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viernes, 8 de diciembre de 2023

"Alas de fuego", Laura Gallego

Título: Alas de fuego (#1)

Autora: Laura Gallego

Saga: Ahriel

Editorial: Laberinto

Año de publicación: 2009

Páginas: 251

Sinopsis: La reina Marla, de sólo diecisiete años, es la soberana de una nación resplandeciente. Ahriel, un ángel femenino, está a su lado desde que nació, con la misión de guiarla y protegerla, y de guardar el equilibrio en los reinos humanos. Pero cuando descubre una conspiración para iniciar una sangrienta guerra, Ahriel es traicionada y encerrada, con las alas inutilizadas, en la espantosa prisión de Gorlian, un mundo primitivo, salvaje y brutal, de donde nadie ha logrado escapar jamás. Ahriel deberá aprender no sólo a sobrevivir en Gorlian, sino también a ver las cosas desde el punto de vista humano. a ras de suelo.

Ahriel es el ángel que ha sido escogido por el cielo para proteger y enseñar a la reina Marla desde que era niña, para guiarla por el camino correcto y convertirla en una reina sabia y justa con tan solo diecisiete años. Su cometido no es solo ser la consejera de Marla, sino también su espada, quien se encarga de ejecutar la justicia dictada por la soberana. Entre otras tareas, es la encargada de enviar a los criminales a Gorlian a petición de Marla. Gorlian es una prisión ubicada en algún lugar del reino, en cuyas dependencias se pudren todos aquellos que han cometido algún delito. Pero la tranquila vida de Ahriel está a punto de cambiar, pues corren rumores de una inminente guerra. Parece que el reino vecino de Saria está dispuesto a marchar sobre Karish para anexionarse el territorio y han mandado a un espía para que se infiltre en la corte de la reina Marla. Cuando Ahriel descubre al espía y cree solventada la crisis, enseguida se da cuenta de que se le escapa algo. Sus sospechas se reafirmaran cuando la dejen inconsciente, utilicen magia negra para colocar un cepo en sus alas y dejarlas inservibles y, al despertarse, se halle en un páramo salvaje y yermo. Un páramo del que no hay escapatoria. Un páramo llamado Gorlian.


Ahriel es un ángel femenino y como tal posee una personalidad muy marcada: fría, estoica, astuta, poderosa, fiel seguidora de la justicia y que nunca se deja llevar por sus sentimientos. Sabe cuál es su deber y cómo debe cumplirlo, por eso ha estado al lado de Marla desde que nació. Los ángeles la enviaron al mundo de los humanos porque querían asegurarse de que cuando la niña creciera y se convirtiera en la soberana de un gran reino, poseería las capacidades suficientes como para ser una reina sabia que mantuviera a salvo y felices a sus súbditos. A pesar de la ligera rebeldía que nota el ángel en su protegida, que achaca a su adolescencia, Ahriel está satisfecha con sus enseñanzas y no tiene motivos para sospechar que Marla no sea la reina que Karish se merece. Sin embargo, la amenaza de la guerra planea sobre sus cabezas, por lo que hará lo que haga falta para cortarla de raíz y proteger a su reina y a su reino. Por culpa, o gracias a, su férreo sentido de la justicia, sus pesquisas acerca de los supuestos espías la llevarán a descubrir que ha cometido un error y que el supuesto peligro que supone el reino vecino no es tal y como ella creía. Como consecuencia de este hallazgo, Ahriel será abandonada en Gorlian, la famosa prisión de la reina Marla, y allí hará otro descubrimiento mucho peor. Gorlian no es una cárcel al uso compuestas por celdas. Gorlian es una prisión mágica, una tierra yerma de ubicación desconocida compuesta por una cordillera de picos escarpados, un desierto y una ciénaga. Allí se reúnen todos los delincuentes a los que la propia Ahriel ha enviado por petición de su reina y que, por ende, odian al ángel y desean verla muerta. A pesar de sus habilidades angélicas, el cepo que constriñe sus alas la impide no solo volar, sino echar mano de todo su poder debido a la magia negra con el que está creado, por lo que aun siendo muy superior a los humanos desastrados que habitan aquellas tierras, enseguida se verá con serias dificultades para sobrevivir. Por suerte, conocerá a Bran, uno de los prisioneros que le salva la vida a cambio de que Ahriel le proteja. Ahriel al principio se niega a aliarse con ningún humano, pero finalmente termina rindiéndose a la evidencia de que no le queda más remedio. Aun así, Ahriel no está dispuesta a habitar Gorlian más de lo necesario, por lo que pese a las advertencias de Bran, insiste en llegar hasta los confines de la prisión. Si bien los humanos no han logrado escapar de allí, ella es un ángel, posee poderes sobrenaturales y necesita regresar al lado de Marla para entender qué es lo que está sucediendo con su protegida. Pero pronto constatará que Gorlian ha sido creada a conciencia para que los criminales puedan entrar, pero no salir.

Ahriel es un ángel que posee todas las cualidades que asociamos con esta especie. Se considera un ser superior que necesita enseñar a los humanos a comportarse adecuadamente e impartir la justicia que corresponde. Ella no se rebaja a los sentimentalismos ni se deja guiar por las emociones; su misión (guiar a Marla) es muy superior a todo ello y se complace de realizarla con éxito y diligencia. Su estancia en Gorlian hará que su personalidad cambie paulatinamente. Estar encerrada en un paraje prácticamente inhabitable, luchando cada día por un poco de agua lodosa, cazando engendros maltrechos para poder comer y vigilando constantemente su espalda para que nadie la apuñale, hará que su perspectiva sea muy diferente y deje de ser el ángel glorioso de antaño para convertirse en un despojo más al que han tirado allí. Se puede percibir perfectamente su evolución y cómo va cambiando según va asumiendo su nueva situación y lo que el encierro supone. Aunque al principio es combativa y buscará todas las maneras posibles de huir y enfrentarse a quien la ha encerrado allí, poco a poco va perdiendo la fe y aceptando que no hay escapatoria y que el resto de su vida inmortal la disfrutará rodeada de barro y miseria. Su sentido de la justicia también cambiará radicalmente cuando conozca a Bran, un hombre que fue desechado en Gorlian por un delito menor que, desde luego, no se merece semejante castigo. Bran será su compañero y aunque al principio está con él por necesidad y pura supervivencia, no tardará en convertirse en algo diferente. Bran será el pilar que la haga mantener la cordura y quien la ayude a adaptarse lo máximo posible a su nuevo hogar. También será el que le enseñe por primera vez las ansias de venganza y el dolor por la pérdida, dos emociones que Ahriel jamás pensó que pudiera tener. A raíz de vivir en Gorlian, Ahriel reflexionará mucho acerca de las diferencias y similitudes entre ángeles y humanos y llegará un punto en el que ni ella misma sepa lo que es ni a qué bando pertenece. Es una protagonista que me ha gustado mucho debido a su fortaleza y a los aciertos y errores que la convierten en un personaje de carne y hueso. Estar en Gorlian hace que se replanteé muchas cosas (como qué es justicia y quién decide la magnitud o corrección de los castigos) y su evolución a lo largo de la novela es espectacular. De hecho, me gusta más la Ahriel del final del libro que la del principio. Bran será un inesperado gran apoyo para ella y es el típico que va de tipo duro, pero en el fondo es una coraza que ha tenido que crearse para poder sobrevivir en un sitio tan hostil. Solo al lado de Ahriel relucirá su verdadera personalidad.

