trama es simple, muy básica, predecible, con giros de trama que intentan serlo, pero se quedan en eso, en "intentos". Es una historia entretenida y que se lee rápido, pero se nota muchísimo que es un fic, tanto en el estilo como en el desarrollo, y que está dirigido a un público muy específico de adolescentes que solo quieren leer acerca de un romance prohibido entre el chico perfecto y la chica del montón que se ve envuelta en red sobrenatural sin quererlo.
También diré, en su defensa, que es la primera parte de una saga o trilogía y que, quizá, la historia mejore después, pero no seré yo quien lo compruebe, la verdad.
¿Debería leerlo?
Es entretenida, pero poco más. Está llena de clichés, de tópicos, la parte más interesante (que es la mitológica) no merece la pena. Es difícil empatizar con los personajes y meterse en la historia porque es muy superficial.
La sinopsis pintaba bien. Muy bien, de hecho. Todos conocemos a Cupido, el dios romano del amor, y su simbología y su leyenda. Pues resulta que Cupido y, en general, los dioses del panteón romano existen de verdad y no son un mito. De hecho, a raíz de Cupido se ha creado una organización romántica donde un montón de cupidos se dedican a emparejar a los humanos y a buscarles su alma gemela. Una de las reglas más estrictas de esta organización es que ningún cupido puede emparejarse. Jamás. Y mucho menos el propio dios Cupido. Pero un error del sistema hace que el dios sea emparejado con Lila, una adolescente de diecisiete años. Cuando Lila lo descubre, se piensa que es una broma de mal gusto hasta que Cal, un cupido guapísimo que se encargará de Lila, le enseña que es todo verdad y que ella está en peligro. Aunque Lila sea el alma gemela del dios, debe evitarle, ignorarle y esconderse de él. No pueden emparejarse y Cupido no puede descubrir que ella es su alma gemela. A Lila esto le parece pan comido; después de todo, ella tiene novio, James, al cual quiere con locura y, cuando Cupido se muda a su pueblo y empieza como alumno nuevo del instituto, a Lila le parece un chaval insoportable, creído y arrogante. Pero también es muy guapo, claro, con ese pelo rubio sol y esos ojazos azules. Y no puede evitar que las chispas salten entre ellos cuando están cerca.
Desde las primeras páginas fui consciente de que esta novela iba a ser puro niñateo de instituto, algo que de por sí no me disgusta porque no tiene por qué ser algo malo, pero me interesaba mucho más cómo la autora iba a desarrollar la historia y cómo iba a encajar la mitología romana en la realidad. Pero mi interés inicial se iba disipando conforme avanzaba la trama. El match de Cupido está plagado los típicos estereotipos de novela juvenil que establecieron sagas como Crepúsculo, la saga Lux, Hush Hush... Era como estar leyendo una novela que, quizá, me habría gustado en mi adolescencia, pero que ahora solo me hacía poner los ojos en blanco. Y ni siquiera, porque yo esas sagas las recuerdo con cariño y que, a pesar de los tópicos, las disfruté mucho, pero este no ha sido el caso porque no ha habido ni una sola cosa que haya salvado esta novela.
Empezando por los tópicos, por supuesto los protagonistas son un estereotipo con patas. Lila es la típica chica que se pasa toda la novela diciendo "no me voy a enamorar de él" cuando TODOS sabemos que se va a enamorar de Cupido. Es la chica rebelde que desprecia al chico malo, que hace lo que le da la gana cuando le da la gana y que desoye constantemente los consejos de Cal respecto a la Organización del Amor por mucho que Lila no tenga ni idea de las circunstancias y Cal solo trate de protegerla. Además, no tiene madre, que falleció hace ya unos años, y, cómo no, tiene un padre ausente, demasiado perdido en su dolor por la muerte de su esposa que pasa olímpicamente de su hija y esto hace que, a su vez, Lila tenga libertad absoluta para entrar y salir a la hora que le de la gana o para dormir en casa de Cupido sin que su padre se entere o le importe. Lo de los padres ausentes dentro de la literatura juvenil para que sus hijas puedan estar tonteando con seres sobrenaturales es ya casi un género en sí mismo. Por otro lado, tenemos a Cupido que es guapísimo (en serio, guapísimo, te lo dicen casi cada vez que sale), rubísimo, con ojos azulísimos, que tiene un cuerpazo que quita el aliento y, además, es un malote. Es chulo, arrogante, distante y un capullo integral. Y claro, todo eso hace que Lila-no-voy-a-enamorarme-de-él-porque-tengo-novio pues, evidentemente, se enamore de él. Porque además no es malo porque sí, sino que tiene un pasado oscuro y un corazón enorme que le convierte en un cacho de pan. En su defensa, diré que, al menos, Cupido no es el prototipo de chico tóxico y que aunque vaya de malote su herramienta es el sarcasmo e intentar picar a Lila con insinuaciones fuera de tono en plan broma, así que, por lo menos, me he ahorrado la relación tóxica que ya me veía venir.
