Título original: Lejontämjaren
Autora: Camilla Läckberg
Saga: Fjällbacka
Idioma original: sueco
Editorial: Maeva
Año de publicación: 2015
Páginas: 400
Año de publicación: 2015
Páginas: 400
Sinopsis: Estamos en pleno mes de enero y en Fjällbacka hace un frío polar. Una joven medio desnuda deambula por el bosque nevado y llega a la carretera. Un coche aparece de la nada y no tiene tiempo de esquivarla. Cuando el comisario Patrik Hedström y su equipo reciben la alarma sobre el accidente, la chica ya ha sido identificada. Desapareció cuatro meses atrás y desde entonces no se ha sabido nada de ella. Su cuerpo tiene marcas de atrocidades inimaginables, y es posible que no sea la única, ni la última víctima de su agresor. Al mismo tiempo, Erica Falck investiga una vieja tragedia familiar que acabó con la muerte de un hombre. Erica sospecha que su esposa oculta algo terrible y teme que el pasado proyecte su alargada sombra sobre el presente.
CONTIENE SPOILERS DE LA MIRADA DE LOS ÁNGELES
Una joven desnuda aparece de repente deambulando por la carretera y es atropellada por un coche incapaz de evitar el accidente. Cuando la policía acude al lugar de los hechos, la identifican como Victoria, una adolescente que desapareció cuatro meses atrás y de quien no se ha sabido nada hasta que ha surgido del bosque inesperadamente. Ante este extraño y perturbador suceso, Patrik y sus compañeros retoman la investigación sobre su desaparición y sobre la desaparición de otras chicas similares a Victoria que se han relacionado con este caso y que se cree que han sido secuestradas y/o asesinadas por la misma persona. Ahora que saben que Victoria estuvo viva durante todo este tiempo, la policía sospecha que el resto de chicas pueden estar encerradas en algún lugar, por lo que la comisaría se pone a trabajar frenéticamente para descubrir su paradero y evitar que sufran el mismo destino que Victoria. Además, la joven presentaba heridas horribles fruto de algún tipo de tortura mientras estuvo cautiva (entre otras cosas, la privaron del sentido del gusto, del oído y de la visión) por lo que es probable que el resto de víctimas estén pasando por lo mismo en esos momentos. Al mismo tiempo que Patrik se vuelca en esta investigación, su esposa Erica está realizando un trabajo exhaustivo de documentación para escribir una nueva novela. Esta estará basada en el caso de Laila Kowalski, una mujer acusada de matar a sangre fría a su marido y maltratar a sus hijos. Las declaraciones y todo lo que rodeó este crimen nunca fue demasiado esclarecedor y Erica sospecha que tras la actitud de Laila se oculta algo mucho más grande que la mujer se niega a confesar, por lo que Erica concierta varias entrevistas con ella para intentar sonsacarle algo más de información y poder escribir su libro. Mientras investiga acerca de Laila, descubrirá que quizá el secreto que guarda esté intrínsecamente relacionado con las misteriosas desapariciones de las adolescentes.
En esta novena entrega de la afamada saga Fjällbacka, volvemos al modus operandi al que la autora nos tiene acostumbrados: unas misteriosas desapariciones, su posible conexión con otros perturbadores eventos del pasado e ir tirando del hilo hasta conseguir unir todas las piezas. En esta ocasión, por fin Läckberg ha conseguido encontrar de nuevo un hueco merecido para Erica, quien, como he comentado en reseñas anteriores, fue la protagonista del primer libro, pero quedó relegada a un segundo plano al casarse con Patrik, el policía de la localidad, quien por trabajar en la comisaría es el encargado de investigar los asesinatos (obviamente). Esto hacía que la autora intentara meternos a Erica con calzador para no limitarla a ser esposa y madre, pero no se le daba especialmente bien ya que la convirtió en una cotilla metomentodo cuyo hobby era sonsacarle información a su marido para realizar pesquisas por su cuenta, lo que muchas veces ponía en peligro no solo la investigación, sino a su propia familia. Es por esto que me supone un soplo de aire fresco que en esta ocasión Erica se vea envuelta en las desapariciones misteriosas a raíz de sus propias indagaciones, que terminan estando vinculadas de una forma u otra con el caso principal, en vez de andar metiendo las narices donde no le llaman y sacándome de quicio.
