Título: El pozo de la ascensión (#2)
Título original: The Well of Ascension
Autor: Brandon Sanderson
Saga: Nacidos de la bruma
Editorial: Nova
Año de publicación: 2016
Páginas: 800
Sinopsis: Durante los últimos mil años, han caído las cenizas y nada florece. Durante mil años, los skaa han sido esclavizados y han vivido sumidos en un miedo inevitable. Durante mil años, el Lord Legislador ha reinado con un poder absoluto gracias al terror y a su divina invencibilidad por la poderosa magia de la "alomancia". Pero vencer y matar al Lord Legislador fue la parte sencilla. El verdadero desafío lo constituirá sobrevivir a las consecuencias de su caída. Tomar el poder tal vez resultó fácil, pero ¿qué ocurre después?, ¿cómo se usa el poder? Una amena reflexión sobre estrategia política y religiosa en el marco de una aventura épica con luchas estilo kung fu gracias a los siempre misteriosos poderes de la alomancia.
CONTIENE SPOILERS DE EL IMPERIO FINAL
La muerte de Kelsier, el líder de la rebelión contra el Imperio Final y uno de los mejores nacidos de la bruma jamás conocidos, fue un golpe durísimo tanto para la resistencia como para sus amigos, por más que esta que fuera necesaria. Gracias a ello, su nombre se convirtió en leyenda y forjó una religión, dando fuerza a los skaa para imponerse contra la tiranía de Lord Legislador y sus leyes. El caos causado en las calles por los rebeldes ayudó a Vin a colarse en la residencia de Lord Legislador y darle muerte, terminando con ello con su gobierno dictatorial. Sin embargo, antes de morir este le confesó a Vin que su asesinato solo causaría un mal mayor y que la joven había desencadenado algo que era mucho peor que el propio Lord. Pese a que Vin trata de restarle importancia, sus palabras siguen resonando meses después, cuando todo parece haber vuelto a la calma y Elend, el primogénito de los Venture, ha sido elegido rey y trata de crear una sociedad más justa y equilibrada. No obstante, Vin pronto se dará cuenta de que algo extraño se oculta tras las brumas, que estas parecen haber cobrado vida y que la sentencia final de Lord Legislador no fue un simple comentario para asustarla.
Dado que el primer libro de esta trilogía me fascinó, tenía muchas ganas de continuar con el segundo y os puedo asegurar que, no solo superó mis expectativas, sino que es mucho mejor que el primero, algo difícil de igualar.
El asesinato de Kelsier ha dejado un vacío enorme no solo en los corazones de sus compañeros, sino también de liderazgo, por lo que de manera indirecta la gente comienza a asumir que quien continuará con sus pasos será la otra nacida de la bruma, Vin. Así pues, la joven sentirá sobre sus hombros el peso de una nueva responsabilidad, por un lado impuesta, pero, por otro lado, asumida por ella misma pues sabe que ahora que Kelsier no está, ella será la encargada de continuar con su legado. Esta novela comienza con el caos más absoluto. Por un lado, comprobamos cómo la muerte de Kelsier ha calado hondo en los skaa, que buscan un nuevo guía que les ayude a continuar con la sociedad que el Superviviente les prometió; por otro, vemos cómo afecta su ausencia a sus grandes amigos, a su banda (Dockson, Hammond, Brisa, Clubs, Fantasma, Sazed) y especialmente a Vin. Al mismo tiempo, la sociedad construida y sometida durante mil años por el Lord Legislador se cae echa a pedazos y ahora le toca a la banda de Kelsier tratar de recomponerla, ya que no es suficiente con liberar a los skaa del emperador y, a su vez, de los nobles tiránicos que seguían sus órdenes, sino que hay que construir un nuevo gobierno. El encargado de esto será el joven Elend Venture, cuya creencia de que el pueblo se merecía algo mejor le llevó a confabularse con Kelsier y Vin y a ayudarlos para derrocar a Lord Legislador. Ahora, Elend ha sido elegido rey en esta nueva etapa y se ha dado cuenta de que filosofar y ser idealista respecto a cómo se debe manejar una sociedad está muy lejos de la realidad.
