Título: El último graduado (#2)
Título original: The last graduate
Autoras: Naomi Novik
Idioma original: inglés
Saga: Escolomancia
Editorial: Umbriel
Año de publicación: 2022
Páginas: 384
Sinopsis: El conocimiento otorga protección. Ese es el lema oficial de la Escolomancia. Supongo que podríamos decir que es cierto, el problema es que aquí resulta muy difícil aprender, por lo que la protección de la que disponemos es más bien escasa. Nuestro querido colegio hace todo lo posible por devorar a sus alumnos, pero ahora que estoy en último curso y he conseguido unos cuantos aliados, ha desarrollado un antojo de lo más particular por mí. Incluso si consigo sobrevivir a las interminables oleadas de maleficaria con las que me obsequia entre los agotadores proyectos para clase, no tengo ni idea de cómo mis aliados y yo vamos a salir vivos del salón de grados. A no ser, por supuesto, que acepte de una vez mi profetizado destino y sucumba a la magia oscura y la destrucción. Desde luego, de esa forma saldría en un santiamén. Adentrándome en la senda del conocimiento, sin duda. Pero no pienso ni a los mals ni al destino, y mucho menos a la Escolomancia. Saldré de este horrible lugar con mis amigos aunque sea lo último que haga.
CONTIENE SPOILERS DE UNA EDUCACIÓN MORTAL
Galadriel ha ido superando con más o menos éxito su paso por el colegio de magia tras varios incidentes peligrosos (como cuando se las ingenió para arreglar el sistema de limpieza de monstruos que llevaba atascado varios años y provocaba que hubiera una cantidad alarmante de maleficiaria en el salón de actos esperando a su próxima víctima). Por el camino ha hecho aliados y amigos (¿el pesado de Orion cuenta como tal?) y ha demostrado que es una alumna con un talento por la magia a tener en cuenta. Ahora se encuentra en cuarto grado, el último curso, el que decidirá si Galadriel es lo suficientemente avezada como para graduarse sin incidentes y regresar al mundo exterior o si morirá intentándolo. La graduación está a la vuelta de la esquina, la prueba final en la que tendrá que elaborar una audaz estrategia y conseguir alianzas suficientes si quiere enfrentarse a una sala llena de monstruos hambrientos y salir indemne. Y el colegio lo sabe, por lo que le pondrá aún más trabas si cabe para socavar su maná y su energía. La escuela intuye que Galadriel es peligrosa, que sus acciones pueden tener consecuencias si la deja a su libre albedrío y que lo mejor para la magia, es que ella no salga con vida de allí.
Sobre Galadriel pesa una terrible maldición que dicta que, en el futuro, se convertirá irremediablemente en maleficiaria, es decir, en los monstruos que se alimentan del maná de los magos y contra los que estos tienen que luchar, tanto dentro como fuera del colegio. Es por esto que El (como prefiere ser llamada) desde el primer libro muestra una actitud solitaria y retraída, pues teniendo en cuenta el destino que le espera, prefiere no hacer amigos por el camino y evitarse a sí misma y a los demás todo el dolor que ello puede conllevar. No obstante, la escuela le ha dejado bien claro que por mucho que se empeñe en sobrevivir sola y trabajar por su cuenta, las alianzas y la amistad son fundamentales si quiere sortear de una pieza todos los escollos que le pone la Escolomancia. Es por esto que, sin quererlo, ha terminado rodeándose de un puñado de buenos amigos que le guardan las espaldas y que compensan con sus habilidades mágicas los puntos débiles de la propia El. Entre estos amigos se encuentra Orion, el chico más popular del colegio por ser el que más maná posee y el que más monstruos ha matado y, en consecuencia, más alumnos ha salvado. Es considerado un héroe y todos los alumnos quieren incluirlo en su grupo y su enclave. Los enclaves son las diferentes comunidades que han formado los magos de determinados países y que mantienen protegidas a base de una magia poderosa. La única forma de sobrevivir en el mundo exterior es pertenecer a uno de estos enclaves, los cuales tienen plazas limitadas (su capacidad de protección no es infinita) por lo que tus méritos durante los cuatro años de curso y lo fuerte y habilidoso que consigas hacerte durante este tiempo, serán la clave para que te acepten en ellos. Así pues, Orion representa todo lo que El odia: un chico atractivo, de buen corazón, amable, dispuesto a arriesgarse por cualquiera que necesite ayuda, un aliado codiciado por el resto de compañeros gracias a su habilidad para combatir criaturas asesinas, con una cantidad infinita de maná (mientras que la propia El debe acudir a diversas y agotadoras estrategias para recargar el suyo) y que tiene un puesto asegurado en el enclave de Nueva York. Sin embargo, desde que Orion salvó a El de ser fagocitada por un monstruo, parece que por mucho que quiera separarse del chico, sus caminos están inexorablemente unidos.
