Sinopsis: «Todo hombre sabio teme tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre amable.»
El hombre había desaparecido. El mito no. Músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, trotamundos, héroe y asesino, Kvothe había borrado su rastro. Y ni siquiera ahora que le han encontrado, ni siquiera ahora que las tinieblas invaden los rincones del mundo, está dispuesto a regresar. Pero su historia prosigue, la aventura continúa, y Kvothe seguirá contándola para revelar la verdad tras la leyenda.
«Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí...»
Quiero comenzar esta reseña diciendo que si formáis parte del grupo de personas a las que les encanta esta serie (como yo) lo siento mucho. Puedo decir con total sinceridad que mi cerebro había preferido borrar completamente la fecha de publicación de este libro para ahorrarme dolor y ahora al buscarla para hacer esta reseña se me ha escapado el alma del pecho. Sinceramente, espero volver a olvidarme pronto... eso o que anuncien la fecha de publicación de Las Puertas de Piedra. Me temo que lo primero va a suceder antes.
Dejando esto de lado, la verdad es que no tengo muy claro cómo llevar esta reseña por la sencilla razón de que 1: el libro es muy largo y pasan muchas cosas y 2: mi opinión sobre este libro es muy parecida a la que tengo del primero, con el añadido de unos cuantos "peros". Tampoco quiero hacer spoilers, por lo que no creo que entre mucho en detalle sobre lo que pasa. Voy a intentar evitarlos todo lo que pueda, lo prometo.
Como acabo de mencionar, lo que puedo comentar sobre este libro se parece bastante a lo que dije sobre el primero en su reseña, así que voy a hablar más o menos de los mismos temas. Primero me voy a quitar de encima el argumento, porque entre que no puedo decir mucho para evitar spoilers y es lo que (en mi opinión) es más sencillo de resumir, prefiero dejarlo hecho ahora y luego meterme en otros temas más intrincados. Como ya sabemos, el primer libro se centra mayoritariamente en Kvothe y sus estudios en la Universidad. Hay un par de escapadas, sí, pero por lo general una vez llega a la Universidad se queda ahí quietecito y la historia pasa a tratar de las cosas que le ocurren ahí. Al final del libro, habíamos dejado a Kvothe estrenando su rango de Re'lar, otorgado por Elodin después de que nuestro chavalín lograse pronunciar el nombre del viento tras un ataque de furia provocado por Ambrose rompiendo su laúd. El Temor de un Hombre Sabio comienza con Kvothe continuando su vida en la Universidad y todavía enzarzándose con Ambrose. Al tiempo, acaba metido en un jaleo que hace que tenga que irse de la Universidad durante un tiempo y marcharse a una corte lejana (como véis estoy intentando ser lo más vaga posible para evitar posibles). A partir de ese momento hasta casi el final del libro, la vida de Kvothe transcurre fuera de la Universidad, recorriendo varios lugares y aprendiendo varias cosas. Y no voy a decir nada más que todavía se me escapa algo.