Marla es una reina ambiciosa, que no suele concordar con las ideas de Ahriel a pesar de haber sido criada por ella y de que el ángel haya sido su maestra. Considera que Ahriel es demasiado idealista, pacífica, apegada al equilibrio y que prefiere no arriesgarse si no es necesario. Bajo la perspectiva de la reina, hace falta mano dura para gobernar y ser más atrevida para prosperar, por lo que no está dispuesta a seguir con rectitud el camino que su ángel le ha marcado. Otros personajes interesantes son el Rey de la Ciénaga que, como su propio nombre indica, es quien gobierna la mitad de Gorlian que corresponde a la ciénaga. Es un rey que no muestra nunca su rostro, que ha creado una pequeña corte de acólitos y que exige a los recién llegados que se arrodillen ante él y acepten estar bajo sus órdenes si no quieren morir. También está Gia, la mano derecha del rey y quien irá detrás de Ahriel pues esta no está dispuesta a obedecer a nadie que no sea Marla, o el Loco Mac, un anciano que se volvió loco tratando de escapar de Gorlian.


Gorlian como tal es un lugar muy interesante tanto por cómo está creado como por el propósito para el que fue creado. La gente de a pie, incluida la propia Ahriel, cree que es una prisión normal y corriente, pero en realidad es mucho peor que la cárcel. Vivir en un espacio abierto del que sabes que no puedes huir es ya de por sí una tortura psicológica, sobre todo porque de la cárcel se puede salir en algún momento, mientras que los que habitan en Gorlian están abandonados a su suerte. Además, la gente allí hará cualquier cosa por sobrevivir, por lo que uno nunca está a salvo. A eso hay que añadirle las criaturas deformes, llamadas engendros, que deambulan por el lugar. Nadie sabe qué son ni de donde salen, pero Ahriel puede percibir que son monstruos creados artificialmente por magia negra que, al igual que los humanos, son desechados allí. Este peculiar lugar da pie a muchas reflexiones (la mayoría de ellas vienen de la mano de la propia Ahriel) sobre la justicia y cómo esta se imparte, sobre la condición y la naturaleza humana y sobre los motivos que llevan a alguien a delinquir y la gravedad de los mismos dependiendo de la motivación y del delito en cuestión.

La novela está claramente dividida en dos partes. Mientras que la primera transcurre en Gorlian, durante la segunda el foco se traslada de nuevo a Karish y la autora se centra en qué está ocurriendo en el reino mientras Ahriel está encerrada, qué consecuencias ha supuesto que el ángel haya desaparecido y cómo se está desarrollando todo ahora que la guerra contra el reino vecino de Saria parece inminente. He de decir que esta segunda parte me ha gustado menos que la primera porque no es tan interesante como la vida de los personajes en Gorlian. Es necesaria para entender qué está ocurriendo en términos generales y obviamente es importante para la trama, pero los capítulos sobre Gorlian los he disfrutado mucho más.

El estilo de escritura de Laura Gallego es, como siempre, simple y directo, con unas cuantas frases, párrafos y reflexiones muy bonitos y que te dejan pensando en ellos. El final es bastante cerrado, pero quedan en el aire unas cuántas incógnitas de cara al segundo y último libro de la bilogía. Algunas de ellas te las puedes imaginar porque la autora deja pistas bastante evidentes en los capítulos finales y tengo ganas de ver si estoy en lo cierto o no (sé que sí, porque esta bilogía es relectura 😝) y qué sorpresas nos deparan de cara al desenlace.


Alas de fuego es el inicio de una bilogía que nos presenta un mundo fascinante como Gorlian, unos personajes que aprenden a ser más conscientes del mundo que les rodea y de lo importante que es distinguir grises y no solo blancos y negros; reflexiones sobre la justicia, el poder y el gobierno entrelazadas con magia y criaturas angélicas.

3 comentarios:

  1. Hola!! No he tenido la oportunidad de leer algún libro de Laura Gallego y este de momento no me llama lo suficiente como para empezar a leer sus historias. Que lindo que lo hayas disfrutado y rescato que hay varios personajes que veo tiene papeles muy importantes.

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  2. ¡Hola! Creo que solo he leído un libro de esta autora, pero sin duda me gustaría volver a probarlo, así que esté me lo apunto. Genial reseña, besos :)

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  3. Maravilloso tu blog
    saludos desde Miami

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