Ambas tramas, la investigación policial y la novela de Erica, fueron igual de interesantes y me mantuvieron enganchada por igual. Por un lado tenemos a Victoria, que reaparece después de cuatro meses, malherida y torturada, y tiene la mala fortuna de ser atropellada por un conductor al estar caminando por la carretera en plena oscuridad y desorientada. Su presencia reavivará el trabajo policial y relacionara su caso de supuesto secuestro con la desaparición de otras chicas cerca de Fjällbacka. Patrik y su equipo tendrán que colaborar con otras comisarías para establecer conexiones entre los diferentes casos y tratar de averiguar qué puntos comunes tenían esas chicas para haber sufrido supuestamente el mismo destino. Al principio, se encontrarán ante un callejón sin salida, pero su tenacidad y sagacidad les llevará a ir encontrando pequeñas pistas que les acercarán a la verdad. Por otra parte tenemos a Erica, que está en pleno proceso de investigación para su nueva novela. Dado que se ha hecho famosa por sus historias de crímenes o sucesos truculentos basadas en casos reales, en esta ocasión se ha decantado por contar la historia de Laila, una mujer acusada de matar a su marido y maltratar a sus dos hijos. Desde que leyó las noticias al respecto, Erica intuye que las confesiones (o no confesiones) que hizo Laia de lo que ocurrió ocultan algo turbio, sensación que se acrecienta cuando Laia accede a ser entrevistada por la escritora, pero se niega a responder sus preguntas.
Pese a mantener la misma línea argumental y las mismas estructuras a las que nos tiene acostumbrados, hay dos diferencias apreciables en esta novena parte que no hemos visto en sus predecesoras. Y es que Läckberg no nos presenta el típico crimen doméstico de una persona ocurrido en un pueblecito donde todos se conocen, no; en este caso, tenemos a un supuesto asesino en serie que ha secuestrado a otras adolescentes a parte de aquella que ha reabierto la investigación. El otro elemento que puede chocar es la truculencia y la violencia de las imágenes que la autora presenta. Si algo caracteriza a la serie de Fjällbacka es que los crímenes cometidos son espantosos desde el punto de vista de las motivaciones de quien lo cometió, las cuales ensalzan la bajeza humana y el hasta donde son capaces de llegar algunas personas con tal de satisfacer sus deseos más ocultos. Sin embargo, solían ser homicidios relativamente inocentes, en el sentido de que los asesinos no se recreaban en la violencia del acto (disparos, golpes mortales, ahorcamiento...). No obstante, en El domador de leones tenemos a una víctima que ha sido presuntamente torturada antes de conseguir escapar y Läckberg no duda en darle detalles al lector de cuáles han sido los abusos cometidos contra la chica (sin recrearse, por supuesto). Mientras que la autora siempre ahonda en la vileza de la condición humana sin detenerse en lo físico del crimen en sí, aquí tenemos una mezcla de ambos aspectos, además de, como ya he comentado, la novedad de tratarse de un criminal en teoría reincidente. Es verdad que no se tratan de grandes cambios, pero sí que se agradece que trate de sorprendernos de esta forma, aunque sea ya en el penúltimo libro de la serie.
Otra novedad que quizá sea menos notoria y relevante, pero que igualmente aprovecho para comentar, es que en esta ocasión conocemos de inmediato quiénes son los protagonistas de la trama del pasado. Mientras que en los libros anteriores el lector tenía que intuir a quién se estaba refiriendo el narrador y con qué personajes del presente se relacionaba, en este caso sabemos desde el principio qué historia (o más bien de quién es la historia) que se nos está contando. Aun así, esto no hace que pierda la emoción o que sea más fácil para el lector atar cabos en absoluto.
Quizá lo más flojo de esta entrega haya sido el final. Es uno de los desenlaces más insatisfactorios que he visto de todos los libros que he leído y demasiado descafeinado. No me gusta cómo cierra porque si bien el conflicto inicial queda resuelto (quién fue el secuestrador/asesino, cuáles son sus motivaciones, qué fue lo que ocurrió realmente...) el castigo que obtienen los perpetuadores no me dejó satisfecha como en otros casos. Tal vez ese final medio abierto se deba a que su historia continua en el último libro de la serie.
Por último, siguen muy presentes temas como la maternidad, las relaciones interpersonales y, especialmente, las románticas. Como viene siendo habitual desde hace unos cuantos libros, sigo sin estar de acuerdo en cómo Läckberg trata la subtrama de Anna, la hermana pequeña de Erica, porque no es realista y me parece a momentos muy edulcorada, a momentos excesivamente dramática.
El domador de leones es la novena entrega de la saga Fjällbacka que nos ofrece lo mismo que las anteriores: suspense, acción trepidante, misterio, giros de tramas y un enganche increíble. Además, en esta ocasión la autora va un paso más allá presentando una trama cruda y cruel plagada de detalles truculentos.
¡Hola! ^^
ResponderEliminarYo abandoné la saga en el tercer o cuarto libro (no lo recuerdo bien), y dudo mucho que la retome. A diferencia de ti, a mi nunca me terminó de enganchar, pero espero que la sigas disfrutando :)
Besos!
¡Hola! Que reseña más completo, me ha gustado mucho. Cada vez tengo más ganas de los libros de esta autora, y este ya lo tengo apuntado.
ResponderEliminarBesos :)
Leí muchos libros de esta escritora. Este todavía no. Un beso grande.
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