Como os imaginaréis, una de las ventajas de que Kvothe esté una buena porción del libro para arriba y para abajo es el worldbuilding. Como ya sabéis, yo soy una enorme fan de los trabajos que presentan mundos ricos en historia y detalles, por lo que un buen worldbuilding siempre hace que el libro en el que aparece me atrape irremediablemente. Y este tiene a montones, y de forma un tanto distinta al primero. En El Nombre del Viento lo que más vemos son explicaciones sobre la magia, información sobre un par de lugares y culturas y una pincelada de historias y detalles del pasado. Este libro en cambio nos mete de lleno a explorar distintas zonas del mundo y sus costumbres, además de empezar a aumentar la cantidad de mitos y cuentos (muchos de ellos relacionados con el pasado) que se nos exponen. Básicamente empezamos a enterarnos del lore... y es maravilloso. Al igual que en el primer libro, muchos de estos detalles no aparecen como estamos acostumbrados, no hay ningún sabio que de alguna forma tiene todas las respuestas, ningún texto antiguo o poder mágico que permita al protagonista acceder a la información que necesita en ese momento. En general, todos los escenarios que ya conocemos tan bien y que, como lectores, nos permiten decir "ah, vale, ahora llega la exposición" no aparecen. En cambio, Rothfuss continúa dejándonos entrever este lore a través de hisitorias, cuentos y menciones de otros personajes. A mí esta técnica me sigue hipnotizando tanto como en el primer libro, ya que no sólo descubres detalles cada vez que haces relecturas, sino que además los cambios que se producen de versión a versión, o simplemente el conocimiento que tienes de que lo más seguro es que la historia haya mutado hace que nunca puedas estar totalmente segura de que lo que estás leyendo sea totalmente cierto, lo que te mantiene dando vueltas y más vueltas a cada detalle que te encuentras entre las páginas. Dejando de lado las historias, otra cosa que me ha encantado es poder conocer los sitios a los que Kvothe viaja, ya que cada uno de ellos tiene su propio conjunto de costumbres y elementos propios de su cultura que hacen que nunca te canses de descubrir más y más. Desde el sistema de anillos de Vintas hasta el lenguaje y filosofía de los Adem, la construcción de estos lugares y gentes es tan original que casi estaba pegando saltos de la emoción mientras los leía. También (y esto puede que sea un ligeeeero spoiler) conocemos más del mundo fata, un poquito de cómo funciona y su conocimiento y perspectivas. Y mira, yo personalmente no puedo esperar a saber más.
Otras dos cosas que me encantaron son el estilo con el que escribe Rothfuss (ya habéis visto ejemplos en mi anterior reseña) y las clases de Elodin. A mí personalmente me encanta leer cosas sobre la Universidad y lo que se enseña en ella, por lo que si juntas eso con las clases más interesantes impartidas por mi personaje favorito... yo ya estoy comprada, no sabéis cuánto disfruté de ellas. Cada clase de Elodin es una joya, no sólo por lo que se enseña en sí (que al principio parece ridículo, pero si te paras a pensarlo siempre hay una lección detrás), sino también porque son graciosísimas. Os dejo aquí un minitrozo para que veáis a qué me refiero:
Fela partió la reseca cáscara de la vaina de algodoncillo. El vilano blanco de las semillas flotantes se derramó en sus manos.
El maestro nominador le hizo señas para que lo lanzara al aire.
Fela lo lanzó, y todos nos quedamos mirando cómo la masa de vilano blanco ascendía hacia el alto techo del aula para luego caer lentamente hasta el suelo.
—Maldita sea —dijo Elodin. Indignado, fue hasta el montón de semillas, las cogió y las agitó vigorosamente hasta que el aire quedó lleno de vilano de semillas de algodoncillo que flotaban suavemente.
Entonces Elodin empezó a perseguir con frenesí las semillas por toda la sala, intentando apresarlas al vuelo. Se encaramó a las sillas, corrió por la tarima del aula y se subió de un salto a su mesa tratando de agarrarlas. Al principio lo hacía con una sola mano, como quien va a coger una pelota. Pero no tenía mucho éxito, así que empezó a dar manotazos, como si matara moscas. Como esa técnica tampoco le funcionaba, quiso atraparlas con ambas manos, como un niño que intenta cazar luciérnagas ahuecando las palmas.
Pero no conseguía coger ni una pizca de vilano. Cuanto más lo perseguía, cuanto más frenético se ponía, cuanto más deprisa corría, menos atrapaba. La escena se prolongó durante un minuto. Dos minutos. Cinco minutos. Diez.
Habría podido durar toda la hora de clase, pero al final tropezó con una silla y cayó de bruces en el suelo de piedra, desgarrándose la pernera de los pantalones y lastimándose una rodilla.
Elodin se sentó en el suelo, sujetándose la pierna, y soltó una sarta de blasfemias furiosas como yo no había oído en toda mi vida. Gritaba, gruñía y escupía. Empleó como mínimo ocho idiomas, e incluso cuando yo no entendía lo que decía, el sonido de sus palabras hacía que se me encogiera el estómago y se me erizara el vello de los brazos. Dijo cosas que me hicieron sudar. Dijo cosas que me produjeron náuseas. Dijo cosas que yo ignoraba que fuera posible decir.
Supongo que podría haber continuado, pero al inspirar, jadeando y con la boca abierta, aspiró una de las semillas flotantes de algodoncillo, se atragantó y empezó a toser con violencia.
