"The Wicked + The Divine", Kieron Gillen

Título: The Wicked + The Divine

Autor: Kieron Gillen

Artista: Jamie McKelvie

Color: Matt Wilson

Idioma original: Inglés

Editorial: Norma Editorial

Año de publicación: 2014-2019

Páginas: 9 volúmenes, 45 capítulos. Aproximadamente 1500 páginas.

Sinopsis: Cada noventa años, doce dioses regresan como jóvenes. Los aman. Los odian. En dos años, mueren todos. Está ocurriendo ahora. Está volviendo a suceder.

¿Os gustan los dioses? Os va a gustar este cómic. ¿Os gustan los conciertos? Os va a gustar este cómic. ¿Diseños de personajes impresionantes? Yep. ¿Representación LGBT+? También. Pues ya os podéis ir haciendo a la idea.

The Morrigan

El argumento base de este cómic es que cada 90 años doce dioses se reencarnan en unos jóvenes, dándoles poderes y una habilidad inmensa de influir en las personas. Estos dioses por lo general acaban convirtiéndose en famosos de su época, formando grandes grupos de fans que los siguen y casi hasta veneran. El equivalente del siglo XXI es convertirse en estrellas de la música. Así que si alguna vez has soñado con ver a Amaterasu dando un concierto para un montón de jóvenes llenos de purpurina hasta las cejas, esta es vuestra ocasión. Aunque contado de esta forma el argumento pueda parecer algo tontería, en realidad la historia no tarda mucho en zambullirse en el mundo de los doce dioses, conocidos como "El Panteón". El primer arco sigue a la Laura, la protagonista y gran aficionada y seguidora del Panteón, mientras conoce a la reencarnación de Lucifer (que como os podréis imaginar no tarda mucho en liarla) y hace equipo con una periodista llamada Cassandra para descubrir los secretos de sus ídolos. Y creedme, hay muchos. 

El mundo que crea Gillen está claro que tiene como objetivo resonar con los jóvenes. Las fiestas, las redes sociales, alcohol, relaciones, tabaco, alguna ley rota por aquí y aparición de sentimientos oscuros por allá... Ya sé que suena a la típica novela de Wattpad, pero en realidad se asemeja más a la serie de Euphoria. Hay un mundo lleno de colores y brillante de purpurina que encierra temas mucho más oscuros y los lectores se meten en él de cabeza. Doce personas en realidad son la reencarnación de dioses y tienen el poder y la fama al alcance de los dedos... ¿pero a consecuencia de qué? ¿Cómo les afecta? ¿Son realmente tan libres como parece? ¿Tienen elección? Mencionar algo más sería entrar dentro del terreno de los spoilers, pero basta con decir que para el final de la historia de lo último de lo que te acuerdas es de las fiestas de los primeros capítulos. Un detalle que también me parece importante mencionar en cuanto al argumento es que aunque hay cosas que se ven venir a kilómetros de distancia (hay una serie de clichés a los que les da de cabeza), sí que sabe crear momentos de tensión e incertidumbre, manteniendo el interés del lector. Además, el final me hizo llorar, así que obviamente algo bueno ha hecho.

Amaterasu, Tara y Lucifer

Otro motivo por el que pienso que este cómic rezuma ambiente del siglo XXI es el diseño de personajes. Creo que basta ver la portada para darse cuenta del estilo que van a seguir en todo el cómic. Hay personajes de todo tipo de procedencia y etnia, además de que un buen número de ellos son parte del colectivo LGBT+ (de hecho la mismísima protagonista es bi). Sus personalidades y estilos también varían dentro de un gran espectro, desde Amaterasu (que es bastante hippie) hasta The Morrigan y Baal (muy emos los dos) pasando por Woven (que parece el tercer miembro de Daft Punk, siempre y cuando éste saliese de un anime). Ya sé que remarcar que tienen distintos estilos parece una tontería, pero en el mundo de los cómics es bastante complicado sacar a los personajes del látex o unos vaqueros y la camiseta. Un gran número de ellos también tienen el pelo de colorines, lo cual me hace extrañamente feliz. En definitiva: personajes visualmente maravillosos y que además proporcionan un montonazo de representación. Ninguna queja en ese apartado. En cuanto a la personalidad, no quiero entrar en muchos detalles, pero no hay ningún personaje que llegase a odiar del todo (aunque alguno estuvo muy cerca). Teniendo en cuenta que la gran mayoría andan bailoteando en las áreas más grises del espectro moral, creo que decir que no se llega a odiar a nadie es bastante revelador. Aunque tengo que admitir que, moral a parte, había veces que Laura se ponía un poco pesada con sus monólogos internos.

Todo el panteón

Ahora hablemos de los dioses, que es un tema que me encanta. Hoy en día si le pides a cualquier persona que te hable de algún dios, panteón o mitología lo más seguro es que tiren por la griega o (gracias a Marvel) como mucho por la nórdica. Sin embargo, The Wicked + The Divine hace una mezcla de un gran número de panteones y se asegura de que la gran mayoría de sus dioses provengan de sitios distintos. Os voy a poner aquí una lista de cuáles son para que veáis a qué me refiero. Hay un par que aparecen ya bien desarrollada la trama, pero no voy a indicar cuáles son para no hacer spoilers: Baal (mitología asiria), Lucifer (cristianismo), Sakhmet (mitología egipcia), Minerva (mitología romana), Inanna (mitología sumeria), Tara (directamente no se sabe), Woven (mitología nórdica), The Morrigan (mitología celta), Amaterasu (mitología japonesa), Baphomet (demonio inventado en la edad moderna), Dionisio (mitología griega), Urdr (mitología nórdica), Perséfone (mitología griega). Como podéis ver, aunque la gran mayoría son dioses bastante conocidos se nota que los creadores se esforzaron por que hubiese una mayor diversidad entre sus orígenes. La verdad es que esta decisión de juntar todos los panteones en uno personalmente me encanta, ya que ayuda a transmitir la idea de que cualquier persona podría ser un dios, a la vez de dejarnos vislumbrar un mundo más allá del que conocemos. 

En cuanto a la facilidad de lectura, al ser un cómic es muy largo, pero al mismo tiempo está dividido en una serie de arcos que abren y cierran partes del argumento y por lo tanto hacen mucho más fácil segmentar la lectura en caso de que quieras leerlo en etapas. Además, el maravilloso trabajo de McKelvie como dibujante hace que la lectura sea muy amena y comprensible. El único pero que le pondría es que tiene tendencia a dibujar las mismas expresiones faciales de forma muy similar entre los personajes y cada vez que aparecen, por lo que hay veces que pueden ser a alguien haciendo una mueca idéntica a la de otra persona dos páginas más atrás. Pero vamos, es un fallo mínimo.

En definitiva, The Wicked + The Divine es un cómic con un argumento y unos personajes muy originales y con una gran representación dentro de ellos. El argumento puede volverse predecible en ciertos puntos, pero por lo general te mantiene muy enganchado y queriendo saber más.

Mi calificación: