"El príncipe y la modista", Jen Wang

Título: El príncipe y la modista

Título original: The Prince and the Dressmaker

Autora: Jen Wang

Idioma original: inglés

Editorial: Roca

Año de publicación: 2018

Páginas: 276

Sinopsis: El príncipe Sebastian está buscando novia. O mejor dicho, sus padres la están buscando por él, porque Sebastian está demasiado ocupado tratando de esconder su pequeño secreto. Al príncipe lo que más le gusta es vestirse de mujer y salir a disfrutar de la noche parisina, siempre ocultando su identidad. El arma secreta de Sebastian -y también su mejor amiga- es la brillante costurera Frances, quien debe ocultar públicamente su propio oficio para evitar sospechas (y seguir trabajando en exclusiva para el príncipe). Nadie debe saber quién es ella ni qué hace cuando entra en palacio, lo que convierte su vida en un misterio para todos. Día a día, su colaboración con el príncipe aumenta casi tanto como sus mutuos sentimientos. ¿Serán capaces de encontrar la manera de disimular su relación ante la familia real o se atreverán a exponer el doble secreto?

Frances es una muchacha humilde que trabaja como costurera. Un día acude una mujer de la nobleza pidiendo que se le confeccione un vestido para la próxima fiesta que va a organizar la familia real. Sin embargo, no quiere un vestido cualquiera siguiendo la moda del momento, sino que desea una pieza que destaque, que sea tan espectacular que atrape todas las miradas de los invitados. El encargado del local le pide a Frances que diseñe el vestido porque considera que su estilo coincide con lo que demanda de la clienta. El día de la fiesta, la mujer levanta todo el revuelto que esperaba y eso hace que el taller de costura empiece a adquirir cierta fama. Uno de los hombres que acude está interesado en contratar a Frances pues su cliente, miembro de la realeza, quedó impresionado con su trabajo de costura y quiere que esta le confeccione piezas en exclusiva. Frances acepta encantada, pensando que iba a ser la costurera oficial de la princesa. Sin embargo, cuando llega al palacio descubre que quien la ha contratado es, en realidad, el príncipe Sebastian. El gran secreto del príncipe es que disfruta vistiéndose de mujer y escabullirse del palacio para disfrutar de los divertimentos de la noche parisina. Es su vía de escape ante la presión que soporta por ser el heredero y el agobio por parte de sus padres que no paran de intentar buscarle esposa. Así pues, Frances se convertirá en secreto en su costurera en exclusiva: ella podrá dar rienda suelta a su imaginación para crear diseños increíbles y Sebastian los usará para hacerse pasar por una señorita de alta alcurnia. Pero llevar una vida a escondidas no es nada fácil. Sebastian sigue siendo el heredero de la corona y necesita una esposa y Frances no quiere limitarse a vivir en la sombra y trabajar en exclusividad para el príncipe. ¿Hasta dónde serán capaces de aguantar su secreto?

Las historias que tratan de miembros de la realeza atormentados porque sus vidas están encasilladas por su deber y sus sueños y deseos no tienen cabida en ella siempre me han gustado mucho. Y más si es una historia tan bonita y tan bien hecha como la de esta novela gráfica. Sebastian es el futuro rey de Francia y como tal, hay ciertas cosas que no pueden salir a la luz porque supondrían un escándalo. Que le guste llevar vestidos, tacones, maquillarse y tener una doble vida como mujer es, sin duda, algo indigno para el primogénito por lo que debe guardar el secreto a toda costa. Convertirse en lady Cristalia y mezclarse en el París nocturno con esta identidad le da una libertad y una diversión que jamás podría soñar siendo Sebastian. Para él, ser lady Cristalia es vivir tal y como quiere y comportarse como desea, fuera de sus obligaciones encorsetadas de la monarquía. Contratar a Frances le permitirá vestirse con los diseños más increíbles y atrevidos y, además, compartir la carga que lleva en sus hombros con alguien que le comprende y que enseguida se convertirá en su mejor amiga. Además, Frances irá con él en sus escapadas del palacio y ambos podrán empaparse de la noche parisina en todo su esplendor.

Por su parte, Frances tiene libre albedrío para diseñar los vestidos y complementos más atrevidos, coloridos y fantasiosos. Ella tampoco necesita encasillarse en la moda del momento, sino que puede dejar volar su imaginación y crear la ropa que siempre soñó, por lo que, al final, tanto Sebastian como ella salen ganando, puesto que ambos alcanzan la libertad que tanto ansiaban y no podían encontrar por separado. No obstante, como ya os imaginaréis, estas escapadas nocturnas por las calles más glamourosas de París no pueden durar para siempre; después de todo, Sebastian necesita casarse para asegurarse su ascensión al trono y Frances, por su parte, sueña con crear su propia colección de vestidos y que sus creaciones salgan del recinto palaciego. Es por esto que poco a poco la diversión y la adrenalina por el secreto que comparten se ven amenazados por la realidad y sus propias responsabilidades. Para Sebastian no será fácil aceptar sus compromisos, pero deberá hacer algo al respecto ya que ambas vidas son, en principio, incompatibles.

Es una novela gráfica preciosa que nos habla de amistad, de amor, de lo difícil que es en una sociedad tan cerrada ser diferente y de lo complicado que es en ocasiones luchar por cumplir tus sueños y por mostrarte al mundo tal y como eres. Esta bonita historia está acompañada por una parte visual que quita el aliento, tanto en colores, como en diseño de personajes y de fondo. Además, los diseños de vestuario que Frances realiza son absolutamente increíbles y dan ganas de que sean vestidos reales para poder llevarlos y sentirte como una verdadera princesa. Otro punto que quiero recalcar es que en El príncipe y la modista no se usan etiquetas. En ningún momento se habla de la sexualidad de Sebastian ni tampoco se hace mención a que "no sea hetero" por el simple hecho de disfrutar vistiéndose de mujer. Se trata como una forma de expresarse como otra cualquiera que no afecta en absoluto a su sexualidad, a su género ni a sus gustos románticos, algo que me ha gustado muchísimo y que elimina cualquier prejuicio o idea preconcebida que se pueda tener al respecto.

El príncipe y la modista es una historia preciosa que es una delicia leer. Si todavía no le habéis dado una oportunidad, os animo encarecidamente a hacerlo porque es una de las novelas gráficas más bonitas y tiernas que he leído en mucho tiempo.