Al final escupió la semilla, recobró el aliento, se levantó y salió cojeando del aula sin decir una palabra más.
Aquella no fue una de las clases más extrañas del maestro Elodin.
Vale, al final no ha sido del todo mini. Espero que os haya gustado. De todas formas, este fragmento me parece muy bueno no sólo para que podáis ver cómo escribe Rothfuss, también porque se puede ver un ejemplo de lo que mencioné antes sobre coger una escena que en un principio no tiene mucho sentido y darte cuenta de que sí que hay una lección ahí metida. Elodin es el maestro nominador, sus clases tratan de hacer comprender a sus alumnos la naturaleza de los nombres, además de guiarles y apoyarles a la hora de lograr descubrirlos. En esta escena en concreto, el intento de Elodin de atrapar una semilla es similar al de la búsqueda de un nombre: cuanto más lo intenta y más esfuerzo pone, más difícil lo tiene, ya que en su aínco lo único que consigue es alborotar más y más las semillas. Tan sólo cuando se da por vencido y deja de intentar atraparlas logra obtener una, y es por simple casualidad. Lo mismo pasa con los nombres: se perciben con la mente dormida, por lo que cuanto más se esfuerza una persona en encontrarlos más difícil se lo pone a sí misma, mientras que en los momentos en los que no está realmente pensando en ello es cuando los puede dislumbrar. Y bueno, que es muy gracioso y me gusta mucho Elodin, qué más puedo decir.
Ahora que ya he hablado de lo que más me ha gustado llega la parte del "pero" que mencioné antes. El wordbuilding está muy bien y me encantó descubrir nuevos lugares peeeeeeero... tengo que admitir que Kvothe mismo le quitó parte del encanto a esos descubrimientos. Nuestro Re´lar favorito es un personaje al que muchas personas han acusado de ser un Gary Stu, y lo cierto es que tiene muchas de sus características... y justo las imperfecciones que lo separan de ser un Gary Stu son las cosas que a mí personalmente se me cruzan. No me malinterpretéis, adoro los personajes que comenten fallos y no son para nada perfectos, el problema es justo la mezcla que tiene Kvothe. Sus elementos de Gary Stu son su inmenso talento, carisma e inteligencia... mientras que su fallo es que lo sabe y por lo tanto tiene el ego subido hasta las cejas. Y mi problema es que no aguanto los personajes así. En el caso de Kvothe, no es porque sea malo ni este mal escrito, es más, su orgullo es un defecto que no deja de reaparecer a lo largo de la historia y que le obliga a aprender lecciones importantes cada vez que alguien acaba echándoselo en cara, así que comprendo perfectamente el por qué está ahí. Lo que pasa es que en muchas ocasiones Kvothe acaba teniendo un aura de preadolescente molesto que no la aguanta ni él. Para ser justos, creo que tiene alrededor de 16 años (como mucho 18, supongo) cuando se desarrolla la historia, así que sí que es un adolescente. Pero lo siento mucho, yo no puedo evitar que me moleste. Como tiene talento, muchas veces las cosas o le acaban saliendo bien o él está convencido de que le van a salir bien (hasta que alguien acaba enfadándose y enfrentándose a él), lo que no hace más que afianzar la idea dentro de su cabeza de que él es lo mejor que ha aparecido en el mundo después de la Simpatía. Los conflictos que causa narrativamente vienen muy bien para que vaya desarrollándose su personaje, pero como lector muchas veces lo único que conseguían era que pusiese los ojos en blanco, lo que en ocasiones dejaba un sabor amargo en el suculento trozo de historia que estaba transcurriendo en el momento. Luego está el detalle de que (esto sí que va a ser un spoiler, así que pasad al siguiente párrafo si no queréis leerlo) Felurian básicamente le da lecciones de sexo y se pasa lo que viene siendo el resto del libro tirándose a gente y dándose a sí mismo palmaditas en la espalda sobre lo bien que se le da y el tremendo Don Juan que está hecho. ¿Ahora comprendéis a lo que me refiero con poner los ojos en blanco al leer eso? No nos olvidemos de que presentan a Felurian como una especie de ser-mítico-diosa-del-sexo-indomable. Sí, gente, parte de la trama es Kvothe aprendiendo el arte de la cama de la mano de "la diosa del sexo". Luego va a aprender a ser un ninja y a tirarse a su profesora. ¿De verdad, Rothfuss? ¿De verdad? En fin.
