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martes, 14 de junio de 2022

"Los vigilantes del faro", Camilla Läckberg

Título: Los vigilantes del faro (#7)

Título original: Fyrvaktaren

Autora: Camilla Läckberg

Saga: Fjällbacka 

Idioma original: sueco

Editorial: Maeva

Año de publicación: 2013

Páginas: 448

Sinopsis: Desde que Patrik se ha reincorporado al trabajo, Erica se dedica de lleno a sus gemelos, que nacieron prematuros. Apenas tiene tiempo para ir a visitar a Annie Wester, una compañera de instituto que acaba de regresar a Fjällbacka después de muchos años. Junto con su hijo Sam, Annie se ha instalado en el faro abandonado de la isla de Gråskär, propiedad de su familia. A pesar de los rumores que circulan por el pueblo sobre la leyenda de la «isla de los espíritus», en la que los muertos vagan libremente, no parecen importarle las voces extrañas que oye por la noche. Además, su antiguo novio Matte Sverin, quien también ha pasado unos años en Estocolmo y acaba de empezar a trabajar en el Ayuntamiento de Fjällbacka, aparece asesinado. Annie es la última persona que lo ve con vida.

Estos sucesos le depararán a Patrik y a su eficaz colaboradora Paula muchos quebraderos de cabeza. Por su parte, Erica, que realiza su propia investigación en paralelo, conseguirá atar algunos cabos sueltos que serán de gran ayuda para la resolución del caso.

CONTIENE SPOILERS DE LA SOMBRA DE LA SIRENA


Annie Wester huye de una vida miserable y terrorífica, llena de dolor. Lo único que sabe es que tiene que salvar a su hijo pequeño, Sam, y escapar tan lejos como pueda del horror que deja en su antigua casa. El único lugar en el que ambos podrían estar a salvo y protegidos es en una pequeña islita de Fjällbacka llamada Gråskär. Es conocida por el faro que reina en ella, donde antaño trabajó la familia de Annie, pero es todavía más conocida por los lugareños por las leyendas que corren en torno a ella; no en vano los vecinos se refieren a ella como "la isla de los espíritus". Lejos de estar asustada por las historias sobrenaturales que narran sobre Gråskär, esto es una ventaja para Annie pues sabe que los rumores mantendrán a los curiosos alejados de ella. Sin embargo, su regreso a Fjällbacka no pasará desapercibido ya que un viejo amigo (y antiguo amor) también ha vuelto al pueblo desde la gran ciudad hace poco. Annie se reencontrará con Matte Sverin, quien ha regresado después de vivir durante unos años en Estocolmo. Lo que Annie no sabe es que ella será, precisamente, la última persona en verle con vida.

La pequeña comisaría de Fjällbacka se verá de nuevo azotada por la desgracia cuando se topen con la muerte de Matte. Patrik, recién incorporado al trabajo después de ser de nuevo padre de dos gemelos, se pondrá enseguida manos a la obra. Contará en esta ocasión con la ayuda de su esposa Erika, ya que ella fue al mismo colegio que Annie y Matte y los conocía a los dos. Lo que empieza como una investigación normal de asesinato, pronto se convierte en un callejón sin salida. Cuando comienzan a indagar en la vida de Matte, pronto descubren que es una hoja en blanco. No se le conocen amigos, enemigos ni pareja. Dedicaba todo su tiempo al trabajo, todos sus compañeros hablan bien de él, nadie tenía ninguna queja y, en lo que todos coinciden, es en que jamás hacía mención a su vida personal. Tampoco sus padres saben mucho acerca de la vida privada de su hijo y lo único que pueden darle a la policía es que creen que regresó de Estocolmo porque allí ocurrió algo. Y es que Matte acabó en el hospital tras recibir una brutal paliza de un desconocido, pero la excusa que dio y el cómo relató los acontecimientos no convencieron a nadie. Por ahora, Patrik solo tiene esa pista, así que tendrá que poner en juego toda su pericia para conseguir resolver su asesinato.


