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sábado, 21 de marzo de 2020

"Los cuerpos de la habitación roja", Íñigo Aguas

Título: Los cuerpos de la habitación roja (#1)

Autor: Íñigo Aguas

Saga: Los cuerpos

Editorial: Crossbooks

Año de publicación: 2020

Páginas: 354

Sinopsis: ¡Peligro: historia altamente erótica y adictiva!

Me llamo Eric y tengo tres normas:
Nadie puede descubrir mi secreto.
Solo podemos hacer el amor dentro de la habitación roja.
Y la más importante, no voy a enamorarme de él.

La novela, ambientada en la universidad, muestra la realidad de los jóvenes sin tapujos, como en las exitosas series Élite y Euphoria. Encontraremos relaciones sexuales de todo tipo, alcohol y desenfreno.

Todo el mundo hablaba maravillas de esta novela. Solo leía críticas positivas. La vendían como toda una revolución dentro de la narrativa erótica porque su pareja principal pertenece al colectivo LGTB y porque las escenas de sexo son candentes y están bien construidas. Con todas estas premisas me resultó imposible no caer en la tentación de leerme Los cuerpos de la habitación roja. Y fue la peor decisión que pude tomar. Este libro me ha indignado y decepcionado a partes iguales. Tanto es así que os aviso desde ya de que la reseña está plagada de SPOILERS porque de otra manera no voy a poder explicar todas las cosas que están mal en esta novela. Y creedme cuando os digo que hay muchas cosas que están mal. Por no decir de principio a fin.

Eric es un universitario en tercero de carrera que bebe los vientos por Álex, un muchacho guapísimo, muy sexy, de ojazos azules por el que suspira media universidad. Sin embargo, Eric está dentro del armario, como dice él, por lo que ni su familia ni sus amigos saben su verdadera orientación sexual. Es por esto que debe disimular lo atraído que se siente por este chico para que nadie sospeche. Como nada suele salir como uno espera, todo se tuerce cuando un día, estando en la cafetería, Álex se acerca a él y le da su número de teléfono, con claras intenciones de ligar. Eric no se puede creer la suerte que tiene, pero duda puesto que, en teoría, Álex es hetero y él no quiere delatarse. Aun así, termina accediendo y quedando con él. La cita no sale tal y cómo imagina: resulta ser una estratagema y una apuesta de Álex con sus amigos acerca de la verdadera sexualidad de Eric, por lo que, cuando intenta besar a Álex, este le aparta, le da un puñetazo y sus amigos aparecen para reírse de él y humillarle. Al día siguiente, el rumor de su homosexualidad es la comidilla de toda la universidad, por lo que su mejor amiga, Gala, planea una estrategia: fingir que salen juntos para que el rumor se disipe y todo el mundo vea que esas suposiciones son infundadas y que a él le gustan las mujeres. Pero Eric no puede quitarse a Álex de la cabeza ni lo mucho que le atrae, a pesar de todo. Y más cuando descubra que, para Álex, él no es tan indiferente.

Como veis partimos de una premisa que, ya de entrada, tiene varios puntos cuestionables. El primero de ellos es que lo que ha hecho el autor ha sido trasladar todos los tópicos de la novela erótica tradicional a el erotismo LGTB. Álex es el típico buenorro acosador, maltratador (sobre todo psicológico, aunque también un poco físico), controlador, celoso, posesivo y tóxico de narices. Eric, por su parte, cumple a la perfección el rol de protagonista virgen, sin experiencias amorosas/sexuales (o si las ha tenido, todas han sido pésimas hasta la llegada de Álex), que se deja engatusar por el chico que le gusta y que termina cediendo a sus deseos mediante el chantaje emocional y sexual. Por tanto, nos encontramos ante una relación extremadamente tóxica al más puro estilo Cincuenta sombras de Grey. Es más, no he podido evitar encontrar bastantes similitudes entre ambas obras, algo que ya de por sí es preocupante y debería haceros huir de esta novela.

Luego entraré en profundidad en los personajes, pero quiero comentar, de momento, la trama. La historia entre Eric y Álex comienza de una manera tortuosa. Álex le humilla delante de su grupo de amigos, le pega (y permite que ellos también lo hagan), le engaña y todo ello por una apuesta absurda que hace que todo el mundo cuchicheé sobre Eric a sus espaldas. Y a pesar de eso, Eric no duda (o no todo lo que debería) en intentar de nuevo un acercamiento a este chico. ¿Quién en su sano juicio se sentiría atraído o mínimamente interesado en alguien que te ha tratado como si fueras basura y se ha reído de ti? El problema es que Eric más que un universitario parece un adolescente que se pasa todo el día excitado y pensando con sus genitales. Por lo que poco importa lo mal que le trate Álex que va a volver siempre a su redil con el rabo entre las piernas, poniendo más o menos resistencia (¿no os recuerda mucho a libros tipo After o CSDG?). Y en relación con su comportamiento más típico de adolescente, otra cosa que me extrañó bastante es el tema del rumor de su homosexualidad a raíz de la apuesta de Álex y sus amigos. Cuando este tipo de cosas suceden en un instituto, es normal que viajen como la pólvora y que al final se extienda, puesto que, de una manera u otra, al final todos se conocen y el instituto supone una especie de microcosmos. Pero me parece bastante absurdo que esto suceda en una universidad. No solo por la enorme cantidad de alumnos que hay, sino porque los universitarios suelen ir más bien por libre y, en el caso de que ocurran cosas como estas, debería haberse quedado dentro del curso de Eric o, como mucho, dentro de su grado. Pero no, por algún motivo toda la universidad se entera de la apuesta y de la humillación correspondiente y, no solo eso, sino que al parecer es un escándalo durante bastante tiempo. Aunque lo cierto es que no parece que sea tal, porque sabemos que este rumor sigue activo de boca de los amigos de Eric, no porque realmente haya indicios de esto (nadie le dice nada, no se hacen comentarios en su presencia, nadie le increpa...). En mi opinión, esto ya me hizo darme cuenta desde el principio que este libro es una concatenación de ideas que no están bien desarrolladas y que realmente no llevan a ninguna parte.