Y ya que me pongo a hablar de historia, me gustaría mencionar otro fallo que le veo al libro: el pacing. No tiene muchas secciones que te aburran en sí mismas, pero más de una vez me encontré a mí misma dejando escapar un ruido de enojo cuando es que sabía que cuando Kvothe llegase a X o hiciese Y iba a ser una escena estupenda... y de golpe algo pasa que obliga a la trama a centrarse en otra cosa durante muchas, muchas páginas. No es que lo que pasase en esas páginas no estuviese bien o aburriese, pero como lectora no podía evitar la quemazón del "esto me gusta pero tengo ganas de llegar a esta otra cosa", lo que al ser el libro tan largo y centrarse sólo en Kvothe creaba algo de efecto de estancamiento en algunos puntos. En cierto modo, me recordaba a las misiones que te piden los NPCs en un videojuego entre punto importante y punto importante de la historia. O sea, matar a los bandidos y recuperar los nabos de la indefensa aldeana está bien y me entretiene un rato, pero lo que yo quería era llegar al castillo. Ese tipo de sensación.
Bueno, no puedo decir mucho más sin meterme a analizar cosas que serían spoiler, así que voy a terminar la reseña aquí. Como siempre, os dejo un resumen de todo esto: El worldbuilding es tan bueno como de costumbre, los nuevos lugares que conocemos están maravillosamente construidos y son muy pero que muy absorbentes... y todo esto está presentado con la magnífica prosa de Rothfuss. Lo único que hubiese pedido a este libro para que fuese perfecto es que Kvothe sea menos adolescente con el ego subidito y que las transiciones entre puntos importantes de la trama fluyesen un poco mejor, ya que las páginas que hacen de intermediarias a veces detienen demasiado el ritmo de la historia.
Mi calificación:
Postdata: Se aceptan apuestas en los comentarios de qué saldrá antes: Vientos de Invierno (el sexto de Canción de Hielo y de Fuego) o Las Puertas de Piedra (la continuación de este libro). Yo voto por Vientos de Invierno.
Me estaba gustando mucho esta saga, pero no sé por qué no sale el último. A este paso veo que no la termino, como me va a pasar también con "Juego de Tronos".
ResponderEliminarUn beso.
¡Hola! Y gracias por el comentario~
EliminarYo tampoco tengo ni idea de por qué el último está tardando tanto, la verdad. Sé que la explicación oficial es que Rothfuss prefiere tomarse su tiempo para que el resultado final tenga la mayor calidad posible (algo que apoyo), pero creo que ya han pasado unos cuantos años desde la última vez que dijo algo concreto sobre qué tal iba el libro, así que no sabría decir cuándo va a salir... De todas formas como lectores no nos queda otra que confiar y esperar jajaja.
¡A ver si hay suerte y salen noticias pronto!
Un beso <3
¡Huooooola!
ResponderEliminarPues a ver, yo soy super fan de estos libros y recuerdo que cuando los leí ME ENCANTARON, tanto el primero como el segundo. Pero la verdad es que estoy bastante de acuerdo con los peros que le pones jaajjaaj
Kvothe es una Mary Sue total, eso es así. Creo que es una Mary Sue bien hecha y construida, pero no se puede negar que tiene demasiadas cualidades: extremadamente inteligente y carismático, siempre parece salirse con la suya, o por lo menos esa es la sensación que da, aunque tenga sus defectillos como su enorme ego. Personalmente Kvothe me gustó como personaje, pero entiendo perfectamente que a otra gente, pues no jajaja y está muy justificado la verdad xD
Y luego es verdad lo que mencionas de que a veces aparece una trama durante unas 50-60 páginas y el libro se centra mucho en eso. Y claro, si esa trama te interesa menos, pues parece que como que se estanca y quieres pasar y a otra cosa. Personalmente la trama de Felurian, aunque me enganchó, me parece algo floja. Eso de que Kvothe aprenda el sexo de la mano de una DIOSA es como ya demasiado, lo que le faltaba ya jajaajjaaj
En fin, muchas gracias por esta reseña tan sincera :D
¡besos!
