"La leyenda de Sleepy Hollow", Washington Irving

Título: La leyenda de Sleepy Hollow

Título original: The Legend of Sleepy Hollow

Autor: Washington Irving

Idioma original: inglés

Editorial: Alba

Año de publicación: 2010

Páginas: 89

Sinopsis: Ichabod Crane, un tipo flaco pero glotón, buen bailarín, con ciertas ambiciones mundanas, es el maestro de la comunidad de Tarrytown, en Sleepy Hollow (literalmente: "Hondanada del Sueño"), un valle a orillas del Hudson. Su antagonista es Brom Bones, un grandullón grosero, que es también su rival en el amor de Katrina Van Tassel, hija única de un acaudalado terrateniente. Ichabod cree alcanzar la gloria el día en que Van Tassel le invita a una fiesta en su "castillo"... Pero lo que no sabe es que lo que ahí le espera es la condenación. Pues en los bosques encantados de la "región del sopor" vaga el espectro del Jinete Sin Cabeza, "un soldado de caballería de Hesse decapitado por una bala de cañón en alguna batalla sin nombre de la Guerra de la Independencia", e Ichabod tendrá un encuentro con él que cambiará su destino.

Conocí esta historia gracias a la adaptación cinematográfica que hizo Tim Burton de la misma (creo que como casi todo el mundo). Esta es una de esas películas que echan de vez en cuando por la tele y aproveché el mes de octubre para darle una oportunidad al relato en el que estaba basada.

En La leyenda de Sleepy Hollow tenemos como protagonista a Ichabod Crane que trabaja como profesor en el lúgubre y siniestro pueblecito de Sleepy Hollow. Su sueldo de maestro no le da para mucho por lo que vive principalmente de la caridad de sus vecinos, sobre todo de los padres de sus alumnos, que le invitan a sus casas a comer o a pasar el rato. Ichabod está profundamente enamorado de Katrina Van Tassel desde que la vio por primera vez, una jovencita hermosa y encantadora hija de Van Tassel, el terrateniente más acaudalado del pueblo. El objetivo de Ichabod es conquistar a la muchacha, a pesar de que ambos vienen de mundos diferentes. Sin embargo, no es el único que ha puesto los ojos en ella y su gran rival en este duelo romántico será Brom Bones, quien le hará la vida imposible a Ichabod cuando se entere de que este está interesado en Katrina. El punto de inflexión será cuando Van Tassel realice una gran fiesta en su mansión, a la cuál estará invitado Ichabod, quien interpretará esta invitación como una señal del destino. Lo que no sabe es que las cosas saldrán peor de lo que imaginaba. Y es que en Sleepy Hollow corre el rumor de que vaga el fantasma del Jinete sin Cabeza, un antiguo soldado que fue decapitado y se dedica a visitar el pueblo en busca de su cabeza, dejando muerte y horror a su paso.

Cuando vi la película de Tim Burton me fascinó la atmósfera lúgubre y fantasmagórica del pueblo, el misterio subyaciente tras la leyenda del Jinete sin Cabeza, el escenario grisáceo y desvaído que encajaba a la perfección con Sleepy Hollow y, en general, el aura enigmática que recorre todo el largometraje. Es por esto que mis expectativas con respecto al relato eran altísimas porque siempre he tenido la concepción de que los libros suelen ser mejores que las películas y es algo que suele ocurrir. No obstante, lo que me encontré en la historia de Irving fue, cuanto menos, decepcionante.

Para empezar, lo que más me chocó fue que el asunto del Jinete sin Cabeza se trata como algo anecdótico sin un peso real en la trama, un simple rumor que susurran de vez en cuando los habitantes de Sleepy Hollow, pero que no parece tener consistencia, como si fuera un cuento para asustar a los niños. Ni siquiera parece que sientan verdadero pavor ante el nombramiento de este espectro y no da la sensación de que su supuesta existencia tenga una influencia real entre la gente. De hecho, la leyenda se menciona al principio muy por encima y no vuelve a reaparecer hasta casi el final, justo después de que Ichabod acuda a la fiesta de los Van Tassel. Además, ni siquiera es una figura tan terrorífica ya que adolece de la crueldad, la venganza y la sed de sangre que se nos presenta en la película. Simplemente es un rumor que está ahí, que los vecinos aseguran haber visto alguna vez, pero que ni siquiera están seguros de que sea real. Esto ya de por sí fue un jarro de agua fría pues lo que yo esperaba encontrarme era una historia de corte sobrenatural donde este elemento fuera lo que vertebrara la trama, no un mero accesorio. Así pues, la historia realmente se centra en Ichabod Crane, sus miserias como profesor de Sleepy Hollow y sus vanos intentos de conquistar a Katrina. El narrador sigue las vicisitudes del maestro, medio burlándose de su situación medio intentando dar pena a los lectores acerca de su desvalida situación y no va mucho más allá.

Lo mejor de este relato, por decir algo, es la prosa exquisita de Irving y la manera tan jocosa con la que describe al pobre Ichabod y su vida, pero es una historia que ni da miedo, ni es impactante ni mínimamente espeluznante.

Si habéis visto la adaptación de Tim Burton y os gustó, no os recomiendo en absoluto leeros La leyenda de Sleepy Hollow porque probablemente os pase como a mí y os decepcione. Si aún así tenéis intención de darle una oportunidad, advertiros de que las similitudes entre ambos son pura coincidencia.