Título original: The Battle of the Labyrinth
Autor: Rick Riordan
Idioma original: inglés
Saga: Percy Jackson y los dioses del Olimpo
Editorial: Salamandra
Año de publicación: 2015
Páginas: 320
Sinopsis: A punto de comenzar primero de secundaria, Percy Jackson no espera emociones fuertes, sino más bien un aburrimiento soporífero. Pero cuando en la nueva escuela se presenta una vieja amiga, seguida de un par de animadoras diabólicas, los acontecimientos se precipitan y todo empieza a ir de mal en peor. Cronos, el malvado señor de los titanes, amenaza con destruir el Campamento Mestizo, donde se refugian los jóvenes semidioses. Para evitarlo, Percy y sus amigos deben emprender una arriesgada búsqueda a través del laberinto, un mundo subterráneo plagado de trampas temibles y criaturas perversas, concebido para acabar con quienes se atrevan a profanarlo.
CONTIENE SPOILERS DE LA MALDICIÓN DEL TITÁN
Percy está dispuesto a sobrevivir a un verano soporífero, tan solo marcado por una esporádica visita al que será su nuevo instituto antes de empezar secundaria. Pero como las desgracias no cesan en su empeño de perseguirle, allí se topará con un grupo de empusas (unas cambiaformas con patas de bronce) transformadas en animadoras que pretenden acabar con su vida. Saldrá del atolladero gracias a Rachel, una chica a la que conoció en el libro anterior mientras huía una vez más de la muerte y que, aun no siendo mestiza, tiene la Visión. Tras este altercado, regresará al Campamento Mestizo a pasar lo que queda de verano con sus amigos, pero sus vacaciones idílicas se verán interrumpidas por noticias poco halagüeñas. Existen indicios de que el antiguo campista y amigo de Percy y Annabeth, Luke, está buscando el modo de invadir el Campamento por orden de Cronos y su plan es introducir un ejército dentro del mismo. En teoría eso no debería ser posible debido a lo férreamente defendido que está el lugar, pero parece que ha descubierto el modo de hacerlo: mediante el laberinto del Minotauro. El famoso laberinto construido por Dédalo en Creta tiene una de sus entradas en el propio Campamento. De tener constancia de su ubicación, Luke podría utilizarla para atacar a los mestizos siempre y cuando averigüe cómo desplazarse por los intrincados pasillos subterráneos sin volverse loco. Además, el Oráculo de Delfos ha profetizado que será Annabeth, hija de Atenea y experta en la historia de Dédalo, quien deberá liderar la marcha por el laberinto para detener las intenciones de Luke, por lo que acompañada de Percy, Grover (el sátiro que tiene sus propios problemas tratando de localizar al dios Pan y que está seguro de que este se oculta en el laberinto) y Tyson se adentrará en la más famosa construcción jamás creada para intentar frustrar los planes de Luke antes de que este encuentre el Hilo de Ariadna, la única herramienta capaz de desentrañar los misterios del laberinto.
Este cuarto libro sigue la estructura de sus predecesores. Empezamos la historia en verano, con Percy intentando adaptarse a su nueva situación escolar y a todo lo que implica y siendo atacado, cómo no, en su nuevo instituto por criaturas mitológicas. Después de salir más o menos indemne, regresará al Campamento y será allí cuando le encarguen su nueva y peligrosa misión, adentrarse en el mítico laberinto del Minotauro para detenerle los pies a Luke. A nuestro elenco principal se unirá, más adelante, Rachel, una chica a la que conocimos brevemente en libros anteriores y de la que solo sabemos que, aunque no es una mestiza, sí que puede ver a través de la niebla, por lo que su ayuda y perspicacia será muy útil para nuestros héroes.
Con esta novela he tenido varios problemas que han causado que haya sido mi menos favorita de las que llevo leídas hasta ahora de la saga, y eso que aborda uno de mis temas mitológicos favoritos, la historia del Minotauro. Una cosa que me ha hecho especial gracia es que al inicio, cuando Quirón pone a nuestros protagonistas al corriente de lo que se está cociendo en el Campamento, este insiste mucho en que adentrarse en el Laberinto conllevará, casi con certeza, la muerte y la locura. Es más, la única que ha conseguido escapar de sus garras es Claire, una campista hija de Ares y una de las mejores guerreras, regresando al Campamento con bastantes secuelas después de su breve aventura. Es decir, pese a que Quirón deja muy claro que es una misión suicida... envía a cuatro adolescentes a realizarla. Quiero decir, esa es la gracia de estos libros, que los héroes se embarquen en aventuras muy peligrosas y, además, incluso habrá una profecía por parte del Oráculo que los señale como elegidos para detener a Luke en el Laberinto; pero no deja de resultarme curioso que siendo la misión más arriesgada a la que han tenido que enfrentarse hasta la fecha, los elegidos para llevarla a cabo sean un puñado de mestizos inexpertos y no adultos hechos y derechos como Quirón o cualquier otro profesor del campamento/dios.
Pero bueno, incoherencias necesarias para la trama a parte, Annabeth lidera la marcha para enfrentarse a la locura y la perdición del Laberinto y esta parte también me resultó cuanto menos decepcionante. Tal y como dije arriba, se supone que se enfrentan a un peligro terrible que puede culminar en la muerte, pero sinceramente yo no lo sentí así. Las escenas en las que exploran los túneles me resultaron insulsas y no tan peliagudas como nos dan a entender al principio. De hecho, las peleas contra seres mitológicos que tienen fuera de los mismos fueron mucho más intensas y escabrosas que sus paseos dentro de este. Por otro lado, sentí la trama en general muy lineal y repetitiva porque todo el rato era lo mismo y porque Riordan no nos ofrece nada que no hayamos visto ya en el resto de libros de la saga. Sabes perfectamente lo que va a pasar, cómo va a pasar y cuándo va a pasar y que aunque los personajes se encuentren en un verdadero peligro, van a salir ilesos, por lo que las escenas más tensas dejan de serlo ya que sabes que, en realidad, no les va a ocurrir nada malo. Soy consciente de que es una saga middle-grade y por lo tanto su historia va a ser más naive que en fantasía más adulta, pero siento que los libros no han experimentado ningún tipo de evolución y eso que estamos ya casi en el clímax . Pese a estar cerca del final, La batalla del laberinto me ha resultado más de lo mismo: Luke quiere hacer cosas terribles para su amo Cronos y Percy y compañía tienen que lanzarse a impedirlo y derrotarle. Otra vez. Pensé que en este punto las cosas se pondrían más interesantes, más intensas y peligrosas pero de verdad, pero lo que me he encontrado es una novela calcada a las anteriores en las que solo cambia el camino hacia el objetivo final, mientras que el resto se mantiene inmutable.
Y esta falta de evolución se aprecia también en los personajes. En el caso de Percy, tiene 12 años cuando comienza la saga y en cada libro es un año mayor. Es decir, en La batalla del laberinto tendría 15 años, pero no siento que haya madurado ni un ápice. Aunque es cierto que con esa edad sigues siendo un crío, Percy no es un niño normal, sino alguien que ha tenido que madurar a pasos agigantados teniendo en cuenta todo a lo que ha tenido que enfrentarse. Pero no siento que esa maduración se refleje en él, sino que más bien se ha quedado estancado. Eso me sucede con el resto de personajes, no veo ningún tipo de desarrollo ni evolución en ninguno de ellos, más allá del tema de las hormonas adolescentes. Tampoco me ha gustado la relación "romántica" entre Percy y Annabeth. Sé que los fans de esta saga los adoran como pareja pero yo, por ahora, no me lo he creído. Me pasa lo mismo que con los personajes, que no hay ningún tipo de desarrollo. Es como si hubieran pasado de ser solo amigos durante los tres primeros libros, a gustarse en el cuarto. Me ha resultado muy repentino y como sabía que era algo que iba a ocurrir, estaba buscando indicios de sus sentimientos mutuos desde el segundo libro, pero no encontré nada más que pura amistad. Y ahora de repente, se gustan. Vale que sean adolescentes y con esta edad el romance es mucho más instantáneo, pero simplemente no me lo creí. Además, ellos dos juntos como pareja tampoco me dicen nada, los siento más como si fueran amigos y nada más. Aunque quizá esto mejore de cara al último libro. Referido a esto, ha habido varias escenas de celos por parte de Annabeth que me han sobrado y mucho, sobre todo teniendo en cuenta que ella parece seguir sintiendo algo por Luke (quizá no romántico, pero sí lo bastante fuerte como para tomar según qué decisiones a pesar de que él es el enemigo), por lo que sus celos son absurdos y, además, injustificados.
Por otro lado, estoy decepcionada con Nico. Es un personaje muy querido entre el fandom y deseaba saber por qué, pero por ahora es que ni siquiera he podido conocerle. Nico ha experimentado un cambio radical desde su primera aparición (justo en el libro anterior) hasta el momento actual y aunque entiendo el por qué, no se ahonda en dicho cambio, sino que se nos presenta así y punto. Igual que he comentado antes, me falta mucho desarrollo de personaje, lo que ha impedido que conecte con él y que pueda conocerle. No puedo unirme al amor generalizado hacia este personaje por el simple hecho de que no sé quién es, de que no se exploran sus sentimientos ni sus pensamientos. Quizá la incorporación más interesante es la de Rachel, debido a su repentina presencia y las cosas que parece ocultar. Ha sido mi favorita por su sentido del humor, su carácter práctico y su capacidad para adaptarse a las circunstancias, por excepcionales que estas sean.
Lo que más me ha gustado, por añadir una nota positiva, ha sido la revisión que ha hecho Riordan del mito del Minotauro y, especialmente, de Dédalo. Me ha encantado cómo nos ha presentado a este personaje, cómo ha explorado su pasado y en qué le ha convertido en la actualidad y la complejidad de sus decisiones. La actualización de Dédalo me ha parecido muy acertada y he disfrutado mucho con su presencia.
El ritmo sigue siendo ágil y la brevedad de las páginas y la acción en ellas hace que se lea en un suspiro. El final ha sido predecible, como todos los de esta saga en realidad. Sí, hemos hecho descubrimientos inquietantes de cara a la conclusión de la historia, pero poco más. No ha sido tan épico como cabría esperar sobre todo porque, como ya he comentado, sabemos que el autor no va a matar a nadie importante (solo ha habido una muerte relevante en cuatro libros a pesar de las innumerables batallas que han enfrentado), por lo que no hay tensión ninguna durante las peleas. Si tengo ganas de leer el último libro, es sobre todo para ver si realmente hay una evolución en los personajes, para conocer más y mejor a Nico y porque quiero que haya más presencia de los dioses griegos y que se impliquen más en un problema que, al fin y al cabo, los atañe.
La batalla del laberinto ha sido, para mí, el libro más flojo de los que llevo leídos de Percy Jackson. Se me ha hecho repetitivo y predecible y lo mejor ha sido intentar adivinar qué dioses o criaturas mitológicas nuevas iban a aparecer y bajo que apariencia y el giro que le ha dado al mito de Dédalo, manteniendo la esencia del relato original.
Tengo pendiente leer esta saga. Un beso enorme.
ResponderEliminarHola!! ya no recuerdo mucho de este libro, pero estoy totalmente de acuerdo con lo que mencionas sobre Nico.
ResponderEliminarNo creo que me anime con esta saga.
ResponderEliminarUn beso grande.