El ha claudicado y asumido que, si quiere llegar viva al último curso y graduarse con éxito, necesita tener aliados y parece que ha encontrado a un grupo de amigos lo suficientemente leal como para estar segura de que no la van a apuñalar por la espalda (metafórica y literalmente hablando) y abandonarla cuando ya no la necesiten. Además, ella misma ha demostrado ser una aliada poderosa y a tener en cuenta, por lo que durante el cuarto curso deja de ser una llanera solitaria para rodearse de un puñado de compañeros a los que poder considerar amigos y los que, además, tienen puntos fuertes que compensan sus propias debilidades: Orion, con su maná infinito y su destreza en la lucha cuerpo a cuerpo; Aadhya que se especializa en la rama de artificiera y su habilidad es crear herramientas mágicas con materiales inusuales; y Liu, experta en encantamientos y con afinidad para los animales, cuyo trabajo más importante es traducir del mandarín al inglés un poderoso hechizo familiar que permite amplificar el maná. Estos cuatro personajes forjarán una fuerte alianza en la que unirán sus distintas habilidades para idear diversas estrategias de cara a la graduación. Durante el primer semestre, los alumnos deberán escoger en qué rama mágica quieren especializarse, mientras que en el segundo, el colegio les dejará "libres" para que puedan enfocarse en el estudio y el entrenamiento focalizado a pasar con éxito la graduación.
A pesar de que El por fin tiene amigos (aunque parece que un poco en contra de su voluntad), sigue siendo negativa, escéptica, distante y con muy mala leche. Y aunque su personalidad para mí fue su gran punto fuerte durante el primer libro, es algo que no me ha gustado en esta novela. Siempre tiene un comentario hiriente en la punta de la lengua y no importa con cuánta amabilidad la traten sus compañeros, ella se comporta de forma arisca y borde. Entiendo que es parte de su personalidad y que a principio de curso tenía motivos más que de sobra para querer alejar a todo el mundo de ella; pero la propia El considera a Aadhya y a Liu como amigas más que como simples aliadas y, además, es evidente que está empezando a sentir algo por Orion. Por eso, en esta ocasión su forma de ser tan antipática me ha generado malestar, más que empatizar con ella. Es más, en muchas ocasiones me preguntaba cómo eran capaz de soportarla y cómo Orion era tan persistente manteniéndose a su lado cuando lo único que hacía El era herirle constantemente.
La trama de este segundo libro sigue en la misma línea que el anterior. Si en Una educación mortal nos centrábamos sobre todo en entender cómo funciona la Escolomancia y el colegio de magia, en El último graduado vemos cómo El y sus amigos entrenan duramente todos los días para poder superar la prueba final. El es la que mejor entiende cómo funciona la escuela, por lo que se convertirá en la líder y conseguirá que tanto ella como sus compañeros pasen de ser prácticamente unos parias, a ser la alianza de referencia y el ejemplo a seguir por el resto de alumnos. Al igual que me pasó con la lectura anterior, el libro se me ha hecho muy lento, repetitivo y aburrido en muchos capítulos. Al fin y al cabo, es una obra puente en la que vemos cómo los personajes se preparan de cara a su graduación y, por lo tanto, de cara al desenlace de la trilogía. Su entrenamiento se basa en planificar una estrategia, desarrollar hechizos y armas mágicas que les ayuden a derrotar a los monstruos y superar una y otra vez el circuito de pruebas mágico que genera el gimnasio de la escuela. Y así durante casi 400 páginas. Sí, es cierto que las relaciones interpersonales y el desarrollo de las mismas adquieren mucha importancia debido a que El está un poco más receptiva con la gente de su alrededor, pero es lo único "novedoso". Además, como la perspectiva de la novela se mantiene desde el punto de vista de El, observamos todo desde su cabeza y esta es, básicamente, un monólogo, también contribuye a que la lectura sea densa y en ocasiones tediosa. Aun así, doy gracias a que El tenga amigas y se relacione con otra gente porque hay más diálogos (tampoco tantos) y eso rompe con la monotonía de la narración.
Lo mejor de este libro (y el motivo por el que mi nota con respecto al anterior libro ha subido un poco) es el final. Aunque en parte se veía venir (más que nada porque conoces lo suficiente a los personajes como para saber cómo van a actuar), había una pequeña parte de mi que no estaba convencida de que Novik fuera a atreverse. Y se atrevió, lo que hizo que fuera un final de vértigo y me dejara con muchísimas ganas de terminar la trilogía. Además, los últimos capítulos son frenéticos y en ellos se concentra toda la acción que no tuvimos durante más de 300 páginas.
El último graduado mejora en algunos aspectos respecto a su primera parte: conocemos en profundidad a más personajes a parte de Galadriel, hay más diálogos y más dinamismo y la autora nos da un final de infarto. Sin embargo, sigue pareciéndome una lectura densa, monótona, y que no proporciona nada interesante más allá del sistema de magia y cómo esta se enseña.
Hola! No he leído la parte anterior pero me recuerda un poco a Babel pero con más magia (?) Quizá me anime más adelante.
ResponderEliminarGracias por compartir! Un saludo ♥