Por otro lado, Cal, que también es guapísimo, es la voz de la razón del trío. Intenta proteger a Lila de los cupidos, de sus normas, del peligro que corre al haber sido emparejada con Cupido (porque toda la organización se la va a echar encima para evitar que eso ocurra) y de sus propias decisiones. Se lleva fatal con Cupido porque representa todo lo contrario a lo que Cal defiende e intentará como pueda arreglar el enredo que ha causado, no solo el emparejamiento, sino el hecho de que Cupido se haya empeñado en conocer a su alma gemela y todas las repercusiones negativas que ha derivado de ello. Del resto de personajes hay poco, o nada, que decir porque son puro relleno. Charlie es la mejor amiga de Lila y está ahí para meter drama; James está ahí para causar el conflicto moral en Lila de "me pone Cupido, pero tengo novio"; Crystal, una trabajadora de las Oficinas del Amor (las oficinas de empresa desde donde trabajan los cupidos) también está un poco para meter drama y misterio. Todos los personajes son planísimos y con cero transfondo, creados solamente para cumplir un determinado propósito y ya. Si acaso se salvan Cupido, Lila y Cal por ser el trío protagonista, aunque tampoco se salvan mucho.
En cuanto a la mitología, que para mí era el plato fuerte, pues ha sido una decepción. La representación de la mitología romana ha sido muy floja, más allá de la leyenda de los cupidos y de meter alguna que otra criatura sobrenatural (por puro relleno y para enfatizar el hecho de que esta historia está basada, en parte, en la mitología, pero de verdad que la manera en que esto esta introducido es ridícula). Lo más interesante, por decir algo, es cómo funcionan las flechas de los cupido y el efecto que estas producen en humanos y en cupidos, dependiendo de la flecha que se use (Capax, Ardor, flecha negra, la Finis...). Cuando más peso ha tenido la mitología es de cara al final (y cuando digo de cara al final me refiero a los últimos... ¿diez capítulos?) donde ya aparecen más dioses romanos y otros personajes mitológicos. La sensación que me dio esta parte es como que la autora de repente se da cuenta de que quiere hacer una historia de mitología romana, pero que solo ha metido a Cupido, y entonces se ve con la necesidad de meter todas las leyendas en tres páginas.
La sensación general es que estás leyendo un fanfiction cutre de Wattpad. Esa fue mi primera impresión y, cuál fue mi sorpresa, que al llegar a la parte de los agradecimientos me encuentro con que, efectivamente, es un fanfic de Wattpad. Nunca mi intuición fue más acertada.
La trama es simple, muy básica, predecible, con giros de trama que intentan serlo, pero se quedan en eso, en "intentos". Es una historia entretenida y que se lee rápido, pero se nota muchísimo que es un fic, tanto en el estilo como en el desarrollo, y que está dirigido a un público muy específico de adolescentes que solo quieren leer acerca de un romance prohibido entre el chico perfecto y la chica del montón que se ve envuelta en red sobrenatural sin quererlo.
También diré, en su defensa, que es la primera parte de una saga o trilogía y que, quizá, la historia mejore después, pero no seré yo quien lo compruebe, la verdad.
¿Debería leerlo?
Es entretenida, pero poco más. Está llena de clichés, de tópicos, la parte más interesante (que es la mitológica) no merece la pena. Es difícil empatizar con los personajes y meterse en la historia porque es muy superficial.
¡Hola! Parece que la novela ha sido una decepción constante. La verdad es que a mí las historias de niñateos de instituto no me gustan ni me llaman demasiado. Pero si además los dos protagonistas están tan estereotipados y encima de la mitología apenas se habla cuando parece lo más interesante... Paso. Gracias por la reseña sincera.
ResponderEliminar¡Besos!
¡Hola! Ya, la verdad es que, aunque no me esperaba mucho de esta novela, no me esperaba que fuera a disfrutarla tan poco. Lo que más me llamaba era el tema de mitología, pero apenas ha habido. De todas formas, me alegra haberla leído porque así me he dado cuenta de que ya no estoy en un momento en el que me apetezca leer este tipo de libros de niñateo.
EliminarGracias por comentar, un beso <3
¡Hola! =)
ResponderEliminarNo me llamaba, y ahora menos :P
Besitos ^^
¡Hola! Espero que el siguiente te interese :')
EliminarGracias por comentar <3
¡Hola!
ResponderEliminarMe había emocionado con la sinopsis, pero veo que es algo muy típico. Creo que ya me siento decepcionada sin haberlo empezado, así que mejor le digo adiós.
Un beso☕💗
¡Hola Natalia! Sé como te sientes, la sinopsis es genial, pero se queda ahí :(
EliminarGracias por comentar, como siempre, un besote <3
Hola.
ResponderEliminarNo conocía el libro y por lo que veo, ahora no creo que sea una lectura para mi, pero gracias por la reseña.
Nos leemos.
¡Hola Carolina! Gracias por comentar <3
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