Siguiendo con la sinopsis, concretamente la de contraportada, lo que está escrito detrás del libro y lo que sucede de verdad no tiene nada que ver. Eric dice que nadie puede descubrir su secreto cuando todo el mundo se entera casi en el primer capítulo mediante la apuesta (aunque luego intente disimular fingiendo que Gala es su novia, pero igualmente Álex sabe que es gay); solo puede hacer el amor dentro de la habitación roja, pero su primera es un coche; y, por último, el típico "no voy a enamorarme de él" cuando desde el minuto uno el lector sabe que va a ser un insta love de manual (a pesar de que Eric intente camuflarlo de atracción sexual, aunque yo lo llamaría más bien obsesión). Imagino que la sinopsis oficial la hizo la editorial para intentar enganchar al público, pero desde luego es errónea de principio a fin y literalmente explica todo lo contrario a lo que en realidad sucede.

Ahora vamos con el punto fuerte: los personajes. Ya os lo he adelantado un poco, pero el autor recrea punto por punto los comportamientos típicos de una relación tóxica dentro de la novela erótica en Los cuerpos de la habitación roja. Eric piensa más con los pantalones que con el cerebro y con la excusa de que Álex le pone muchísimo y que es el tipo más deseado de la universidad, se deja llevar sin importar las consecuencias negativas que esto tenga en su vida. Además, dice que no va a enamorarse de él cuando lo cierto es que no hace absolutamente nada para evitarlo. No hay ninguna escena de pensamiento en la que considere (al menos de manera seria) que lo que está haciendo es un error o que se merece algo mejor que Álex. Nada. Su sed de sexo se impone al sentido común. Además, toda la historia se supone que la está escribiendo Eric en su diario y a través de ahí los lectores nos enteramos (la narración merece un punto y aparte) y, aunque su diario es ultra secreto, se lo lleva a la universidad, de fiesta, con sus amigos... ¿Quién en su sano juicio hace eso? Eric, al parecer. Continuando con la joya de la corona, Álex, como ya dije antes, es un maltratador de manual. No acepta un no por respuesta, todo tiene que hacerse tal y como él quiere, o si no se pega una rabieta. Hasta el punto de acosar a Eric en su casa y secuestrarle cuando este no quiere verle. Sí. Habéis leído bien. Secuestrarle. Por otro lado, Álex se niega a admitir que es gay/bi (no especifica por qué, pero la impresión que da es porque no quiere perder su tan apreciada heterosexualidad), por lo que no para de repetir que Eric es el único hombre que le atrae; de hecho, en un punto de la novela suelta algo así como "soy 99% hetero y un 1% gay", lo cual me pareció BASTANTE ofensivo de cara a la visibilización de este colectivo. No solo eso, sino que encima, durante las relaciones, está constantemente rechazando a Eric o negándose a hacer determinadas cosas con una actitud bastante homófoba, lo cuál no deja de ser contradictorio. Entiendo el motivo por el que el autor lo ha construido así, pero, igual que el resto de la trama, no está bien llevado y queda más esperpéntico que otra cosa. Los personajes, todos sin excepción, son bastante planos, sin ningún trasfondo y, en general, como ya he repetido están muy mal construidos.

Y luego tenemos el punto fuerte: el sexo. He de decir que al principio esta parte fue la que más me gustó, porque me parecían momentos bastante frescos y diferentes, con un lenguaje muy directo y descritos en la manera en que lo haría un chaval joven (aka Eric). Pero claro, según íbamos conociendo más a Álex y su estupidez supina, me iban resultando más desagradables y al final comenzaban a aburrirme porque era una y otra vez lo mismo.

En cuanto a los giros de trama... bueno, no hay giros de trama. A ver, sí que los hay, pero se ven desde el principio que van a venir y cómo lo van a hacer (os recuerdo que esta reseña tiene spoilers y aquí hay unos cuantos) Hay algunos que son muy evidentes y no sorprenden en absoluto porque era más que obvio que iba a ocurrir (Eric se enamora de Álex, Gala está enamorada de Eric y por eso hace todo el paripé de fingir con él etc) y otros que están ahí para darle un drama innecesario al asunto, que realmente no le aportan nada al argumento (lo de la madre de Eric y el cuadro me pareció surrealista y digno de Cassandra Clare, además que transcurre casi al final del libro, de repente, sin ningún tipo de desarrollo. Te lo pone ahí como un pegote y punto).

Por si fuera poco todo lo que os he contado y para añadirle más leña al fuego, la prosa deja muchísimo que desear. En algunos puntos es confusa (por ejemplo, cuando se van de fiesta pero antes de eso beben en casa de Gala, aunque como lector no tienes muy claro donde se supone que se están emborrachando), otras escenas son aburridas y están ahí puestas como relleno... En general, la pluma del autor no me ha gustado nada, es muy plana, demasiado superficial y mal llevada. En realidad, Los cuerpos de la habitación roja puede resumirse a que es más bien un fanfic mal planeado, mal escrito y mal construido.

¿Debería leerlo?

Para que no sea una reseña completamente negativa, voy a aprovechar este apartado para comentar algo positivo. Es un libro que se lee rápido y que puede llegar a enganchar. Además, si no queréis erótica al uso y preferís escenas de sexo LGTB, podéis darle una oportunidad.

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