¡Hola! ¡Gracias por el comentario, me alegra mucho ver que os gustan las reseñas!
EliminarYaaa cuando puse esos peros intenté que se notase que son cosas que no me gustaron mucho por simple opinión personal, ya que en el fondo la historia en sí está bien construida y puedo ver perfectamente por qué aparecen, o la importancia que tienen dentro de la narrativa. Con el caso de Kvothe, más que por ser perfecto y talentoso y todo lo que quieras lo que me exasperaba era su forma de actuar o pensar en ciertas ocasiones, guiado por el ego. Kvothe es un personaje que al igual que a tí me encanta y me parece muy entretenido, pero madre mía a veces cómo se le nota que todavía tiene unas cuantas lecciones que aprender jajaja. Es un más "poner los ojos en blanco de la exasperación" que un "no me gusta", la verdad.
Sobre la trama, mientras escribía la reseña estaba dándole vueltas al por qué justo en este libro se me han hecho un poco pesadas esas transiciones, ya que en muuuuchos otros (como toda la serie de Canción de Hielo y de Fuego y la estructura de Los Archivos de la Tormenta de Sanderson) también hay saltos abruptos en los que estás toda metida en una parte de la trama y de golpe te llevan a otra, sin poder volver a la primera en muchas páginas. Al final llegué a la conclusión de que el problema es más bien que como en este libro sólo seguimos la perspectiva de Kvothe, tenemos que pasar por las partes más "aburridas" entre cosas importantes que nos enganchan de forma obligatoria, en vez de poder hacer cortes e ir directamente a la chica cada vez que se salta de personaje a personaje, como ocurre en las otras dos series jajaja.
Y ya, la trama de Felurian es súper interesante por todo lo que aprendemos de los Fata, pero uf. UF.
¡Gracias otra vez por tu comentario!
¡Besos! <3
¡Hola! A mí personalmente me gustó más la primera parte precisamente por lo que mencionas del worldbuilding. No es que no me guste en sí, pero me parecía más interesante conocer las experiencias de Kvothe en la universidad que sus escapadas. No sé muy bien qué esperarme de la última parte, sí es que se llega a publicar en algún momento.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
¡Hola!
EliminarTe comprendo perfectamente, a mi leer sobre los sistemas de magia y entornos académicos siempre me ha encantado, así que me lo paso genial siguiendo las aventuras de Kvothe en la Universidad y aprendiendo más cosas sobre cómo funciona la Simpatía. Por suerte en este segundo libro también tenemos una dosis de eso, a parte de aprender sobre el mundo.
Yo tampoco tengo ni idea de qué va a pasar después, da la sensación de que hay demasiadas cosas que contar como para poderlas meter en un sólo libro... eso o acabaremos con lagunas en la historia, perpetuando el misterio jajaja. ¡Espero que pronto lo sepamos!
Un beso <3
Es una saga que cuando tenga el tiempo suficiente quiero leerla. Has hecho una reseña estupenda, muy completa.
ResponderEliminarUn beso. ;)
¡Hola! Y gracias por el comentario <3
EliminarLa verdad es que los dos libros están genial, entre lo bien que están escritos y cómo todo el lore aparece haciendo uso de historias a veces te sientes como si estuvieses dentro de una leyenda o un poema épico jajaja.
¡Espero que te guste cuando lo leas!
Un beso <3
¡Hola, Daffo!
ResponderEliminarMe encantó tu reseña, muy completa. Todo lo que mencionas, aunque tenga sus peros, me parece genial y me dan muchas ganas de ir a comprarlos. Espero leerlos pronto y ojalá publiquen luego el que sigue. ;)
Un beso☕💗
Hola Daffo!! Me gustó mucho la lectura de este libro, es un género y una editorial que me encantan. ¡Fantástica reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
ResponderEliminarNo los he leído aún, así que he pasado por la reseña un poco por encima por si acaso (y porque había alguna cosa que no acababa de entender, me imagino que por eso mismo). Me alegro de que te haya gustado a pesar de esos "peros" :)
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