Si bien esta es la trama principal, como ya estamos acostumbrados en los libros de esta saga tendremos otra trama secundaria, la del pasado, que se irá hilando con la del presente, formando la historia de la isla de los fantasmas, lugar en el que ahora viven Annie y su hijo Sam. De la mano de los antepasados de esta, veremos a los primeros moradores del faro, encargados de mantenerlo encendido, y la tortuosa relación que padecen en aquel sitio aislado. En esta ocasión, los acontecimientos ocurridos años ha en la islita de Gråskär me tenían totalmente atrapada. Sobre todo porque la autora introduce aquí un elemento nuevo, el de los fenómenos paranormales. Podemos ver cómo la mujer que vivió antaño en el faro creció rodeada de fantasmas a los que solo ella podía ver y que se convirtieron en su gran compañía, apoyo y consuelo, quienes la aliviaban mientras su día a día era un cúmulo de maltrato por parte del hombre con el que había tenido que casarse y el compañero de este, quien le ayudaba en sus tareas para mantener el faro. En cambio, en el presente nos encontramos con una investigación un poco aburrida. El hecho de que el pasado de Matte sea una hoja en blanco hace que la historia tarde en arrancar y que al principio no ocurra nada relevante. Sentimos la frustración de Patrik y sus compañeros ante la imposibilidad de encontrar datos importantes para el caso o pistas que nos ayuden a entender qué le pudo pasar a un hombre con una vida tan vacía y anodina. Sin embargo, la historia del faro y los capítulos narrados desde el punto de vista de Annie hacían que mereciera seguir avanzando con la novela, hasta que por fin la trama de asesinato se vuelve más interesante y regresamos a esa agilidad y enganche al que esta autora nos tiene acostumbrados.

Además del crimen, Läckberg continúa con su desarrollo de personajes, especialmente en lo que se refiere a Patrik, Erica y la hermana de esta, Ana. Patrik y Erica han vuelto a ser padres, en esta ocasión de gemelos, y mientras que Patrik se ha incorporado al trabajo con normalidad, Erica se encarga de cuidar de los niños. Aunque es cierto que la autora critica estas dinámicas en las que la mujer se queda cuidando de la familia mientras es el hombre quien trae el sustento a casa, es cierto que, una vez más, no hace nada por remediar la situación y es en Erica en quien recae todo el peso de la maternidad. Patrik se vuelca en su trabajo y aunque no es ni un mal padre ni un mal marido y ayuda a Erica en todo lo que puede, el problema es precisamente ese, que "ayuda" y se involucra en la crianza lo justo y necesario. Me parece estupendo que Läckberg use esto como crítica al sistema patriarcal en el que aún estamos inmersos, pero teniendo en cuenta que es ficción, podría poner un poco de su parte para modificar estos roles y darle a Erica espacio para desarrollar su carrera como escritora, en la cual apenas puede trabajar porque todas sus energías están puestas en sacar adelante a sus tres hijos. Lo mismo ocurre con su hermana pequeña, Ana, víctima de un marido abusador y maltratador que poco a poco parece ir saliendo de ese pozo y escapando de su depresión. Si bien me parece estupendo que la autora visibilice las consecuencias físicas y mentales que sufre una mujer tras años de maltrato sistemático, la forma en que trata la depresión de Ana me parece bastante banal y creo que debería haberse informado más y mejor al respecto, pues más que depresión parece que Ana tan solo está triste y con las dosis adecuadas de amor puede seguir adelante.

Por último, lo que más me ha gustado ha sido, sin duda, el final. Es el más impactante de toda la saga, al menos de los libros que he leído hasta ahora de Fjällbacka, y lo cierto es que no me lo veía venir. Es decir, llega un punto en el que queda bastante claro quien es el asesino de Matte y por qué Annie huyó con su hijo Sam y se refugió en el faro, pero lo que no me esperaba para nada es la resolución que se da precisamente a la trama de Annie. La escena final de ella con su hijo me puso los pelos de punta, fue escalofriante y muy macabra y me gustó precisamente porque es un toque diferente a los desenlaces que suele dar la autora a sus historias. Eso y los elementos sobrenaturales han sido los motivos por los cuales esta séptima parte se ha llevado una puntuación tan alta.


La saga Fjällbacka no es perfecta. Como en todas las sagas, hay libros mejores y otros más flojos, pero si hay algo que comparten todos ellos es lo adictivos que son, lo rápido que se leen y lo mucho que enganchan. Puede que no sean los mejores thrillers que se han escrito y que pululan por el mercado, pero si Camilla Läckberg triunfó tanto en España en su momento es por sus historias llenas de personajes grises, por la facilidad con la que atrapa al lector y por la manera que tiene de darnos pistas para averiguar por nuestra cuenta quién es el culpable pero, aun así, conseguir sorprendernos en las últimas páginas.

3 comentarios:

  1. No lo he leído, pero me ha intrigado mucho. Un abrazo y feliz día.

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  2. Lo he leído y, como el resto, me encantó.

    Besos.

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  3. ¡Hola Kurenai!

    Wow, pues veo que ha sido muy buena lectura y me alegro. Esa foto que has puesto con el faro y la luz tan tan azul... preciosa, te entran ganas de leer el libro y sumergirte en esa atmósfera.
    Veo que a pesar de que la trama del presente es un poco más aburrida, lo cual por cierto suele pasar mucho, la del pasado lo compensa y te anima a seguir, y ese final merece totalmente la pena. Vamos, que me alegra que te haya gustado tanto.

    ¡besotes!

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