Si la primera parte estaba cargada de acción, esta no se queda corta, pues nos topamos de lleno con el caos que produce cuando el sistema de gobierno que has experimentado durante toda tu vida desaparece y es reemplazo por uno más progresista. Por supuesto, nos encontraremos constantes luchas entre los nobles restantes, dispuestos a arrebatarle a Elend su corona, el intento más o menos acertado de instaurar una verdadera democracia o el surgimiento de una nueva religión, la religión del Superviviente, que honra la memoria de Kelsier y el valor que este infundió a los ciudadanos para luchar por una sociedad más justa y menos abusiva. Entre tantos cambios, Vin se ve obligada casi a madurar de golpe al ser la única nacida de la bruma de lo que queda de la banda y al convertirse en el brazo ejecutor de Elend, pues tiene que protegerle de todos aquellos que quieren hacerle daño. Vin es un personaje con el que tuve altibajos durante el primer libro porque no me gustó nada cómo Sanderson forzó sus sentimientos por el joven Venture, ya que me pareció una relación muy precipitada y que cambió por completo su personalidad. No obstante, en este segundo libro el autor sabe manejar esta situación mucho mejor y nuestra intrépida protagonista sufre un desarrollo mucho más interesante y acorde con el personaje. Además, me gusta que el amor que sienten el uno por el otro no se convierta en el centro de atención y que, aunque tenga importancia en la trama, algo lógico, adquiera el peso que se merece, sin dejar de lado otras tramas más políticas o mágicas. Asimismo, otro aspecto que destaco de Vin y que le da mayor profundidad al personaje son sus disertaciones y reflexiones acerca del papel que le ha tocado ejecutar por un lado como la nacida de la bruma que continúa con el legado de Kelsier (con la presión que ello conlleva debido a las expectativas) y por otro como cuchillo de Elend, pues es quien se encarga de liquidar a sus posibles amenazas. Es muy interesante ver cómo se plantea si lo que está haciendo es correcto o no y analiza sus actos desde un punto de vista ético y moral.
Sin duda, el que experimenta una evolución más espectacular es Elend. En el primer libro, el primogénito de los Venture es un muchacho idealista e ingenuo que quiere cambiar la sociedad a mejor y que sueña con un mundo donde los skaa sean libres y los nobles no actúen como tiranos, teorizando y filosofando con sus amigos sobre este modelo. Ahora que es rey se da cuenta de que sus ideas, si bien son buenas, no son fáciles de llevar a la práctica, y más teniendo en cuenta lo acostumbrados que están los skaa a ser esclavos y la poca cooperación por parte de los nobles. Sin embargo, Elend no pierde ese idealismo ni esa inocencia y se esfuerza por cambiar la mentalidad de la gente a mejor y por ser un rey justo y bueno para el pueblo. Es un personaje que me gusta mucho pues aunque se ve obligado a modificar su forma de pensar y actuar debido a las circunstancias, su esencia sigue siendo la misma. El paso de Elend filósofo a Elend monarca está muy bien llevado y se puede apreciar sus resultados a lo largo de la novela.
En cuanto al elenco de la banda de Kelsier, también se profundiza mucho más en ellos, en sus habilidades, ideales, deseos, ilusiones y esperanzas, ayudándonos a comprender mejor su forma de pensar y ver la vida y a entender por qué se unieron a Kelsier en primer lugar y por qué siguen al pie del cañón una vez este ya no está. Te encariñas con ellos con mucha facilidad y es inevitable sufrir cada vez que ellos sufren (lo cuál no ocurre pocas veces). De todos ellos, el que más destaca para mí es Sazed, el terrisano, antiguo sirviente de Kelsier y Vin que ahora actúa como un miembro de pleno derecho y que decide ayudar en todo lo que puede al establecimiento de una sociedad más justa, aunque ello vaya en cierto sentido en contra de su naturaleza terrisana y le lleve a incumplir ciertas normas de su pueblo. Sazed es, sin duda, uno de mis personajes favoritos y me alegra que en esta segunda parte tenga más protagonismo y Sanderson nos explique con más detalle cómo funciona el arte de la ferruquimia y qué significa ser terrisano. En general, creo que uno de los puntos fuertes del autor (tal y como se demuestra en esta trilogía) es la creación de personajes, en concreto de su psicología. Es muy fácil empatizar con ellos y entender cuáles son sus ambiciones, miedos y pasiones y por qué actúan de un modo u otro. Incluso los personajes más odiosos (como Straff, el padre de Elend, o Cett) son capaces de despertar en el lector un odio visceral porque están construidos para provocar esas sensaciones. Para finalizar con este punto, añadir que me encanta que Kelsier siga estando tan presente en este libro y que a todos estos personajes que ya conocíamos se añada OreSeur. OreSeur es un kandra, una criatura que es capaz de convertirse en cualquier persona o animal que haya devorado previamente. Es un ser de lo más intrigante y en cuya naturaleza se profundiza mucho.
La trama es trepidante y alterna de una forma muy equilibrada y dinámica entre escenas de lucha alomántica, tretas políticas y estrategia, explicaciones sobre los diferentes tipos de magia y profundización de ciertos conceptos que se esbozaban en el primer libro. Sanderson maneja muy bien la tensión, la acción y la intriga, lo que permite que el lector sea incapaz de dejar de leer y lo que hace que, además, pese a la longitud de la novela, se lea casi en un suspiro. Como viene siendo habitual en este autor, la construcción de mundo es fantástica y a pesar de su complejidad, Sanderson sabe gestionar magníficamente las píldoras de información que debe proporcionar, cómo debe proporcionarlas y qué momento es el idóneo para hacerlo. Se nota que es un libro que está muy bien pensado hasta el más mínimo detalle (por ejemplo, te explica cómo logran limpiar de ceniza, la cuál cae de manera constante, el uniforme blanco de Elend, una puntualización que, si bien no es necesaria para el transcurso de la historia, es una duda que puede surgirle al lector y que se agradece que se tenga en cuenta). La pluma de Sanderson es maravillosa y hace que la historia transcurra de una manera muy ágil y que solo tengas ganas de saber más. El final es, cuanto menos, impactante, del todo inesperado y que abre la puerta a un sinfín de posibilidades de cara al tercer y último libro.
Bajo mi punto de vista, Nacidos de la Bruma es una trilogía indispensable si sois fans de la fantasía adulta y si no habéis leído nada de Sanderson, es un punto magnífico para darle una oportunidad al autor. El pozo de la ascensión no solo está a la altura de su predecesor, sino que es incluso mejor que este y una vez lo cierras, solo tienes ganas de continuar de inmediato con el siguiente.
¡Hoooola Kurenai!
ResponderEliminarAyyy a mi también me encantó esta segunda parte, aunque he visto opiniones de gente que dice que es el más flojo... a mi me gustó muchísimo desde luego ^^
Como dices, se desarrollan mucho los personajes secundarios y eso se agradece un montón. La evolución de Elend en este libro es BRUTAL. Pasa de ser un personaje que meh, sin más, a ser uno de mis favoritos sin duda. Y también me encanta que Kelsier siga tan presente, desde luego es algo que pasa durante toda la trilogía.
En fiiin si es que este autor no sabe hacer nada mal. Como dices, una trama muy equilibrada que tiene de todo y que sigue estando llena de tensión y de ganas por seguir leyendo :)
Tengo ganas de que leas el tercero y nos cuentes que te ha parecido, sin duda va a ser una montaña rusa de emociones ajaj
¡muchos besos!